Capitulo 4

La Propuesta
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Solar gruñó y se apresuró hacia su maleta en busca de una muda de ropa. Todo lo que tenía que hacer era sobrevivir siete días, sin hacerse quedar como una idiota y sería finalmente libre de Moon Byul para bien. No tendría que preocuparse por tropezarse con ella en casa de Whee In, y tendría a su familia, solo para ella. La amargura de la imagen se burló de su satisfacción y le gritaba que era una mentirosa. Se había acostumbrado a ella durante el año pasado. Demasiado. Y cada vez que miraba hacia esos ojos oscuros, el recuerdo de su humillación regresaba a su mente y la hacía retorcerse. El baño era pequeño, pero contaba con una bañera profunda de mármol y una ducha. Decidió hacerlo rápido y tener un largo chapuzón después. Dio un paso bajo las gotas de agua y dejó que el calor relajara sus músculos. Acostumbrada a forzar a muchos de sus colegas a ir a citas a ciegas, Solar, no lo pensó dos veces, cuando Whee In juró que había encontrado a la persona perfecto para ella. Recordaba haber entrado al lujoso e íntimo restaurante italiano, esperando alguna clase de hombre. Un poco arrogante. Demasiado relajado. Demasiado atractivo. Había estado equivocada, muy equivocada Había todo allí desde la arrogancia, hasta lo atractivo, excepto por la parte masculina, lo que encontró aquella noche, fue a la belleza personificada en mujer. Solar se frotó la piel y trató de borrar ese recuerdo. Pero las imágenes aparecieron delante de sus ojos. La conexión instantánea cuando sus manos se tocaron, como un rayo que había estado encapsulado y había sido liberado. Ella casi se había echado hacia atrás. Casi!… El muro que había construido se mantuvo firme. Pero su conversación la atrajo y la envolvió como un cálido abrazo. Sí, ella era relajada, encantadora y graciosa, pero había una sensación de realidad en su esencia que la llamaba. **Flashback** Cuando el postre llegó, por primera vez en un largo tiempo, ella no quería que la noche terminara. Y sentía que la rubia tampoco. Había aprendido una frase debido a sus pasadas experiencias. Controla la cita, controla el resultado. Por una extraña razón, ella se abrió y la dejó ver un destello de su alma. La atracción sensual se enredó en ambas y se propagó ligeramente por todo su cuerpo. Tal vez, estaba lista finalmente para algo más. Tal vez, Whee In había estado en lo correcto. Tal vez, ella encontraría un arcoíris o una cascada al final del camino, o algo que finalmente la sorprendería y llenaría el doloroso vacío en su interior, aunque no esperaba que fuera una mujer la que remeciera su mundo, eso no se lo esperaba, pero así era. ―Disfruté esto ―dijo ella suavemente―. Tal vez podríamos hacerlo de nuevo. Cuando la impulsiva invitación salió atreves de su delicioso tiramisú, casi se muerde la lengua del horror, pero era demasiado tarde. Ella estudió en silencio. ―No creo que esa sea una buena idea, Solar. Su nombre llegó a sus oídos como una caricia, pero sus palabras la golpearon como cuando el perro de la familia se había perdido. Nunca había considerado el rechazo. ―Lo siento, cara. Eres una mujer hermosa y yo estoy extremadamente atraída hacia ti. Pero creo que esto podría terminar mal. La ligereza se convirtió en algo oscuro. Sí, ella entendía que era una situación bochornosa, pero por primera vez, había deseado tener una oportunidad. Tal vez había juzgado mal la situación. O su conexión. La morena casi se rio, pero un miedo extraño destello en aquellos ojos y la hizo parar. Byul sonrió, pero ella notó su incomodidad por el modo en que se movía en su asiento y jugaba con su vaso de vino. Casi, como si algo lo detuviera de llevarla de vuelta a casa. Casi como si… El entendimiento sacudió a través de ella. Las piezas del rompecabezas se desplazaron y cayeron en su sitio. El dolor atravesó su alma y ella apenas pudo decir las palabras.  ―Es Whee in ¿No? ―susurró―. Tú sientes algo por ella.  ―¡No! Whee in es mi amiga, nada más. Su negación gritaba que era cierto. Su piel se sonrojó y la humillación la hizo querer salir corriendo de la habitación. Sin duda alguna la Italiana-coreana no había querido salir con ella. Su mente repasó la conversación y encontró todas las señales que ella había dejado sobre Whee In. Lo maravillosa que era. Lo dulce. Lo inteligente. La rubia incluso preguntó cómo es que ellas se habían conocido, intrigada por su primer encuentro en el autobús escolar, cuando se habían metido en una pelea y como luego se convirtieron en mejores amigas. Byul nunca estuvo interesada en ella. Esta cita había sido solo un truco para obtener información acerca de otra mujer. Ella estaba enamorada de Whee in. Ella se tragó su vergüenza y juró que saldría con su orgullo intacto. ―Entiendo ―dijo. Sus palabras salieron con frialdad. Sus dedos no temblaron cuando empujó su plato y se paró de la silla. ―Solar, hablemos sobre esto. Por favor no te vayas con la impresión equivocada. Su risa sonó un poco frágil. ―No seas ridícula Moon. Soy una mujer mayor, puedo manejar un poco de rechazo. Siempre y cuando te des cuenta de que te estaré vigilando. Especialmente alrededor de Whee In. Ella jadeó, pero Solar pudo ver a través de esta. ―Te lo dije… ―Tonterías ―Ella agarró su bolso Coach y se lo pasó sobre el hombro. Sus ojos se estrecharon―. Nos vemos. Byul la llamó de nuevo, pero ella la ignoró y la dejó en el restaurante. **Fin del flashback** Solar cerró el agua y se envolvió en una toalla. Aún ahora su rechazo le dolía, tan ridículo como sonaba. La arrastró a su pesadilla recurrente de la juventud. Nunca era lo suficientemente buena. Enojada por sus pensamientos y malos recuerdos, se puso un par de jeans, una playera verde y unas sandalias de piel. No tenía caso pensar en el pasado. Ella controlaba sus relaciones, su ualidad y sus propias decisiones. Y segura como el infierno, que no sería las sobras de nadie. Especialmente no de Moon Byul. Pasó un cepillo por el cabello húmedo y se aplicó un poco de brillo labial. Después empujando esos molestos pensamientos al fondo de su mente, bajó las escaleras para conocer a su nueva familia. Solar se encontró a todas reunidas alrededor de la mesa de hierro forjado y sillas a juego. La alcoba estaba rodeada por un jardín de flores vivas: amarillas, rojo intenso y moradas todas gritando por atención. La dulce fragancia circuló con la cálida brisa y cosquilleo en sus fosas nasales. De la elaborada fuente con un ángel tallado brotaba agua hacia un estanque cubierto de musgo. El sol se apoderó de los ásperos adoquines de terracota. Inmediatamente, Solar se relajó en aquel pacifico lugar. Sus dedos ansiaban por su cámara en un intento de capturar la calidad, casi mística del silencio, incluso cuando era invadido por la ruidosa familia coreano-Italiana que charlaba en la mesa.  ― YongSun, acércate. Ella casi se estremeció con el sonido de su nombre completo, pero la madre de Byul lo hizo sonar tan mágico que lo dejó pasar. Regla número uno; nunca critiques a la matriarca de la familia con la cual te acabas de casar. ―Grazie. Byul le tendió un vaso de vino tinto, después entrelazo sus dedos con los de ella y sonrió. Su corazón dio un vuelco, pero sonrió con calidez. Las hermanas de Byul se veían ansiosas de escuchar todos los sangrientos detalles. Solar tomó una decisión ejecutiva. Entre más rápido escupiera la historia, más rápido pasarían a la boda de Seulgi. Ella sorbió su vino. ―¿Les gustaría saber cómo nos conocimos? Las cejas de Byul se elevaron con sorpresa. Un clamor de voces femeninas estuvo de acuerdo. Solar suprimió una sonrisa. Esta sería fácil. ―Mi amiga cercana Whee in, nos organizó una cita a ciegas. Verán, mi mejor amiga está felizmente casada con mi hermana. Cuando ella conoció a Byul en una cena de negocios, pensó que seriamos una pareja perfecta. ―Le dedicó una sonrisa empalagosa y captó una advertencia en sus ojos―. En el momento en que nos conocimos, ella me dijo que yo era la correcta. Usualmente, nunca creo mucho en la primera cita, pero me cortejó y ganó mi corazón. Wendy suspiró y apoyó su barbilla regordeta en sus manos.  ―Eso es tan romántico. Casi como el destino. ―Sí, como el destino ―apretó los dedos de Byul ―. Íbamos a poner una fecha para la boda, pero cuando escuchamos que Seulgi también estaba comprometida, decidimos fugarnos. Espero que no se hayan decepcionado porque nos saltamos una boda hecha y derecha, pero me niego a ser el centro de atención, entonces pensamos que esto podría ser mejor. Byul llevó su mano hasta sus labios y la besó en el centro. Su piel cosquilleo.  ―Sí, Solar es una persona muy discreta. La mirada afilada de la madre de Byul contradecía su frágil cuerpo. La incomodidad cosquilleó en su vientre. Quien quiera que mantuviera a cuatro niñas y condujera un negocio familiar, tenía instintos brillantes y Solar tomó nota de ser cuidadosa, cuando estuvieran a solas. Sabiendo que no había muchas cosas que contar de su vida, se aseguró de que sus palabras fueran férreas y no se quebraran. Por lo tanto, había mucho en juego para ella también. ―¿Y qué haces tú, Solar? ―preguntó Irene. Sus largos dedos sosteniendo su copa de vino con una delicadeza, que también desmentía su mirada seria. Solar recordó que era la cabeza del negocio y de La Dolce Famiglia. Educada y refinada, Irene era definitivamente la hermana racional con los pies en la tierra. ―Soy fotógrafa. Tengo una sesión mañana en Milán, así que estaré fuera la mayor parte del día. ―Que maravilloso. ¿Qué fotografías? ―preguntó Irene. ―Hombres. En ropa interior. ―Un silencio cayó sobre la mesa y Solar se encogió de hombros―. Es ropa interior de diseñador, por supuesto. Tengo una sesión con Roberto Cavalli mañana. Seulgi estalló en risas. ―Lo amo. ¿Puedes darme un descuento? Dong Won amaría un nuevo par de Cavallis. Wendy rió. Mama Moon les dio un suspiro de sufrimiento. ―Seulgi, no necesitamos saber qué lleva Dong Won bajo sus ropas. ―La fulminó con la mirada―. Y tú tampoco debes saber hasta que estén casados. ¿Capisce? ―Solar  es una fotógrafa muy dotada ―dijo Byul ―. Estoy seguro de que puede ampliar su experiencia, especialmente con tanto que ver en Italia. Solar frunció el ceño. Su declaración casi apenada a su familia la picó, pero se tragó su estallido con un trago de Chianti. Solo porque no fotografiaba lindos cachorritos y bebés no hacía que sus elecciones fueran menos valiosas. Era como si supiera eso en sus entrañas, haciendo que le doliera más. Contrariada con sus pensamientos, se enfocó una vez más en la conversación. Seulgi parloteaba mientras sus manos confirmaban cada afirmación con gestos dramáticos. Solar la encajó como la reina del drama emocional de la familia. Aun así, sus ojos chocolates quemaban brillando con fuego y entusiasmo y su cuerpo esbelto vestido con jeans caros, top floral sin mangas, y Jimmy Choos le dijo que adoraba la moda. Byul parecía desaprobar la elección de Seulgi de no trabajar en la pastelería familiar, pero su carrera como asistente de un muy reconocido estilista, parecía satisfacer su toque creativo. Solar no podría imaginarla con pastelitos glaseados, comprando publicidad o haciendo la contabilidad. ―Nos gustaría celebrar la boda aquí en los terrenos ―continuó Seulgi. Su rostro suavizado―. Por supuesto, serviremos pastel de nuestra propia pastelería. Septiembre es un mes tan hermoso. Irene jadeó. ―Será en tres meses. Su hermana le lanzó una mirada. ―No quiero esperar otro minuto para empezar mi vida con Dong Won. Ahora que Byul está casada, podemos seguir adelante con nuestros planes. Ya nos hemos decidido por el quince. Está bien con tu programa, ¿cierto, Solar? Y por supuesto serás una de mis damas de honor. Ella tragó mientras la culpa de su mentira repentinamente la golpeaba. Tragó pasándola con otro trago de vino. ―Por supuesto, limpiaré mi programa. Seulgi chilló con deleite y palmeó sus manos juntas. ―Maravilloso. Oh y ¿por qué no compramos todas nuestros vestidos esta semana? Irene rodó sus ojos. ―Detesto las compras de vestidos. ―Bien, disfruta. Eres mi madrina y si arruinas esto por quejarte, nunca te hablaré otra vez. ―Puedo soñar. Solar giró su anillo de diamantes en su dedo, como si repentinamente quemara. Peleó contra el ligero pánico de la realidad de su situación. ―Uhm, estaré ocupada con el trabajo y sé que Byul