Subiré los tres primeros capitulos juntos ya que en los dos primeros la historia se desarrolla muy lento. A partir des tercero ya acurre lo emocionante, los dos primeros son más o menos para situarte. Espero que os guste y comentar por fis^^ 

 

 

San Valentín

 

San Valentín

¡Sehun!- Grita Kris desde el coche. Mi madre le regañó la semana pasada por tocar el claxon, por eso grita. Justo cuando salgo por la puerta intentando guardar la carpeta en la mochila y ponerme el abrigo al mismo tiempo.

En el último segundo, mi hermana de ocho años, HyeSun, me agarra.

-¿Qué?- Me doy la vuelta. Ella tiene un radar de hermana menor para cuando estoy ocupado, retrasado o hablando por teléfono con mi novio. En esas ocasiones siempre me molesta.

-Olvidaste tus guantes- Dice, solo que  suena como: Olvitate tus gantes. Ella se niega a ir a terapia del habla para lo de su tartamudeo, aunque todos los niños de su grado se burlan de ella. Ella dice que le gusta la forma en que habla.

Tomé los guantes de sus manos. Probablemente estuvieran llenos de mermelada o algo así, se pasaba  todo el tiempo metiendo el dedo en esos tarros.

-¿Qué te he dicho HyeSun? Digo, pinchándole el dedo en la frente. –No toques mis cosas- Ella se ríe como una idiota y tengo que empujarla a dentro para cerrar la puerta.  Si fuera por ella me seguiría todo el día como un perro.

Cuando logro salir de casa, Kris está apoyado sobre la puerta de su Tanque. Así llama a su coche. Cada vez que alguna persona ve el coche, dice que es una camioneta, y Kris afirma que podría ir frente a frente contra un camión de diecisiete ruedas y salir sin ningún rasguño.  Él y Kai son los únicos con un coche propio. Yo a veces puedo conseguir prestado el de mi madre, el pobre Chanyeol se tiene que conformar con el de su padre que apenas anda.

 

El aire es silencioso y helado. El cielo es perfecto, azul pálido. El sol se acaba de elevar, despierto y con aspecto acuoso, como si acabara de derramarse en el horizonte y estuviera demasiado cansado para limpiarse. Se supone que habrá una tormenta más tarde, pero nunca lo sabrías.

 

 

Me meto en el coche. Kris ya está fumando. Y hace un gesto con la punta del cigarrillo señalando la caja de bubble tea.

-¿Chocolate? Digo

-El del fondo.

-¿Con burbujas?

-Obviamente.- Me examina mientras sale por el camino de la entrada.

-Bonita camiseta-

-Igualmente.

Kris inclina la cabeza aceptando el cumplido. Estamos en realidad usando la misma camiseta. Nosotros decidimos no usar el uniforme. En nuestra escuela es opcional, pero casi nadie lo lleva.  Casi todo el mundo aquí se viste del mismo modo. Eso no quiere decir que no haya raritos. Los hay.  Pero incluso los raros son raros de la misma manera. Los raros ecológicos van a la escuela en sus bicicletas y usan ropa hecha de cáñamo y nunca se lavan el cabello. Como si tener rastas ayudara de alguna manera a frenar la emisión de gases de invernadero. Las reinas de drama llevan grandes botellas de té de limón y usan bufandas incluso en verano, y no hablan en clase porque están “conservando sus voces”. Los miembros de la Liga de Matemáticas siempre tienen diez veces más libros que todos los demás y realmente siguen usando sus casilleros y caminan por ahí con una expresión de nerviosismo permanente, como si sólo estuvieran esperando a que alguien les gritara “¡Buuu!”

-Más le vale a Tao regalarme algo. Dice Kris mientras se salta una señal de stop y casi me rompe el cuello, apretando los frenos bruscamente.

-Me tuve que sentar junto a Suho mientras rellenaba la solicitud.  Digo poniendo los ojos en blanco.

JoonMyun, su nombre verdadero y yo hemos estado saliendo desde octubre, pero yo ya estaba enamorado desde to de primaria, cuando era demasiado genial para hablarme.  Suho fue mi primer enamoramiento, al menos real. Bese una vez a Luhan en tercero de primaria, pero eso obviamente no cuenta.

-Él año pasado recibí veintidós cartas- Kris le da golpecitos al cigarro afuera de la ventana por un ruidoso sorbo de café. – Voy por veinticinco este año.

Cada año, antes del día de san Valentín, el consejo de estudiantes instala un quiosco afuera del gimnasio. Por dos dólares, puedes comprarles a tus amigos Valogramas (rosas con pequeñas notas sujetas) y luego son entregadas a lo largo del día por Cupidos (usualmente son los novatos o las chicas estudiantes de segundo curso, tratando de quedar bien con los estudiantes de tercero o cuarto).

