Capitulo 9

La Propuesta
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Solar se quedó sin aliento cuando la llenó hasta los nudillos, poseyendo con sus larguísimos dedos, no solo su cuerpo, sino su mente y su alma también. El pánico la golpeó, la fuerza de la invasión completa de una mujer, que sería capaz de tirar todas las barreras de su fachada y desenterrar la verdad. ―¡No! ―jadeó, los latidos salvajes de su corazón estrangulando su aliento―, no puedo, no puedo. ―Silencio mia amore. Relájate. Déjame entrar. Su cuerpo se relajó y la sensación de plenitud causó una fuerte oleada de calor. Byul gimió, obviamente luchando por el control y Solar jadeó, su cuerpo contra el colchón, sin salida. El sentirse indefensa la sobrepasaba. Las lágrimas le quemaban los ojos. ―No puedo. Byul le dio un beso en la frente, con todos los músculos en tensión. ―Así nena, yo sé lo que necesitas ―con un movimiento rápido, rodó hasta que la tuvo a horcajadas sobre ella. La libertad y el control repentino golpearon a través de ella. Se relajó y se arqueó, arrancando un gemido de sus labios. ―¿Mejor? ―Sí ―una alegre sonrisa curvó sus labios. Maldijo, con las manos ahuecando el pecho de Solar. ―No voy a durar. Cabálgame, cara. Cabálgame duro. Echó la cabeza hacia atrás moviéndose arriba y abajo sobre su mano, deleitándose en su respuesta cruda, desnuda y en su propia capacidad para hacer que esa mujer la anhelara con tal fuerza. Solar lamió y succionó profundamente y el marcarle la piel rápidamente la llevó de vuelta a la locura. El pelo le caía por la espalda y con su otra mano libre Byul, trabajaban sus pezones llevándola hasta el límite, sintiéndose libre y hermosa encima de la rubia. ―Ahora mia amore. Ahora. Con una zambullida final, Solar se hizo añicos. Gritó su nombre y oyó su grito ronco seguir al de ella. El mundo a su alrededor se rompió en trozos irregulares y disfruto del placer hasta el final. Cuando se derrumbó encima de la rubia, a la vez que sus brazos la rodearon, una palabra resonó una y otra vez en su mente, su corazón, su alma. Casa. Luego cerró los ojos y se durmió.       Solar sorbió el vapor y el sabor del té, se acercó y miró a la magnífica vista frente a ella. La luz del sol caía sobre las verdes colinas, resaltando la vasta y extensa nieve sobre las puntas de las poderosas montañas. La inclinación de los techos terracota punteaba el horizonte. La esencia de olivo y limón flotaba en la cálida brisa y ella respiró profundo, tratando desesperadamente de calmar a su apurado corazón. Anoche, Byul le había hecho el amor. Trozos de recuerdos pasaron frente a ella. El delicioso calor y la explosión de su o. La curva gentil de sus labios mientras ella le sonreía. Las caricias de sus manos contra su piel, como si ella fuera frágil y preciosa, no sólo una cita de una noche. Pero lo era. O al menos, una cita de dos noches. Porque al final de la semana, toda esta farsa terminaría y la coreano-Italiana se iría. Como todos lo hacían. ¿Cómo había pasado? Ella había confesado libremente sus secretos en la casa del tío de ella y no tenía a nadie a quien culpar más que a sí misma. Su gentileza le había dado el valor de abrirse más fácilmente, que con cualquier otra demanda caliente que hubiera tenido antes. En un momento, juró que estaría en el próximo avión que partiera. Al siguiente, la retaba a combatir haciendo el amor, con la estúpida idea de que sería capaz de sacarla de su sistema. Mordisqueó su labio y tomó un sorbo de té caliente. Cuando despertó, la rubia le había dejado una nota de que iría a la ciudad por unas cuantas horas y estaría de regreso para llevarla a la sede de La Dolce Famiglia. La decepción de una cama vacía golpeó sus cimientos. Ella siempre luchó contra la necesidad de escapar lo más rápido posible una vez que llegaba el amanecer. Por primera vez, ansió una lucha en la mañana con la mujer con la que hacía el amor. Ella constantemente la sorprendía, la retaba y le hacía más difícil moverse. Ella era peligrosa. No sólo para su cuerpo.  También para su corazón.  Tenía que salir de ahí.  