Taeyeon frunció el ceño. —¿Qué coño? ¿Es esto algún plan contra nuestra familia? ¿La compañía de mis padres? ¿Va a matarme por orden de su hermano por culpa de este estúpido matrimonio?

La abuela de Taeyeon parpadeó. —Taeyeon, Tiffany no tiene hermano. Es... —Se detuvo cuando Tiffany salió del baño, volviendo hacia ella. Ella tranquilamente volvió a colocar los documentos dentro de la carpeta y lo metió en su bolso—. Es la única hija de la familia Hwang. —Susurró antes de que Tiffany pudiera oírles.

Antes de que Taeyeon pudiera responder, Tiffany se sentó de nuevo en su asiento. —A estas alturas pensaba que las bebidas y mi trozo de tarta de queso ya estarían aquí, ¿no? — Dijo esbozando una sonrisa—. Y...oh, da igual. Retiro lo dicho.—Dijo riendo cuando vio al camarero yendo hacia ellos con una bandeja con las bebidas y un plato con la deseada tarta de queso de Tiffany.

Tarta de queso era sin duda una de las comidas preferidas de Tiffany, lo que explicaría su huida de la realidad cuando dio el primero bocado. Fueron como unos treinta segundos en los que se sumergió en su tarta de queso cuando Tiffany alzó la vista y encontró a los otros dos acompañantes mirándole.

La abuela de Taeyeon parpadeó y miró hacia otro lado dándole un sorbo al té pero Taeyeon era un caso distinto. —Deja de mirarme. Te estás avergonzando a ti misma —Dijo Tiffany. Su voz fue distorsionada debido al tenedor que tenía en la boca.

Como respuesta, Taeyeon sólo miró. A Tiffany no le gustaba la tensión bajo la que estaba por lo que volvió a comer. Taeyeon, sin embargo, estaba estancada en un estado de congelación. Taeyeon todavía estaba asimilando la revelación de la identidad de la chica que estaba sentada a su lado, la chica que destelló esa mañana, la chica que se había presentado para ser mayordomo en su casa, era la misma chica con la que los padres de Taeyeon planearon un matrimonio, y era la misma chica que huyó porque no quería casarse con ella.

El viaje de vuelta a casa fue silencioso, pero Taeyeon se figuró que la tensión que sentía era unilateral por su parte. Tiffany no parecía notar ese silencio incómodo. Estaba tatareando y tamborileando con sus dedos en la ventana. A Taeyeon no le molestó mucho su vicaria y no ortodoxa nueva trabajadora hasta que ésta decidió posicionar sus pies sobre el salpicadero.

Taeyeon utilizó una mano para bajar forzosamente las piernas de Tiffany de la superficie. —Nunca coloques tus pies dentro de este coche en ningún otro lado que no sea el suelo.

Tiffany estaba a punto de espetar que Taeyeon no era nadie para darle órdenes, pero entonces recordó, de nuevo, que tenía un trabajo. Ladeó su cabeza hacia su empresario y sonrió, a pesar de que Taeyeon sabía que su sonrisa era más falsa que la mierda. —Por supuesto

Decidido a no comentar el tono de Tiffany, Taeyeon cambió de tema. —Como eres nueva y como no has sido despedida esta mañana por intentar tocarme, deberíamos al menos conocernos la una a la otra.

Tiffany alzó la vista, fingiendo estar pensándolo. —¿Qué tal si no?

—¿Qué tal si empiezas a hablar o te dejo tirada aquí en este lugar de sabe dios dónde y te hago andar todo el camino hasta casa?

No había balas en esa amenaza