Levanto mi mirada para observar a Taeyeon.
Mientras leía cada hoja, ella no dejó de mirarme atenta todo el tiempo; la carta es tan larga que, hice varias pausas y de vez en cuando miré a Tae, a veces con tristeza hasta llenarme de lágrimas, otras con molestia tanta que me temblaban las manos, otras tantas veces la miraba llena de amor del que parecía iba a salirse de mi pecho, y muchas otras con culpa que te produce ganas de hacer magia y cambiar el pasado; sé que de igual forma, Taeyeon prácticamente atravesó por todos los estados de ánimo ante mi silencio inmutable, es que no emití una sola palabra hasta terminar de leer la última oración de la última hoja, tal como me lo pidió.
Coloco sus hojas en la cama, me mira con preocupación pues mis ojos están llenos de lágrimas una vez más en esta noche, tantas que me nublan la vista; soy una llorona es verdad, pero leer esto, es demasiado, ni siquiera tengo palabras para describirlo. Retiro mis lágrimas con el dorso de mi mano.
— si fuiste una de las razones para irme Tae — rompo el silencio; es lo primero que quiero dejarle claro, de todo lo que tengo en mi cabeza para responderle. Si hoy hablaremos con la verdad, yo le devolveré lo mismo que ella me está dando con sus palabras en estas hojas: sinceridad — amarte sabiendo que no podíamos volver a estar juntas era muy masoquista, y quedarme a tu lado solo para no perder tu presencia en mi vida cada día, era un precio muy alto que ya no quería seguir pagando — continúa en silencio como si estuviera asimilando mis palabras, y antes de que pudiera decirme algo retomo mi discurso de todo lo que tengo que decirle, no solo por su carta sino de todo este tiempo en el que me moría de amor por ella pero tenía que esconderlo detrás de nuestra amistad porque a ella simplemente parecía ya no importarle —¿Sabes cuantas señales te di, para que notaras que te seguía amando como el primer día? — ella me mira de pie desde la ventana que da al balcón de la habitación, reclinada al vidrio con todo su cuerpo, con sus dedos ansiosos que se pierden y encuentran entre sus manos — Taeyeon, ¿no te bastó que yo continúe siempre aquí, para ti, a pesar de que tu seguías con tu relación con Baekhyun?, todas las veces que te buscaba para retomar por lo menos nuestra amistad ¿no fueron suficientes para ti? — ante mi frustración camina hacia mí, intentando acercarse pero yo ya estoy molesta — esperaste hasta que tome la decisión de irme para decirme que me amas, pero ni siquiera te atreviste a hacerlo ni en ese momento ni ahora, y para ti la solución más fácil fue pensar que me iba por mi falta de amor hacia ti. ¡Por dios! — me pongo de pie exaltada — es una de las decisiones más difíciles que he tomado hasta hoy — me acerco a ella para quedar cerca, solo unos pasos nos separan — si tan segura estabas de tu amor por mí ¿no te pareció coherente dejármelo saber? — Juro que la amo, pero, ¿por qué le encanta complicarnos las cosas? ¿por qué teníamos que llegar a esto para que me diga que me ama?  Es verdad que molestia no es lo único que siento después de leer todo lo que había escrito, pero en este momento es el sentimiento que prima — ¿en que estabas pen...
— ¿dime? ¿lo que reclamas ahora, cambia el pasado? — me interrumpe, reduciendo a nada la distancia que nos separa — entiende que las cosas tenían que pasar de este modo y así como me lo pediste hace dos días, te lo pido hoy — toma mis manos para entrelazar nuestros dedos — mira las cosas desde mi punto de vista. Si, tienes razón no te dije que te amaba y si me lo preguntas, si pudiera volver en el tiempo, tomaría la misma decisión — me responde con seguridad — ¿no lo ves? Fanny si en ese momento te hubiese dicho que te amaba, nada hubiese cambiado, tu tenías metas y sueños tan o más ambiciosos que los míos, la solución hubiese sido la misma, dejarte ir — aprieta mis manos mirándome con seguridad de que sus palabras son las correctas.
— tienes la razón a medias Taeyeon — suelto sus manos y me cruzo de brazos — si hubiésemos hablado de lo que sentíamos, antes de irme, al menos hubiese tenido razones para querer volver, para buscar soluciones, para hacer que lo nuestro funcione, en vez de solo buscar pretextos para volver a verte como amiga cada vez que venía a Corea — se queda callada analizando mis palabras seguramente intentando encontrar argumentos para debatir mis aseveraciones.
— no quería arruinar tus sueños — repite lo que ya había escrito en su carta y lo que me ha dicho siempre — no era el momento para retomar nuestro amor Fanny, entiéndelo.
