Clases conteporaneas.

 

Hay tres cosas que son aceptables, para comer, en la cafetería de nuestra escuela:

1. Los panecillos, solos o con crema de queso.

2. Las patatas a la francesa.

3. Un sándwich de delicatesen.

3a. Pero sólo con pavo, jamón o pechuga de pollo. Salami y Bolonia no son, obviamente, aceptables y la carne asada es cuestionable. Lo que es una vergüenza, porque la carne asada es mi favorita.

Suho  está de pie junto a la caja registradora con un grupo de sus amigos.

Lleva una bandeja enorme de patatas fritas. Come lo mismo todos los días.

Capta mi mirada y asiente en mi dirección con la cabeza. (No es el tipo de persona que lleve bien eso de los sentimientos, ni los suyos ni los míos, como se

Puede observar en el “Luv ya” de la nota que me envió.)

Es raro. Antes de salir con él, me gustaba mucho, y desde hace mucho, me gustaría conseguir repetir ese burbujeante y efervescente sentimiento, tan fuerte que me mareaba, que me provocaba antaño. No es mentira: a veces me mareaba sólo con pensar en él y tenía que sentarme.

Pero ahora que somos una pareja oficial, a veces tengo extraños pensamientos cuando le miro, como el preguntarme si todas esas patatas estarán obstruyendo sus arterias o cuánto tiempo ha pasado desde que lavó, por última vez, la gorra de los Yankees que lleva casi todos los días. Me preocupa que haya algo raro en mí. ¿Quién no querría salir con Suho?

No es que no sea totalmente feliz, lo soy, pero es que a veces parece que tengo que repasar una y otra vez las cosas en mi cabeza, como por ejemplo,

¿Por qué me gustaba al principio? Como si yo creyese que necesitaba recordarlo.

Afortunadamente, hay un millón de buenas razones: tiene el pelo negro

Y rasgos asimétricos,  es fuerte, pero divertido; le gusta a todo el mundo y todo el mundo le conoce y, probablemente, la mitad de las chicas y chicos de la escuela se han enamorado de él; le sienta bien su camiseta de Lacrosse; cuando está cansado, pone su cabeza en mi hombro y se duerme.

Esa es mi cosa favorita de él: me gusta estar a su lado cuando es tarde y ya está tan oscuro y silencioso que se pueden escuchar los latidos de mi corazón.

Es en momentos como esos en los que estoy seguro de estar enamorado.

Ignoro a Suho mientras se coloca en la fila para pagar mi almuerzo, yo también sé jugar duro y hacerme del rogar, mientras me dirijo a la sección de los mayores. El resto de la cafetería es un rectángulo. Los chicos de educación especial pueden sentarse abajo, generalmente en las mesas más cercanas a las aulas; luego van las mesas de los de primer año, luego las de los de segundo

 año y, a continuación, las mesas de los pequeños. La sección de los mayores está a la cabeza misma de la cafetería. Es un octógono rodeado totalmente de ventanas. Solo se ve el estacionamiento, pero sigue siendo mejor que ver gotear el puré de manzana. Sin ánimo de ofender.

Baekhyun  ya está sentado en la pequeña mesa circular justo al lado de la ventana, nuestra favorita.

—Hey. —Dejo mi bandeja y mis rosas en la mesa.

El bouquet de Baekhyun está arriba de la mesa y lo inspecciono contando las rosas. Nueve rosas. Señalo su bouquet y luego compruebo el mío.

—Yo también.

Pone mala cara.

—Una de las mías no cuenta.  Me la envió un acosador ¿Puedes creerlo?

—Sí, bueno, yo recibí una de Luhan, así que una de las mías  tampoco cuenta.

—Te aaaaaaamaa —me dice, arrastrando la palabra—. ¿Recibiste el mensaje de Kris?

Le quito el centro esponjoso a mi rosquilla, y me lo meto en la boca.

—¿En serio vamos a ir a su fiesta?

Baekhyun se ríe.

—¿Tienes miedo de que Luhan se aproveche de ti?

—Muy gracioso.