Su corazón golpeaba y la sangre corría por sus venas. Un inesperado ataque de pánico, hizo que reuniera velocidad y Solar agarró su cámara, desesperada por controlar sus ridículos defectos físicos. Respiró profundo y aclaró su mente. Empezó a tomar fotos del paisaje, perfeccionando su enfoque al marco que tenía enfrente de ella, mirando para encontrar algo único e increíble. Su mente se colgó al ruido del obturador y al flash de luz del lente, mientras ella se movía a través de la terraza trasera. Todo menos la sensación mareadora de alarma que se burlaba de ella, para que perdiera todo el control. ¡Miau! El maullido del gato causó que brincara y casi cayera sobre su trasero. Vio una bola de pelaje negro, mientras la cosa brincaba en el aire y ella se alejó, desesperada, para evitar arañazos. ―¡Mierda ―gritó ella, encaminándose hacia la seguridad del concreto y alejándose de los arbustos―. ¡Aléjate de mí! El gato, o lo que sea que la cosa fuera, la siguió. Brillantes ojos verdes dominaban el rostro negro, mientras enormes garras cerraban la distancia entre ellos. Solar brincó a una silla de hierro y lo miró. No le gustaban los gatos. Nunca lo habían hecho. Los perros eran tolerables, porque generalmente eran afectuosos y solo vivían para que tú los cuidaras. Los gatos eran diferentes, ellos eran divas que asumían que tu único trabajo en la vida, era servirles. Ellos sacaban lo peor de ella ―incluso más que los niños― y no había manera de que se quedara alrededor un momento más. Pero esta criatura, era tres veces más grande que lo normal, casi como un perro pequeño. Él tenía el orgullo de una ersa bruja, porque la miró como si estuviera a punto de decir un hechizo y la enloquecía. ―Ah, veo que has conocido a Dante. Solar giró. Byul le sonrió, con su cara reluciente y su largo cabello amarrado atrás. Ella se veía descansada y fresca, mientras que ella se sentía fuera de lugar y luchaba por obtener compostura. ―¿Con qué lo alimentan? ¿Con niños pequeños? Ella se rio y se arrodilló, tratando de llamar al gato. Dante movió su cola y silbó. Solar se alejó otro paso. ―No le tienes miedo a los gatos, ¿verdad, cara? Ella se encogió de hombros. ―Sólo no me gustan. Son demandantes y maliciosos. Su labio se torció. ―Parece que ustedes irían perfectos juntos. ―Graciosa. ¿Es tuyo? Byul sacudió la cabeza. ―Nop, es callejero. Visita una ruta regular por comida, pero no deja que nadie se le acerque. Ni siquiera Wendy, quien es una susurradora de animales, se le ha acercado. Dante tiene sus asuntos. Ella miró al gato. Perfectamente limpio, definitivamente no estaba hambriento, pero parecía que le desagradaba la gente. Un repentino humor la golpeó. ―Así que Dante consigue ser alimentado por la misma gente que desprecia abiertamente. Interesante. ―Sí, supongo que lo es ―murmuró ella. De repente, esta estaba en sus brazos. Su aliento de menta acarició sus labios e hizo que su estómago cayera―. ¿Dormiste anoche, cara? ―Sí. ―Mentirosa. ―Sus ojos oscuros brillaron con la promesa y con una indirecta de peligro. Un temblor cruzó su columna―. Pero si tres veces, todavía te da suficiente sueño, tendré que hacerlo mejor esta noche. Oh. Dios. Ella se aclaró la garganta y se recordó que otra noche con la coreano-Italiana sería peligroso. Parpadeó y se alejó, necesitando la distancia. Sus brazos se cerraron a su alrededor. ― Byul…. ―Amo escuchar mi nombre en tus labios. ―Su boca bajó y tomó la suya, besándola profunda, larga y lentamente. Ella abrió la suya y confió en cada caricia sedosa de su lengua, acercándose. Byul la hizo gemir y luego se deslizó, para mordisquearle el labio inferior. Él agudo dolor- placer pasó una ráfaga de calor entre sus muslos adoloridos. La rubia sabía tan bien, que quería devorar cada pulgada y descubrir esos músculos fuertes que estaban debajo de su ropa. Ahogándose en sensaciones, la castaña se permitió entrar en la mina de calor, fuego y... ―¡Auuuch! ― Byul la alejó y brincó en una pierna. Ella miró abajo con horror, para ver los dientes de Dante enterrados en los pantalones de la rubia. Las diminutas perforaciones dentro de la delgada tela causaron que ella se congelara, asustada de que ser la siguiente merienda. La cara del gato se giró en una mueca desdeñosa y se soltó de Byul. La coreo-Italiana silbó bajo y luego se dirigió hacia ella con decisión. ―¡Dante! ― Byul dejó salir una ráfaga en coreano y lo instaba a alejarse con un gesto amenazador. El gato lo ignoró y alcanzó a Solar. Ella cerró sus ojos, incapaz de moverse y... Dante acarició su cuerpo contra su pantorrilla. El bajo zumbido de un motor alcanzó sus oídos. Ella abrió sus ojos y se dio cuenta de que ese ruido era un ronroneo. Él presionó sus rostro fuertemente contra su pierna y sus largos bigotes se movían con placer, mientas circulaba una vez, dos veces y otra vez a su alrededor. Byul solo miró al gato y luego a ella. ―No puedo creer esto. Él nunca antes ha hecho eso ―murmuró―. Y nunca había mordido. ―¿Qué? No es mi culpa... te dije que no me gustaban los gatos. ¡Y no le dije que te mordiera! ―No. Es más que eso. Quizás él ve algo que los demás no. Solar la miró con los ojos abiertos. ―¿Y tú alimentas a esta cosa para que regrese? ―preguntó divertida―. ¿Qué está mal contigo? Él vino hacia ti, como si oliera una cena de atún. La electricidad entre ellas brincaba y quemaba como si un fusible viviente se hubiera convertido en salvaje. Su pulso se aceleró. Sus ojos se oscurecieron con propósito y ella la alcanzó.  ―¿Yong Sun? ¿Byu Yi? ―Ellas brincaron. Su madre se paró en el marco de la puerta, un delantal cubría su vestido, su cabello estaba girado en un moño. Las líneas aristocráticas de su cara brillaban con un poder clásico, que había lanzado un negocio exitoso y criado a cuatro niñas―. ¿Qué está pasando aquí? ―Le estaba presentando Solar a Dante. Mamá Moon jadeó. ―¿Por qué está Dante cerca de Yong Sun? ―Sí, parece ser la pregunta del día. ―Solar se movió inquieta y dio un paso atrás del gato devorador de mujeres. Dante miró con disgusto su retirada cobarde―.mama, iremos a la oficina con Irene en un rato. ¿Necesitas algo? ―Te daré una lista de ingredientes que se me están acabando. Yong Sun, necesito ayuda en la cocina. ¿Te me unirías? Ella dudó. Tanto como le gustaba la madre de Byul, un temor profundo se asentó en su intestino. La mujer era muy aguda y preguntaba demasiado. ¿Qué si ella resbalaba y contaba toda la historia? Byul le hizo un gesto para que fuera, pero ella sacudió su cabeza.  ―Um, realmente no me gusta cocinar. Quizá Byul pueda ayudarla.  Su madre estiró un dedo. ― Byul ya sabe cocinar... tu no!. Ven conmigo. ―Desapareció de nuevo dentro de la casa. Solar maldijo en voz baja, indignada mientras los hombros de Byul se movían con su risa. ―Odio cocinar ―siseó―. Tu madre me asusta. ¿Y si sospecha? ―No lo hará. Sólo sé linda, cara. Y no quemes la cocina. Ella agarró su cámara, le dio una mirada de disgusto y se fue. Un suave maullido sonó detrás de ella y se negó a reconocer el sonido. La ironía de la situación actual voló su cabeza. Ella parecía confrontarse en cada vuelta, con todos los temas que se negaba a enfrentar en su casa. Además, se sentía responsable por Wendy y sus actividades actuales y tenía que asegurarse que de no matara a cuatro niños pequeños, tenía que lidiar con gatos psicópatas y ahora necesitaba agradarle a su madre, para que no envenenara la comida. Murmurando, puso la cámara en la mesa. La mamá de Byul ya tenía una variedad de cuencos y tazas medidoras puestas en un mostrador largo y ancho. Brillantes manzanas rojas que harían orgullosa a la reina malvada de Blanca Nieves, resplandecían en una fila. Una batidora con círculos, tomaba el centro. Varios contenedores de polvos ―los cuales suponía que eran azúcar, har
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KrySulDay17
#1
Chapter 13: Omg me quede toda la noche leyéndolo, no he dormido nada y ya salio el sol..... Pero no me arrepiento de nada~ ... Este fic fue maravilloso en verdad genial :D
LyndaM #2
Chapter 13: Omg que bonito fic, en verdad que lo he amado, hay muy pocos fics en español del moonsun y en verdad que me encanta esta pareja, muchas gracias*-*
audaf27 #3
Chapter 13: OMG!!!! Que bello, que genial fic me he enamorado, muchas gracias por la historia, ojalá te animes por otra y sigas amando el MoonSun tanto como yo <3
sabrina528 #4
Tan lindo, genial y y pero tenia que acabar T.T y ahora que vamos a leer? Ojala tengas otra historia para nosotros gracias por este trabajo!
alexiz21 #5
Chapter 13: Awwwww lo ame <3 de principio a fin y con todos los obstaculos que ponia Solar a Byul
Realmente y de corazón mil gracias por la adaptacion y todas las demás, esta es definitivamente una de mis favoritas :)
merugoo #6
Chapter 13: wooooooooooo lo ame TwT a mitad de camino se puso tan intenso y bonito, debe ser una de mis adaptaciones favoritas!!! ese Dante jajaj
ailyn2111 #7
Chapter 13: Waaaaaaaa me encantoooooo :3 gracias por la adaptación*-*
LyndaM #8
Chapter 11: Omgg esto ya se prendio jajaja, cada actualización me fascina, siempre esperando que pasara.en el sig cap, me gusta mucho el fic y mas con la couple mas real que tiene el k-pop*-*
merugoo #9
Chapter 11: ya me suena que esto esta llegando a su final, noooo
sabrina528 #10
Chapter 11: Ahora queda esperar.... sabes lo que nos haces aufrir a tus lectores.... dios moonsun es mi droga XD