Han pasado ya seis horas desde que salí de casa, sé que Tae se queda ahí pero el estar con ella después de aquel show me cansaba, sé que no es fácil para ella tampoco pero para mí es algo aún más difícil. Ella sabe quién es, su familia y amigos lo saben, en cambio, yo no puedo decirle a nadie que es lo que quiero o lo que soy. Desde que la farsa inicio sentí el primer mes un gran miedo de que nos descubrieran, después del tercer mes ya no eran tan grande. Aun así es algo difícil para mí.

Como cada fin de semana desde que me case con Tae, desaparezco por un par de días para poder sentir que todas las preocupaciones dejan de pesar sobre mi ser, ahora me encuentro en Shanghái como lo hago desde hace cinco meses, aquí me siento tranquilo y me siento libre, aquí lejos de mi familia y amigos, incluso de mi “esposa” puedo ser quien soy realmente.

-Imagine que vendrías el viernes como de costumbre.- escucho decir a un chico.

-Lo siento, tuve una reunión familiar algo larga.- le comento desde la cama donde me encontraba recostado, ya que el viaje fue cansado.

-Ya veo.- comenta aquel chico con el que me quedo el fin de semana. –Baek ¿Cómo van las cosas en Seúl?-

-Bien Xun, todo está tranquilo.-

-Entonces ¿Por qué sigues escapando?- pregunta. –Si las cosas realmente están bien no seguirías viniendo, ahora dime ¿Qué sucede? ¿Acaso tienes problemas con tu familia? ¿O acaso será con tu esposa?- ante sus palabras solo veo el anillo en mi dedo, a pesar de ya no estar en Corea no me lo quito, ya que alguien podría descubrir la verdad.

-Fácil, necesitaba verte.- me levanto para acercarme a él.

-¿Verme?- asiento para después verlo directamente a los ojos perdiéndome en ellos, sin percatarme de que una lagrima sale, con su dedo la limpia acercando más su rostro al mío y al dejar salir un suspiro me da un beso que se siente eterno a pesar de los pocos segundos que duro. –Duerme, necesitas descansar.

-Lo hare.-

Regrese a la cama decidido a descansar y dedicar estas horas a vivir de la manera en la que siempre he deseado hacerlo en Corea, sin prejuicios ni esconderme de aquellos que solo desean destruir la reputación de mi familia. Sentía mi cuerpo pesado no solo por el cansancio del viaje sino también por el peso de mis decisiones, las cuales han sido incorrectas para mí pero para el resto de mis cercanos han sido las mejores.

Sentía mi cuerpo relajado pero al mismo tiempo no podía moverme, con dificultad abrí los ojos para notar que Xun ha dejado toda su ropa encima de mí, mientras que él seguía buscando algo entre su ropa sin tener resultado.

-¿Qué buscas?-

-Oh Baek, ¿He hecho mucho ruido?-

-No pero tus cosas pesan mucho.-

-Lo siento.- dice mientras quita todo de la cama para solo tirarla al piso.

-Entonces ¿Qué buscas?-

-Unos jeans azules que parece algo desgastado y una camisa blanca.- comenta mientras sigue revolviendo la ropa, así como arrojándola por todo el cuarto.

-¿Son estos?-  pregunto tomando la ropa que se encuentra aún en la cama.

-Sí, eso es lo que buscaba.- se acerca para tomarlos. –Baek lo mejor será que regreses a Corea.-

-¿Qué?-

-Lo que escuchaste, regresa a Corea con tu esposa.-

-¿Qué sucede Xun? ¿He hecho algo malo?-

-No Bae Hyun pero eres un hombre casado y debes de entender que no puedes estar viviendo conmigo cada vez que te sientes frustrados, además…- su mirada era directa y seria. –Me caso hoy en un par de horas.- la noticia me ha dejado sorprendido.

