Cuando volví a casa, sentí la soledad. Krystal no estaba ahí narrando historias divertidas mientras Robert la escuchaba. Jessica no estaba ahí peleando con Krystal. Jane no estaba ahí calmando el ambiente o dándoles algo de comer.

En cambio, la sala estaba oscura, la única luz venía de la habitación de Jessica y Robert estaba en la cocina, con un montón de botellas de alcohol a su lado. Entré a la habitación de Jessica y ahí estaba durmiendo en su cama mientras Tiffany la observaba.

Tiffany estaba besando las mejillas de Jessica cuando esta despertó.

-Tiff – Dijo con una sonrisa, aunque se notaba la tristeza en su voz – Duerme

Tiffany sonrió.

-Sunny llamó

-¿Enserio?

-Dijo que mañana después de la escuela iba a venir

Jessica sonrió, esta vez era una sonrisa verdadera.

-Espero que traiga algo de comer

Tiffany soltó una risita y abrazó a Jessica por la cintura atrayéndola hacía ella.

-Duerme – Susurró Tiffany.

Jessica se sintió relajada bajó el tacto de Tiffany y lentamente comenzó a cerrar sus ojos.

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La luz del día despertó a Tiffany, lo primero que hizo fue mirar a Jessica, al ver que estaba bien se levantó. Cerré mis ojos cuando se estaba cambiando de ropa, de alguna manera me sentía fiel a Jessica, seriamos grandes amigas.

Tiffany bajó las escaleras para ver a Robert en el sofá, sollozando.

-Papá – Dijo Tiffany, era la primera vez que trataba llamarlo de esta manera, aunque el se lo había pedido varías veces – Deberías ir a dormir

Robert la miró, su mirada mostraba toda la tristeza que estaba sintiendo en este momento.

-¿Ir a dormir? – Habló despacio - ¿Para que? La vida ya no tiene sentido

Tiffany notó las botellas de alcohol a su alrededor y se acercó lentamente.

-Están Jessica y Krystal

-Ellas me dejaran algún día, estoy solo en esto

Tiffany negó levemente.

-Las chicas nunca harían eso

Robert se levantó y caminó lentamente a su habitación. Escuché sus pensamientos.

Jane me dejó solo… Las chicas algún día se irán, me quedaré solo.

Suspiré al saber los pensamientos de Robert, aunque obviamente estaba ebrio, pero temí al saber que el alcohol saca la verdad. Robert no era la persona más fuerte en este momento.

Tiffany recogió todas las botellas y las lanzó a la basura, estaba en eso cuando la puerta sonó. Cuando Tiffany abrió vio a Sulli.

-Hola – Dijo Tiffany con una sonrisa.

-Vengo a buscar un poco de ropa de Krystal

Sulli entró y las dos se dirigieron a la habitación de Krystal, las dos estaban en silencio.

-Krystal… Estuvo llorando anoche – Dijo Sulli mientras empacaba un poco de ropa, Tiffany bajó su mirada.

-¿Cómo está ahora?

-Estaba desayunando con mamá

-Es un momento difícil, gracias por ayudar a Krystal

Sulli sonrió.

-Pareces la hermana verdadera de Krystal

Tiffany soltó una risita.

-Claro que lo es, sus travesuras me alegran el día

Sulli se levantó con un montón de ropa en bolsos y Tiffany la ayudo.

-¿Cómo está Jessica? – Preguntó Sulli mientras bajaban las escaleras.

-Durmiendo

Cuando por fin llegaron abajo Sulli se fue y Tiffany se derrumbó en el sofá. Parecía pensativa así que no demoré en escuchar sus pensamientos.

Yo no basto para hacer feliz a Jessie…. ¿Qué pasa si?... No quiero verla triste

Me gustaría haber estado ahí este momento. Para decir que todo saldrá bien, que pueden salir adelante… Pero solo estaba ahí observando a Tiffany perdida en sus pensamientos.

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Era la hora de almuerzo cuando Tiffany se paseaba en la cocina de un lado para otro, quizás pensando que hacer.

De pronto chasqueo los dedos y llamó a alguien.

-Hola, necesito una entrega de..