—Habrá un barril de cerveza —dice Baekhyun, tomando un trozo muy pequeño de su sándwich de pavo—. Quedamos en mi casa después de clase, ¿de acuerdo?

En verdad, no tenía por qué decir nada. Ésa es nuestra tradición de los viernes. Pedimos comida, escuchamos música demasiado fuerte, y bailamos

—Sí, claro.

Estaba observando a Suho acercarse por el rabillo de mi ojo y, de repente, estaba aquí, sentándose en una silla a mi lado, inclinándose hasta que su boca roza mi oreja izquierda. Huele a colonia Total. Siempre lo hace.

—Hola, Sehunito. —Siempre está inventando nuevos nombres para mí;

Senny, Sándwich, Sehun Dice — ¿Recibiste mi Valograma?

—¿Recibiste el mío? —le digo.

Quita su mochila de su hombro y la abre. Había media docena de rosas

Aplastadas en el fondo de la mochila “asumo que una es la mía” y al lado de las rosas, un paquete de cigarrillos vacío, un paquete de chicles Trident, su móvil, y una camiseta de repuesto. No le interesa tanto estudiar.

—¿De quién son las otras rosas? —le digo, tomándole el pelo.

—De tu competencia —dice levantando las cejas.

—Muy elegante —le dice Baekhyun—. ¿Suho, vas a ir a la fiesta de Luhan esta noche?

—Probablemente. —Suho se encoge de hombros y de repente parece estar muy aburrido.

os voy a contar un secreto. Una vez, cuando nos estábamos besando, abrí los ojos y vi que los suyos estaban abiertos observando el salón.

—Va a conseguir un barril de cerveza —dice Baekhyun por segunda vez.

—Ahem. Discúlpame. —Kris  parado detrás de Suho, aclara su garganta. Sus brazos están cruzados y su pie golpetea el piso.

—Estás en mi asiento, Joonmyun —dice él. Sólo finge ser duro. Suho y

Kris siempre han sido amigos. Al menos, siempre han estado en el mismo grupo, y han tenido que ser amigos por necesidad.

—Mis disculpas, YiFan . —Él se levanta y hace un gran ademán, como una reverencia, mientras él se sienta.

—Hasta esta noche, Suho —dice Baekhyun, y agrega—, trae a tus amigos.

—Te veré más tarde. —Suho se inclina y entierra su rostro en mi pelo, cambiando su voz a una más profunda y calma. Esa voz que hacía que todo mi circuito nervioso estallara como una gran explosión. Ahora, hasta creo que es un poco cursi—. No lo olvides. Esta noche solos tú y yo.

—No lo olvido —digo, esperando que mi voz sonara y y no asustada.

Las palmas de mis manos están sudando y rezo para que a él no se le ocurra agarrar una. Afortunadamente, no lo hace. En vez de eso, se inclina y presiona su boca contra la mía. Nos besamos un poco hasta que Kris se queja:

—No mientras estoy comiendo. —Y arroja una patata frita en mi dirección golpeándome en el hombro.

—Adiós —dice Suho, y se va caminando lentamente con su gorra inclinada en un pequeño ángulo.

Me limpio la boca con una servilleta mientras nadie me está mirando, ya que la parte inferior de mi cara está cubierta con la saliva de Suho. Aquí hay otro secreto sobre Suho: Odio su forma de besar. Chanyeol dice que todo mi estrés es sólo inseguridad porque Suho y yo todavía no hemos “sellado el trato”. Una vez que lo hagamos, él asegura que me sentiré mejor, y estoy seguro de que tiene razón. Después de todo, él es el experto.

 Es el último en unirse a nosotros para el almuerzo. Coloca su bandeja de patatas fritas en la mesa y el resto de nosotros nos abalanzamos sobre ellas.

Chanyeol  hace un débil intento por alejarnos de sus patatas.

A continuación, deja su ramo de rosas sobre la mesa. Tiene doce, y siento un momentáneo retorcijón de celos.

Creo que Baekhyun también lo siente, porque dice:

—¿Qué tuviste que hacer para conseguirlas?

—¿A quién te tuviste que enganchar para conseguirlas? —Kris le corrige.