-Yo sería feliz con quince. Es importante cuantas cartas o regalos recibas. Puedes decir quién es popular y quien no por el número de cartas y regalos. Es humillante si no consigues más de cinco, básicamente significa que o eres feo o desconocido. Probablemente ambos.

 

-Entonces. Kris me lanza una mirada de lado -¿Estás emocionado? El gran día. Noche de estreno- El ríe.

Me encojo hacia la ventana observando mi aliento empañar los cristales

-No es para tanto.

Los padres de Suho estarán toda la semana fuera y me preguntó si quería pasar el fin de semana en su casa. Sabía que en realidad me estaba preguntando si quería tener o. Hemos estado a punto de hacerlo unas cuantas veces, pero siempre era en el asiento de atrás de su coche, o mientras mis padres dormían, y se sentía incorrecto. Así que cuando me pidió que me quedara esta noche, dije si sin pensármelo dos veces.

-¿No es la gran cosa? ¿Estás bromeando? Mi bebe está creciendo.

-Oh por favor. Siento como mis mejillas se encienden.

-¿Cuándo lo hicisteis Tao y tú, de todos modos? ¿Hace tres meses?

-Sí, pero hemos estado reponiendo el tiempo perdido. Kris se balanceaba en su asiento.

-Repugnante.

-No te preocupes Sehunnie, estarás bien

-No me llames así.

La razón la que he decidido tener o con Suho esta noche es porque así Kris y Chanyeol no se burlarán más de mí.

Afortunadamente como Kai todavía es virgen, no seré el último. A veces siento que fuera de nosotros cuatro, soy el único que sigue el camino.

-Te dije que no es para tanto.

-Si tú lo dices.

 Kris me ha puesto nervioso, así que cuento todos los buzones que veo. Me pregunto si a partir de mañana veré todo diferente. Si yo me veré diferente para otras personas. Eso espero.

Llegamos a la casa de Chanyeol y antes de que si quiera Kris pueda tocar el claxon, la puerta principal se abre y Chanyeol recorre el camino hacia el coche.

Nada más entrar en el coche, ya es regañado por Kris.

-Cuidado donde te sientas o tiraras todo el café.

-Sabes que quieres un trozo de esto. Chanyeol le da una palmada a su trasero y todos reímos.

-Guárdalo para bacón cachondo. Así le llaman a Baekhyun. Chanyeol dice que su nombre para bacón y que sabe delicioso.

 

Entramos en el aparcamiento exactamente diez minutos antes de que suene el timbre.

Se puede ver bajo los abrigos de las chicas, vestidos rojos y blancos.

-Vamos vamos vamos .Grita Kris cuando pasamos el gimnasio. Esta fila es la no reservada para el personal. Kris a estado aparcando aquí desde siempre. El sitio VIP. Solo hay veintidós sitios. Si no encuentras, tendrás que aparcar demasiado lejos de la puerta.

Kris divisa un sitio, pero una chica con un coche rojo intenta aparcar.

-De eso nada. Murmura Kris. Aprieta el claxon y aparca de forma alocada. Sale el coche. –Lo siento encanto, no te había visto. Mentira.

 

Llego a clase de Química y ¡sorpresa! Examen.

Reviso mis preguntas. No entiendo nada del examen. Miro a los lados y buscó y alguien que lo haya completado. La chica de mi derecha, no recuerdo su nombre, parece tenerlo todo. Se puede ver cuáles han sido sus respuestas.  La última pregunta no alcanzo a verla, así se me ocurre algo.

-Pss. Susurro. La chica se da la vuelta confundida.

-¿Qué?

Le hago señas de que se me ha quedado el bolígrafo  sin tinta. Me mira  confundida de nuevo. No puede ser más idiota, y cae. Se inclina para coger otro, y copio su respuesta.

-Toma. Me pasa un bolígrafo mordido. Lo guardo dentro de la mochila. Ya lo tirare cuando salga. Nunca se sabe que enfermedades pueda trasmitir la saliva.

 

Salgo a mi siguiente clase y los cupidos ya están repartiendo los regalos y las cartas. Recibo tres. Una de Kris, una de Chanyeol y otra de Suho. Despliego la nota y muevo la cabeza una vez leída la nota,a pesar de que todo lo que ha escrito es :

“Feliz día de san Valentín luv ya”  Y luego en la parte inferior con letras más pequeñas: “¿contento ahora?”