-¿Por qué nunca me lo dijiste?-

-Cuando nos conocimos te dije que tenía una relación y que solo busca diversión, ahora toma tus cosas y regresa con tu esposa.-

Las palabras de Xun me calado tan dentro que sentía que moriría de rabia, a pesar de ello trate calmarme, ya que muy dentro de mi sabía que esto o duraría mucho, tengo que aceptar el hecho que no tendré una relación durante mucho tiempo. Me levante con desgano de la cama tome mi maleta de viaje y comencé a guardar las cosas que tengo aquí.

-Si necesitas otra maleta toma la negra que está en la sala.- dice Xun, ante ello me enoje aún más.

-No hay necesidad, solo me llevare algunas cosas el resto puedes tirarlo, además tú lo has comprado.-

Termine de meter las cosas dentro de la maleta, sin decir nada salí del departamento de Xun, sabía que era la última vez que lo vería y aunque me enojaba el hecho de que no me dijera lo de su boda o que me terminara de esta forma, también me dolía el hecho de que nuestra relación terminara.

Regrese al aeropuerto internacional para tomar el vuelo de regreso a Seúl, para mi fortuna los dos vuelos más prontos a salir se encontraban llenos. Espere al vuelo que saldría a las tres de la tarde afortunadamente solo faltaba un hora y media. Me dirigí a la cafetería que tiene el aeropuerto ya que la ira que sentía con Xun fue lo suficiente que solo deseaba salir de ahí.

-Buenas tardes ¿Qué le sirvo?-

-Pollo agridulce y arroz.-

-¿De beber?-

-Una naranjada mineral.-

-En seguida se lo traeré.-

Después de que la mesera se fue me quede sentado tranquilamente viendo la gente pasar de un lado a otro, los se iban de Shanghái y los que llegaban, la mesa en la que me encontraba era la única libre que encontré así que la poca vista que tenia del aeropuerto fue muy entretenida en lo que mi comida llegaba.

-Disculpa pero ¿puedo sentarme?- escucho decir a un chico quien me habla en chino. –Todo el lugar está repleto, ¿no te molesta?-

-No, adelante no tengo ningún inconveniente.-

-Gracias.- la mesera que tomo mi orden regreso pero aún no tenía mi pedido.

-Buenas tarde ¿Qué le sirvo?- dijo dirigiéndose al chico alto de apariencia tranquila y traviesa como la de un niño pequeño.

-Seria Lay Chi Yin y arroz, de beber me gustaría una soda de limón.-

-En un momento se lo traeré.- él solo le muestra una sonrisa en forma de agradecimiento, por alguna extraña razón ese gesto me pareció algo muy lindo.

-Gracias por dejarme sentar aquí, por cierto mi nombre es Park Chan Yeol ¿y el tuyo?-

-¿Eres coreano?-

-Sí aunque no has respondido a mi pregunta.-

-Es Byun Baek Hyun.-

-También eres coreano, que bien.- dice mientras muestra una sonrisa aún más linda que la anterior. – ¿De qué parte de Corea eres?-

-De Seúl, ¿y tú?-

-Igual.- antes de que él pudiera decir algo más la mesera llego con nuestras órdenes.

-Espero y les guste.- después de sus palabras solo hizo una reverencia y se retiró a seguir con sus deberes.

Esperaba que durante la comida no hablara, ya que mi ánimo aún seguía cansado de todo lo que ha sucedido, al parecer hoy tendría un poco de suerte ya que el chico no dijo absolutamente nada durante la comida, eso me alegro ahora solo me ocupare de comer tranquilamente. Pasaron los minutos y ya era tiempo de abordar, la comida ya era inexistente en mi plato.

-Fue un gusto conocerte Park Chan Yeol.-

-Igual, Byun Baek Hyun.- él aun comía así que solo fui directo a la caja y pague tome mi maleta y fui directo a la entrada del vuelo.

Los minutos seguían su curso así como mis pasos en camino a mi asiento, el ser parte de una familia con dinero es algo que agradezco en este momento ya que mi lugar se encuentra en la clase ejecutiva, lo cual significaba que no tendría ningún compañero de viaje, quizás solo sea un poco más de una hora pero no deseaba sentarme con alguien.