Chanyeol  saca la lengua, le alegra que lo hayamos notado. De repente, Baekhyun mira por encima de mi hombro y se comienza a reír.

—Asesino psicópata, qu'est-ce que c'est.

Todas nos giramos para ver quién es. , Kim MinSeok o Psicópata, ha entrado flotando en la sección de alumnos de cuarto. Así es cómo camina, como si estuviera flotando y como sin fuerzas. Lleva una bolsa de papel marrón en sus dedos largos y pálidos. La mayoría del tiempo, todos le ignoran en la cafetería: “Es la Personificación de la definición de olvidable” pero esta vez, Kris Baekhyun, Chanyeol, Kai y yo comenzamos a chirriar y a hacer movimientos de puñaladas como en la película de Alfred Hitchcock, Psicosis, la cual todos vimos en una fiesta  hace un par de años. Después de eso, tuvimos que dormir con las luces encendidas.

No estoy seguro de si MinSeok  nos escuchaba o no. Kris siempre dice que no podía escuchar nada porque las voces en su cabeza son demasiado fuertes.

MinSeok sigue caminando con la misma tranquilidad a través de la cafetería, eventualmente llega a la puerta que da al aparcamiento. No estoy seguro de dónde come todos los días. Casi nunca le veo en la cafetería. Tiene que empujar la puerta con su hombro un par de veces para que se abra, parece que es muy frágil para lograrlo. —¿Recibió nuestro Valograma? —pregunta Kris , lamiendo la sal de una de las patatas, antes de metérsela en la boca.

Baekhyun asiente y se ríe.

—En biología. Estaba sentado justo detrás de él.

—¿Dijo algo?

—¿Alguna vez ha dicho algo? —Baekhyun pone una mano sobre su pecho, fingiendo estar enfadado—. Tiró la rosa tan pronto como la clase hubo acabado.

¿Lo pueden creer? Justo delante de mí.

En primero, Kris se enteró de que MinSeok no había recibido ni un

Valograma. Ni siquiera uno. Así que Kris puso una nota en una de sus rosas

y la pegó con cinta adhesiva en el casillero de MinSeok . La nota decía: “Quizás el próximo año, pero probablemente no.”

Desde entonces, cada año le hemos enviado una rosa con la misma nota por el día de San Valentín. La única nota que recibía, que yo sepa.

Normalmente, me sentiría mal, pero MinSeok se merece su sobrenombre. Es raro. Dicen por ahí que una vez sus padres la encontraron en el río Han, completamente desnudo a las tres de la mañana.

Y MinSeok nunca dice nada. Por lo visto, nunca ha dicho nada desde hace años. Kris Le odia. Creo que Kris y MinSeok estuvieron juntos en un par de clases en primaria, y por lo que sé, Kris le había odiado desde entonces.

Hacía la señal de la cruz cada vez que MinSeok estaba cerca, como si MinSeok se convirtiera de repente en un vampiro y la fuera a atacar. Fue Kris quien

descubrió que MinSeok Se había hecho pis en su saco de dormir durante nuestra excursión al campo en quinto, y fue Kris quien le dio el sobrenombre de Pillo Amarillo. La gente llamó a MinSeok por ese nombre por años, hasta finalizar nuestro primer año de secundaria, pueden creerlo, y se alejaba de él porque decía que olía a pis.

Miro a través de la ventana y veo a MinSeok, su cabello brilla bajo el sol como si se estuviera prendiendo fuego. Hay una oscuridad en el horizonte, se acerca un nubarrón de tormenta.

Por primera vez, no estoy completamente segura de por qué Kris empezó a odiar a MinSeok , o cuándo. Abro la boca para preguntarle, pero ellos ya han comenzado a hablar de otros temas.

—Pelea de “Gatas”—Chanyeol termina, y Baekhyun se ríe.

—Estoy atemorizado. dice Kris  sarcásticamente. Claramente me he perdido algo.

—¿Qué ocurre? —pregunto.

Chanyeol se gira para mirarme.