— sabes, tienes razón no era ese el momento, entiendo tu sacrificio — mi reflexión es honesta a pesar del tono molesto de mi voz — aun así, desde que me fui hasta hoy tuviste más de tres años para animarte en algún momento y decírmelo, pero optaste por alejarme de ti.
— te lo dije ya, el irte me hizo asumir que tu amor por mí se había acabado y tenías toda la razón para que sea así — camino hacia la cama y vuelvo a sentarme, y es que no me siento a gusto en ningún lugar. Taeyeon se gira para quedar frente a mí; entiendo que posiblemente esta no es la reacción que esperaba de mí y no se trata de que yo sea una indolente ante sus palabras, sus sentimientos, ante su versión de la historia, y todo lo que hubo detrás de cada suceso en nuestras vidas desde que dejé Corea. Sin embargo, sigo pensando que las cosas podían haberse solucionado antes y de otra forma.
— dudaste de mi amor — reclamo dolida — te lo dije hasta el cansancio Tae, no importa lo que suceda en nuestras vidas yo jamás dejaré de amarte — no mentía.
— lo sé — suelta un suspiro de tristeza y toma asiento a mi lado — tienes razón en estar molesta, en reclamarme, en argumentar cada párrafo de estás hojas — toma las hojas que yacen en la cama y las levanta en el aire — pero todo lo que está escrito aquí es la verdad de mis sentimientos, de mi amor por ti —me mira con intensidad y tristeza a la vez — no me importa si te demoras en perdonarme, si no quieres verme por un buen tiempo, no sé, lo que tú quieras — vuelve a asentar las hojas en la cama — esperaré todo lo que sea necesario hasta que entiendas que te amo y quiero estar contigo para siempre — esa afirmación me toma por sorpresa.
— claro, ¡vamos a buscar donde casarnos ahorita! — contesto irónica.
— me quiero casar contigo Fanny — me responde con seriedad, y se pone de pie quedando frente a mí; me deja estupefacta, pues la mujer que ahora habla de matrimonio, era la primera en huir de ese tema, la que no pensaba nunca en matrimonio, la que no quería casarse.
— estás loca — digo molesta mirando a otro lado.
— no es ningún juego, quieres casarte, nos casamos — está tan segura de lo que dice, que todo me parece parte de un sueño, o un invento de mi cabeza.
— si tan segura estás de lo que quieres, entonces seguro sabes cómo resolver nuestra situación actual — me atrevo a retarla mirándola directamente a los ojos — tú vives en Seúl y yo en Los Ángeles, si antes era complicado hoy con la distancia mucho más.
— ¿olvidaste lo que dije en la carta? — me reclama con desilusión — te lo dije yo renuncio a todo por ti — claro que tengo presente esa idea loca y sin sentido que escribió en su carta — han pasado cuatro años desde que comencé a escribir esas líneas y mi decisión no ha cambiado — asegura con la misma firmeza.
— Taeyeon — suelto un suspiro — todo lo que ha sucedido estos días es resultado de un viaje que yo hice por ti, fui yo quien cruzó el océano por ti, pero tú no lo has hecho una sola vez por mí. Fui yo quien apareció en la puerta de tu casa hace unos días, pero ahora resulta que tu harás todo por mí, cuando hasta ahora no has tenido que mover un dedo — la miro con reproche y la misma molestia que no se me quita con nada — si querías saber si yo aún te seguía amando ¿porque no cruzaste el océano por mí para preguntármelo?, sabes donde vivo, sabes dónde encontrarme.
— tienes razón — acepta rindiéndose — pero las cosas no fueron tan fáciles como las estás haciendo ver — de nuevo toma asiento en la cama de modo que solo las hojas en la cama ponen distancia entre ambas. Sé que mi reacción no es la que ella esperaba, se ve triste y confundida — estás ignorando muchas cosas, todos los eventos que han sucedido en mi vida, en la tuya; no es fácil tomar una decisión de la nada y no porque no esté segura de lo que siento, sino por lo que implica, estás siendo injusta conmigo — vuelve a repetir — Fanny ya no sé qué más decirte que no haya dicho ya — suelta el aire con desespero — ¿qué quieres de mí? — me pregunta frustrada señalándose al pecho.
— ¿Qué seguridad tengo que después de unos meses no me digas que lo mejor es terminar? — pregunto con tristeza — yo sé que cuando lo nuestro acabó no fue por un simple capricho tuyo o mío, sé que no solo lo hicimos pensando en nosotras si no en todo lo que estaba a nuestro alrededor, en nosotras individualmente y por separado, tus sueños, los míos — con los dedos de mis manos enumero las razones que nos llevaron a terminar con lo nuestro — tengo miedo de que una vez más, tengamos que terminar con lo nuestro por las mismas razones — bajo mi mirada al piso.
