Me encontraba en la sala de paredes blancas, muebles en un tono gris claro, una pequeña mesa de vidrio con base de metal en color negro, un gran ventanal que daba la vista al jardín trasero, un chico un poco más alto que yo me veía de manera suplicante, mientras que yo sentada en el sillón más grande lo veía molesta.

-¡Por favor Taeyeon! Solo serán dos años.- decía por décima vez.

-¡¿Estas acaso loco!? Baek ¿realmente quieres eso?-

-Es la única forma que encontré, solo serán dos años y después todo regresara a la normalidad.-

-Baek, llevamos solo seis meses de conocernos.-

-Lo sé pero hemos vivido juntos esos seis meses, y en ti confió mucho para pedirte esto.-

-Te agradezco la confianza pero no lo hare, tengo que seguir con mis estudios.-

-Igual yo, que aceptes no significa que dejes de estudiar o que yo lo haga, por favor Tae hazme ese favor.-

-Está bien, lo hare pero no quiero que nadie de mi familia o amigos se enteren.-

-Claro, solo será mi familia.- comenta Baek saltando de felicidad.

-¿Qué sucede?-

-Nada solo pensaba.-

-¿En qué?-

-En como terminamos en esta situación.-

-Sí es algo raro pero al menos nadie fuera de mi familia sabe.-

-Me alegro Baek, si mi familia o amigos se enteran sería un problema.- le recuerdo.

Ambos nos encontrábamos en el auto de Baek con dirección a la casa de su familia, para una cena familiar que hace cada mes, en ella su madre, sus tíos y sus primos asistían, Byun Baek Hyun es mi mejor amigo desde que llegue a Seúl para estudiar la universidad, yo provengo de un pueblo hermoso, Jeonju. Cuando llegue a Seúl, no tenía donde vivir ni trabajo, lo único que tenía era mi hoja de inscripción a la universidad, una maleta y un mochila, además de un periódico con los anuncios de “se renta” y “se solicita personal”. Caminaba por las calles cercanas a la universidad, donde la primer opción que tenia del lugar donde viviría por los próximos cuatro años, al llegar me encontré con el chico que renta el lugar, era Baek, él vivía solo debido a que él también estaba aquí por la universidad la misma en la cual yo estudiaría, desde ese día hasta hoy he vivido con él.

-Al fin hemos llegado.- digo al ver la mansión donde su madre vive.

-Sí creí que moriría en el viaje.- comenta en un tono que me dio risa. –Bien repasemos la historia.-

-Claro.- le digo en tono resignado.

-Tenemos que decirle que debido a la escuela y a tu trabajo no habíamos podido venir.- explicaba. –Aunque en parte sea cierto, debemos de disculparnos por no poder verla muy seguido.-

-Baek, ya se la historia, tranquilo no se dará cuenta, llevamos mintiéndole ya casi un años, ahora relájate.-

-Eso trato pero sigue siendo difícil.-

-Lo sé, para mí también es difícil, ahora deja ese semblante y a fingir amarnos como el feliz matrimonio que se supone que somos.-

Matrimonio, eso éramos Baek y yo, un matrimonio con nueve meses de casados. Al entrar a la mansión de los Byun fuimos recibidos por el personal del lugar, al llegar al comedor los parientes de Baek se acercaron para recibirnos.

-Baek, Tae ¡Que grata sorpresa! Pensé que no vendrían.- comenta uno de los tíos de Baek.

-Hola tío Young Shin, lamento la tardanza pero…-

-Teníamos muchos deberes de la escuela.-

-Me encanta lo enamorados que están, incluso terminan la frase del otro.- dice ahora una señora que vestía de una manera muy elegante y hermosa, a pesar de tener ya cincuenta años. – ¿Acaso no son lindos hermano?-

-Así es, tu hijo y su esposa son increíbles.- responde el señor Young Shin.

Durante la cena familiar no dejábamos de escuchar cómo nos alagaban por ser un matrimonio muy hermoso y lleno de juventud, me sentía fastidiada por la situación, aunque Baek se sentía mal, por la situación. Cada vez que lo veía algo decaído lo tomaba de la mano y le sonreía de manera que se sintiera tranquilo que todo estaría bien. Como cada cena familiar fue entretenida y la comida deliciosa, después de varias horas platicando con su familia de que hemos hecho y por qué casi no visitar a la señora Song, madre de Baek.

Una vez terminada aquella larga cena, ambos subimos a la habitación que la señora Song preparo para nosotros, como era costumbre en esta reunión familiar, todos los invitados se quedaban hasta el día siguiente, para que la cena de un viernes por la noche se convirtiera en un desayuno y comida de un bello sábado. Al entrar en la habitación de Baek, se puso a sacar algunas cobijas y colocarlas en el piso, el cual estaba cubierto con alfombra blanca.

-Baek recuerda cerrar con llave.- le digo recordando que su madre tiene la costumbre de entrar sin tocar.

