Capítulo IX

Un viaje

Cerca del muelle de Santa Mónica se encuentra un señor quien se encuentra algo impaciente sentado en una de las bancas del lugar, no dejaba de ver para todos lados, su rostro mostraba mucha preocupación, así como miedo. Aquel señor vestía un traje color negro, con camisa blanca y corbata negra, sus zapatos italianos del mismo color aunque algo llenos de tierra. Su mirada no era fija siempre la movía de un lado a otro, del señor que vende helados, a la señora que vestía un vestido muy ridículo a un grupo de niños jugando tranquilamente.

 

-Hola Hwang ¿Cómo has estado?- dice un hombre vestido con unos vaqueros y camisa blanca, zapatos negros.

-Kim, al fin llegas.-

-Leo solo he tardado diez minutos, el trafico aquí es horrible.-

-Lo se Chul Moo.-

-Bien dime ¿Qué sucede? ¿Por qué vistes así?-

-Mis padres murieron ayer, hoy los hemos enterrado.-

-Lo lamento mucho amigo, ¿puedo ayudarte en algo?-

-De hecho sí, me mudare a Corea en unos días y quiero pedirte que regreses conmigo.-

-¿Qué?-

-Me dijiste que regresarías en cuanto terminaras la carrera aquí.-

-Es cierto, volveré a Jeonju pero ¿realmente quieres irte a Corea?-

-Sí, mis padres murieron y al igual que tú ya termine la carrera, quiero ejercerla allá.-

-Bien, les diré a mis padres que volveré antes para que nos recojan.-

-Gracias amigo.-

 

Los años pasaron y ambos vivieron tranquilos, conocieron a un par de mujeres con las que después de un año se casarían. Pasados dos años de matrimonio ambos matrimonios tuvieron a su primer hijo, una niña de los Hwang, quienes fueron los primeros en casarse. En cuanto a los Kim un niño, ambos hombres se veían muy felices de poder tener una familia y un trabajo estable.

 

-Chul Moo, gracias por todo pero ya que mi hija cumplirá seis años y mi mujer espera al segundo creo que lo mejor será irnos y vivir en otro lugar.-

-Lo entiendo amigo, mi hijo solo tiene dos meses de nacido y entiendo que tu mujer e hija sean importantes así que solo espero tener noticias tuyas.-

 

Leonard Hwang tomo a su esposa e hija y se fueron del país, regresando a la antigua casa de su familia que seguía al su nombre pero se encontraba completamente vacía, ya que era el único de aquella familia aún con vida. Pasados cuatro meses nació su segundo hijo. Con el recién nacido y una decisión tomada, Hwang abrió un despacho de abogados cerca de su casa. Los años pasaron y la mayor de los niños Hwang ya cumpliría diez años.

 

-Buenas tardes bienvenido al despacho del licenciado Hwang ¿en qué puedo ayudarlo?- dice una señora entre sus cincuenta, sentada frente a un escritorio y una máquina de escribir, dirigiéndose a un señor de tez blanca y pálida, en un tono algo azul como la de un muerto, sus ojos eran negros como el mismo universo, su cabello corto y rojo como el fuego, vestía un traje completamente blanco, así como sus zapatos y camisa pero su corbata era marrón.

-Me gustaría contratar los servicios del licenciado.- dice con una voz ronca y gruesa y sombría, tanto que la señora sintió escalofríos.

-¿Tiene una cita?-

-No.-

-Disculpe pero es necesario…-

-Señora es urgente así que déjeme pasar.- aquella voz subió de tono que retumbaron las paredes de madera incluso los vidrios de las ventanas y anaqueles crujieron.

-Señora Moore ¿Qué sucede?- sale un abogado algo alterado.

-Licenciado, el señor desea hablar con usted pero no tiene una cita.- ante las palabras de la señora Hwang ve aquel que ocasiono el alboroto, en el momento que lo miro a los ojos sintió un frio dolor recorrer su espalda.

-Su nombre señor.-

-Soy Ivar Asbjorn, y soy el dueño de una empresa de préstamos, necesito un abogado.-

-Adelante señor.- Hwang no sabía porque pero debía aceptar el caso aunque aún no sepa de qué se trata. –Explíqueme ¿Qué sucede?- pregunta ya sentado en su escritorio mientras que aquel señor que parecía medir dos metros y de cuerpo musculoso seguía de pie. – ¿No gusta sentarse?-

-Así estoy bien.- comenta con esa voz que ocasiona mucho miedo y desconfianza. –Necesito de un abogado ya que uno de mis empleados ha sido acusado de asesinato y necesito un buen abogado.-

-Señor lamento decirle que este bufete no atiende casos de asesinatos, nos encargamos de cosas financieras así como testamentos y…-

-Se está negando.- su tono que ya era terrorífico se ha vuelto más.