— Fanny — levanta mi mentón con sus dedos delicadamente — ¿de qué sirve haber pasado por todo lo que pasamos para cometer los mismos errores una vez más? — me mira fijamente — si no quisiera estar contigo, simplemente hubiese optado por lo que he venido haciendo estos años, guardar lo que siento y dejarte vivir tu vida en paz — retira su mano de mi rostro — por favor, sé que estás molesta pero no permitas que esa molestia te haga actuar injustamente.
— te amo Tae, solo la vida sabe todo lo que me haces sentir, estos dos días para mi han sido un sueño; volver a tratarnos de esta forma, como si fuéramos una pareja, volver a besarte, estar contigo, decirte que te amo — Taeyeon escucha atenta todas mis palabras, pero puedo ver su miedo por lo que voy decirle a continuación — son cosas que jamás volví si quiera a soñar que podrían suceder de nuevo, te empeñaste en alejarte de mí todo el año anterior y dolió. Yo que jamás dejaría de amarte dejé de insistirte, de buscarte, estaba resignada a que ese era mi destino, amarte, pero no poder estar contigo nunca más y que hoy me digas que todo lo que hiciste fue porque me amabas, que jamás dejaste de amarme — suelta un suspiro y yo también — me ilusiona no voy a negarlo, pero me enoja, me frustra y lo que voy a decir quizás y no es lo que esperabas — la miro con las lágrimas escapando de mis ojos sin poder controlarlo una vez más — pero necesito tiempo para entenderte y entenderme — hago una pequeña pausa, ella no dice nada — lo lamento si no es lo que querías escuchar, pero es lo único que puedo darte hoy, y estoy consciente de que con esto puedes desilusionarte e irte y rendirte de nuevo, pero es lo que siento ahora, lo lamento de verdad.
— lo que dices no cambia nada Fanny ¿quieres tiempo?, te lo dije antes, toma el tiempo que necesites — extiende su mano para limpiar mis lágrimas de nuevo — yo lo quiero todo contigo, y eso no cambiará mañana ni en uno, dos o tres años o los que sean necesarios — tomo su mano que limpiaba mis lágrimas apegándola a mi rostro y beso su palma. Ella se acerca a mí aún más y me abraza con fuerza, besa mi mejilla y mi frente con sutileza, para luego volver a apegarse a mí.
— debo preparar mis maletas — comento mientras me suelto de su abrazo, me pongo de pie; estar cerca así de ella me vuelve débil de cierto modo y si seguimos así, terminaré quedándome con ella sin usar la lógica. Ella suelta un suspiro de frustración, entiende que es mi forma indirecta de pedirle que se vaya, me mira con dolor.
— paso mañana por ti para dejarte en el aeropuerto — me pide con suavidad poniéndose de pie también.
— es mejor que no — no es una buena idea porque por más molesta que yo esté con ella, con todo; la amo y despedirnos en el aeropuerto hará todo aún más doloroso. Sumado a eso, si seguíamos la lógica, juntas, solas, en un aeropuerto, no es una buena idea por todo lo que implicaría: las cámaras, fanáticos y lo mediático que se volvería todo.
— Fanny... por favor...
— Tae... — la miro como lo hacía cada vez que quiero mostrarle que me está haciendo sentir incómoda.
— de acuerdo... — sé que le está costando tragarse sus palabras y todo lo que seguramente quiere refutar y decir; quizás yo estoy siendo muy injusta con ella, o quizás me estoy dejando llevar por cómo me siento en este momento, pero por ahora, era lo que siento es correcto.
— no quiero que dejemos de hablar — me pide conciliadoramente, y estoy de acuerdo con eso; yo quiero tiempo para entender todo, no para alejarla de mi de nuevo. Jamás ni en el peor momento de nuestra vida hemos dejado de hablar por completo, eso no cambiará ahora —aunque nos hemos alejado, jamás hemos dejado de hablar, no por mucho tiempo — comenta al parecer leyéndome el pensamiento— no quiero que lo hagas por favor.
— no pasará Tae — le aseguro con mi mirada fija en la suya, sus ojos se ven tristes y claro que me duele verla así.
— te dejo para que puedas prepararte — camina hacia la cama para tomar las hojas que me había escrito.
— ¿qué haces? — me acerco también, mientras veo como las dobla y las guardaba en el sobre — son mías — reclamo y extiendo mi mano para que me devuelva el sobre.
— de acuerdo — me lo extiende de regreso — por cierto — comienza a buscar en su chaqueta y saca de su bolsillo izquierdo una bolsa de gomitas — para tu viaje — me las entrega y ese pequeño detalle me envía de regreso al pasado.

