Sentía los rayos del sol darme en la cara, el cuello me dolía demasiado y también mi espalda, debido a que me quede dormida mientras terminaba con los deberes de la universidad, voltee a ver el reloj del escritorio para darme cuenta que ya eran las diez de la mañana, con gran esfuerzo logre levantar y dirigirme al baño para dar una ducha bastante caliente para poder aliviar el dolor. Al entrar en el chorro de agua sentía mi cuerpo relajarse y liberar estrés, así como el dolor desaparecer poco a poco el sueño restante se va también, pero ahora en su lugar quedo la sensación de hambre.

Al salir de la ducha me arregle lo más rápido posible ya que el hambre era tan insistente que no soportaba el ruido que provocaba cada cinco minutos mi estómago, al terminar baje a la cocina para encontrarme con el refrigerador completamente vacío, al verlo así recordé que siempre lo dejamos así para evitar que se desperdicie comida, debido a que las reuniones familiares con los Byun duran un día hasta una semana. Resignada a la suerte que hoy tengo salí de la casa para dirigirme directamente al restaurante más cercano.

El lugar se encontraba repleto de familias que disfrutaban de la comida, así como grupos de amigos y también algunas parejas, cerca de la barra quedaba dos lugares, así que me acerque.

-Buen día, ¿Qué le sirvo señorita?- dice una señora como en sus cuarentas con un uniforme de mesera, ella se encontraba del otro lado de la barra con un cuaderno y lápiz en las manos.

-Un desayuno sencillo con fruta y café.-

-Claro, en un momento se lo traeré.- lo primero que llego a mí, fue el café, realmente lo necesitaba. Pasados diez minutos el desayuno que constaba de un par de huevo, pan tostado y arroz servidos en un plato llego, en cuanto a la fruta picada se encontraba en otro plato.

-Gracias.- le digo a la señora quien siguió atendiendo.

El ruido de las pláticas de los comensales era irritante aun así trate de no molestarme, ya que los niños gritaban o hacían algún lloriqueo y la verdad eso me desespera. Cada día después de la reunión con los Byun todo tipo de ruido me fastidia, al principio no entendía porque, pero después me di cuenta que era por fingir un matrimonio con un amigo solo para que el obtuviera una herencia.

-¿Acaso el desayuno no sabe bien?- dice una chica a mi lado. –Si es así, creo que solo pediré café.- no la veía pero no concebía porque pensó eso.

-Sabe bien, pero lo que no me gusta es que hay demasiado ruido y es fastidioso.- le digo para después llenar mi boca con un gran pedazo de pan tostado.

-El ruido es normal, es un restaurante familiar y es domingo.-

-Cierto, olvide eso.- digo aun sin verla, me irritaba el hecho de que una desconocida me hiciera conversación.

-Por cierto, mi nombre es Tiffany Hwang.-

-Que bien.- decía tratando de que ya dejara de hablar, el fastidio que provocaba el ruido del lugar, el cansancio que aún tengo y el hecho de que ayer tuve que mentir se ha acumulado dentro de mí.

-Aquí tiene señorita su desayuno completo.- comento la señora que me había atendido, vi sus manos depositar frente la chica un desayuno muy grande.

-Gracias señora Han.-

-No hay de que Fanny, es un placer atenderte.- yo seguía viendo la cantidad de comida que aquella chica comería.

-Se ve rico ¿cierto?- dice mientras toma uno de los cubiertos. –Este desayuno me recuerda a los que mi mamá preparaba, así que siempre lo pido, lo curioso es que aquí tienen un toque muy parecido al de ella.- ante sus palabras quede extrañamente sorprendida. – ¿Quieres probar un poco?- me pregunta poniendo en cubierto lleno de hotcakes con miel cerca de mí. –No tiene veneno.- nunca he confiado en nadie pero aquella chica me dio mucha confianza así que acepte. – ¿Verdad que son buenos?-

-Sí mucho.- respondo al terminar con el bocado y al fin verla al rostro, quede completamente asombrada por su belleza, su piel blanca como porcelana fina, sus labios en tono rosa que parecían un par de pélalos de una rosa delicada, sus ojos eran de un café tan tranquilo y profundo que me sentía volar.

-Ya vez la comida de aquí es buena.- comenta mostrando una sonrisa de ojos tan hermosa que sentí morir y revivir en un segundo. –Pide que te cambien eso por algo más delicioso.-

-E…e…estoy con lo que tengo.- me sentía muy nerviosa cerca de ella.

-Ya veo, por cierto ¿Cuál es tu nombre?-

-Es Kim Taeyeon.-

-Qué lindo nombre y ¿vives por aquí cerca?-

-A diez minutos.-

-Qué suerte tienes.- no entendía a que se refería. –Vives cerca así que puedes comer aquí muy seguido yo tengo que viajar casi una hora para poder comer aquí.-

-¿Por qué no comes en casa o cerca de dónde vives?-

-La verdad no se cocinar bien y donde vivo los restaurantes no me gustan, su comida no sabe bien.-

-Ya veo.-

-¿Comes muy seguido aquí?-

-No, es la primera vez que vengo.-

-¿En verdad? Si vives tan cerca.-

-Sí pero yo siempre como en casa.-

-¿Qué fue lo que paso para que hoy fuera una excepción?- seguía sin entender porque habla con ella pero al hacerlo mientras desayunaba se sentía bien.

