El maldito - Capitulo 1

El Maldito

Deberías simplemente dejarlo y ser un demonio por completo…

Eish, estúpido, dejaré de ser así cuando la maldición acabe… -Su compañero bufo, KyungSoo ya tenía más de ciento cincuenta años y su maldición no tenía ninguna señal de querer desaparecer.

Como quieras, pero si cambias de opinión, mi jefe estaría encantado de recibirte… eres casi demonio.

O casi ángel. –KyungSoo dijo para molestarlo, sabía que eso hacía que su amigo ardiera en llamas, literalmente, ¿Quién diría de ser un mortal, al paso de los años se convertiría en esto?. KyungSoo río y vio cómo su amigo de las tinieblas se desvanecía, ¿ser un ángel? Ni de broma… eso sonaba mucho más aburrido que ser un maldito.

 

Su madre le confesó la verdad, que cuando él era más pequeño una bruja wiccan la maldijo como venganza ya que aquella mujer quería a su padre ¿Qué culpa tenia KyungSoo? Él solo tenía 6 años cuando fue maldito.

 

 

 

 

 

“Estarás atrapado por siempre… cada día tu corazón ira deteniéndose poco a poco

Hasta que sea negro por completo y se detenga; No morirás, esa será tu condena.

Un cuerpo andante sin alma…´´

 

 

 

 

La maldición de KyungSoo era clara y tomo fuerza cuando era adolescente y también en ese tiempo, su madre murió, quedándose solo.

 

 

Su piel se iba siendo cada vez más pálida por el escaso flujo sanguíneo que su cuerpo recibía, los bombeos de su corazón eran tan lentos que era casi imposible escucharlos.

 

 

Un día KyungSoo sintió como su garganta se cerraba mientras una gran presión se apoderaba de su pecho, sus músculos se contrajeron y sus venas se veían por su blanca piel, fue ahí donde el chico de veintiún años se dio cuenta, estaba ‘’muriendo’’; Después de, lo que parecieron horas, se relajó, cerro sus ojos y al abrirlos, su iris era de  un color distinto, y su cabello era mucho más oscuro de lo usual, su corazón se llenó por casi por completo de maldad, exacto, casi. Su maldición comenzó de esa forma… aparentaría esa edad por el resto de su vida.

 

 

Año tras año pasaba, y KyungSoo tenía el ‘’poder’’ de hacer que las personas hicieran lo que se le diera su regalada gana hasta que una noche, mientras bebía, una mujer joven y hermosa, tenía que admitir, se puso frente a él ¿De dónde había salido? Ni la más puta idea. Se acercó al chico, viéndolo de arriba abajo.

 

 

Vaya… quien hubiera imaginado que un maldito se vería tan bien, pareces casi humano –dijo la mujer con sarcasmo. El pecho de KyungSoo se contrajo y cayó en la cuenta que era aquella bruja.

 

 

¿Qué? Ah... es cierto, la última vez que me viste tenías ¿tres? no, ¡seis! Y ahora tienes uhm… bueno, no importa –Kyungsoo seguía inmóvil, viéndola sin decir nada, oyendo cada palabra que salía de aquella mujer vestida de negro. Se acercó más hasta dejar un escaso espacio entre ambos, alzo su mano y sus uñas crecieron, eran rojas y filosas, las encajo en el pecho de KyungSoo y aunque fuera casi imposible, sintió, sintió como su piel era atravesada, se inclinó un poco hacia adelante con su cara llena de dolor; La mujer río un poco y saco sus uñas, las cuales estaban manchadas de un líquido espeso negro.

 

 

Aun puedes sentir… eso me sorprende, como sea, no hice eso solo por diversión o bueno, si. –El pecho de KyungSoo punzaba, odiaba que eso pasara si ya era maldito, joder. – ¿A qué has venido…? –articulo por fin el chico, aún con aquella expresión de dolor en su rostro, mientras tocaba con su mano su pecho; Pudo sentir como debajo de su mano su piel empezaba a cicatrizar hasta que quedo por completo recuperada, respiro hondo y se reincorporo.

 

 

La verdad solo quería ver cómo te encontrabas, me sorprende que la maldición aun no te matara, de verdad, a muchos a los que les he dado una maldición mueren poco después de que esta comienza y me refiero a que muere… desaparecen de la faz de la tierra. –la bruja admiraba sus uñas y lamió aquel espeso liquido negro, una vez que estas estuvieron limpias, vio los grandes ojos de aquel, ¿Cómo podía ser posible que ese chico se viera de esa forma? Aunque lo más sorprendente era, que no había encontrado la forma de romper su maldición a pesar de los años que tenía, se podía tardar el tiempo que quisiera, pues tiempo era lo que más tenía.

 

 

Sabes, toda maldición tiene su ‘’final’’, siempre hay forma de romperlas… -una media sonrisa se apodero del rostro de la wicca, su cabello negro bailo por el pequeño viento que se hizo presente unos segundos, y su vestido negro se movió al par. –Solo que eso… te corresponde a ti encontrarlo. –Una risa baja y burlona lleno aquel ambiente de seriedad; Una neblina apareció, haciéndole la vista imposible a KyungSoo, cuando por fin pudo ver a través de la neblina la wicca había desparecido, dejando confuso a KyungSoo.

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