Flashback

Les ha pasado que en algún momento de sus vidas ¿tuvieron que fingir que estaban bien delante de todos, pero no lo estaban? Creo que en una carrera artística donde tu vida está permanentemente expuesta al ojo público, es algo que nos sucede a menudo. La tan conocida frase "El show debe continuar" me ha pasado a mí y a todas nuestras miembros sin excepción, porque la vida perfecta detrás de cámaras no existe.
Hoy es uno de esos días en donde tengo que actuar como si nada sucediera, como si todo estuviera bien; y es que ni siquiera puedo poner en palabras como me siento y no porque todo está completamente mal, precisamente es porque no sé cómo debería sentirme ya que todo se siente raro, inconexo.

Hace menos de un mes Taeyeon y yo volvimos de nuestras vacaciones de diez días en Florida, hace menos de un mes cerca de finalizar ese viaje, entendí que debíamos terminar nuestra relación por el bien de ambas. Aun así, con esa realidad latente, no encuentro el valor, ni el momento para tener esa conversación pendiente con Taeyeon, estoy evitándolo todo lo que podía porque no sé cómo dejarla ir y sé que ella tampoco ha vuelto a insistir para hablar de nosotras, por la misma razón. Porque la vida es irónica y disfruta de las contradicciones e incoherencias. Taeyeon y yo nos encontramos de nuevo en el aeropuerto para viajar de regreso a Los Ángeles. El motivo es diferente esta vez: trabajo. Taeyeon, Sunny y yo seremos las invitadas especiales al estadio de los Dodgers para la celebración del "Día Nacional de Corea". Taeyeon cantará el himno a Corea, yo el de Estados Unidos y Sunny será la encargada del lanzamiento ceremonial del juego.
Viajaremos solo Taeyeon y yo primero, porque Sunny tiene agenda hasta el día de hoy en Corea, de modo que viajará más tarde.
El evento está planificado para el día 28 de Julio y el 29 viajaremos de regreso, nuevamente solo Taeyeon y yo, ya que Sunny se quedará unos días más con su hermana en Los Ángeles.
Durante el viaje al aeropuerto, el vuelo, y la llegada a Los Ángeles, Taeyeon y yo actuamos como si nada pasara, como si quisiéramos extender un poquito más nuestra relación, nuestra felicidad, pero conscientes de que tiene una fecha de caducidad que está a la vuelta de la esquina.

Llegamos al hotel y después de la cena, lo primero que hago es tomar un baño. Me siento cansada y no solo por el viaje, hemos tenido una agenda llena este primer semestre del año, y bueno mis vacaciones con Tae, digamos que hicimos de todo menos descansar.
Los golpes en la puerta llaman mi atención, tres para ser exacta, estoy segura que es Taeyeon. Abro la puerta con recelo, tengo miedo de que precisamente hoy quiera tener la conversación que yo estoy evitando a toda costa.
— ¿puedo dormir contigo? — me pregunta con su carita de no romper un plato; me causa ternura, como casi todas las veces — solo dormir — insiste con inocencia; tiene en sus manos su celular, mis gomitas de dulce favoritas y la tarjeta de su habitación — son para ti — me extiende las gomitas y sonrío por ese pequeño detalle. Me hago a un lado para dejarla entrar y cierro la puerta. Tae camina directo a la cama y coloca todo lo que tiene en sus manos en la mesita de noche, levanta las cobijas y se mete debajo de ellas como si esta fuera su habitación más que la mía — ¿vienes? — me pregunta una vez está acomodada.
— eres tan...
— ¿hermosa? — me interrumpe; niego con la cabeza y hago lo mismo que ella, me meto debajo de las cobijas en el otro lado de la cama.
— no, impredecible — respondo; ella siempre encuentra la forma de hacer cosas que yo jamás imaginaría que hará. Cada vez que yo supongo que ella hará algo, terminaba haciendo lo completamente opuesto.
— mejor abrázame — me exige volteándose de lado, para quedar frente a mí. Sonrío, negando con la cabeza nuevamente. Me acerco a ella, y le doy un pico en los labios, para luego darme la vuelta dándole la espalda.
— abrázame tú —  siento como enseguida se acerca a mí y pasa su brazo para rodear mi abdomen, me apega más hacia ella de modo que puedo sentir su respiración en mi cuello. Quedamos en posición de cucharita y yo entrelazo mi mano con la suya. Me gusta dormir así con ella, es una de mis posiciones favoritas últimamente.
— te amo — susurra rompiendo el silencio; cierro los ojos y suelto un suspiro por su corta pero tan importante frase.
— te amo más — aprieto su mano. No dijimos nada más; comprendo en este momento que ni ella, ni yo queremos tener esa conversación, que la evitaremos hasta donde se pueda, y aunque eso parece un analgésico que funciona, es solo eso, un estado temporal que acabará en cualquier momento.