-Me he quedado sin comida, así que en cuanto termine iré a comprar todo para preparar la comida.-

-Oh ya.- decía mientras meditaba mi respuesta. – ¿No te molesta que te acompañe? Es que casi no conozco por aquí.-

-Claro no tengo ningún problema.-

No sabía por qué había aceptado pero aquella chica me daba mucha confianza, en cuanto terminamos el desayuno cada quien pago por su cuenta, después salimos rumbo al súper mercado, como era costumbre tome uno de los carros y con la compañía de Tiffany compre todo lo necesario para la semana y así tener lleno el refrigerador.

-Es mucha comida para una solo persona.- comenta al ver el carrito casi lleno.

-De hecho vivo con un amigo así que es suficiente para ambos.- comento mientras me dirijo a comprar cosas para el baño como papel higiénico, jabones para Baek y otros para mí, así como pasta de dientes para cada uno.

-Veo que llevas dos de cada cosa.-

-Mi amigo y yo tenemos gusto parecidos pero cada quien tienes su cosas en su habitación, así el otro no las toca.-

Por una hora seguimos con la compra de todo lo que falta en la casa, al llegar al área de cajas no podía creer que las filas de las quince cajas estuvieran muy largas.

-Esto debe ser una broma.- suelto con algo de molestia.

-Quédate aquí buscare una que no tengo mucha gente.- dice para después salir corriendo viendo cada una de las filas desde lejos la veía hasta que se detuvo en una de ellas y me hizo señas de alcanzarla. –Mira esta tiene menos.-

-Gracias.- Delante de mi había un total de seis carritos todos con muy pocas cosas así que la espera solo fue de quince minutos, al llegar comencé a colocar las cosas en la banda transportadora, Tiffany me ayudo a sacar todo, durante cinco minutos escuche el sonido que la maquina hacia al leer el código de barras.

-Serian ₩ 284.825,58.- le entregue la tarjeta que Baek me dio para este tipo de cosas. –Su firma por favor.- dice mientras me entrega el aparato para usar la firma electrónica. –Gracias.- me entrega la tarjeta junto con un el ticket de la compra.

Dentro del carrito las cosas ya se encontraban en bolsas de platico en color blanco, empuje el carrito hasta la entrada para poder tomar un taxi y llevar todo a casa. Ya en la entrada un de los taxista me ayudo a subir las cosas ya con todo en la cajuela subí pero detrás mío subió Tiffany.

-¿Puedo acompañarte?- pregunta dentro del carro.

-Claro.- no entendí porque me sentía en confianza con ella. –Por favor a Daehak-dong, Gwanak-gu.-

-Claro señorita.-

Durante el viaje Tiffany veía por la ventana sin decir algo, mientras que yo hacía lo mismo al llegar a la calle le indique al conductor en qué lugar dejarnos, abrí la puerta del garaje para que el taxista pudiera entrar y fuese más fácil bajar las cosas, entre los tres vaciamos la cajuela, en cuanto le pague se retiró.

-Tienes una hermosa casa.-

-Gracias pero no es mía es de mi amigo yo solo vivo aquí.-

-Por cierto ¿Dónde se encuentra ese amigo tuyo?-

-Salió, regresara después.- durante una hora acomode las cosas dentro los estantes, el refrigerador, así como en el baño y las cosas de Baek las deje en su cama, así como las mías, durante ese tiempo Tiffany me ayudo. –Ya terminamos, gracias por la ayuda.-

-No hay de que.- comenta desde la cocina. –Bueno me voy, fue un gusto conocerte Taeyeon.- no sabía que me sucedía pero no quería que se fuera.

-No me habías dicho que querías conocer el lugar, te doy un tour.-

-¿No interrumpo tus deberes?-

-Tranquila, no tengo nada que hacer.-

-Bien, entonces muéstrame el lugar.- ambas salimos de la casa pero dentro de mi cabeza atravesó una pregunta.

-¿Por qué deseas conocer el lugar?-

-Lo que pasa es que iniciare la universidad aquí.-

-Ya veo, así que deseas saber dónde queda todo.-

-Exacto, anteriormente estudiaba en Los Ángeles pero me he mudado y estudiare en la SNU (Seul National University).-

-Increíble coincidencia mi amigo y yo también estudiamos ahí.-

-¿En verdad en que área?-

-Él en administración de empresas y yo en pintura.-

-Así que es posible que te vea muy seguido.-

-¿Por qué? ¿En qué área estas?-

-Estudiare diseños.-

Platicábamos de nosotras mientras caminábamos por los alrededores, hasta llegar a la entrada de la universidad, al llegar ahí tomas un auto bus de regreso a la casa de Baek, debido a que ya eran las cuatro de la tarde invite a Tiffany a comer conmigo, ya que prepararía algo.