Nariz

Prey

Cuando el enorme guardia que era el doble de Taeyeon prácticamente la tiró dentro de su celda, no sabía si quería llorar o darle una paliza de muerte. Como, desgraciadamente, lo segundo no podía hacerlo, se decantó por sollozar silenciosamente en su catre. Tuvo suerte de que en ese momento la celda estuviera vacía. Krystal había pasado un día en aislamiento, y el resto había estado castigada sin patio y sin actividades. Taeyeon lo había odiado, la tensión era horrible y diría que si el castigo hubiese durado un par de días más, habría aparecido estrangulada cualquier mañana. La nueva no se chivó, no estaba loca. Krystal había tenido la mala suerte de que, al propinarle un golpe directo a su ojo, con la inercia, la cabeza de Taeyeon se diera contra la barra de la litera, haciendo que se desplomara contra el suelo quedándose inconsciente apenas un par de segundos, pero suficientes para que un guardia escuchase el estruendo y descubrir el pastel. Por fortuna, todo había vuelto a la normalidad y la situación se iba destensando poco a poco. Esa misma mañana Krystal bromeó con no golpearla en la cabeza por si volvía a perder el equilibrio. La verdad que a Taeyeon no le había hecho gracia, pero había reído igualmente para no enfadar a nadie.

 

Los viernes por la tarde había película. Todas las mujeres se reunían en una pequeña sala con una televisión en medio. A decir verdad, Taeyeon imaginaba encontrarse con una de esas viejas televisiones de culo gordo, donde la resolución dejaba tanto que desear que si no estabas más cerca de la segunda fila no eras capaz de distinguir nada. Sin embargo, no era así; tampoco era un aparato de última generación, pero pudo disfrutar sin problema de la cinta desde las últimas filas. Se había sentado ahí para no tener que ponerse al lado de nadie. Cada vez que estaba fuera de la celda podía notar como todas la miraban, suponía que por ser la novedad, igualmente era increíblemente molesto para ella; porque incluso las presas que no hablaban mucho y no se interesaban por nada, la miraban con ojos silenciosos. Si hay algo que agotaba a Taeyeon era ser el centro de atención, y no había nada que deseara más que poder ser invisible en aquel lugar.

 

La película que les habían puesto era Vértigo de Hitchcock, Taeyeon se preguntó si había un criterio o una algún tipo de intención terapéutica en lo que ponían, pronto llegó a la conclusión de que no se preocupaban tanto. Se dedicó a ver la película en silencio, nunca fue una fanática del cine clásico, pero se encontró disfrutando mucho del filme, no se daría cuenta hasta más tarde, pero había sido la primera vez en la semana que pudo descansar por un momento de sus pensamientos.

 

Por desgracia, hacia el final de la película, Amber de la lavandería tomó asiento a su lado. Taeyeon se puso en tensión, rezando por que solo hubiese ido hasta allí para estar más tranquila como ella. No tuvo esa suerte.

 

—¿Qué te parece la peli, blanquita? —no era la primera vez que Taeyeon la escuchaba llamarla así.

—Está bien—contestó sin apenas dedicarle una mirada.

—A mi me entretiene más hacer otras cosas—Amber levantó el brazo haciendo un amago de rodear el hombro de Taeyeon.

 

Taeyeon alejó su silla rápidamente antes de que la mujer pudiera siquiera rozarla. Amber se rio, genuinamente, no parecía enfadada.

 

—Vale, veo que no te apetece hablar, ya vendrás a buscarme—y como vino, se fue.

 

Taeyeon respiró tranquila, la mirada lasciva de Amber que la repasaba de arriba abajo le daba escalofríos, y los andares que tenía como si fuera la dueña de todas las mujeres que quisiera. Era bastante más grande que Taeyeon y sabía que no tenía posibilidades si cualquier día se le ocurriese ponerle la mano encima.

 

***

Pensaba que con el pasar de los días, su cerebro ya había asimilado el lugar donde estaba, aún no tenía ni idea. Aquel sábado, después de que los ronquidos de Krystal y el pasar de las páginas de la revista de Luna continuaran durante cuatro horas seguidas, aunque Taeyeon habría jurado que se trataban de 12. Los fines de semana la prisión era un desierto, la mayoría de personas, excepto guardias, no trabajaban, no había actividades además de la comida y el patio.

 

Su pecho comenzaba a ser incapaz de expandirse, era como si las cuatro paredes la estuvieran aplastando, respirar era una tarea imposible, sin darles permiso sus lágrimas empezaron a salir disparadas como si fuera una olla a presión y necesitase liberarse por alguna parte.

 

Luna escuchó los jadeos ahogados y echó un vistazo a la litera en la que Taeyeon se encontraba echa una bolita. La parte de arriba estaba vacía, y en la otra litera de la celda Krystal dormía en la parte de arriba y ella abajo por lo que podía vigilar perfectamente a la nueva.

 

Lo que vio no le parecía más que un cachorrillo asustado. Desde el momento en que vio sus pequeñas facciones supo que Taeyeon no sería ningún problema, por otra parte, Krystal, que siempre desconfiaba de todo el mundo, había dicho que detrás de esa cara dulce se escondía algo turbio. Sin embargo, con el pasar de los días Luna desechaba más esa teoría, y sabía que la propia Krystal también, aunque no lo admitiría hasta estar totalmente segura, la conocía demasiado bien.

 

Cerró la revista, había desarrollado una técnica para que la lectura de algo tan corto la mantuviese ocupada durante horas. Y se acercó a la joven que estaba al borde de un ataque de ansiedad.