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Hoy es el día del evento, me despierto y como siempre que Taeyeon se escapa para dormir conmigo, ya no está en mi habitación, siempre sale más temprano para que la encuentren en su habitación y no en la mía. En los viajes al exterior casi no dormimos juntas porque de verdad cada una necesita espacio para poder descansar mejor; la noche de ayer fue excepción porque, aunque Taeyeon no me lo dijo, ni yo a ella, estamos buscando la forma de disfrutar todos los momentos que nos restan juntas como pareja.

Hicimos la prueba de sonido, y posterior a ello nos cambiamos al vestuario para la ceremonia; Tae optó por un vestido azul marino largo, y yo por uno blanco corto holgado desde la cintura hasta el muslo.
Taeyeon es la primera en cantar el himno a Corea; su voz invade el estadio, y como siempre lo he dicho junto con todos los miembros de nuestro grupo, su voz es espectacular, así como su afinación, siempre perfecta. Termina de cantar y yo que estoy frente a ella, con los nervios en la piel por mi presentación, solo camino al lugar que Tae ocupó, para esta vez cantar el himno a Estados Unidos; quiero darle un matiz diferente, usando diferentes tipos de voz, extendiéndome por todo mi rango vocal. Honestamente, creo que fue una buena elección, sin embargo, debo reconocer que por la emoción y los nervios me desafiné dos veces. Termino de cantar y puedo ver a Taeyeon aplaudiendo, me acerco a ella y la abrazo; y como casi todas las veces, en ese gesto todas mis inseguridades terminan de desaparecer. Ambas estamos emocionadas por haber terminado esta presentación tan importante. La abrazo con emoción, con felicidad de haberlo logrado, sonreímos olvidándonos de todo alrededor, le sonrío a ella y ella a mí, nuevamente somos solo ella y yo.

Una parte de mí se siente alegre, orgullosa, pero otra la que ocupa la mayor parte, mantiene el dolor presente como una daga clavada en el corazón; ese dolor que me recuerda permanentemente que quizás la próxima vez que compartamos un evento juntas sea después de haber terminado. Me duele el alma.

Fin del flashback

Desde la puerta de entrada veo que enciende su auto, levanta la mano para despedirse de nuevo y le respondo con el mismo gesto, sé que la tristeza la invade y a mí también. Arranca y yo entro al edificio, subo al ascensor, las puertas se cierran y me apego a una de las paredes. Por un segundo antes de que nos abrazáramos una última vez para despedirnos, tuve la sensación de que no sabía lo que estaba haciendo. Y si, puede parecer que no sé lo que hago, que soy una exagerada. Que no tiene sentido ni lógica que ayer estuviera derretida por ella, diciéndole que la amaba, mandándonos mensajes de texto como dos adolescentes, hacer el amor como si fuéramos pareja y hoy prácticamente la estoy echando de mi casa. Sin embargo, pedirle tiempo es necesario para ambas. Sé que la frase "necesito un tiempo" es tan cliché, tan repetida y usada cuando alguien dentro de la relación no está seguro de lo que siente, o simplemente no tiene el valor para terminar con su relación, o incluso está engañando a su pareja; creo se ha utilizado tanto por otros, que se ha vuelto una frase tan tóxica. En mi caso particular, yo necesito un tiempo, sí, pero no porque me falta amor por ella, porque tenga dudas de que quiero a Taeyeon en mi vida, o porque simplemente no quiera estar con ella ahora. Taeyeon es la mujer más generosa que he conocido en mi vida, es del tipo de persona que toma decisiones y actúa pensando en el resto antes que en ella misma. Cuando terminamos, las razones estaban claras no éramos solo ella y yo, pertenecíamos a un grupo de nueve chicas, cada una tenía ambiciones, sueños y metas. La decisión de terminar nació de ella, y sí, yo la compartí por eso al final terminé aceptando que no podíamos continuar.

Como lo dije al iniciar este viaje, terminar era la mejor decisión que pudimos tomar en ese entonces; si hubiésemos mantenido nuestra relación, claro sin ser descubiertas, posiblemente no se me hubiese cruzado la idea de dejar Corea, y todo lo que ya he mencionado hasta el cansancio. Mi negativa ahora, mi molestia o como se llame la forma en que actué con ella hace unos minutos, surge por todo lo que ha sucedido desde el momento en el que ella y yo volvimos a ser de nuevo las dos en la historia; y de nuevo Taeyeon me eligió a mí, no se eligió ella, ni lo que ella quiere. En incluso eligiéndome a mí no se puso a pensar que quizás yo también quería estar con ella.

