“El camino hacía el altar es más largo de lo que pensé”  se dijo mientras caminaba vestida con su hermoso traje de novia, adelante estaba Dong sonriéndole emocionado, esperando por ella.  Al lado de su prometido están los padrinos y frente a ellos, las madrinas.

“Hmmm donde esta Chaerin?”, se preguntó, pues solo veía a Bom y a Minzy vestidas cada una de manera uniforme.

Faltaban pocos pasos para llegar y su prometido estiro su mano para recibirla, pero él no le sonreía. Un anciano comenzó a decir algunas palabras que Dara no alcanzaba a entender, sintió la necesidad de hablar, de decirle que no escuchaba nada pero las palabras no salían de la boca.  Desesperada miró a sus dos amigas y con un gesto facial les preguntó por Chaerin,  las damas de honor la miraron como loca y le señalaron a la persona que se encontraba a su lado.

Dara confundida volteó su cabeza y en vez de encontrarse con una figura masculina, se topó con las cara de una rubia que le sonreía amorosamente, La castaña le devolvió la sonrisa y toco su rostro, “Chae…eres tú” consiguió decir en un susurro. Sin embargo el gesto dulce y apacible de su amiga se transformó en uno frío y sarcástico.

“Era yo… y tú nunca lo viste, poco a poco la cara de Chaerin y todo su cuerpo se fue desvaneciendo lentamente “Adiós para siempre Sandara Park”.

-Noooo!!! No me dejes…..- Dara despertó asustada y sudando a su lado un cuerpo masculino se movía tratándose de despertar.

-Ah?, ah?---- Que pasa?--- Que ocurre? – Dong se incorporó e intento abrazarla para calmarla, pero Dara estaba demasiado asustada y brinco saliendo de la cama, mirándolo como si fuera un desconocido. Molesto por su reacción y por haberlo despertado le lanzó una almohada, que Dara esquivo.

-¿Por qué me miras así?

-Idiota porque me lanzas una almohada

-porque me asustaste, me despertaste y para colmo me miras así…

-¿Así cómo?

-Así, como fuera un desconocido… y no me vuelvas a decir idiota

-¡pero si me lanzaste una almohada!

-Pero si me mirabas como si yo fuera un psicópata – antes que ella dijera algo, Dong se levantó por su almohada y se volvió a echar sobre el colchón, arropándose hasta taparse la cabeza  - Más bien duérmete que tengo que madrugar para ir a trabajar!

- Tú siempre, tienes que madrugar para ir a trabajar, es que acaso no podemos desayunar juntos, ni siquiera me has ayudado con los preparativos de la boda.

Dong se hizo el de los oídos sordos y no le respondió, sabía que si le contestaba iba a salir un montón de reproches y él era un hombre que no soportaba ni la más mínima objeción. Al no obtener respuesta Dara tomo su almohada y se encaminó al sofá, antes de acostarse en este tomo un vaso y se sirvió un poco de leche tibia, se lo bebió para tranquilizarse, pero no lo consiguió, pensaba en la forma en que Chaerin desaparecía lentamente en su sueño.

Desde pequeña Dara soñaba mucho, algunas veces eran buenos y otras se convertían en pesadillas, su abuela le había dicho alguna vez que algunas personas son más sensibles al exterior que otras y que muchas de las cosas que nos afectan se materializan en sueños, ya sea para aprender o como una recomendación que te están dando. Era posible ¿que ese sentimiento de abandono por parte de su mejor amiga la estuviera afectando tanto?  O ella estaba cometiendo un error al casarse. En ese momento ella se dio cuenta de la cantidad de dudas y miedos que sentía, el dar vueltas intentando dormir no la ayudaba. “quien sería el estúpido que dijo que la almohada era para consultar y resolver problemas?”.

Dara abrió los ojos cuando sintió a Dong arreglarse y se levantó, calculo que había dormido unas tres horas, no lo suficiente para sentirse renovada pero por lo menos le alcanzaría para el día y la noche. Era viernes y Bom quería que hoy fuera su despedida de soltera.

Dong la vio acercarse y le regalo un tibio abrazo, que Dara recibió sin mucho entusiasmo, detestaba que la tocaran cuando estaba de mal humor y cuando el afecto parecía obligación. Este fue uno de esos casos.

-Disculpa por lo de anoche

-No te preocupes – le dijo con frialdad

- Hoy es tu despedida de soltera

-Efectivamente, Bom la organizo, estaré con las chicas hasta tarde en un bar. ¿Tienes planes?

