Capitulo 12

La Propuesta
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Llegaron a la casa de vacaciones un par de horas más tarde. Solar rió por dentro de la versión de Moon en un alquiler. La elaborada mansión tenía su propio helipuerto, laguna, jardines, y jacuzzis. La hiedra subía por las macizas paredes de ladrillo y por la torre del reloj a juego rodeado de verdes selvas y jardines elaborados. El camino empedrado conducía a una robusta escalera, donde una terraza abierta tenía cómodas mecedoras y estaba conectada a un bar completo. Mármol pulido, azulejos de mosaico de colores brillantes y ricos colores de chocolate y oro formaban la combinación de colores. Una cálida brisa voló a través de las habitaciones, desde las ventanas abiertas y los aromas de lila y cítrico inundaron sus sentidos. Sus tacones hacían clic en el brillante azulejo, cuando Byul cogió una botella de vino y dos copas del bar, luego la llevó escaleras arriba. Una puerta se abría hacia un gran dormitorio, con una cama de matrimonio extra grande. Las puertas del balcón se abrieron, como si las esperaran y la habitación ya estaba preparada. Un ramo de rosas color rojo sangre, estaba en la mesa de honor, funcionando como la pieza central de la habitación. Caminó por la sofisticada alfombra oriental, admirando las antigüedades cuidadosamente colocadas y las finas cortinas de encaje blanco. Entonces se dio cuenta de que su esposa se había quedado a un lado, con la cadera apoyada contra la mesa, estudiándola desde el otro lado de la habitación. Solar tragó saliva. De repente, una oleada de puro terror se apoderó de ella. Todo esto era demasiado: la cama, la boda y la comprensión de sus verdaderos sentimientos por su cuenta. El suelo se rompió debajo de ella y gateo para ponerse de pie. Sus uñas se cerraron en sus puños en la necesidad de agarrar, para hacer palanca. Maldita sea, si dejaba que su voz sonara como una novia al. Se regañó por ese tipo de comportamiento y enderezó su columna. ―¿Quieres ir a cenar? ―preguntó. ―No. La sangré se espesó en sus venas. Los labios de la rubia se curvaron hacia arriba en una media sonrisa, como si intuyera su incomodidad repentina. Ella sacó la barbilla y se negó a apartar la mirada.  ―¿Quieres ir a dar un paseo por los jardines?  ―No. ―¿Tomar un baño? ―Nop. Cruzó sus manos en frente de su pecho, para esconder el obvio empuje de sus pezones. ―Bueno, ¿qué quieres hacer? ¿Solo estar ahí haciéndome ojitos? ―No. Quiero hacerle el amor a mi esposa. El dolor la destrozó. Su esposa. Dios, cómo quería que fuera real.       ―No digas eso ―siseó Solar se aferró agradecidamente a la ira que ardía en su sangre―. No soy en realidad tu esposa y ambas lo sabemos. Prometiste dejarme en paz. Nada de o. Byul cerró la distancia y la cogió entre sus brazos. La preocupación y ternura en su rostro la partió en dos. ―La mia tigrotta, ¿qué pasa? Nunca haría nada que tú no quieras. ―Le apartó el pelo de la cara y le alzó la barbilla. ―Esto es una mentira. ―Parpadeó para contener las lágrimas cegadoras, enfurecida por su debilidad ante ella―. Nosotras somos una mentira. Su aliento se precipitó sobre sus labios y Byul la besó suavemente, deslizando su lengua dentro, para aparearse con ternura. Deseaba luchar contra ella, pero su cuerpo se debilitaba en cada caricia caliente y su olor almizclado. Se abrió para la rubia y le devolvió el beso, clavando los dedos en sus hombros, mientras cada músculo tallado presionaba contra sus curvas. Lentamente, la eubia levantó la cabeza. Ojos negros oscuros, ardían con un calor abrasador, que quemaba a través de ella y rompió hasta la última gota de resistencia.  ―No, Solar. ―dijo ferozmente―. Esto ya no es una mentira. No somos una mentira. Quiero hacerte el amor, esposa mía. Ahora mismo. ¿Me vas a dejar? Su honor era lo primero y Solar sabía que solo una sacudida de su cabeza la obligaría a ir a su propia esquina, separada. Querido Dios, ¿qué estaba mal con ella? ¿Por qué quería tanto a esta mujer, después de solo unas pocas horas de estar en sus brazos? Byul la destruiría. Esperó por su decisión. Su cuerpo y mente luchaban, pero en el fondo, triunfó la pequeña voz. Coge lo que consigas ahora y tendrás los recuerdos. Había sobrevivido a cosas peores. Pero no creía que pudiera sobrevivir, alejándola esta noche. Arrastró su boca a la suya. Byul la besó completamente, su lengua enredándose con la suya, mientras la llevaba a la cama. Cada movimiento se fundía en el siguiente, mientras le quitaba la ropa y exploraba cada parte de su cuerpo con las manos, boca y lengua. Gimió cuando la rubia la llevó al borde, se detuvo y luego se quitó su ropa y comenzó de nuevo. Se retorció y suplicó hasta que Byul le separó los muslos y se detuvo en su entrada, totalmente ya húmeda. Como si percibiera su miedo innato, inmediatamente la rodó y la dejo tendida, la agarró por las caderas y tiró de ella, abriendo sus piernas y abrazándose a una de ellas, situó su húmedo centro con el de ella, sus labios mayores estaban unidos en un beso de fricción, mientras Byul la cabalgaba, de arriba abaja, llenó cada grieta adolorida y ella gritó y comenzó a moverse, desesperada por la liberación. Las manos de ambas, frotaron sus pechos, moviendo los pezones y dándoles suaves apretones en las puntas, mientras ambas no dejaban de danzar una sobre la otra, un grito, un roce final contra sus clítoris y ambas estallaron. Ambas gritaron su nombre, mientras aguantaban el o, hasta que Byul se derrumbó encima de su pecho. Sus brazos se envolvieron alrededor de la castaña y susurró jadeante en su oído: ―Esto es real mi amor.   Solar no respondió. Su corazón lloró, y sus labios temblaron para sacar las palabras de dentro de ella, gritando para ser libres. ¡Te quiero!. Pero el susurro burlón le recordó la única verdad que había conocido. No para siempre. Nadie podría amarte para siempre. Así que no dijo nada. Solo cerró los ojos y durmió. Byul estaba sentada junto a la cama, con dos copas llenas de champán, observándola dormir. Es curioso que ayer mismo, la reclamara por primera vez. Normalmente, una vez que se acostaba con una mujer se preocupaba de la necesidad desgastada en cada encuentro, cada día, hasta que no quedaba nada, sino una amistad indiferente. Pero ahora, mirando hacia su nueva esposa, una sensación de entusiasmo y rectitud corría por su sangre. Exactamente el mismo sentimiento que la había acogido en el camino, la llamada de lo desconocido, con un conocimiento profundo de que estaba destinada a conducir un coche de carreras. Solar estaba destinada a ser suya. Sabía esto ahora. Lo aceptaba. Se daba cuenta de que tenía que hacer unos movimientos cuidadosos, si alguna vez iba a convencerla de que podían tener un matrimonio real. Es gracioso, cómo el amor parecía esa cosa lejana y mágica en el futuro, hasta que lo quieres tanto, que en realidad finges, que los sentimientos estaban ahí, cuando nunca estuvieron. Ahora lo sabía. Todo este tiempo, había estado esperando a Kim Solar. Había sentido su conexión esa noche en su cita a ciegas. Su genio y su ualidad patea-culos la golpearon como un puñetazo. Ella le fascinó en todos los niveles, pero la tentación de algo más profundo y permanente cantó en su sangre, así que se congeló por el miedo. Sabía que una vez que le hiciera el amor, nunca querría dejarla ir. Y ella era todo lo que Byul creía, que no quería en una esposa. Sintió que ella pisotearía su corazón en pedazos pequeños, y nunca se recuperaría. Había pensado en ella muchas veces durante el año, pero siempre empujaba sus imágenes al fondo de su mente, convenciéndose de que serían una pareja imposible. Ahora parecía que cada paso, conducía directamente a Roma. Ella era su alma gemela. Byul solo necesitaba convencerla a ella. Pero para hacer eso, tenía que romper algunos muros. Byul respiró profundamente por la tarea por delante. Había estado pensando en el curso correcto de acción, que tenía que tomar, pero era un movimiento arriesgado. Quería llegar a un nivel más profundo, y su constante en el tomar control en la cama, le decía que ella poseía secretos, que tenían que ser dichos. ¿Podría Solar confiar lo suficiente en ella, como para compartir? ¿Podría alguna vez rendirse completamente? Estaba a punto de averiguarlo. Ella abrió los ojos. Sonrió ante la mirada soñolienta y satisfecha, mientras se estiraba en las