Es casi la media noche y mañana mi vuelo sale a las nueve de la mañana, por lo que, aunque no me encuentre en un buen estado anímico para seguir, debo preparar mi maleta y ver si puedo dormir un poco, aunque con todos los pensamientos que tengo agolpados en mi cabeza, dudo que pueda conciliar el sueño. Ni siquiera tengo hambre.
Si me preguntan si esta es la forma en la que imaginé terminaría mi conversación con Taeyeon, no jamás se me cruzó por la cabeza, anhelaba tanto su honestidad, que pudiera decirme todo lo que piensa y siente, pero jamás me puse a pensar que detrás de todo lo que ella pudiera decirme, no todo me gustaría, no todo sería miel sobre hojuelas. En mi idea de nuestra última noche juntas, planeaba disfrutar de su compañía, de ella entera y para mí; no sé en qué estaba pensado al creer que todo se resolvería fácil, cuando tenemos tanta historia detrás. Solo espero estar haciendo lo correcto. Camino sin ganas hasta mi habitación; en mi cama sigue su sobre y a lado las gomitas que me trajo, seguramente creyendo como yo, que todo se solucionaría sencillamente.

Por suerte, no debo empacar mucho, incluso planeo dejar varias cosas aquí, me llevaré solo un par de prendas que quiero usar en Los Ángeles, unos botines que dejé la última vez que estuve aquí, accesorios y estoy lista para seguir lidiando con los pensamientos en mi cabeza. Tomo mi maleta y la abro en medio de mi habitación, me siento en el piso y soltar un suspiro es inevitable, de verdad quiero que hagamos lo correcto.

Flashback

Navidad para mí siempre ha sido una celebración que disfruto con emoción. Quizás por nostalgia, porque me recuerda las celebraciones con mi familia antes de moverme a Corea. Este año particularmente la Navidad viene acompañada con una nueva producción de nuestra sub-unidad TaeTiSeo. Venimos preparado desde hace más de un mes un "Extended Play" navideño titulado "Dear Santa". Cantar canciones de Navidad me trae una sensación diferente, de ilusión y hasta puedo decir: magia. A diferencia de otras producciones, las tres aportamos con ideas creativas, fuimos parte de la producción para las sesiones fotográficas, el video musical; incluso Seohyun escribió la letra de la canción principal en su versión coreana. Parte de nuestras promociones incluyen varias sesiones fotográficas, una de ellas para la portada del volumen 164 de la revista "High Cut", en la que ya hemos participado anteriormente algunas veces. Incluso Taeyeon y yo juntas también hemos tenido una sesión de fotos para la revista.
Nos explicaron que la sesión fotográfica estará dividida básicamente en tres partes: fotografías individuales, grupales, y en dúos, es decir Seo y yo, Tae y Seo y claro, Tae y yo.
Para poner en contexto una vez más como estamos hasta ahora con Tae, como lo he repetido muchas veces, somos amigas, y no, no ha habido señales de parte de ninguna de que haya algo más que eso. Básicamente todo sigue según el plan inicial, sin embargo, muchas veces yo no sentía que es lo que realmente quiero, pero lamentablemente esta es la realidad ahora.
Dentro de una sesión fotográfica, así como todo lo que involucre exteriorizar una emoción para que pueda percibirse delante de una cámara, es importante que haya un buen ambiente, que todas estemos en la misma sintonía; por suerte creo que jamás hemos tenido que batallar con eso en nuestras sesiones de fotos y claro que hoy tampoco. Comenzamos por las fotografías grupales, el concepto es "happy time" lo que vuelve todo más disfrutable. Nuestras interacciones siempre han sido naturales y juntas siempre la pasamos bien así que "happy time" no solo será el concepto para nuestra sesión fotográfica, para mí también es la forma en la que nuestra amistad funciona cuando estamos juntas.