-Señor lo que quiero decir es que no tenemos experiencia con ese tipo de casos.-

-¿Lo hará o no?- a pesar de ser una pregunta se escuchaba más como una sentencia, Hwang sentía cada vez más miedo.

-Veré que puedo hacer señor Asbjorn, debido a que no es mi área hare lo mejor posible.- a pesar de no tener conocimiento sobre ello acepto ya que la sensación que aquel sujeto emanaba era muy terrorífica.

 

Pasaron los días y aquel señor nunca regreso, los papales del caso eran enviados por mensajeros, las visitas que le hizo al sospechoso eran acompañado de un hombre de la misma complexión y altura que él, incluso el acusado se veía muy débil para las acusaciones, según el expediente, fue capaz de matar con sus propias manos a dos hombres bastante fuertes, solo con un cuchillo, el caso se veía demasiado fácil incluso para un abogado financiero. Armo la defensa y toda la evidencia apuntaba a que era inocente.

 

El día del juicio llego y la forma de hablar de Hwang junto con todas las pruebas fue suficiente para lograr la libertad de aquel supuesto asesino. Los días pasaron y debido al gran miedo que el señor Asbjorn provocaba no sabía cómo se le pagaría.

 

En una tarde tranquila el hombre ya libre, junto con uno de los mensajeros llegaron cargando ambos un par de bolsas de viaje, ambos lograron pasar a la oficina de Hwang, quien tranquilamente revisaba unos documentos.

 

-Buenas tardes abogado.-

-Señor Kondran, que gusto verlo fuera de la cárcel y de los juzgados.-

-Es gracias a usted.-

-Solo cumplí con mi trabajo y ver que lo inculparon de manera injusta lo hizo más sencillo.-

-Bien eso no importa, lo relevante en este momento es que el señor Asbjorn nos ha enviado a darle su pago por lograr mi libertad.- ambos hombres colocan las cuatro maletas de viaje en el escritorio de Hwang, las abren y el contenido ha dejado al abogado sorprendido y nervioso, incluso su habla se perdió. –El señor Asbjorn cree que es muy poco, así que si usted piensa lo mismo digamos y mañana le traeremos lo demás.-

-¿Pu…puedo saber cuánto es?-

-Son quince millones de dólares.- como si la cantidad fuera una bala el Hwang sintió caer por impacto.

-Es demasiado.-

-El señor Asbjorn y yo estamos muy agradecidos por su ayuda, por cual insisto que es suficiente espero y esto sea ideal para usted.- sin decir más ambos hombres salen, dejando a un abogado muy sorprendido y aun nervioso.

 

Sabía que el negocio del señor Asbjorn era legal y que no tenía nada malo de tras pero aun así esa cantidad de dinero lo hizo sospechar. A pesar de ello ingreso todo eso en cinco cuentas diferentes.

 

Los meses pasaron y el señor Kondran o el señor Asbjorn regresaron así como ninguno de los mensajeros aquellos meses fueron tranquilos que se convirtieron en dos años y pronto su tercer hija nacería en tan solo tres meses.

 

-Abogado Hwang me alegro encontrarlo.- dice aquella voz que creía olvidada.

-Señor Asbjorn, es increíble verlo de nuevo, ¿a qué debo su visita?-

-Lamento que sea yo quien tenga que venir pero Kondran se ha metido en otro malentendido, tú lo has ayudado y salió libre, te pido sacarlo de este lio y serás muy bien compensado.-

 

El señor Asbjorn le dejo el expediente de Kondran quien esta vez parecía en un asesinato de una mujer y su hijo, esta vez la evidencia era suficiente para que fuera condenado pero había varias cosas que no concordaba con ella por lo cual logro que fuera libre una vez más, aun así este juicio fue difícil.

 

Después de un mes recibió el dinero por aquel trabajo, solo que esta vez no solo fueron quince millones, sino que eran cincuenta, junto con acciones en una empresa de música. Hwang sentía que aquella relación que tenía con ese grupo de personas era algo peligroso pero sentía que sino hacia lo que le pedía sería una condena de muerte.

 

Los meses pasaron y su pequeña hija nació y como si el ciclo comenzara nuevamente no supo nada de aquellos sujetos, por dos años vivió sin decirle a su esposa e hijos la razón de porque no trabajaba por semanas, ya que pensaban que se debía a que había ganado varios casos. Para evitar que la gente y su familia notaran que tenían demasiado dinero compraba las cosas con determinados espacios de tiempo.

 

El ciclo nuevamente termino y el señor Asbjorn regreso pero esta vez el caso contra Kondran era demasiado difícil que tuvo que pedir ayuda a muchos de los mejores abogados del país para que lo asesoraran, todos le dijeron que era imposible ya que la evidencia y testimonio indicaban que sí había matado a cinco personas y que se había bebido la sangre de ellos, incluso le aconsejaron que no siguiera. Lamentablemente esa una opción que no podía tomar, armo como pudo el caso y con demasiada esperanza espero que sus palabras fueran suficientes para lograrlo. Esta vez el juicio tomaría casi un año en llegar a su fin.