-Cierto.- comenta mientras se acerca a la puerta, en cuanto a mi entre al baño para poder cambiarme, pasados diez minutos salí para encontrar a Bae ya con su pijama y terminando de arreglar las cobijas donde el dormirá. –Mi madre dijo que mañana saldremos a dar un paseo después del desayuno.-

-¿Todos?-

-No, solo nosotros tres que desea hablar con nosotros dos.-

-¿De qué?-

-Ni idea, espero y o nos halla descubierto.-

-No lo creo, ya que legalmente sí estamos casados, además que tú y yo no tenemos pareja.-

-Eso es cierto, pero aun así me inquieta un poco.-

-Vamos Baek, no pasara nada malo, ahora deja dormir.- le digo recostándome en la cama mientras él lo hace en el piso, así dormíamos en esta casa, él en piso y yo en la cama.

A la mañana siguiente como era costumbre de esta familia, fui despertada por los golpes insistentes de la ama de llaves indicando que el desayuno familiar estaría listo en media hora y que no tardáramos. A pesar de ser un desayuno, en esta casa como familia debías de presentarte bien arreglado, así que con fastidio entre al baño para darme una ducha y cambiarme de la pijama a un vestido sencillo pero ideal para la convivencia. En cuanto salí Baek seguía dormido.

-Baek, ya está el baño libre, apresúrate o tu madre se enojara

-Ya voy.- dice con un sueño aun evidente, con demasiada pereza toma la ropa que usa así como una toalla.

Pasaron quince minutos y ambos ya salíamos listos para seguir con el show de un matrimonio feliz y completamente enamorado. Durante el desayuno familiar todos se dedicaron a hablar sobre los planes que tendrían para este fin de semana, varios irían a dar un paseo por la ciudad, otros que irían de compras, en cuanto a la señora Song, comento que nos llevaría a la empresa de su fallecido esposo.

En cuanto terminamos de ingerir cada una de las cosas que el chef personal de los Byun preparo todos comenzaron a dispersarse con rumbo diferente, en cuanto a nosotros dos seguimos a la señora Song quien subió a una camioneta para después dar señales de hacer lo mismo, ya dentro le indico al chofer ir directamente y lo más rápido posible a la empresa, ninguno de los sabíamos que era lo que sucedía pero los nervios nos comenzaban a comer. Al llegar a la empresa de los Byun, la cual es de publicidad, nos dirigimos a la sala de juntas de esta, ya dentro un grupo de abogados nos esperaba, así como el abuelo de Baek, a quien no vimos en la cena ni en el desayuno.

-Eun Seo, has tardado.-

-Lo lamento suegro.- dice la señora Song haciendo una reverencia ante aquel anciano de porte imponente aunque demacrado por la edad.

-Baekhyun, me alegra poder verte.-

-Buen día abuelo es un gusto ver que sigue sano.-

-Veo que tu esposa te ha acompañado como cada mes.-

-Buen día señor Byun, es un gusto verlo.-

-El gusto es mío Taeyeon.- poco después de sus palabras hace un gesto para que nos sentemos. –Supongo que se deben de estar preguntando porque los han traído aquí. Bien lo que sucede es que hoy daremos lectura al testamento de tu padre.- dice al ver a Baek. –Mi hijo mayor quien descansa en paz ha dejado todo a tu nombre pero con la condición de que te cases- continua diciendo en un tono muy serio. –Lo cual ya has hecho hace nueve meses, ahora quiero decirte que todo será tuyo en cuanto termines tus estudios.- las palabras del señor era ya muy conocidas para Baek y para mí, ambos sabíamos de ello, así que no nos sorprendió. –Tu carrera está por terminar en diez meses, así que ese día todo pasara a ser tuyo y de tu esposa.-

La plática sobre el testamento del padre de Baek siguió por las próxima hora, ya aclarado cada uno de los términos que dejo, Baekhyun se veía más tranquilo, esta platica daba por entendido que el plan había funcionado, entre las condiciones del padre de Baek dejo, era que su matrimonio tenía que durar al menos dos años y que debía estudiar la carrera de administración para heredar, si él deseaba estudiar algo más no habría ningún problema pero tenía que estudiar de manera forzosa administración de empresas. Terminada esta junto Baek firmo varios papeles donde aceptaba los términos, ya con todo listo la señora Song, junto con nosotros dos salimos de la empresa para regresar con el resto de la familia para la tradicional comida antes de la partida.

La comida fue más tranquila ya que todos se dedicaron a comer y nada de hablar, así que al terminar solo nos despedimos y subimos al auto de Baek de regreso a Seúl y nuestra casa cerca de la universidad, al llegar me fui directamente a mi habitación para sentir como toda esa presión desaparecía, tener que fingir un matrimonio feliz y perfecto era muy agotador, a Baek lo quiero pero como se puede querer a un amigo, ahora eso de fingir que lo amo es muy difícil, y no solo para mí también para él.

-Taengo saldré a dar una vuelta, ¿necesitas algo?- escucho decir del otro lado de la puerta.

-No te preocupes todo está bien, si necesito algo yo iré por ello.-

-Bien, te veo mañana.-

-Adiós.- como era costumbre de Baek salir los fines de semana y no regresar hasta el domingo en la noche o el lunes en la madrugada, sentí todo más tranquilo. –Bien es momento de terminar mis deberes y después me preocupare por lo que cenare.-