El primer vestuario son básicamente abrigos de invierno. Yo uso el color vino, Seo el azul turquesa y Taeyeon el beige que para mi percepción combina perfecto con el color de su cabello. ¿Ya he dicho que amo como el color de cabello rubio le queda a Tae? Sí, creo que demasiadas veces.
Lo importante de estas primeras tomas es la expresión de nuestros ojos, porque nos entregaron unas pequeñas tarjetas rectangulares con diferentes posiciones de labios; en la mía, los dientes superiores mordían sensualmente el labio inferior. Posamos las tres juntas, Tae en el medio, Seo a su izquierda y yo a la derecha, usamos nuestras manos también para mostrar mayor expresividad, creo que las fotos quedaron preciosas, y aunque no es el concepto que más me guste de todos, es nuevo y por lo tanto interesante.
El concepto que yo estoy esperando es el siguiente. Las tres usaremos una camisa blanca oversize que tapa el pequeño short que tenemos debajo, por lo que parece que solo usamos la camisa; sumado a eso, tenemos los dos primeros botones desabrochados al igual que las mangas remangadas, lo que le da un toque más sensual.
El set básicamente es una cama con un gran duvet blanco. El concepto es muy femenino, cabello suelto en ondas y el color de labios rojo intenso. Entramos al set y Taeyeon me sonríe acomodándome el flequillo que cae hacia el lado derecho de mi rostro, le sonrío de vuelta. El fotógrafo nos pide que disfrutáramos saltando en la cama, elevando en el aire las plumas que salen de las almohadas y las que caen desde el techo parte de la escenografía, como si fuéramos unas niñas jugando. Seguimos sus indicaciones, saltando, riendo, elevando las plumas al aire que luego caían como cascada sobre nosotras.
Para buscar otra pose coloco una almohada encima de los hombros y espalda de Tae aprovechando que está de rodillas y me acerco a ella para empujarla hacia adelante, mientras ambas sonreímos a la cámara. En otra pose Seo se coloca de rodillas en el medio de las dos mientras golpea mi trasero con una almohada, y a su vez Tae levanta varios mechones del cabello de Seo en el aire. Finalmente, la última pose de este set la hacemos recostadas boca abajo sosteniéndonos con los codos, una a lado de otra, nuevamente Taeyeon queda en el medio, pero esta vez yo a su izquierda y Seo a su derecha; la idea es soplar algunas plumas que cada una toma en las palmas de las manos para que la fotografía las capte revoloteando en el aire. Se hicieron varias tomas con la misma idea, pero diferentes poses. El fotógrafo se acerca y nos muestra el resultado final previo a ser editado, lo hace mientras seguimos de rodillas en la cama; y yo que voluntaria o involuntariamente siempre termino cerca de Taeyeon, observo las fotografías con mi cabeza cerca de su hombro, y mi cuerpo muy juntito al suyo; me causa gracia una de sus poses y le golpeo el omóplato con mi mano soltando una gran risa, para luego colocar mi antebrazo sobre su hombro y apegarme aún más. Quedamos satisfechas con esas fotografías también, vamos a cambiarnos el vestuario una siguiente vez.

El set ya está arreglado, Seo y Tae están esperándome dentro de él; básicamente es la misma cama de cobertor blanco, pero habían retirado las almohadas y limpiado las plumas. Mi outfit para este escenario es un vestido a rayas negras y blancas horizontales anchas, de manga larga, con cuello alto y ceñido al cuerpo hasta las rodillas. Seo tiene un outfit similar, es un suéter de cuello redondo con rayas blancas y negras horizontales, pero más delgadas y una falda negra corta plisada de encaje, con un cinturón delgado precioso. Taeyeon a su vez usa un suéter holgado negro de lana con una falda corta del mismo color, pero un poco más corta. La sugerencia del fotógrafo para estas fotos es que nos recostemos las tres juntas, y simplemente posáramos como si estuviéramos disfrutando de un momento de relajación en la cama entre las tres. Él se coloca de modo que la cámara queda en el plano horizontal sobre nosotras y comienza a presionar el obturador mientras nosotros intentamos diferentes poses. Estoy acostada en el medio de las dos esta vez, Tae a mi izquierda y Seo a mi derecha. En una de las poses yo cierro los ojos y levanto el cuello de tortuga de mi vestido hasta mi mentón con mis dedos, pero siento que Tae se voltea quedando de lado frente a mí, mientras coloca sus manos sobre mi hombro. Me toma con la guardia abajo, totalmente desprevenida. No sé hace cuánto tiempo no he sentido este sobrecogimiento en el pecho que se extiende hasta mi estómago; sentirla así de cerca me pone nerviosa, tanto que abro los ojos y me rio nerviosamente cubriéndome la boca con el cuello de mi vestido. Taeyeon lo nota y lo sé solo con ver su risita de suficiencia.
Yo jamás creí que la superaría, por lo que la realidad no me pega tan fuerte, aunque lo que acabo de descubrir, es que no importa que no tengamos ningún acercamiento como la pareja que fuimos, solo basta un pequeño movimiento de su parte para que todo lo que me hace sentir me golpee directo en la cara recordándome todo lo que me hace sentir. Lo que le sigue a ese movimiento suyo, es ella disfrutando tenerme de este modo, tan expuesta, tan notoriamente nerviosa, así que se acomoda mejor levantando su cabeza para mirarme con la misma suficiencia de antes mientras yo, yo por mi lado no puedo dejar de reírme nerviosa, no solo con mi boca si no con mis ojos que forman esas medias lunas, que tantas veces Tae me dijo le encantan. Sigo cubriéndome los labios, para inútilmente disimular lo que ella perfectamente había notado ya. La palabra "terminamos" de nuestro fotógrafo le regala una tregua a mi corazón que late como tambor, con fuerza e intensidad. Taeyeon vuelve a sonreír presumidamente y yo, prefiero ignorarla concentrándome en las fotos que nos mostraban. Ver las fotografías, solo sirve para confirmar lo que sentí hace unos segundos, pero también para darme cuenta que la forma en la que ella me mira no es como a su amiga y compañera de grupo, lo hace como cuando nos recostábamos juntas en mi cama, para darnos mimos, para robarme un beso e incluso solo para contemplarme mientras yo jugaba con mi celular. Hoy es la primera vez que tengo la certeza de que sigo amándola como siempre y como nunca, la misma certeza con la que sé que no volveremos a estar juntas de ese modo de nuevo.

