Taeyeon se encontraba por enésima vez revisando que vestido ponerse para la fiesta que harían sus familiares en honor al cumpleaños de su padre. Sabía en el fondo que debía usar algo de color, sin embargo, tenía en su cama tres vestidos negros y todos tiraban hacia el mismo estilo, por lo cual sería demasiado fácil la elección. Fue entonces cuando Tiffany intervino.

- ¿En serio irás con un vestido negro? – La miró fijamente – Tae estoy segura que hay colores que se te deben ver de maravilla.

- Si, el blanco y el azul – Intervino – Ya lo sabes.

- Taeyeon me refiero a que debes usar otro tipo de colores ¿Has probado alguna vez el color rojo?

- No es necesario que lo haga.

- Taeyeon, por favor – Su voz sonó autoritaria – Debes ir con otro color ¿No crees que tus familiares estarían muy agradecidos de ver a su funeral vestido de color?

- ¿Funeral?

- Mantienes de negro.

- Eso no es necesariamente ser un funeral – Argumentó mientras hacía un puchero – En serio, ese color es hermoso, no deberías ser tan dura respecto a él.

- Taeyeon – Susurró Tiffany sin razón alguna – Taeyeon.

- Por cierto – Continuó sin haberse percatado del susurro de su amiga – ¿Por qué te fuiste tan rápido la última vez?

- Ya te dije, estaba en casa de Jessica.

- ¿Y quiénes estaban allí?

- Jessica y Yuri.

- Ellas son novias ¿Verdad?

- Es algo muy extraño. Yuri le expresa abiertamente que la quiere y que le gusta pero Jessica… Ella es extraña porque…

- …Quiere ocultar lo que siente. Lo sé. Se ve por encima.

- ¿Acaso sabes leer a las personas?

- Algo así.

- Entonces – Comentó mientras su voz se iba agudizando por su evidente nerviosismo – Tú… ¿Tú sabes cuando le gustas a alguien?

- No, eso no lo sé. Nunca me doy cuenta. Me toma por sorpresa, siempre.

- Taeyeon – La miró mientras sus piernas se convertían en gelatina poco a poco – Tú…

- No, nunca he tenido pareja.

Tiffany dejo escapar una sonrisa amplia.

- ¿Cómo sabías que te iba a preguntar eso?

- Es una pregunta obvia. ¿Acaso no vez de lo que hablamos? – Sonrió dejando ver su pequeño hoyuelo – Deberías estar más concentrada para evitar ese tipo de preguntas.

- ¿Lo dices en serio o en broma?

- En broma, tontita.

El corazón de Tiffany quiso salirse. Desde que había aceptado frente a sus mejores amigas que le gustaba Taeyeon hace un par de semanas atrás, este tipo de cosas se habían hecho muy comunes. Ya le había pasado cuando le habló esa noche después de comprar el libro, los días siguientes cuando le habló en el campus y hoy, nuevamente. Sus mejillas se tornaron un poco rosadas y sonrió tímidamente.

- Taeyeon – Carraspeó – El vestido para la fiesta.

- Ah cierto, ¿Tienes otra sugerencia?

- Sí, tengo varias.

 - No pienso ponerme nada de color. Me niego rotundamente.

- Pero Taeyeon, ni siquiera lo has intentado.

- No quiero hacerlo.

- Sólo pruébate este vestido al menos para dejarme satisfecha – Descubrió lo que había debajo del vestido de la mitad – Lo puse allí para que lo vieras en cuanto levantaras éste. Para que te sorprendieras.

- ¿Es un regalo para mí?

- Algo así – Nuevamente se sonrojó – Resulta que, en serio me moría por verte con este vestido.

- ¿En serio? – Taeyeon abrió sus ojos tan amplio que parecían que se fuesen a salir – Y… ¿Y lo compraste para mí?

- Sí – Asintió la castaña mientras dejaba escapar una risilla – ¿Algún problema?

- No – Admitió la contraria – Es sólo que nunca una amiga me había regalado algo.

La palabra amiga retumbó por los oídos de Tiffany, quién sintió un nudo en su garganta y en su estómago.

 - Siempre hay una primera vez para todo, y como hay una primera vez para todo, quiero que uses rojo.

- Tiffany.

- Taeyeon.

La mirada de la castaña se puso seria y algo fría por lo cual la mayor no tuvo más opción que ceder.

- Está bien – Dijo mientras dejaba caer su pantalón y camiseta frente a la contraria, dejando así, ver su trabajado cuerpo – Ayúdame.

- Eh… – Tiffany tartamudeaba. Era demasiado para ella, tapó sus ojos con ambas manos y empezó a sonrojarse, nuevamente – Taeyeon.

- ¿Qué pasó? ¿Hice algo malo?

- Tu ropa.

- Ah – Empezó a reír. Taeyeon tenía una risa un tanto extraña pero que era agradable y dulce de oír – Lo siento. Creo que he excedido la confianza que tengo contigo.

- La verdad, sí.

- Entonces… Me iré a otra habitación ¿Te parece?

- Me parece.

Ésta salió del cuarto aún riéndose de lo sucedido mientras que Tiffany quitaba sus manos de sus ojos y mordía levemente su labio. Dejó escapar un suspiro y sin pensarlo ya se encontraba recostada en la cama de Taeyeon, se tomó el tiempo de repasar la habitación, paredes blancas, bastante iluminación, un escritorio, unos cuantos libros, un cuadro de arte abstracto y la cama en el centro.

Las sábanas que recubrían la cama tenían un color crema, estaba segura que ahí cabían por lo menos tres Taeyeon, sonrió y sintió el leve olor al perfume de ella, levantó su cabeza y dejó escapar un leve suspiro. Se sentía estúpida y un tanto acosadora, pero ese acoso tenía su justificación. Mientras ella se debatía en sí era acoso o no, la chica de cabello oscuro entró a la habitación luciendo el vestido que le había obsequiado minutos atrás, le llegaba encima de las rodillas y le tallaba completamente su figura. Carraspeó un poco para sacar a su amiga del ensimismamiento en el que se encontraba.

- ¿Qué dices?

- Yo… Yo… ¡Te lo dije!

- ¿Se…gura? 

- Más que segura.

- Está bien… Llamemos a Heechul.

- ¿Es que vas con acompañante?

- Sí, Heechul es mi acompañante.

- Sabes… Él me ha hablado de ti. Mucho.

Taeyeon se puso fría, sabía que su amigo había cumplido aquella conversación telefónica.

- ¿Y qué te ha dicho?

- Bueno, cosas de cierta forma tontas. Tus colores favoritos, tu agrupación favorita…

- Información random – Taeyeon suspiró aliviada – Entonces no creo que debas por qué preocuparte, intenta socializar con