Para algunas personas mirarse a un espejo les resulta contraproducente, les produce incomodidad, inseguridad y miedo de encontrarse a si mismas. En parte, es como si reconocieras todo lo malo que hay en ti, por encima de lo bueno y te dieras cuenta que los errores que adjudicas a otros, son los que has cometido por física estupidez.

Había llegado, por fin, la fecha tan especial para Dara en el que se uniría para toda la vida con la persona que ella había elegido con el corazón y la mente. Había  llegado el día en el que iban a volar mariposas blancas y la gente sonreiría ante su felicidad. No obstante, este día parecía todo lo contrario, estaba lloviendo a mares, sus padres parecían disgustados por la falta de preparación, su prometido no  se separaba del teléfono, las flores de su elección no eran las correctas y el servicio de banquetes había llamado para confirmar que están retrasados, pero eso a Dara le tenía sin cuidado tanto la persona que estaba sentada en la silla arreglándose como su reflejo pensaban en Chaerin. Ella no iba a estar junto a ella… Su orgullo no se lo había permitido.

Hacía casi dos meses que ella y la rubia no se hablaban, dos meses de tortura infligida por ella misma, pues la rubia después del incidente había intentado comunicarse con Dara por teléfono y correo, pero Sandara estaba empecinada en ignorarla. Ahora todo era silencio entre ella. Chaerin dejo de rogarle y la castaña había tenido un ataque de ira ante su indiferencia, rompiendo todo lo que le recordara con el fin de borrar lo que entre ellas hubiese. Pero hay cosas que del corazón no se puede arrancar y muchas veces la traicionaban, los recuerdos.

A pesar de todo, Dara lo único que había hecho era intentar mantener su mente ocupada en el trabajo, en las pequeñas felicidades que le daba su boda,  y en recuperar su amistad con una Minzy herida, que la miraba con desconfianza y reproche, por más que intentaba la menor se sentía fiel a Chaerin no a la castaña a la cual le reprochaba su actitud,  dejándoselo saber dos días antes.

-Debes hablar con Chaerin, ¿vas a permitir que una amistad como la de ustedes se dañe? – le preguntó Minzy

-Ella me mintió

-¿Segura? o ¿tú nunca te quisiste dar cuenta? ¿Cómo es posible que yo siendo su amiga, no su mejor amiga, si lo haya visto?

-¿De qué hablas?

-Uno ve lo que quiere ver y tu esperas algo que no eres capaz de dar…

Dara la miro confundida, sin responder

-Sabes que Dara, las amigas también dan lecciones y yo no te diré lo que tienes que hacer o lo que pasa contigo. Voy a dejar que te des el golpe de tu vida, pero te prometo estar ahí… y sé que Chaerin estará…. Para consolarte… Solo no dejes que se vaya.

La declaración de Minzy la había confundido y ofendido a la vez. Sin embargo en este momento de retrospección, sentada en el tocador viendo como la peinaban se dio cuenta de su máximo error, el ser la primera en pedir no ser abandonada y el ser la primera en abandonar, ¿qué sabía ella de Chae realmente?, tal vez nada. Solo que falló al no permitir una explicación, el porqué era algo que Dara todavía no comprendía o se negaba, porque era incapaz de salir de ese paisaje que se había dibujado al lado de Dong.

Dara cerro los ojos cansada, las manos de la estilista le recordar