Las siguientes poses individuales fueron más sencillas, así como las que hice en dúo con Seohyun. La que me resta es la que me toca con Taeyeon; mientras me arreglan el maquillaje intento prepararme mentalmente para tratar de por lo menos disimular un poco más frente a ella, de no ser tan obvia. Entramos al set, debo confesar que no me gustan en demasía los vestidos que ambas tenemos puestos para estas fotos, y sé que quizás eso suena exagerado, pero siempre que Tae y yo hacemos algo juntas, yo quiero que todo sea perfecto y tiendo a comportarme un poco más excesiva con los detalles. Si, más de lo normal.

Todos saben que Taeyeon y yo somos mejores amigas, creo que cada una por su cuenta se ha encargado de gritarlo a los cuatro vientos; por lo que estas fotos quieren mostrar eso, nuestro lazo inquebrantable de amigas que hemos venido cultivando todos estos años. Me encanta la idea, aunque para mí, no sé si para Tae, lo que nos une va más allá de la amistad que todos pueden ver entre nosotras. Para plasmar esa unión de amigas en una fotografía, se propuso la idea de entrelazar nuestros cabellos. Lo he visto en revistas antes, y la idea que se formó en mi cabeza al imaginar el color de cabello de Tae y el mío que en este momento es castaño oscuro, entretejidos, me causa ilusión, es que va a combinar perfecto. La estilista termina de entrelazar en una especie de trenza sus cabellos con los míos, todo lo hacen en el set por razones obvias. Ahora solo queda en nosotras expresar correctamente lo que se quiere mostrar; intentamos algunas poses con diferentes expresiones faciales, hasta que el director nos sugiere entrelazar nuestras manos; mi preparación mental de hace unos momentos, se va por la ventana cuando Taeyeon acerca su mano para agarrar la mía. Confirmado, no he superado ni un poquito a esta mujer que yace de pie a mi lado. Entrelazamos nuestros dedos y al ver mis manos así con las de Tae, es imposible que no se me escape una sonrisa. Tae por su parte actúa inmutable como si estas pequeñas acciones no le afectaran, no sé si es parte de lo que quiere mostrar en las fotos o si para ella nada de esto significa algo, y no le mueve nada; ideas que me generan pánico. Es que pensar que Taeyeon ya no siente nada por mí es inevitable, y analizándolo bien, la última vez que hablamos de lo que sentimos fue hace casi cinco meses, ¿qué me garantiza que eso no haya cambiado ahora? Ella jamás fue abierta sobre si lo que sentía por mi tenía fecha de vencimiento. Sé que está en su derecho de que eso suceda, pero una parte de mí anhela que no, yo no quiero ser una más en su vida, una historia más que se termina y desaparece con el tiempo, hasta convertirse en nada.
Sueltan nuestros cabellos después de terminar las fotografías, agradezco a todos en el set y me dirijo al camerino sin esperar a Taeyeon. Entro al vestidor a cambiarme de ropa, Seo ya nos espera en la van porque la sesión para ella ya había terminado. Las fotos con Tae eran las últimas. Salgo de cambiarme y Taeyeon de igual manera sale unos segundos después; hay mucha gente con nosotros recogiendo todo, así que no cruzamos palabra, en realidad yo no tengo nada que decirle. Mientras guardo mis cosas su mirada se cruza con la mía, y puedo sentir y leer en sus ojos que al parecer es ella quien quiere decirme algo.
Caminamos por el pasillo para salir al estacionamiento con nuestro manager que va por delante nuestro y Tae rompe el silencio —¿Te gustaron las fotos? — seguramente su pregunta se debe a que cuando las revisamos no hice ningún comentario acerca de ellas.
—sí, me pareció algo novedoso entrelazar nuestros cabellos — respondo, evitando mirarla; como si al hacerlo, ella pudiera leer a través de mis ojos lo que pasa por mi cabeza. Suficientemente e