almohadas. La sábana cayó y le ofreció la tentadora vista de sus perfectos pechos. Ella sonrió. ―¿Ves algo que te guste Moon? Ella la había llevado a una muerte prematura, pero iría al cielo con una sonrisa de su rostro. Negó con la cabeza y le entregó la copa de champán. ―La letra C representa todos los elementos necesarios en la vida ―dijo―. Café, chocolate y champán. ―Suspiró con satisfacción y tomó otro trago. Byul se reclinó en la antigua silla floral y sonrió. ―¿No te estás olvidando de la mejor letra de todas? ―¿Cuál es? ―S. De o. Su sonrisa se hizo más amplia y más satisfecha. Su humedad la recorrió y sintió un dulce tirón en su clítoris y se removió en la silla. ―Oh, Moon, ¿cuándo vas a aprender todas las palabras americanas? ―arrastró las palabras―. C también es para clímax. Byul se echó a reír y sacudió la cabeza. ―Cara, eres increíble. Tanto dentro, como fuera de la cama. ―Lo intento. ―Tomó un sorbo de champán, pero Byul sintió su guardia solidificándose. Tenía que moverse a un ritmo constante y mantenerla sin equilibrio. ―Solar, ¿te gusta tener el control? ―¿Eso es algo malo? Byul mantuvo la mirada fija, pero ella se negó a levantar la cabeza. ―No, en absoluto. Eres una mujer fuerte y no habrías llegado tan lejos en la vida sin esta cualidad. Simplemente me preguntaba, cómo te sentías sobre ser dominada en la cama. Ella jadeó y su cabeza se disparó hacia arriba. ―¿Por qué? ¿Te gusta la dominación? ―Se estremeció―. No me gustan esas cosas de sumisión, Moon. He leído esas novelas , pero azotar, simplemente no va conmigo. Dios, estaba loca por la castaña. ―No, cara. Tampoco me gusta el dolor. Parece que prefieres controlar el hacer el amor, lo cual está bien, pero me pregunto, si alguna vez te has rendido verdaderamente. Ella entrecerró los ojos. ―Me rindo cada vez que llego al clímax. ¿Qué quieres decir? Fue al baño, jaló dos cinturones de los albornoces blancos de lujo, volvió a la cama. ―¿Qué estás haciendo? ―preguntó ella―. ¿Volviéndote ertida? Se sentó junto a ella.  ―¿Confías en mí, Solar?  La cautela rayó sus rasgos.  ―¿Por qué?  ―¿Lo haces?  Ella dudó.  ―Sí. Confío en ti.  A Byul el alivio le recorrió, ante la cruda honestidad de su voz.  ―Gracias. Te estoy pidiendo que me dejes hacerte algo.  ―¿Qué?  ―Atarte. Una risa ahogada escapó de sus labios, pero le faltaba humor. ―Dime que estás bromeando, rubia. ¿No podemos simplemente tener o regular? ―Sí. Pero quiero más contigo. Quiero darte tanto placer que explotes. Quiero que seas capaz de soltarte en tus términos. Estoy pidiéndote que confíes en mí lo suficiente, para rendir tu control esta noche. Si estás incómoda, dime que me detenga y lo haré. ¿Harás esto por mí? Ella se sentó y miró a las ataduras, mordiéndose el labio con fuerza.  ―No sé si puedo ceder el control ―admitió. ―Yo creo que puedes. ―Una sonrisa tocó sus labios, mientras colgaba las ataduras en un gesto de burla, con la intención de calmar sus nervios―. Podemos tener un poco de diversión. Siempre soñé con atar a mi esposa. Tú puedes hacer realidad mi fantasía. Esperó pacientemente, mientras Solar se imaginaba el escenario. Las emociones peleaban y luchaban por el dominio. Finalmente, ella asintió. ―Lo intentaré ―dejó escapar un suspiro de fastidio―. Pero solo porque tienes algún tipo de fetiche, que creo que necesitas sacar fuera. Byul rió. Con movimientos deliberados, ató sus muñecas juntas sobre su cabeza, con un cinturón, y con el otro, la envolvió alrededor del poste de la cabecera. Solar tiró, y Byul se aseguró de que hubiera mucha holgura, para que no se sintiera atrapada. Solo lo suficiente para permitirle la libertad de dejarla ir. Su excitación ardió por su cuerpo desnudo. ―¿Ahora qué? ―Sopló el pelo de su cara y frunció el ceño. Byul sonrió ante su expresión de mal humor, se puso a horcajadas sobre ella, y miró hacia abajo. Todo humor le abandonó con prisas. Solar era hermosa: toda curvas elegantes y músculos. Lentamente, se inclinó y la besó profundamente, sumergiéndose en su boca, metiendo su lengua dentro y fuera, como una versión previa de lo que pensaba hacer con ella. Cuando liberó sus labios, la castaña respiró fuerte, y sus ojos se empañaron con la excitación. Byul se tomó su tiempo. Mordisqueó y chupó sus pezones y dejó que su mano vagara sobre su vientre, sus caderas, luego la deslizó detrás de ella, para ahuecar su trasero y abrió más sus piernas. Sus dedos se detuvieron en su protuberancia rogando por su toque, luego se sumergió en su canal. Ella gritó y tiró de sus ataduras. Byul empujó hacia arriba, usando dos dedos para hundirse en su calor húmedo, mientras su pulgar golpeaba su clítoris. Todos los músculos debajo de Byul se estremecieron con anticipación y se retorció en la cama.  ―¡Maldito seas, desátame! Quiero tocarte. ―Todavía no, cara. Me estoy divirtiendo mucho con mi fantasía. Ella le maldijo y la rubia rió, inclinó la cabeza, y la probó. Se vino fuerte. Su grito salió arrancado de su garganta, y le permitió sobrellevar la ola. Cuando ella se surgió, su enrojecida piel temblaba impotente bajo la rubia. Separó más sus muslos y condujo su lengua con un empuje sólido. Apretó los dientes y rezó por el control. Su canal la apretó como una prensa ceñida, y espasmos sacudían su cuerpo, como mini tormentas. La llenó completamente de placer puro y esta explotó dentro de su boca. Lentamente, la presionó contra el colchón y comenzó a mover su lengua en círculos y letras imaginarias.. ― Byul. ―Sus ojos vidriosos de repente resplandecieron con pánico, y se resistió bajo ella, tirando de las ataduras con movimientos frenéticos―. No lo hagas. La crudeza de su miedo le hizo dudar. ―Mírame, mia amore. Mírame a los ojos y ve lo que soy. Su enfoque se agudizó cuando miró profundamente en sus ojos. Sus pupilas se dilataron en reconocimiento y centímetro a centímetro sus músculos se relajaron, permitiéndole más acceso. Las lágrimas nadaron en sus ojos. La besó tiernamente, su pulgar secando la lágrima que corría por su rostro. ―Te quiero, Solar Nunca ha sido Whee In y nunca lo será. Estoy enamorada de ti. Byul se movió, sus manos recorrieron nuevamente el valle de sus senos hasta llegar a su vientre, su mano abrazan esa llanura humeda, almizclada estaba nuevamente preparada, su índice inicia un recorrido lento y tortuoso alrededor de su entrada, en un movimiento rápido sumerge dos dedos cada movimiento la reclamaba para ella misma, le decía sus sentimientos y de la necesidad de que ella le perteneciera. La última lucha se fue de su cuerpo y la acompañó empuje por empuje, sus talones clavándose en su espalda, mientras subían más y más alto. Explotó dentro de esa boca sublime y la rubia disfrutó de ese momento. El insoportable placer de la rubia la destrozó, la superó y la lanzó al borde. Cuando la tormenta finalmente pasó, Byul se dio cuenta de que su vida nunca sería la misma. Y ella no quería que lo fuera. Byul la quería. Las palabras hicieron eco una y otra vez en su cabeza de la castaña. A veces tan bonitas como la ópera. A veces con una carcajada de alegría y burla. De cualquier manera, tenía que tratar con ello, pero el Señor sabía, que estaba demasiado asustada en ese momento. Flexionó sus manos ahora libres. Byul la sostuvo con más ternura de lo que jamás, habían mostrado sus relaciones anteriores. Hacer el amor para ella, parecía menos sobre ersión y más sobre darle todo a Solar y pedir lo mismo. Tragó las palabras que burbujeaban en sus labios y guardó silencio. Solo tres simples palabras, pero eran las palabras más difíciles que podía pensar en decir. Su piel húmeda por el sudor presionó contra la suya, sólida y real. Byul le había dado un regalo, que no tenía precio. Confianza. De alguna manera, al ser atada y obligada a rendirse, aprendió a confiar en otro ser humano. Byul le dio un suave beso en el cabello enredado. ―Gracias por darme tu confianza. Quiero saber todo de ti, cara, pero puedo esperar. Su paciencia sacudió sus cimientos. ¿Por qué buscaba más que su cuerpo? Su confesión de que nunca había querido a Whee In sonó limpia y verdadera. Tal vez ella siempre había percibido la verdad, pero no quería perder su último obstáculo. Ahora no había ningún lugar al que correr, pero aun así no podía decir esas tres palabras que Byul necesitaba. Solar cerró los ojos y le dio el único, otro regalo que le quedaba. Su verdad. ―Tenía dieciséis. Tenía un