Recargo la espalda en el elevador y cierro los ojos un momento. La conversación que tuve con Irene fue excesivamente intensa, abrió viejas herida al recordarme que no puedo seguir aferrada al pasado, sin embargo, aún no puedo dar ese paso para superar la pérdida de Castalia y el abandono de Taeyeon, no cuando esta última se hizo la muerta. Me vio la cara de estúpida.

Ojalá la muerta fuera ella y no mi hija.

—Debes continuar con tu vida, hermanita —susurró tiernamente Irene tomándome de las manos. Habíamos discutido por Siwon, no estaba de acuerdo que me mezclara románticamente con uno de mis subordinados—. Sé que no me corresponde decirte cómo hacerlo, pero intenta empezar con alguien que no te use para escalar en el trabajo.

Sonreí levemente luchando con las ganas de levantarme e irme del lugar, estas conversaciones siempre me ponían de malas. Sé que ella solo quiere cuidarme y que encuentre la felicidad, pero…, no es tan fácil lidiar con la pérdida de un hijo.

Uno no se recupera de eso.

—No te preocupes por eso, sé lo que hago.

Ella soltó un suspiro y acarició mis manos. Sus ojos me miraban con dulzura y un toque de preocupación.

—A veces olvido que eres mi hermana mayor —dijo suavemente—, pero es difícil no tratar de cuidarte y protegerte como si fueras mi hermanita.

—Quizá debería empezar a comportarme como la hermana mayor…

—No es necesario que lo hagas —soltó mi mano para posar las suyas en el vaso del café que tenía su nombre—. Solo déjame cuidarte y todo estará bien.

Y nada está bien.

No pude decirle que Taeyeon estaba viva, ni tampoco pude decirle que anoche había roto en llanto y desesperación al recordar a mi hermosa hija. Solo hablamos de trivialidades por un rato hasta que ella recibió una llamada, en esos minutos casi quedó olvidado el acalorado interrogatorio y los amargos recuerdos del pasado que salieron a relucir como una helada ventisca.

Las puertas del elevador se abren y bloqueo mi mente para centrarme en el trabajo, no tengo tiempo para pensar en mis problemas personales, aunque mi trabajo actual está ligado a uno de esos ellos.

—Stephanie —la voz de Dan detiene mi andar. Lo miro inquisitiva en espera de una respuesta—. Comunícate con la señorita Kim.

—¿Es algo urgente? —cuestiono.

Él respira exasperado, aún sigue molesto conmigo.

—Comunícate con ella —ordena fríamente—. Estuvo aquí buscándote, así que habla de inmediato con ella y verifica que todo esté en orden. Se veía molesta. —Sus ojos se estrechan acusadores—. ¿Qué hiciste esta vez?

Sonrío divertida jugando con el teléfono en mis manos.

—La mandé al demonio.

—¡¿Qué?! —grita colérico.

Suelto una risita divertida y me doy media vuelta, estoy segura que está a punto de gritarme toda una perorata.

—Estoy jugando, Dan, me comunicaré con ella —digo levantando la mano a modo de despedida. Hacer enojar a Dan es tan divertido, probablemente sea mi única diversión en estos días—. No te preocupes, prometí portarme bien.

Siento la mirada de algunos de los pasantes sobre mí y esbozo mi típica sonrisa encantadora, debo mantener las apariencias, he aprendido que tener a las personas rendidas a mis pies me hace la vida más fácil. Sin embargo, la sonrisa se me borra cuando entro a mi oficina y me topo a Siwon con el torso descubierto mientras en sus manos sostiene su camisa.

—Oh, hola —saluda bajando la camisa y mostrándome su bonita sonrisa—. Derramé café en mi camisa y quería ver si podía quitar la mancha con una toallita húmeda.

Debería sentirme atraída, verlo desnudo siempre me incitaba a excitarlo al punto de hacerlo rogar por estar dentro de mí, pero ahora…, solamente quiero echarlo de mi oficina y sacarlo de mi vida. Despedirlo no sería una solución, tampoco es una opción, Steve y Dan me sermonearían por ser demandados por un despido injustificado.

—Deberías hacer eso en tu oficina, Siwon. —Cierro la puerta de inmediato ignorando su desnudez y me siento para ponerme a trabajar—. ¿Qué tanto has avanzado con los planos?

Escucho una silla moverse y luego, al levantar la mirada, me topo con un puchero y unos ojos de un gatito regañado pertenecientes a un hombre de casi treinta años. ¿Cómo fue que me enredé con él? Creí haber sido especifica cuando dije que sería o y nada más.

Aunque ha cumplido con su función hasta ahora.

—¿Estás molesta conmigo? —cuestiona con su voz ronca.

Me echo hacía atrás recargando mi espalda en el respaldo de la silla, observo al hombre que me ha dado placer incontables veces; él es demasiado bueno para solo ser mi juguete, quiere algo que yo jamás podré darle y no es justo que se aferre a mí, se llevará una gran desilusión si sigue a mi lado.

Debería cortarlo de raíz.

—No, no estoy enojada contigo —contesto acariciando su mejilla—. Solo estoy un poco estresada, eso es todo.

Él toma mi mano que está en su mejilla y cierra los ojos, parece disfrutar de mis caricias. Sonrío inconscientemente. Jamás podría enamorarme de él o de alguna otra persona, pero sí puedo admitir que Siwon me ha hecho pasar momentos agradables. Ha sido un buen amigo, un excelente amigo con derechos debo decir.

—¿Qué puedo hacer para quitarte el estrés?

Aleja mi mano de su mejilla y lleva la punta de mis dedos a sus labios, abre los ojos y en ellos se refleja un oscuro deseo. Muerdo mi labio con fuerza, mi estrés ruge por ser liberado, ansío quitar un poco la carga que hay sobre mis hombros.

—Cierra la puerta y ven aquí —ordeno.

Siwon sonríe radiante y me da un beso en el dorso de la mano antes de levantarse e ir hacia la puerta para colocar el seguro. Miro su espalda y aprieto los labios ligeramente molesta, había decidido terminarlo esta misma tarde, nunca había dejado que mis juguetes cruzaran la raya, no entendía cómo lo había permitido.

—¿Estás lista? —pregunta llamando mi atención.

Entorno los ojos y analizo el fuerte abdomen que brilla ante mis ojos, debería excitarme, debería sentir el deseo inundar mi cuerpo.

Pero no siento nada.

—Muy lista para ti, cariño.

Él se acerca y gira la silla para devorar mis labios. Tal vez no siento nada, pero sé muy bien que el o me hará olvidar mis problemas por el momento y, la verdad, necesito un poco de paz después de las ultimas emociones. Mi mundo está hecho un caos por culpa de Taeyeon, necesito poner los pies sobre la tierra para pensar que es lo que debo hacer.

Quiero saber qué hacer para darle una probadita de mi dolor.

El sonido del auto a toda velocidad en la carretera resulta ser algo tan relajante, quisiera cerrar los ojos por un momento y d