La mayor parte del tiempo me la pasaba pensando en cosas que jamás encontraría explicación lógica y yo, era una persona muy lógica por lo tanto muy terrenal. Con los años me había vuelto un poco fría, o eso era lo que los demás pensaban de mi y me hacían sentir, hasta mi madre y mi padre e incluso Thunder me lo reprochaba y claro, mi lógica era simple: padres no fueron muy afectuosos durante mi crecimiento y para qué decir de los problemas familiares que atravesamos en la adolescencia… un punto muy aparte que no tengo interés de mencionar más allá de la causa de mi personalidad actual.

De a poco comencé a tomar cierta distancia de las personas, incluso, de mis amigos más cercanos, como Minzy amigas desde primero de secundaria hasta ahora. Ella vive con su novia al sur de Oxford, tardamos al menos una hora para visitarnos y la verdad estuvimos alejadas debido a algunas diferencias pero eso ya quedó en el pasado. Hace unas semanas volvimos a hablarnos y la verdad, si extrañaba hablar con ella, mal que mal es mi mejor amiga y qué, ya pasamos los 8 años de amistad y como cuenta la leyenda, “después de 8 años de amistad con una persona es probable que sean amigos por siempre”.

Volviendo a mi frialdad, a mi desapego emocional con las personas, el aburrirme rápido con alguien y no querer saber más nada de ellos, no es novedad, para mí es normal, y eso es lo que algunas personas no entienden, lo mismo pasó con un buen amigo mío, quizás el único y que llegó a ser mi hermano; Teddy. Es solo que no hay más explicación que soy muy radical en mis decisiones. En fin, debo admitir que ha pasado tiempo desde que era 100% detestable y ahora gracias a Chae me volví mejor persona, más empática y más amorosa.

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La verdad, me estaba muriendo de miedo. De verdad había comprado el pasaje para venir a visitarme y conocerme.

--¿Qué voy a hacer ahora? Si no estoy segura de que me gusten las chicas, de hecho nunca he salido con ninguna chica y este sería mi primer encuentro de verdad, luego del intento frustrado con mi primera cibernovia italiana (sí, soy internacional) y ahora… ¿qué hago?, ¿y si no me gusta? ¿y si intenta besarme? y la rechazo sería fatal para ella tanto como para mi, Dios, tengo miedo, a penas nos conocemos tan bien, es una loca esa Dara… ¡cómo que viene a verme! Estoy estresándome, necesito, necesito respirar, necesito despojarme de estos pensamientos y sensaciones que estoy sintiendo porque si ella llega y me ve de esta forma, se dará cuenta de que es lo que me pasa y no quiero decepcionarla, pero espera, yo tampoco quiero decepcionarme de mi, ¡oh no, me voy a volver loca! Creo que debería marcar una cita con la psicóloga antes de verle…

Mis padres no sabían con qué tipo de personas me relaciono, y pareciera no importarles tampoco, pero de vez en cuando me asaltan con preguntas o asaltan derechamente mi teléfono móvil, pero soy precavida, todo lo tengo con contraseñas, no quiero llevarme preguntas sorpresas, menos que me cuestionen, porque soy una hija ejemplar y odio que me consideren así, porque soy humana como todos, es sólo que debo llevar cuenta del negocio familiar a parte de seguir mis estudios tributarios en la universidad. En realidad tengo bastante que cumplir y no quiero decepcionar a nadie. Y ahí puedo ver la palabra clave y por la cual temo: “DECEPCIÓN”. Cada uno carga con su propio peso en la espalda.

Me pregunto cómo fue que ocurrió, qué fue lo que vi en Sandara que me gustó tanto sin conocerla si quiera, no tenemos gustos musicales en común a parte de esos coreanos… soy 4 años menor que ella, ella tiene ya su vida, es profesional, trabaja, vive sola, compra lo que quiere y si quiere ordena su apartamento sin que nadie le reproche o le apure en hacer las tareas del hogar. A veces quisiera ser así de libre. Pero no puedo y eso me frustra… Tengo miedo por todo lo que pueda pasar de ahora en adelante. Seré valiente. Como ella.

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Como cada día, no tenía prisa en llegar a casa después del trabajo, nadie esperaba por mí y había decidido no tener mascotas porque se quedarían prácticamente todo el día solos. Tomé la costumbre de caminar siempre al ritmo de la naturaleza, creo que hasta podía sentir el mundo girar con cada paso que daba, pero desde que apareció Chae en mi vida, mis pensamientos fluctuaban entre preguntas espaciales y en el qué estaría haciendo ella en estos momentos, estaría en la facultad, riendo con sus amigos, hablando sobre algún chisme tomando un café, escuchando música o leyendo para algún examen. No era la primera vez que me encontraba sonriendo sola por el hecho de pensar en que estaba haciendo ella. ¿Pensará lo mismo?...

Afortunadamente, nuestros destinos ya estaban escritos en las estrellas.