-Iré a tomar unos tragos, quizás me aloque un poco – dijo Dong tratando de bromear – y luego al apartamento de mi mamá.

Palabras erróneas para una pareja  disgustada a punto de casarse.

-Dong, ¿Dónde vamos a vivir cuando nos casemos?

-Por lo pronto, Acá en tu departamento – le contesto con frescura, lo cual hizo que Dara frunciera el entrecejo.

-¿No vamos a buscar otro sitio?, es decir, ¿algo en común?

- ¿Para qué? …- Dong pronto detecto que Dara estaba a punto de estallar y en verdad él no se sentía con ganas de iniciar una discusión – Me refiero que por ahora, mientras nos acomodamos a nuestra vida conyugal vivamos acá, más adelante, sin prisas buscamos algo que nos guste a los dos. No te compliques, siempre hay opciones. Lo importante es que Te amo…. Bueno me tengo que ir.

Dara no tuvo tiempo de replicar quería decirle que si esas opciones eran irse a vivir con su mamá o esperar hasta que él se cansara de apropiarse de su apartamento; Sin embargo, ella había sido lenta en pensar y contestar, como siempre le ocurría con él.

Dara volvió a dudar.

“Es el miedo, nada más, necesito hacer algo diferente, pensar en otra cosa. Es bueno encontrarme con las chicas”

…

Contrario a lo que pensaba su mejor amiga, Chaerin no estaba segura de ir a la despedida de soltera de quien ella creía, no, estaba segura era el amor no correspondido y prohibido de su vida.

-He de decirte que no sé si esto sea una buena idea – le dijo Minzy

-Me leíste el pensamiento –

Ambas habían salido del edificio donde trabajan con rumbo al bar donde se encontrarían con las otras dos.

-¿Te he dicho alguna vez, que manejas horrible? – le confesó Minzy que se sujetaba con fuerza de la mancorna que se encontraba en la parte superior de las ventanas del coche - ¿obtuviste tu licencia por medio de un simulador o jugando San andreas?

Chaerin se rio.

-Lo siento… ¿Qué es San andreas?

La menor suspiro ante la ignorancia de su amiga.

-Es un videojuego, en fin… ten cuidado con el perrito – le avisó mientras Chaerin esquivaba un cachorro asustado  que intentaba pasar la calle.

- Alguien debería enseñarle a los perros a pasar las avenidas – Dijo CL asustada

-Ajam… seguro… veo que la tecnología te atropella, pero con tú auto pues atropellar a cualquiera- Bromeo Minzy, que se llevó la mano al corazón sintiendo como le latía con rapidez.

-Es que estoy nerviosa…

-Yo también, le podrías bajar a la velocidad…

-Oh!

- Es que acabamos de alcanzar a Flash. ¿Ahora no me digas que no sabes quién es Flash?

CL golpeó con brusquedad el brazo de su amiga, luego aminoro la velocidad. Por lo general ella era muy precavida en otros aspectos de su vida; sin embargo, al frente del volante, el descontrol se apoderaba de su cuerpo  y si a eso le sumabas el miedo que tenía de emborracharse y que por ello metiera la pata…

-Es comprensible que tengas miedo- dio Minzy

-Ah?

-Tus nervios… hoy puedes meter la pata. Hay una probabilidad bastante grande que te emborraches te pongas de bocona y ahí te dé por revelar tu secreto –

-¿Qué te dio tu mamá de pequeña, que adivinas el pensamiento?

Minzy se río

-Sé que te sentirías de lo peor – le dijo Minzy mirándola – pero de todas manera ¿ya no te sientes mal?, tanto secreto y al fin y al cabo, ella se va a casar… Chae la verdad siempre sale a la luz

-Tengo un mal presentimiento

-Y me lo dices a mí

-Llegamos,  ¿Dónde se supone que debo parquear?

-hmmm no sé… otro misterio, que me corroe las entrañas… en todo caso en un sitio donde no se te olvide donde dejaste el auto.

-Ahh tan joven y tan sabia

- Y bella, hazme justicia

Chaerin entorno los ojos.

Después de un rato y siguiendo los consejos de Minzy, Chaerin estaciono en un sitio de fácil recordación, pronto se bajaron del auto y se dejaron golpear por un viento frío que le anunció a Chaerin en lo más profundo de su corazón, que iba