 

-Leo ¿Qué sucede? Te ves muy nervioso.-

-Cariño hace cuatro años un señor apareció en el despacho y me pidió liberar a un hombre acusado de asesinato.-

-Pero tú no eres abogado judicial.-

-Eso le dije, aun así acepte, revise el expediente y todo indicaba que fue algo planeado para que pensaran que él lo hizo, la evidencia y testigos eran solo circunstanciales y logre ganar el caso, después de un mes el hombre que saque de prisión me llevo en unas maletas el pago, eran 15 millones en efectivo.-

-Por Dios Leo.-

-Pasaron dos años y no supe nada de ellos hasta que reapareció con el expediente del mismo hombre e igual un caso de asesinato pero las pruebas eran mejores, aun así gane.- La mujer veía a su esposo esperando que continuara pero su rostro mostraba mucho miedo. –Me pago con 50 millones, así como con acciones en una empresa de música.- El rostro de su esposa denotaba mucha sorpresa. –Hace poco regreso con un nuevo caso sobre el mismo sujeto solo que esta vez las pruebas y testigos alegan que fue el mismo que defendí, fui con los mejores abogados y todos me dicen que es imposible ya que el realmente lo hizo. No sé qué pase si pierdo el caso pero quiero que me entiendas, hice todo lo posible pero ellos son personas de las cuales se les puede tener miedo.-

 

El tiempo paso y con el llego el ultimo día frente al juez y jurado, las cosas desde el inicio fuero difíciles, así que era muy obvio que el juicio fallaría en contra del acusado, y así fue. Hwang sentía como su alma se iba cuando su cliente le dijo: “Tú y tu familia pagaran por tu incompetencia estúpido abogado.” Esas palabras le rondaron la cabeza por días, tanto que llegaron a convertirse en un año, el tercer año de su hija.

 

El día de la fiesta de la pequeña Hwang, llego un paquete con un regalo para la menor, su madre lo recibió y vio que el remitente era Ivar Asbjorn, al abrirlo encontró una pequeña caja de plata junto con una nota dirigida a Leonard. La señora le entrego la cajita a su hija y la nota la dejo en uno de los muebles, a pesar de la edad de la niña logro abrirla, que dejo salir un humo negro, el cual fue inhalado por la pequeña. Durante dos horas la pequeña niña no dejaba de llorar ya que en su abdomen tenía una gran marca de quemadura, los Hwang ya se encontraban en el hospital pero el medico solo logro detener el dolor pero aquella cicatriz no tenía explicación. Los días pasaron, Hwang se encontraba en su oficina, así como su pequeña hija.

 

-Abogado es que bien que lo encuentro.- esa voz hizo temblar a Hwang.

-Señor Asbjorn, ¿a qué debo su visita?-

-Quería saber si su hija ha recibido en regalo que le envié.-

-¿Regalo?- en ese momento la pequeña jugaba con varias muñecas que tenía dentro de una caja de plata.

-Veo que sí, además que se encuentra abierta.- el señor Asbjorn mostraba una sonrisa terrorífica. –Dígame ya ha leído la nota ¿o no?-

 

Aquellas palabras fueron las últimas ya que Asbjorn desapareció frente los ojos del abogado, quien ahora no dejaba de pensar en que aquel sujeto y sus empleados eran un peligro y en ese momento noto que ni siquiera parecían ser humanos.

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Comments

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Judithp
#1
Chapter 14: No soy de México :/:c
Judithp
#2
Chapter 13: Ya lo extrañaba el fic, aunque esta tranquilidad me pone los nervios de punta... Siento que se viene algo grande
LlamaAmerica #3
Chapter 13: Uhhhhh apareció ese cejon vv
LlamaAmerica #4
Chapter 12: Este fic es genial enserio!!! :3
LlamaAmerica #5
Chapter 12: Cachete de bebe? XD jajajajajaja el típ para verse joven??

Jajaja actualiza pronto!!! Está cada vez mejor!!
Judithp
#6
Chapter 11: Aaaáaáaáhhhh!!!!!! Porque la dejas interesante :c
El proximo capitulo es intrigante añfkdlglsrksdlskfls
Actualiza pronto , es genial que allas regresado ❤
LlamaAmerica #7
Chapter 11: Ahhhhh enserio es una genial historia y cada vez se pone muchooo mejor ojalá y la puedas terminar igual que las otras!!!
Judithp
#8
Chapter 10: Algun dia regresaras??? :((
Es muy buena la historia como para dejarla asi :((
LlamaAmerica #9
Chapter 9: Entonces es un embrujo o que?? D: