Capitulo 10

La Propuesta
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Seulgi saltó delante de Byul y movió su dedo locamente por el aire. ―¿Por qué siempre tienes que ordenarles a todos?―Exigió―. Tú eres nuestra hermana, no eres papa. Su mandíbula se contraía y se relajaba. ―No, quizá si fuera papa, no te hubiera dejado caminar ostentosamente, vistiendo a un montón de Barbies y llamarlo carrera. Tal vez si fuera papá, te hubiera hecho tomar tu lugar correspondiente en esta empresa y no darle todo el peso a Irene. Seulgi prácticamente gruñó como Dante y se balanceó sobre sus tacones rojos de siete centímetros. ―¡Lo sabía! Siempre supe que nunca respetaste mi carrera. La moda es una industria enorme, Byul y me he distinguido por mí misma en un negocio competitivo. Pero no, sólo porque elegí hacer lo que quería, no es lo suficientemente bueno para ti. No respetas a ninguna de nosotras. ―¡Zitto!(( Silencio!!))Suficiente de sus rabietas infantiles, de ambas. Hago lo que es mejor para esta familia, siempre. Seulgi hizo una mueca y agarró la mano de su hermana. ―¿Quién te crees que eres? Nos ordenas como niñas, te niegas a respetar las decisiones y elecciones que hacemos y pretendes que realmente te importa. Estamos haciendo una vida por nosotras mismas aquí y hemos estado haciéndolo muy bien sin ti. Dolor atravesó su pecho y se esforzó por respirar. ―¿Cómo puedes decirme esto? ¿Después de todo lo que he hecho? Seulgi movió su cabello y llevó a Irene hacia la puerta. ―No te necesitamos más, Irene. Tal vez sea hora de que regreses a Estados Unidos, donde ahora perteneces. Cerraron la puerta detrás de ellas.       Byul se quedó en un silencio estremecedor, mientras los pedazos de su vida explotaban a su alrededor. Su cabeza palpitaba mientras paseaba por la sala de conferencias vacía, buscando respuestas. El control cuidadoso, que había construido para proteger a su familia se deslizó bajo el peso de las fuertes emociones. Irene siempre había sido la racional, sin embargo, el dolor en sus ojos, cuando la había desautorizado lo había dañado severamente. ¿Había estado equivocada? ¿Debería haber salido del camino, incluso cuando sabía que la campaña no era la mejor y dejarla fracasar? La puerta se abrió. Solar asomó su cabeza. ―Bien, estoy aburrida y quiero ir a casa. Visité dos veces la cafetería, pasé el rato con la secretaria de Irene y quedé suficientemente impresionada con tu organización. He cumplido con mi deber de esposa, así que voy a salir. Forzó un asentimiento, pero ella parpadeó y abrió la puerta de un codazo. ―¿Qué pasa? ―Nada ―dijo adiós con su mano―. Te veré en casa. La jodida mujer la ignoró y entró a la sala. ―¿Tuviste una pelea con tu hermana? Debería echarla y mantener los negocios en la familia. Sin embargo, las palabras salieron de su boca en forma temblorosa. ―Más bien, hermanas. No estuve de acuerdo con la campaña de publicidad de Irene y ellas… ¿Cómo lo llaman los estadounidenses?... estallaron. ―Ah, ya veo. ―Solar parecía inquieta, cuando le echó un vistazo a la salida. Esperó a que se fuera, pero ella cambió de un pie a otro, sus manos sosteniendo su cámara, que Byul ahora consideraba como otra extremidad―. ¿Es esa la campaña publicitaria? ―preguntó. Caminó hacia la mesa y sus piernas se exhibían en su minifalda y tacones altos. Recuerdos de aquellos miembros envueltos cómodamente alrededor de sus caderas y abiertos a cada empuje la hizo estremecer. ―Sí. Es anticuado. Les dije que necesitamos un anuncio y equiparando comida y o. A los estadounidenses les gusta el escándalo. Vende. ―Hm. ―Dio vuelta a la foto del anuncio, luego cerró la carpeta―. Bien, te veré en casa. Maldita sea. Casi se conmovió con sus palabras, cuando se dio cuenta de lo mucho que respetaba su opinión. ―¿Qué piensas? ― ¿De la campaña? ―Sí. ¿Tengo razón? Giró sobre sus tacones y la miró. Su flequillo le tapaba un ojo. Su mirada y sólo le hacía luchar duro para concentrarse en el negocio y no en los gemidos bajos que hizo en la anoche. ―Estoy de acuerdo. El aliento salió de sus labios. Byul se enderezó, contenta de haber tomado la decisión correcta. ―Me lo imaginé. ―Pero también odio tu idea. Frunció el ceño. ―¿Scusi? La castaña lanzó una mano al aire como si la despidiera y arrugó su nariz. ―Algunos escándalos venden, pero no para una panadería familiar. Tu mamá lo odiaría. La frialdad la recorrió. ―Ya veo. Bueno, gracias por tu opinión, pero realmente no tienes que ver con esto. Te veré en casa. Molestia revoleteó en su rostro. Lanzó su bolso sobre la mesa y sacó su cámara. Como de costumbre, su tigrotta avanzó hacia ella, se puso de puntitas y llegó a su rostro. ―¿Es