enamoramiento con el cliché de los clichés, el quarterback del equipo de fútbol. Por supuesto, él apenas me notaba, pero yo hice todas las típicas cosas de chicas para llamar su atención. Un día, vino y me habló. Días después, me pidió salir. Estaba atolondrada y creí que finalmente seríamos novio y novia. Su mano dejó de acariciar su pelo. Lentamente, la rubia se volvió para enfrentarla en la cama. Ella sintió que su mirada le acariciaba, pero se quedó mirando al techo como si los eventos se desarrollaran ante su vista. »Me puse mucho maquillaje. Falda corta, mucho escote mostrando lo poco que tenía. No tenía a nadie que me hiciera de carabina en el momento, así que iba y venía a mi antojo, sin reglas. »Me llevó a ver una película, luego de vuelta a la escuela al campo de fútbol. Nos sentamos en la hierba y miramos a la luna. Estaba tan contenta. Hasta que me empujó hacia abajo al suelo y metió la mano en mi camiseta. Verás, yo era todo hablar sin acción. Nunca había salido con un chico antes, ni siquiera había tenido una loca sesión de liarnos. Le dejé hacer cosas porque pensé que era lo correcto. Hasta que me bajó la falda. Byul tragó una bocanada y su mano apretó la de ella. La castaña esperó en silencio, mientras ella luchaba, pero su calor se filtró lentamente por su piel. »Me violó. Después, se apartó, se levantó y dijo que estaba decepcionado. Me dijo que yo me lo busqué con mi ropa y mi actitud. Que si se lo contaba a alguien, sería el hazmerreír de la escuela. Me puse la ropa y me llevó a casa. Cuando llegué a mi casa, me dio las gracias por el buen rato. Vamos a hacerlo otra vez. »Salí del coche y mi madre estaba viendo la televisión en la sala de estar. Fui directa a ella y le conté toda la historia. Los acontecimientos de aquella horrible noche se volcaron sobre ella, pero esta vez, había alguien a su lado. Esta vez, alguien se preocupaba lo suficiente como para escuchar. »Mi madre se rió y me dijo que obtuve lo que había pedido. Me dijo que empezara con el control de natalidad, me volviera más inteligente, y tratara con ello. Luego se alejó de mí. ―Solar arrancó su mirada del techo y se volvió hacia Byul ―. No sabía qué hacer. Me sentía como si fuera a volverme loca. Me tomé los siguientes días libres y luego volví a la escuela. Y cuando me crucé con él por el pasillo, solo asentí con la cabeza en un saludo. La prueba de embarazo dio negativa. Empecé con el control de natalidad. Y de repente, me di cuenta de que tenía dos caminos delante de mí y tenía que elegir. »Podía ocultar mi ualidad bajo ropas holgadas y
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KrySulDay17
#1
Chapter 13: Omg me quede toda la noche leyéndolo, no he dormido nada y ya salio el sol..... Pero no me arrepiento de nada~ ... Este fic fue maravilloso en verdad genial :D
LyndaM #2
Chapter 13: Omg que bonito fic, en verdad que lo he amado, hay muy pocos fics en español del moonsun y en verdad que me encanta esta pareja, muchas gracias*-*
audaf27 #3
Chapter 13: OMG!!!! Que bello, que genial fic me he enamorado, muchas gracias por la historia, ojalá te animes por otra y sigas amando el MoonSun tanto como yo <3
sabrina528 #4
Tan lindo, genial y y pero tenia que acabar T.T y ahora que vamos a leer? Ojala tengas otra historia para nosotros gracias por este trabajo!
alexiz21 #5
Chapter 13: Awwwww lo ame <3 de principio a fin y con todos los obstaculos que ponia Solar a Byul
Realmente y de corazón mil gracias por la adaptacion y todas las demás, esta es definitivamente una de mis favoritas :)
merugoo #6
Chapter 13: wooooooooooo lo ame TwT a mitad de camino se puso tan intenso y bonito, debe ser una de mis adaptaciones favoritas!!! ese Dante jajaj
ailyn2111 #7
Chapter 13: Waaaaaaaa me encantoooooo :3 gracias por la adaptación*-*
LyndaM #8
Chapter 11: Omgg esto ya se prendio jajaja, cada actualización me fascina, siempre esperando que pasara.en el sig cap, me gusta mucho el fic y mas con la couple mas real que tiene el k-pop*-*
merugoo #9
Chapter 11: ya me suena que esto esta llegando a su final, noooo
sabrina528 #10
Chapter 11: Ahora queda esperar.... sabes lo que nos haces aufrir a tus lectores.... dios moonsun es mi droga XD