Durante el vuelo escuche música para después del tiempo llegar a Seúl, ahora solo necesito llegar a casa con Taengo y regresar a la farsa, al menos en casa no tenía que fingir mucho ya que Tae sabe mis preferencias, así como yo se las de ella. Eso facilita el matrimonio, ninguno de nosotros se enamoraría del otro, aún recuerdo como logre que aceptara.

-Vamos Tae, si aceptas te prometo ayudarte con tu carrera y deseos profesionales, si tú quieres hasta te construyo una galería exclusiva pero por favor acepta.-

-No Baek, eres mi amigo y ambos somos homouales, no puedo casarme contigo y menos por eso.-

-Taengo, ya te dije que si no me caso con una mujer no podre heredar nada de lo que mi padre me dejo, por lo cual mi primo se quedaría con todo.- la veía con suplica ya que ella era la única persona que me podía ayudar.-

-Baek mi familia sabe de mis preferencias, así como mis amigos; si me caso contigo sería muy sospechoso.-

-Tae necesito que lo hagas.-

-¿Cuánto tiempo?-

-Dos años.-

-¿Qué? Es demasiado tiempo.-

-Es la condición de mi padre, que el matrimonio debe al menos durar dos años, al término de ese lapso todo será mío.-

-No puede ser menos tiempo.-

-No, al menos que mi abuelo lo diga.-

-Baek, no.-

-¡Por favor Taeyeon! Solo serán dos años.- le decía una vez más.

-¡¿Estas acaso loco!? Baek ¿realmente quieres eso?-

-Es la única forma que encontré, solo serán dos años y después todo regresara a la normalidad.-

-Baek, llevamos solo seis meses de conocernos.-

-Lo sé pero hemos vivido juntos esos seis meses, y en ti confió mucho para pedirte esto.-

-Te agradezco la confianza pero no lo hare, tengo que seguir con mis estudios.-

-Igual yo, que aceptes no significa que dejes de estudiar o que yo lo haga, por favor Tae hazme ese favor.-

-Está bien, lo hare pero no quiero que nadie de mi familia o amigos se enteren.-

-Claro, solo será mi familia.- le digo sintiendo uno de mis mayores problemas ser solucionado.

Al salir del aeropuerto tome un taxi, el cual me llevo directamente a casa, al llegar me sentí muy débil como para poder entrar, aun así lo hice.

-Ya regrese.- grite esperando una respuesta, la cual no llego. –Taengo he regresado.- grito una vez más, al no tener respuesta fui a mi habitación para darme cuenta que en mi cama estaban algunos jabones para cuerpo y manos, así como rastrillos, crema para afeitar y  un paquete de papel higiénico, lo tome y lo deje dentro de uno de los cajones grande del estante, así como mi maleta a un lado de esta, me sentía cansado así que solo tome un toalla y me fui directamente a bañar.

Dentro del chorro de agua sentía mis angustias desaparecer, como si aquel liquido limpiara todo mi ser y dolencias, al salir me llego el olor de algo delicioso, conociendo a Tae debe de estar cocinando, con una toalla enrollada en mi cintura salí directo a la cocina.

-Hay Tae, ¿Dónde estaba? ¿Qué cocinas? Yo quiero.- digo mientras me dirijo a la cocina. –Por cierto gracias por hacer las compras sé que me tocaba a mi…- no dije nada ya que la chica que vi no era Tae, al menos que se cambiara el color rubio por uno rojo y usara un vestido rosa. -¿Quién eres?-

-Oh Baek, regresaste antes.- dice Tae.

-¿Quién es ella?-

-Hola tú debes ser el amigo de Taeyeon, mi hombre es Tiffany Hwang.- dice algo apenada y sonrojada.

-Byun Baek Hyun, un gusto.-

-Oye Baek, ve a vestirte y baja a comer tenemos visitas.-

Ante sus palabras me doy cuenta que lo único que tengo puesto es una toalla y creo que eso es lo que ha puesto incomoda a la chica, ante ello solo subo a mi habitación.