quiere llevarme a conocer las vistas mientras estoy aquí ―sonrió, pero sintió que le salió más como una mueca―. Quizá tú y tus hermanas puedan ir esta semana. Si encuentran algo, les daré mi talla y pueden ordenarlo. Estoy segura de que veré los vestidos cuando Byul y yo regresemos de visita. ―Absolutamente no. ―Los ojos de Seulgi brillaron con firme resolución―. Además ahora eres mi hermana y debes venir. Me niego a meterte en algo que no te vaya bien. Eso arruinaría mi reputación como estilista. Irene rió por lo bajo. ―Solar y yo estamos en nuestra luna de miel y necesitamos algo de tiempo a solas. Pensar acerca de compras de vestidos no es mi idea de romance ―ella le sonrió gentilmente y Solar  peleó con la sensación derretida en su estómago. Wendy le disparó una mirada suplicante a Solar. ―Oh, por favor, acompáñanos ―dijo―. Ahora somos una familia y nos perdimos de toda la excitación de su boda. Es solo una tarde. Las paredes pulsantes se cerraron. ¿Cómo podría meterse en un vestido de dama de honor y pretender que había estado en uno de novia? Byul abrió su boca y Solar capturó un vistazo del rostro de su madre. Sospecha. Un diminuto fruncido empañaba su ceja. Su disconformidad era obvia, y la mujer mayor sentía que algo estaba pasando. Lo cual era cierto. Pero Solar hizo una promesa, así que necesitaba fingir. Colocó sus dedos sobre los labios de Byul para callarla. Las suaves curvas hicieron que le doliera, por sentir su boca una vez más sobre la suya, sumergiéndose profundamente y demandando todo. ―No, Byul, tus hermanas tienen razón. ―Trató de lucir feliz―. Me gustaría pasar una tarde de compra de vestidos. Será divertido. Su madre se recostó hacia atrás, asintiendo y cruzando los brazos enfrente de su pecho con satisfacción. La mayoría de la charla zumbó en los oídos de Solar. Hizo un cálculo mental de las horas que quedaban, antes de que pudiera colapsar en su sueño. Una cena tranquila en la tarde alegando agotamiento y un día podía caer. Mañana trabajaría todo el día de golpe, iría a archivar sus documentos en el consulado y… ¿Qué había dicho Irene? ―¿Fiesta? ―preguntó Solar. La palabra destelló en neón como una señal de advertencia en su cerebro. Byul también lucía sorprendida. Mama Moon se levantó y apoyó su bastón sobre las piedras toscas. ―Sí. La fiesta en la noche, Byul. ¿No creerás que me perdería el celebrar una fiesta en honor de mi hija y su nueva esposa? Tenemos que emp
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Comments

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KrySulDay17
#1
Chapter 13: Omg me quede toda la noche leyéndolo, no he dormido nada y ya salio el sol..... Pero no me arrepiento de nada~ ... Este fic fue maravilloso en verdad genial :D
LyndaM #2
Chapter 13: Omg que bonito fic, en verdad que lo he amado, hay muy pocos fics en español del moonsun y en verdad que me encanta esta pareja, muchas gracias*-*
audaf27 #3
Chapter 13: OMG!!!! Que bello, que genial fic me he enamorado, muchas gracias por la historia, ojalá te animes por otra y sigas amando el MoonSun tanto como yo <3
sabrina528 #4
Tan lindo, genial y y pero tenia que acabar T.T y ahora que vamos a leer? Ojala tengas otra historia para nosotros gracias por este trabajo!
alexiz21 #5
Chapter 13: Awwwww lo ame <3 de principio a fin y con todos los obstaculos que ponia Solar a Byul
Realmente y de corazón mil gracias por la adaptacion y todas las demás, esta es definitivamente una de mis favoritas :)
merugoo #6
Chapter 13: wooooooooooo lo ame TwT a mitad de camino se puso tan intenso y bonito, debe ser una de mis adaptaciones favoritas!!! ese Dante jajaj
ailyn2111 #7
Chapter 13: Waaaaaaaa me encantoooooo :3 gracias por la adaptación*-*
LyndaM #8
Chapter 11: Omgg esto ya se prendio jajaja, cada actualización me fascina, siempre esperando que pasara.en el sig cap, me gusta mucho el fic y mas con la couple mas real que tiene el k-pop*-*
merugoo #9
Chapter 11: ya me suena que esto esta llegando a su final, noooo
sabrina528 #10
Chapter 11: Ahora queda esperar.... sabes lo que nos haces aufrir a tus lectores.... dios moonsun es mi droga XD