Ost: Onewe- Universe

Años antes 

Moonbyul sintió que su cuerpo era desgarrado por un dolor nunca antes vivido, ver a su pequeño hijo en una cama de hospital, conectado a algunos cables, estando tan delgado, y viendo cómo perdió el color rosado de sus mejillas, era una imagen imborrable en su mente, el niño lleno de vida que jugaba en el patio de su caso con sus pies descalzos,  se estaba yendo
Ella esta en la habitación para decir adiós, lo intentaron todo, los doctores lo dijeron, la infección letal ha consumido a su hijo hasta llevarlo a la muerte, Byul se arrodilla al costado de la cama y toma su pequeña mano, Sandeul trata de girar la cabeza para ver a su madre pero no tiene fuerzas, una mueca de sonrisa se pinta en los labios del pequeño pero pronto se desvanece producto del dolor, por su parte su esposa se queda parada en estado de shock ver a la mujer que ama y a su hijo despedirse, ella ni siquiera puede pronunciar esas palabras, ella jamás imaginó que esto terminaría así, diciendo adiós al niño fruto de su amor, todo lo que habían luchado no valió al final, su hijo igual, morirá.
—Mamá lo siente Sandeul, no pude salvarte— Byul rompe en llanto y pronto su esposa toma su hombro tras ella, también llorando por la vista de su hijo, y en ese momento el pequeño abre sus ojos como queriendo ver a sus dos madres, su sonrisa es más brillante y Byul jura que incluso sus mejillas se sonrojaron, era como verlo de nuevo, como transportarse a los dias felices, donde esta realidad nunca existia.
—Si cariño, tus mamis están aquí, todo estará bien— Taeyon dice entre lágrimas, apretando el hombro de Byul queriendo tener fuerzas para todo y también que su esposa sienta su toque de apoyo al menos eso porque para ambas esto va mucho más alla de lo que un ser humano podria resistir.
Se mantuvieron así unos minutos más, cuando Sandeul convulsionó de nuevo, Byul grito pedido de ayuda y los médicos lo socorrieron, pronto las enfermeras la sacaron y en ese pasillo frío solo se escuchaban a los doctores dentro de la habitacion  y tras una puerta que parece el portal al inframundo a dos mujeres que morían por dentro y se expresaba en gritos ahogados, rezaban para que un milagro lo salvara.
-—Este paro no lo resistió era de esperarse, fue muy valiente,hoy aguanto tres, ningún niño aguantaría así, lo siento mucho, fue un pequeño guerrero, ahora pueden entrar si quieren— el Dr le dice eso a las madres una vez que sale de la habitacion, con una voz melancolica y serena, luego se despide con una reverencia.
Las