Tres meses se pueden pasar volando cuando a las manecillas del reloj se les da la gana de moverse. Durante este tiempo Dara no había recuperado la voz, lo que la sumió en una intensa depresión.

A pesar de los esfuerzos de sus amigas; Dara no lograba encontrar un equilibrio en su vida y se sentía a cada momento fuera de lugar. Su autoestima estaba por el suelo, su carrera se había estropeado debido a la multitud de habladurías y escándalos, su ex esposo estaba recluido en un centro psicológico y el amor de su vida se paseaba sonriente tomada de la mano con su novia. Para colmo de males; Chaerin, Jessica, Minzy y hasta Bom, se iban a Los Ángeles  en una semana. ¿Y ella? Que le quedaba ¿Morirse?

“Sería tan fácil tirarme desde este balcón, librarme de todo…” pensó Dara mirando hacía el vacío, de pronto escucho unos pasos que corrían hacia ella y unos brazos que la abrazaban con fuerza, la esencia y la respiración le eran familiares. Chaerin la sostenía con fuerza apoyando su barbilla en el hombro de la castaña.

-Ssandara Park, ¡no mires hacía abajo! – le susurró al oído – no mires hacía abajo, porque ahí no están los que te queremos, ¿dime que no estabas pensando en lo que creo?, porque si es así… te aseguró que me hubieras llevado contigo.

Chaerin la tomo de los hombros y la giró. Dara la miró sorprendida con lágrimas en los ojos, no se había dado cuenta, del momento en que  la platinada había entrado a la habitación. Esta observo la mirada casi perdida y húmeda de su amiga recordando que el doctor le había advertido con anterioridad que una cosa así podría pasar. Era típico de los cuadros depresivos las ideas de suicidio y furia, Chaerin las había visto a ambas en este lapso de tiempo.

El doctor también le había explicado que aunque los golpes por parte de Dong y el choque en el auto lastimaron las cuerdas vocales y la capacidad de habla de Dara, esta sería capaz de hablar en unas semana con terapia; sin embargo esto no había funcionado y al parecer la razón de su silencio se debía a un shock psicológico que la afectaba. El miedo y la violencia la habían callado.

CL no sabía cómo cambiar ese miedo, pero no se daba por vencida. Ella estaba consciente de que su pareja era Jessica y durante todo este tiempo procuro darle su lugar, pero no podía negarse que aunque su novia no opacaba el amor que sentía por Dara, sí se había ganado una parte de su corazón, con ternura, paciencia, comprensión y hasta su actitud hacía Dara. Siempre positiva.

La misma Jessica, dos noches antes le había propuesto a Chaerin llevarse a Dara con ellas. La castaña podría tomarse un año sabático mientras se recup