eso lo que haces con tus hermanas, cuando no estás de acuerdo con sus opiniones? No me extraña que se fueran. Oh, créeme, nunca podré olvidar mi lugar. No quiero estar involucrada en esta mierda, pero tú sigues metiendo la pata. Por el amor de dios, Moon, despierta. Tratas a tus hermanas con un aire de superioridad, que no pueden aguantar. Irene es perfectamente capaz de dirigir el negocio sin ti, sin embargo, en lugar de respetar su lugar, desafías todas sus decisiones. ―Suficiente. ―Sus cejas bajaron en un ceño―. No tienes ni idea de cómo se sienten mis hermanas. Ella rió sin humor. ―¿Estás bromeando? Está más claro que el agua. Ellas te adoran y prácticamente creen que caminas sobre el agua. Sólo quieren algunas felicitaciones de su hermana mayor. Un poco de respeto por lo que han logrado. ¿Sabes que Seulgi cree que piensas que ella es una hazmerreír? Puede vestir celebridades y ganarse el respeto en su área, pero no significa nada, si tú no reconoces su éxito. ¿Y Wendy? Ama pintar, pero tú la llamas un pequeño hobby lindo, le das una palmadita en su cabeza y la obligas a asistir a la escuela de negocios. Tiene mucho talento y lo persigue, pero quiere tu aprobación. No la estás viendo, ni a la mujer en que se está convirtiendo. Y Irene sigue luchando con la idea que es una impostora y el negocio nunca será verdaderamente de ella. La has hecho dudar de sus instintos. Un músculo palpitó en su rostro. ―Las respeto y las amo más de lo que crees. Dios, ¡ellas son mi vida! Sacrifiqué todo para que puedan ser felices. De repente, su rostro se suavizó. ―Lo sé― susurró―. Has hecho todo lo que un padre tendría que hacer. Las ayudaste con dinero, disciplina y buenos consejos. Las mantuviste a salvo. Te aseguraste de que hicieran lo correcto y que no quisieran nada. Pero te olvidaste la parte más importante. Ellas no quieren un padre sustituto. Quieren un hermana mayor que pueda bromear con ellas, apoyarlas y dejarlas brillar. Por su propia cuenta. No es necesario que cuides de ellas nunca más, Byul ―Le tocó la mejilla y la ternura se deslizó a través de las grietas y fue derecho a su corazón―. Ellas sólo quieren que les digas que las amas. Exactamente de la manera que son. Sus palabras la sacudieron y rasgaron sus cómodidad. Ella sostuvo su cámara. ―Esto es lo que veo para la imagen de La Dolce Famiglia ―dijo. La pantalla mostró la foto de su madre, con el bol sujeto en sus brazos y una expresión soñadora en su cocina hogareña―. No se trata de comida y o. Se trata de esto. Sus sueños para su familia, su determinación de ser la mejor y la calidad que se esfuerza por lograr cada día. Ese debería ser tu lema y campaña publicitaria. Se quedó mirando en silencio la pantalla. Cuando levantó la vista, una serie de emociones cruzaron sus bellas facciones. ―Tienes mucha suerte en tenerlas. Cometes un error y ellas te perdonan. Eso es de lo que se trata la familia. ―Se detuvo como para pensar en otro evento―. Yo no pertenezco aquí, Byul. Contigo. Con ellas. No puedo seguir con esto. Se dio la vuelta y huyó, dejándola solo con sus pensamientos. Todo en lo que ella creyó y trabajó duro para mantener, donde estaba, se puso de pie mirando hacia fuera a travez de la ventana. Su pasado nadaba ante sus ojos y aprisionaba el dolor insoportable del fracaso. El rostro de su madre la miró fijamente, desde la cámara. Se merecía más que esto. Se merecía más de ella. Sacó la silla de cuero y se sentó. Lentamente, pasó todas las fotos que Solar había tomado, desde que llegó. Eran mucho más que hermosos paisajes. En cada toma, ella había alcanzado algo difícil de conseguir, ya sea un color o una forma que infundía al espectador. Vio cómo sus cuatro sobrinos aparecieron en el foco, una sincera mirada sonriente, traviesos niños sucios, mientras la plastilina estaba aplastada entre sus dedos. Lentamente, dejó la cámara y se enfrentó a la verdad. Se estaba enamorado de ella. Al mismo tiempo, ella la asustaba hasta la mierda. Solar no era la mujer con la que alguna vez había imaginado pasar la vida. Solar retorció todo dentro de ella, hasta que vibró con una gran precisión e hizo que la larga fila de otras mujeres que se había llevado a la cama se desvaneciera en la nada. Era irritable, honesta hasta la exageración y escondía un centro blando, que derretía su corazón. Lo peor de todo el encuentro, fue la comprensión de que ella tenía razón. Byul no había hecho su trabajo. Las imágenes de su padre muriendo ante sus ojos la torturaron. La culpa de dejarlo, perseguían sus sueños egoístas, mientras que su padre trabajó muchas horas y trató de construir una empresa en la que ni siquiera sus hijas creían. El vacío desgarró sus entrañas. Pero Solar dijo la verdad. A lo largo de su ascenso para empujar la empresa a la cima, se había negado a ver a sus hermanas como iguales. En su mente, ellas reflejaban la imagen de apesadumbradas jóvenes que necesitan desesperadamente protección y estabilidad. Incluso con la fuerza de su madre, Byul sabía que dependía de ella, para proporcionar y asumir un papel de liderazgo. Y así lo hizo. Disciplinó, aconsejó y dirigió. Pero nunca les dijo “buen trabajo”. Nunca les dijo que las amaba. Nunca escuchó. Había cometido una terrible injusticia con a cada una de ellas. Se negó permitirle a Irene cualquier recompensa verdadera, interviniendo como CEO. Ella completó todas las tareas domésticas del día a día, sin embargo, nunca obtuvo ningún prestigio. Mantuvo todo lo bueno para sí misma, como una niña egoísta y nunca dio todo su apoyo. Con Wendy, estaba tan acostumbrada a ella siendo el bebé de la familia, que nunca pensó en preguntarle lo que quería. Ordenó, demandó y esperó. Claro que sabía que le gustaba el arte, pero hasta que Solar señaló su talento, no se dio cuenta de que ella podría tener un sueño propio o incluso un estímulo, para perseguir algo que no estaba orientado a los negocios. Pero lo peor, con mucho, fue Seulgi. La vergüenza la llenó, mientras el reconocimiento apareció dentro y se ahogó con aire de sus pulmones. Seulgi siguió su sueño de ser una estilista, pero ella siempre la reprendió por no asumir la responsabilidad de la empresa familiar y menospreció su elección. Ahora, ella se dio cuenta de por qué. Estaba celosa, celosa de que ella fuera capaz de ir tras su sueño, aunque ella había perdido el suyo. De alguna manera, tenía que dejar ir al enojo. Siempre se había enorgullecido de tomar sus propias decisiones y dejar la carrera fue su elección. Seulgi tenía que pagar el precio de seguir su sueño o por la pérdida de los suyos. ¿Y Solar? Estaba a punto de huir. No tenía idea de cómo iba a convencerla, o derribar su cuidadoso control lo suficiente, como para meterse bajo su piel, pero maldición si no le iba a dar su mejor golpe. No la dejaría subir a ese avión, hasta que la convenciera de entregar su alma. Entonces y sólo entonces, podría saber si iba a funcionar para ellas. Los pedazos destruidos de su vida estaban a su alrededor. Era hora de tomar una decisión. Primero, hacer las cosas bien con sus hermanas. Segundo, dar un salto de fe. Solar tenía el corazón y el alma de un guerrero herido y era el momento luchar por ella. Tenía que encontrar a su esposa falsa y de alguna manera convencerla de que se quedara.       Solar se tendió sobre la cama y miró al techo. Su decisión era final. Ella estaba sacando el infierno de Dodge. Desde que puso un pie en la casa de Moon, perdió su balance. Había conseguido ser succionada por los dramas familiares y en una extraña manera, empezó a importarle. Lo cual era un no-no. Ella necesitaba ser capaz de distanciarse de Luciana y conseguir acostumbrarse al reconocimiento de que ella,
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KrySulDay17
#1
Chapter 13: Omg me quede toda la noche leyéndolo, no he dormido nada y ya salio el sol..... Pero no me arrepiento de nada~ ... Este fic fue maravilloso en verdad genial :D
LyndaM #2
Chapter 13: Omg que bonito fic, en verdad que lo he amado, hay muy pocos fics en español del moonsun y en verdad que me encanta esta pareja, muchas gracias*-*
audaf27 #3
Chapter 13: OMG!!!! Que bello, que genial fic me he enamorado, muchas gracias por la historia, ojalá te animes por otra y sigas amando el MoonSun tanto como yo <3
sabrina528 #4
Tan lindo, genial y y pero tenia que acabar T.T y ahora que vamos a leer? Ojala tengas otra historia para nosotros gracias por este trabajo!
alexiz21 #5
Chapter 13: Awwwww lo ame <3 de principio a fin y con todos los obstaculos que ponia Solar a Byul
Realmente y de corazón mil gracias por la adaptacion y todas las demás, esta es definitivamente una de mis favoritas :)
merugoo #6
Chapter 13: wooooooooooo lo ame TwT a mitad de camino se puso tan intenso y bonito, debe ser una de mis adaptaciones favoritas!!! ese Dante jajaj
ailyn2111 #7
Chapter 13: Waaaaaaaa me encantoooooo :3 gracias por la adaptación*-*
LyndaM #8
Chapter 11: Omgg esto ya se prendio jajaja, cada actualización me fascina, siempre esperando que pasara.en el sig cap, me gusta mucho el fic y mas con la couple mas real que tiene el k-pop*-*
merugoo #9
Chapter 11: ya me suena que esto esta llegando a su final, noooo
sabrina528 #10
Chapter 11: Ahora queda esperar.... sabes lo que nos haces aufrir a tus lectores.... dios moonsun es mi droga XD