Lamento actualizar despues de un mes, pero mis vacaciones terminaron más saturadas que cuando estoy en la escuela. Tuve que trabajar para poder pagar mis colegiaturas de la universidad y ademas estaba en un cursos en linea de los tres que tengo que cubrir por parte de la universidad, tenia poco tiempo libre y de tantas cosas que tenia en la cabeza no se me ocurria nada. Ya que estoy libre de algunas cosas prometo actualizar más.

Sera una actualizacion corta, espero la disfruten y muchas gracias por sus votos, comentarios y suscripciones. 

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-Si no me lo dices te daré un beso.

No espere más, era el perfecto escape. Ademes de que había anhelado tanto esto que me acerque y toque mis labios con los suyos. Fue tan inesperado incluso para mí que fue aún más fuerte esa sacudida interna que sus labios me provocaban. 

Me aparte de sus labios cuando el sonido de un ave me asusto.

Lo que fuese que tuviera con Taeyeon se había convertido en algo clandestino, el besarnos dos veces y no ser descubiertas ya era todo un milagro, sobre todo cuando nos hemos besado tan cerca de todas las chicas. Después de todo creo que esto le da más emoción.

-Siempre vas amenazarme con darme un beso –le pregunte tratando de terminar con el momento incomodo que trataba de imponérsenos.

-No me gustan las amenazas, pero esta es la segunda vez que funciona. Si tú vas a corresponderme entonces quizás lo vuelva a usar.

-Creo que no es tan buena idea.

-¿Por qué no?

-Es demasiado arriesgado, estamos muy cerca de todas. Y no todas son de fiar.

-Veo que Jessica también hablo contigo de esto.

-Y tiene razón.

-Si la tiene. Pero es el único lugar en donde puedo acercarme a ti. Aun cuando estamos en la cabaña nadie sabe lo que está pasando en este momento, todas están dormidas. Además esta es una de las mejores maneras de comenzar el día.  Vale la pena el riesgo no crees.

Ella se acercó y me beso otra vez, era demasiado el riesgo y también era demasiada la tentación de besarle de nuevo. Mi mano rozo la suya y dejándome llevar por todas sensaciones entrelace mis dedos con los suyos. Dio un ligero apretón a mi mano luego de una caricia.

Taeyeon me acerco más a su cuerpo y su lengua comenzó a rosar lentamente mis labios, un gemido escapo de mis labios mientras ella movía hábilmente su lengua. Esta era sensación se está convirtiendo en una adicción. Se alejó de mis labios sin haber saciado esas nuevas ansias de estar con ella.

-Trataremos de ser lo más discretas posibles. Regresemos  a nuestras camas antes de que despierten y nos encuentren juntas.

-¿Y si nos descubren?

Ella se quedó callada, su mirada estaba perdida y confundida, era como si ni siquiera ella supiera la respuesta y eso me provoco escalofríos.

-No pensemos en eso –dijo dibujando en su rostro una sonrisa fingida –Por cierto casi lo olvido, mañana tendremos otra reunión, Hyoyeon me comento que te había avisado y que yo te llevaría. Yo les dije eso, pero ¿estás de acuerdo?   

-No hay ningún problema.

-Entonces regresemos a la cama.

Cada una regreso a su cama, aun cuando sus besos, su leve caricia, su sonrisa provocaba en mí sensaciones que hasta ahora me eran desconocidas, no puedo ignorar esta extraña sensación que apareció esta mañana. 

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La alarma sonó y comenzamos nuestra rutina, con los músculos adoloridos realizamos todas nuestras actividades. Yo tuve que volver a lavarme los dientes y la cara. No podía levantar ni la mínima sospecha, así que hice todo lo que normalmente haría.

La puerta de la cabaña se abrió de repente y el rechinido espantoso lleno toda la cabaña.

-Buenos días señoritas, hoy es el último día y quise hacerle un pequeño regalo. Por favor podrían formarse –dijo el instructor entrando a la cabaña con una bolsa negra en sus manos.

Su presencia era aterradora, pero no sabía que era lo que me daba más miedo, si la bolsa que sostenía en sus manos o su extraña amabilidad.

Todas comenzaron a formarse, todas parecían tan confundidas como yo e incluso Jessica parecía estarlo.

-Este es un presente de mi parte. Seohyun podrías extender tus manos por favor.