—Taeyeon—la llamó rozando suavemente su espalda.

Taeyeon miró por encima de su hombro limpiándose las lágrimas con la manga, pero sin girarse del todo. Continuó sollozando, no quería hablar.

 

Luna sintió una punzada en el estómago al recordar ese ojo morado.

 

—Venga anda, no puedo leer si estás llorando—lo dijo en tono suave, para que se notara que eso no le importaba, de hecho, era tan común escuchar llantos y gritos que estaba acostumbrada, pero quería proteger a su nueva compañera.

—Lo siento—Taeyeon cogió aire con dificultad para articular las palabras entre mocos y lágrimas.

 

Luna le ayudó a incorporarse, le indicó que pusiera la cabeza entre las piernas. Eso hacía ella cuando tenía ataques de asma y pensó que tal vez ayudaría.

 

Ninguna de las dos medió palabra durante los siguientes minutos. El llanto de Taeyeon se fue calmando poco a poco, era como si se le fueran gastando las baterías, y Luna simplemente le dio su espacio.

 

—Gracias—consiguió decir por fin.

—No hay problema—Luna se sentó en el colchón de su nueva compañera—. Los fines de semana son más aburridos de lo normal, tienes que tomártelo con calma.

 

Taeyeon no era capaz de no ser consciente del espacio pequeño en el que estaba encerrada, era más que difícil tomárselo con calma cuando sentía que en ese zulo se acababa el aire.

 

—No sé cómo lo haces—le dijo con la respiración todavía agitada.

—A todo te acostumbras—Luna soltó un ruido a modo de risa—. Te lo puedo jurar.

 

Charlaron un rato de forma distendida, de cosas banales, Luna le informó sobre sus gustos musicales y le manifestó lo que daría por tener un mp3.

 

La hora de la comida pasó rápido y a la vez lento. A Taeyeon le gustó poder escapar un poco de la celda. Incluso así, no tenía ganas de comer, así que se pasó cuarenta minutos mareando los guisantes en el plato.

 

A la hora del patio andaba despacio de un lado a otro, en un lugar donde parecía que había menos confluencia de mujeres, de vez en cuando se paraba y observaba el cielo, jamás le había parecido que estaba tan lejos como en ese momento.

 

Luna se le acercó y le sugirió que corriera alrededor, para desfogarse y dormir mejor. Al principio Taeyeon fue reticente, pero Luna le animó y empezó a darle órdenes como si fuera su entrenadora personal. Realmente no tenía ningún tipo de energía, llevaba días sin comer y dormir, pero aquello le estaba sentando bien. Además de correr Luna le puso a hacer abdominales, saltar, e intentó que hiciera flexiones pero los brazos esmirriados de Taeyeon no eran capaces.

 

Cuando llegó el momento de dormir, la mente de Taeyeon se centró más en el dolor físico que sus otros problemas, fue un respiro para ella.

 

A alguna hora de la siguiente mañana, Taeyeon no tenía forma de calcular cuantas horas llevaba mirando el techo, una de las presas, pasó con un carrito de libros. Cogió uno al azar, ninguno le llamaba la atención, y sus siguientes e indefinidas horas se trataron de intentar leer, pero no fue capaz de concentrarse. Krystal dormía como un tronco, igual que el día anterior. Le parecía increíble que pudiera dormir todo el día a pierna suelta sin ninguna dificultad. Luna por su parte leía una nueva revista, también le sorprendió su capacidad de abstracción, siendo capaz de entretenerse tanto tiempo con apenas 30 páginas de cotilleos.

 

Las paredes grises volvieron a abalanzarse sobre ella como si quisieran estrujarla hasta que se le salieran los ojos de la presión. Taeyeon saltó de la cama jadeando, intentando desprenderse de esa horrible sensación y comenzó a saltar en el diminuto espacio que había entre las literas. Luna la miró al principio divertida por el circo que estaba montando, rápido se dio cuenta de que la nueva necesitaba sacar algo de su mente y se unió a ella en sus locos ejercicios.

 

Krystal se despertó con el ruido que estaban haciendo y les dijo que parasen, mirándolas como si hubieran perdido completamente la cabeza, esto a Luna le hizo tanta gracia que a Krystal se le contagió y las tres acabaron riendo. Luna volvió a ponerse en plan entrenadora y comenzó a darle órdenes a Taeyeon mientras ellas se sentaban en la cama y la observaban. En una de las vueltas que dio Taeyeon sintió que todo su torrente sanguíneo bajaba a la punta de sus pies y su cabeza de repente flotaba, perdió el equilibrio y antes de darse cuenta su nariz estaba impactando contra los hierros de la cama.

 

Krystal y Luna se rieron muchísimo a pesar de que la nueva estaba totalmente ida y con la cara cubierta de sangre, Se rieron, pero también corrieron a gritar ayuda y en unos pocos minutos Taeyeon era atendida en la enfermería.

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Thank you!
Niberian
Hola eh... no creo que haya alguien esperando que updatee esto pero la que ha sido mi novia durante 4 años me ha dejado jej, no es por contar mi vida pero lo q menos me apetece es ponerme a escribir, no sé si seguiré con esta historia algún día o escribiré otra cosa, mientras tanto cuidaos mucho ;)

Comments

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taesica33
#1
Hola cuando volverás a escribir
Soneforever2
#2
Chapter 1: Though my spanish skills are pretty low I like this story a lot. Good job author