Por lo menos mi nota es mejor que la que recibió Kai de Kyungsoo. “Las rosas son rojas, las violetas azules, y si consigo llevarte a la cama, será realmente chulo”

 

Cuando creo que estos son todos los valogramas que voy a recibir, Cupido me entrega una rosa de color crema y pétalos rosas.

-Es hermoso. Digo sin respiración.

Rozo con mis dedos los pétalos de rosa, son tan suaves como la nada, como el aire o un aliento, y, a continuación, al instante, me siento un poco estúpido.

 

Abro la nota y veo un dibujo de cómic en el

que una flecha de Cupido accidentalmente dispara a un pájaro de un árbol. El pájaro es un Águila Calva Americana y parece que está a punto de caer directamente sobre una pareja sentada en un banco, que seguramente era el objetivo original de la flecha. Los ojos de Cupido hacen espirales y tiene una sonrisa estúpida en su cara. Por debajo de la caricatura dice: “No bebas y ama”.

Obviamente es de Luhan. Miro hacia arriba buscando su dirección. Miro hacia arriba, buscando en su dirección. Él siempre se sienta en la esquina posterior izquierda de la sala. Es un poco extraño, pero definitivamente, no es el único. Y, efectivamente, a él le gusto. Él me devuelve una rápida sonrisa, un saludo y, a continuación, hace un gesto con la los brazos como si estuviera tirando una flecha en un arco y disparándome a mí. Frunzo el ceño y rápidamente guardo su nota en el fondo de mi mochila. No parece afectarle mucho, puedo sentir su ardiente sonrisa en mí.

 

El profesor Kim hyun joon aparece. Tengo que admitirlo: es la razón por la que quiero conseguir cuatro Valogramas en cálculo.

Como de costumbre, cuando sonríe, mi estómago hace un poco de puenting hasta mis caderas. Se pasa la mano por su pelo castaño desordenado, y yo fantaseo con que soy yo quien lo hace.

—¿Nueve rosas ya? —Levanta las cejas, hace un exagerado gesto

observando el reloj—. ¡Y sólo son las once y cuarto! ¡Bien hecho!

—¿Qué puedo decir? —digo con mi voz más suave y seductora—. La gente me quiere.

—Ya lo veo —dice y me guiña el ojo.

Le dejo avanzar un poco más por el pasillo antes de decirle en voz alta

—Todavía no me ha llegado su rosa, Profesor Kim.

No se da la vuelta, pero puedo ver las puntas de sus orejas se ponerse rojas. La clase se ríe y bufa. Me gusta la sensación que se tiene cuando se sabe que estás haciendo algo mal y te sales con la tuya, como robar algo de la cafetería de la escuela.

Kris dice que el profesor Kim algún día me demande por acoso. Yo no lo creo. Pienso que secretamente le gusto.

 

Después de la clase, Luhan me alcanza.

—¿Y qué? —Dice— ¿Qué te pareció?

—¿El qué? —le digo para irritarle. Sé que habla de los dibujos y la rosa.

Luhan sonríe y cambia de tema.

—Mis padres estarán fuera este fin de semana.

—Bien por ti.

Su sonrisa no vacila.

—Voy a celebrar una fiesta esa noche. ¿Quieres venir?

Le miro. Nunca he entendido a Luhan. O al menos, no le he entendido desde hace muchos años. Éramos muy cercanos cuando éramos pequeños, técnicamente supongo que era mi mejor amigo; él fue el que me dio mi primer beso, pero tan pronto como cayó en la escuela secundaria, comenzó a ser cada vez más raro y extraño.

—No estoy seguro de lo que voy a hacer —le digo—. Ya sabes, si es donde

Todo el mundo termina—Dejo mi voz caer para que el sepa que sólo iría si no tenía nada mejor que hacer.

—Va a ser grande —dice, sin dejar de sonreír

—Ya veremos —le digo.

 

Al final del pasillo, veo a Suho dirigiéndose a la cafetería y me pongo a caminar más rápido, con la esperanza de que Luhan se dé cuenta y de marcha atrás. Es un pensamiento bastante optimista por mi parte. Luhan ha estado enamorado de mí durante años, incluso después de nuestro beso.

Él se para, tal vez con la esperanza de que yo lo haga también, pero yo no me paro. Durante un segundo, me siento mal, como si fuese demasiado duro, pero luego su voz suena detrás de mí, y puedo decir, con sólo su sonido, que está sonriendo.

—Nos vemos esta noche —dice mientras se va en dirección contraria.

Mi teléfono móvil zumba en mi bolsillo trasero y lo leo antes de entrar a almorzar. Hay un mensaje de texto de Kris. “Fiesta en casa de Luhan está noche. ¿Vamos?”

Hago una pausa por un segundo, exhalando un largo suspiro, antes de enviar la contestación.

“Obviamente.”