-Mierda… - Murmuré mientras golpeaba la pared. Jessica y Tiffany se asustaron y se acercaron a ver que sucedía.

-¿Qué pasó? – Preguntó Jessica mientras me tomaba del cuello.

-Ha bajado un ángel – Dije intentando liberarme de su agarre.

-¿De quien?

-De Taeyeon

Jessica me soltó mientras se rascaba la cabeza, Tiffany no podía creerlo.

-¿Qué esta sucediendo acá?

-Su ángel bajará siempre – Dije mientras desviaba mi mirada – No importa cuantas veces la salvemos

-¿Y que haremos? – Preguntó Tiffany desesperada.

No respondí, ¿Qué podía hacer? No entendía a lo que se refería el arcángel con el equilibrio. Mi celular comenzó a sonar y suspiré al ver el nombre de Kris en la pantalla. Ahora mismo no tenía tiempo para los caprichos de Kris, ni para los caprichos de mi familia. Solo tenía tiempo para Taeyeon. Ya no seguiría más órdenes de mis padres, ahora solo tenía una cosa en mi mente y era Taeyeon.

-Tengo que contarles algo – Dije con seriedad, ellas asintieron.

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-¿Equilibrio? – Preguntaba Jessica extrañada.

-Espera, déjame procesar toda esta información – Murmuró Tiffany.

Estábamos sentadas fuera de la habitación de Taeyeon, les conté todo lo que sabía, sobre ángeles, sobre arcángeles, sobre mi plan para salvar a Taeyeon para que no me malentendieran. Espero que con esto volvamos a ser amigas.

-Es tanto que aún no lo comprendo – Volvió a murmurar Tiffany con una mano en su cabeza.

-Siento no haberles contado antes – Dije con la mirada baja.

-Está bien, solo dame un tiempo – Dijo Jessica con una sonrisa débil.

Luego de un gran silencio Tiffany levantó su mirada.

-¿Entonces debemos dejar morir a Taeyeon?

Me mordí el labio, ¿Era esa la única manera?

-No podemos hablar con esa arcángel, me parece sospechosa – Murmuró Jessica – Es decir, ¿Por qué te dio el don de ver ángeles?

-Hay algo extraño ahí – Afirmó Tiffany.

Mi celular volvió a sonar, lo miré y era otra llamada perdida de Kris. Lo ignoré, volvió a sonar y esta vez era Yoona.

-Sunny… - Dijo en el momento que contesté su voz sonaba triste, estaba llorando.

-Yoona, ¿Qué pasó?

-¡Mi padre… Nos… Ha…Descubierto

No podía parar de llorar, su  voz sonaba débil, estaba agitada, eso le hacía mal a su corazón.

-¡Yoona tranquila! – Dije de manera desesperada – No le hará bien a tu corazón

-Papá.. Me ha… - Pero paró de hablar, se estaba agitando mucho.

-Está bien espérame ahí, estoy en camino – Dije colgando.

-¿Qué sucedió? – Preguntó Jessica enseguida, sonreí al ver que estaba preocupada de alguna manera.

-Jessica, Tiffany – Dije mirándolas – Se que hemos tenido muchos malentendidos, pero Taeyeon lo es todo para mi ahora mismo

No dejé que respondieran y salí corriendo hacia Yoona. No tenía como encontrar a Yuri, pero ahora mismo mi prioridad es Yoona. Tantos problemas se estaban acumulando en mi cabeza, que no podía pensar claramente.

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Entré a la gran mansión para ver a mi padre sentado en la mesa con los brazos cruzados, su mirada era completamente seria.

-¿Dónde esta Yoona? – Pregunté con seriedad.

-No me menciones su nombre -  Dijo con sequedad, su tono de voz era frío. En cualquier circunstancia yo me habría quedado en silencio. Pero ahora mismo hay tantas cosas en mi mente que siento que voy a explotar.

-Solo dime donde esta

-Encerrada en su cuarto, espero que nunca más salga de ahí

 -No puedes hacerle eso, le hará mal al corazón – No sabía como la voz podía salirme con tanta calma, cuando ahora tenía ganas de lanzarle lo que tuviera a su cara.

-Puede morirse – Dijo mirándome a los ojos – Es mejor que tener una hija lesbiana

Apreté mis dientes al verlo hablar así, no sabía como contenerme.

-Para tu información… - Pero él me interrumpió.

-Es una pu…

No lo dejé terminar porque golpee la mesa con brusquedad, llamando la atención de unos cuantos empleados que llegaron corriendo. Mi mirada era desafiante y mi padre no podía estar más sorprendido, yo la usualmente callada, lo estaba desafiando.

-No vuelvas a decir algo mas sobre Yoona – Dije con rabia y subiendo las escaleras.

Desde una habitación escuchaba los sollozos de Yoona, no podía soportar esto así que con toda mi fuerza le di una pa