Seohyun la primera chica, sus piernas temblaban pero obedeció a lo que pedía. El tomo algo la bolsa y lentamente comenzó a sacarlo. Y de un solo movimiento Seohyun tenía sus manos atadas a una cadena. No sé porque pero esto no me sorprende.

-Durante todo el día realizaran cada una de las actividades con sus manos y pies atados a estas cadenas, quien no logre completar las tareas, ya sabe lo que le espera. ¡Ahora colóquense las malditas cadenas y salgan al patio!

Arrojo la bolsa al suelo y la cadenas chocando contra el suelo provocaron un sonido horrible.

-Espero que les haya gustado mi regalo perras –dijo saliendo de la cabaña azotando la puerta.

Fue horrible tener que colocar una cadena que iba de mis manos hasta mis piernas, las esposas que aseguraban mis pies y manos eran incomodas. Y al caminar las esposas tallaban mis tobillos. Si, este iba a ser un día infernal. Estábamos siendo tratados como prisioneros, cuando no habías cometido ningún crimen.

Los verdaderos criminales era ese imbécil y todos los que participan en este lugar enfermo. Para empezar a quién demonios se le ocurrió este lugar.

Durante toda la tarde estuvimos atados a esas cadenas, y el instructor disfrutaba tortúranos con cada ejercicio que hacía más grande la tortura. Nos obligaba hacer más estiramientos que los días anteriores. Incluso a la hora de la comida tuvimos que llevar las cadenas.

Intente aliviar el dolor en mis muñecas dando un pequeño masaje durante la comida, pero nada ayudo, toda mi muñeca esta enrojecida, comenzaba a hincharse y sentía leves punzadas que se extendían a toda mi palma.

Las ganas de llorar por el dolor y la rabia apenas eran contenibles, lo único que me detenía a soltar mi llanto era el que ese hijo de p**a logara verme y se sintiera satisfecho con lo que nos hace.

El día de hoy el instructor termino más tarde la jornada de entrenamiento, el cielo está completamente obscuro y apenas y lograba ver por donde caminaba. Al terminar él se acercó a cada uno de nosotros  y el muy cab**n con una sonrisa en la cara nos quitó las esposas. Creo que le divierte  ver el daño físico que nos ha provocado. No logro verlo pero sé que tengo algunas partes de mi piel esta levantada.

Regresamos a nuestra cabaña con el único consuelo de que era la última vez que le vería la cara a ese infeliz, me las arreglaría para salir de este infierno no me importa lo que tenga que hacer.

Ya dentro de la cabaña nadie decía nada, no sé si es por el cansancio extremo o porque no podría soportar decir una palabra sin que el nudo en mi garganta se hiciera evidente y cortara mis palabras. Con la vista encontré a Taeyeon recostada en su cama, tenía una mueca de dolor en su rostro mientras con su mano rosaba su tobillo derecho.

Quería acercarme a ella, anhelaba que me abrazara, me consolara entre sus brazos y yo también consolarle y  poder besarnos, pero no era posible, no por ahora.

Entre a los cuartos de baño después de que la mayoría de las chicas ya había terminado. Algunas incluso estaban ayudándose unas a otras a curarse las heridas con algunos productos que Jessica había facilitado.

Cuando regrese a mi cama tenía la esperanza de poder acercarme a Taeyeon con la excusa de ayudarla a curar sus heridas, pero ella ya estaba dormida y en sus muñecas ya tenía colocados los vendajes. No podía culparla por no esperarme después de todo este día había sido un infiernos y todas estábamos agotadas.

Por la mañana todo el ambiente en el campamento había cambiado radicalmente, era como si todo lo que paso estos días solo hubiera sido una pesadilla o producto de mi imaginación.  Jamás me había sentido tan feliz de regresar a los talleres de “como ser la esposa ideal” y “resaltando mi feminidad”. Eran una pendejada pero ahora se sentía como el paraíso, además todos estábamos emocionados por la fiesta de hoy por la noche.

Parece que por fin pasamos la peor parte del campamento.

Cuando estamos por cambiar a un nuevo salón para un último taller antes de la comida Taeyeon se acercó y camino junto a mí. No dijo nada pero de vez en cuando rosaba su mano junto con la mía. Estamos hasta el final del grupo así que nadie nos veía.

-¿Estas lista para hoy en la noche? –susurro sin voltear a verme fingiendo que no pasaba nada atrás.

-Si, eso creo.

-Bueno recuerda que hoy tienes una cita conmigo.