Después de  unos 15 o 20 vestidos, Dara y Chaerin lograron salir de la boutique, una más satisfecha que la otra.  La castaña había encontrado el vestido soñado y se encontraba emocionada, pronto lo llevaría puesto para la persona que ella consideraba la indicada. La segunda en cambio quería darse de topes con las paredes.

-Nunca pensé que casarse fuera tan extenuante, prometo firmemente nunca llegar a ese punto- comentó la rubia mientras caminaban con rumbo al restaurante donde se encontrarían con Bom y Minzy- Estoy cansada físicamente- “y emocionalmente” pensó para sí.

-¿Cómo nunca te vas a casar?, ¿qué vas a hacer cuando encuentres al indicado y este quiera dar un paso más en la relación-  Dara le tomó del brazo  para caminar de gancho

“indicada… y eres tú” contestó en silencio chaerin mientras su mente flotaba, ella nunca le había dicho a su amiga que desde hace un tiempo había perdido el interés por los hombres, es más ella omitió su relación con una bella estilista que le había roto el corazón sumiéndola en la completa soledad y confusión. Ahora ella se encortaba perdidamente enamorada de quien se convirtiera  en su mejor amiga, confidente y casi hermana.

-Bueno, para ser sincera, no entiendo porque el matrimonio es el paso necesario a seguir en una relación. Entiendo el hecho de vivir juntos y  ni eso, porque a veces ni legalmente es conveniente. Pero si lo piensas bien el matrimonio tampoco lo es. He visto que este acto se ha convertido en un papel más y la gente lo ve como si fuera un requisito en tu hoja de vida – Afirmó convencida la rubia.

Dara giro la cabeza para mirar a su amiga y con seriedad preguntó

-¿Crees que me caso con Dong solo porque es lo que me hace falta en mi hoja de vida?

Chaerin aguardo un momento antes de responder, porque no sabía si el tono que había usado la castaña era de sarca