—Una perra anda por ahí diciendo que Kris  arruinó su vida. —

Tengo que esperar mientras Chanyeol  dobla una patata muy cuidadosamente en su boca—. No puede competir en la semifinal de natación. Ya sabes que vive para esa mierda.

-Sigo sin pillarlo.

- Ella llegó tarde por que Kris le robo el aparcamiento, y le suspendieron la prueba.

—¿No es algo extraño cómo suceden estas cosas? —pregunta Baekhyun con una voz tímida, como si estuviera tratando de decir algo serio.

—¿Cómo se sale todo fuera de control? Digo, si Kris  no hubiera robado su lugar en el aparcamiento...

—No lo robé. Lo conseguí limpiamente —protesta Kris, golpeando la mesa para enfatizar sus palabras. La lata de Coca-Cola dietética de Kai  se vuelca, mojando algunas patatas. Esto hace que nos riéramos de nuevo.

—¡Lo digo en serio! —Baekhyun levanta el tono de su voz para que podamos oírle. —. Es como una red, ¿no es cierto? Todo está conectado.

—¿ Baek, has estado tomando algo del escondite de tu padre? —le pregunta

Chanyeol. Esto en verdad nos hizo reír como locos. Es una broma que desde hace tiempo le hemos hecho a Baekhyun porque su padre trabaja en la industria musical. Es un abogado, no un productor ni un manager o un músico ni nada parecido, hasta usa un traje para ir a todos lados (incluso a la piscina en verano), pero Kai asegura que en realidad es un hippie grogui.

Mientras nos estamos riendo, Baekhyun se pone colorado.

— nunca me escucháis—dice tratando de no sonreír. Agarra una patata y se la arroja a Chanyeol—. Una vez leí que si un montón de mariposas toman vuelo en Tailandia, pueden causar una tormenta en Nueva York.

—Sí, bueno, y uno de tus pedos podría causar un apagón masivo en

Portugal. —Chanyeol se ríe, arrojándole otra patata.

—Tu aliento matutino podría causar una estampida en África. —Baekhyun se inclina hacia él—. Y yo, no me tiro pedos.

Kris y yo decidimos saltarnos la última clase. Kris me lleva a mi tienda de bubble tea favorita.  En una mesa vemos a Zico y Zelo inclinados sobre un tazón de algo. 

-¡Escándalo! Grita Kris levantando las cejas, aunque en realidad es mitad escándalo. Todo el mundo sabe que Zelo ha estado engañando a YongGuk  con Zico los pasados tres meses.

-Vamos a decirles hola. Me Dijo Kris. Yo me dejé arrastrar.

En realidad Kris solo fue a molestar. No soportaba a YongGuk, pero menos aun a Zico. Al acabar de molestarles salimos fuera.

Íbamos bebiendo el bubble tea por el camino de vuelta a la escuela. Nos encontramos de nuevo con Zico y Zelo ,en la sala de fumadores, que discutían.  Kris que se estaba fumando un cigarrillo, termina y dejamos los vasos del bubble tea ahí mismo. Con las hojas negras congeladas, paquetes pisoteados de cigarrillos y bolsas de plástico. Me siento nervioso acerca de lo de esta noche (un poco temeroso, un poco emocionado) como cuando tu corazón truena y sabes que en cualquier segundo verás rayos rasgando a través del cielo, pellizcando las nubes con sus dedos. No debí haber escapado en clase de inglés. Me ha dado demasiado tiempo para pensar. Y saber que nunca hice ningún bien a nadie, no importa lo que tus profesores, padres y el club de ciencias de raros te dijeran. Rodeamos el perímetro del campo de tenis a lo largo del callejón de los de último curso.

Una profesora hace guardia para pillar a los alumnos fumadores. Tiene una grave obsesión con ellos. Kris se pone nervioso y se mete cuatro chicles en la boca.

-Puedes ser pillado por oler también. Le digo intentado ponerle más nervioso.

-Me ignora.

-¿Crees que deberíamos avisar a Zico y Zelo? Le pregunto, causando que me mirara mal.

-Que se las apañen. Me dice.

Tiene razón, como siempre. Ellos no harían nada por mí.