Ese grito me sorprendió. Vino del piso de al lado, pero el estruendo se había escuchado en la galería contigua. Lentamente me levanté del sofá y me dirigí hacia la galería. Antes de salir vi las cabezas de dos personas, ambos morenos.

Crucé la puerta de cristal del ventanal y una vez en la galería me sorprendió la imagen con la que me encontré.

"¿Pero qué has hecho?" El chico más alto, al que veía de frente y tenía la ceja cortada, estaba cogiendo por el cuello de la chaqueta al otro

"No era mi intención, ha sido un accidente, lo siento"  el otro chico estaba de espaldas a mi y estaba intentando soltar las manos del alto que lo estaba levantando haciendo que estuviera de puntillas.

Una cosa que me sorprendió aún más que la propia situación, que ya de por sí llamaba la atención, era que había un tercer chico en la galería. Estaba sentado en una tumbona, escribiendo en un cuaderno, sin hacer caso a los otros dos. Entre su piel de porcelana y su cabello color miel parecía fuera de lugar, casi resplandecía en contraste con el muro gris oscuro.

Este chico fue el primero que se percató de mi presencia, se giró hacia mí y después de mirarme durante un segundo volvió su cabeza hacia el cuaderno, sin tan siquiera haberme dicho nada, ni un saludo. Un segundo más tarde el chico alto por fin me miró. Entre su cara de sorpresa y que soltó de golpe al otro chico haciendo que se cayera al suelo se notaba que le había sorprendido.

    “Ho-hola.” Mi voz salió como un susurro, pero como los chicos habían dejado de gritar y se habían quedado en silencio había sonado demasiado alto para mi gusto.

El chico más alto había bajado la mirada y estaba rascándose la nuca con una cara que aullaba lo avergonzado que estaba. “Hola”

El chico que estaba en el suelo al oír mi voz se levantó. En ese momento tenía una especie de cara de póquer, sin expresión, sus ojos, a pesar de ser rasgados, en este momento estaban muy abiertos. “¿Quién eres tú?” A pesar de su expresión, su voz era dulce, o al menos eso me parecía.

    “Soy Alexandra, bueno mejor Ale.”

    “¿Vives aquí?”

    “A partir de ahora sí”

    “Entonces eres nuestra vecina”

    “Supongo”

    “Ya veo”

Hasta el momento el único que había hablado era el chico que se había levantado del suelo. Había mantenido la misma expresión, pero en un instante dibujó una sonrisa de oreja a oreja  y desaparecieron sus ojos en dos finas líneas.

“Pues encantado de conocerte. Yo soy Kwon Soonyoung, aunque puedes llamarme Hoshi”

Mi mirada se trasladó al chico alto que no había apartado la mirada del suelo en todo momento. Lentamente levantó la cabeza y me miró, con una expresión mucho más calmada que antes

“Yo me llamo Dk, bueno Lee Seokmin si lo prefieres.”

“Y ese de la tubona” Dijo el que se había presentado como Hoshi, señalando al tercer chico “es Woozi o Lee Jihoon”

“Mejor Woozi” dijo si dejar de mirar a su cuaderno

“Encantada de conoceros.”

Se produjo un silencio incómodo. La verdad es que queria preguntarles varias cosas ‘¿Qué ha pasado? ¿Por qué gritabais? ¿Siempre sois así? ¿Qué le pasa a Woozi?’, pero la vergüenza me estaba comiendo por dentro.

    “Te preguntarás qué está pasando aquí” Hoshi era ahora el que estaba avergonzado y me hablaba sin mirarme directamente.

“Pues la verdad es que sí. Estaba tan tranquila, y de repente ha sonado un estruendo. ¿Qué ha pasado? ¿Estáis todos bien?” ‘Gracias Hoshi, no sabía cómo preguntarlo’.

En un abrir y cerrar de ojos Dk volvió a poner la misma expresión con la que me lo habías encontrado. Sus rasgos afilados aún acentuaban más su enfado.

    “Preguntale a este” Su voz sonó profunda, parecía casi de ultratumba.

    “En serio, no ha sido mi intención, ha sido un accidente, te lo prometo”  Hoshi volvía a hablar con el mismo tono de súplica, pero antes no le había visto la cara. Solo le veía media cara ahora que se había vuelto hacia Dk, pero podría asegurar que tenía una de las caras de perrito perdido más adorable que haya visto nunca.

    “¡¿Cómo le has podido hacer esto a Tania?!” Esto se estaba empezando a desmadrar. ¿Hoshi le había hecho algo a una chica? ¿Tal vez la novia de Dk?

    “Dk calmate, es solo una planta.” Estaba tan fuera de la conversación, que la repentina intervención de Woozi me pilló por sorpresa.

Te acercaste un poco más a la otra galería y por fin viste que en el suelo había una maceta hecha añicos con su respectivo geranio.

Ahora el que estaba haciendo pucheros era Dk y le hablaba directamente a Woozi. “¡Sabes lo que me ha costado que estuviera así de bonita!”

“¡AAAAHHH! Tranquilo, te compraré una nueva” Hoshi ya se estaba empezando a cansar de la situación, ya no tenía la adorable expresión de antes en su rostro.

“¿Cómo pretendes sustituir a Taina por otra? De verdad, estás hiriendo mis sentimientos” Y de hecho parecía herido, parecía casi a punto de llorar, pero la situación era tan ilógica que a mi casi me entran hasta ganas de reir.

“Tania era la sustituta de Maya” ‘En serio, ¿qué hay de interesante en ese cuaderno para que no levante ni un instante la mirada de él?’

“¡Callate!”

“Mira ya lo siento, pero ahora me tengo que ir. Mañana te compro una nueva o las semillas o te invito a comer. Lo que quieras.” Hoshi se marchó sin dejar que nadie le dijera nada más.

Dk se estaba agachando a por su planta y ya veía que la situación se iba a volver a poner incómoda.

    “Bueno… Yo… tengo que volver adentro… tengo cosas que hacer…”

    “Siento que hayas tenido que ver esto”

    “No pasa nada. Te doy mi más sincero pésame.” ‘¿En serio Ale, en serio?, ¿el pésame?, ¿es para tanto?’

    “Muchas gracias” pues sí que parecía para tanto.

    “Y encantado de conocerte, si necesitas cualquier cosa, aquí nos tienes”

    “Ahh… Muchas gracias. Bueno… nos vemos”

Desde luego esta no era la forma con la que esperaba conocer a mis vecinos.