Su rostro se veía muy casado además de que aquellas ojeras se denotaban aún más debido a la gran preocupación que siente, llevamos dos días en esta casa, la situación con respecto a los seres sigue igual no han aparecido, quizás todo termino y ya no tendremos que seguir huyendo, podremos estar fijas en un solo lugar, disfrutando de nuestra vida sin que nada ni nadie interfiera, pero ella no piensa igual, siempre dice que esto es muy extraño y que puede ser muy peligroso.

-¿En qué tanto piensas para que me veas de esa manera?-

-En lo mucho que hemos cambiado desde que inicio todo esto.-

-Vamos Tiff, dime ¿Qué te sucede? Te conozco de toda la vida.- Desde que llegue a casa de los Kim, Tae y yo hemos sido muy unidas, siempre sabe que es lo que me sucede así como yo sé lo que ella siente. – ¿Me dirás la verdad?-

-Bien, Tae creo que esto de los seres y el dragón ya termino, y pienso que deberíamos quedarnos aquí o regresar a casa, regresar a Jeonju.- en su mirada veía un tono sombrío.

-Sabes que para mí tu seguridad es lo más importante, la idea de que esto llegue a terminar sería lo más deseado para mí, porque significaría que tú y yo al fin podríamos seguir con nuestras vidas, pero por más que desee que esto sea real, no lo es.- cada una de las palabras dichas por ella se sentían muy crudas y llenas de dolor. –Fanny me duele mucho decir esto pero tenemos que seguir con el plan de irnos del país, cuando lleguemos a Canadá buscaremos las personas de quien nos habló papá, ellos nos ayudaran para vivir seguras.-Sentía demasiado miedo de darme cuenta de que Tae tiene demasiada razón. –Tiff, recuéstate necesitas descansar.- desde la cama hacía gestos y señas para acostarme a su lado, no me importaba nada cuando ella mostraba esas caras, cuando desea sentirse tranquila, me quede a su lado y me abrazo. –Siempre ha sido mi cura el sentirte entre mis brazos, desde que éramos niñas, y te daba miedo las tormentas y la oscuridad, siempre te recostabas conmigo y me pedias que te abrazara.- Ante sus palabras los recuerdos invadieron mis pensamientos.

-Tenía cinco años, era normal para una niña de esa edad.-

-Seguías haciendo eso hasta que cumplimos catorce.-

-La verdad deje de tenerle miedo cuando tenía diez.-

-Entonces ¿Por qué seguías durmiendo conmigo?-

-Me encantaba dormir contigo, me sentía segura.-

-Así que fingías tener aun miedo, solo para dormir conmigo.- su tono alegre me provocaba mucha felicidad así como estar entre sus brazos. –La verdad a mí también me gustaba poder dormir contigo, más cuando me sentía muy estresada por la escuela y los ensayos.- su abrazo se sentía muy acogedor y me sentía llena de felicidad el poder estar en esta situación con la persona que más amo, ante mis pensamientos suelto un suspiro. – ¿Por qué el suspiro?-

-Me siento tranquila y feliz, me hace sentir como si nada hubiera pasado.- su abrazo se intensifico y ahora sentía, no solo tranquilidad sino también amor.

-En unos días será tu cumpleaños, ¿te gustarías que te preparara algo especial de comer?- sus palabras me sorprendieron, me separe de ella para poder verla directamente a los ojos y notar que tenían un brillo muy especial. –Dime ¿quieres algo especial para comer? Puedo revisar las casas y tiendas cercanas para ver que hay y puedo prepararte algo delicioso, solo di lo que te gustaría.-

-Lo único que quiero es…- Lo único que quiero estés a mi lado, te amo. –un pastel de fresas.-

-Mhmm, bien lo hare, tenemos suerte que aquí tengamos lo que necesitamos, así que lo hare para ti.- aquel brillo de los ojos seguía persistente. –Tiff dime ¿realmente que es lo que quieres?-

-Eso, quiero un pastel.-

-Tiffany hay algo que desde hace tiempo he querido decirte.- la sentía muy nerviosa. –Pero debido a varias cosas no he podido.- la vi suspirar como tratando de soltar el estrés. –Yo…- De la nada se escuchó un extraño estruendo, algo muy parecido a un derrumbe, seguido de otros ruidos muy parecidos pero de menor intensidad. – ¿Qué demonios ha sido eso?- Con gran rapidez sale de la cama para dirigirse a la ventana, miraba de un lado a otro y bajo furiosa, la seguí y veía como tomaba nuestras cosas así como una maleta que estaba en esta casa y coloco varias cosas de esta casa.

-¿Qué haces?- le pregunto mientras ella seguía metiendo ropa, alimentos y muchas cosas más. –Tae respóndeme ¿Qué haces?-

-Tomaremos las cosas necesarias y nos llevaremos la camioneta que está a dos casas.- seguía de un lado a otro tomando  metiendo cosas.

-Tae tranquila dime ¿Qué fue lo que viste?-

-Nada.-

-Entonces ¿Por qué te comportar de esta manera?-

-Porque siento que las cosas en este lugar serán muy peligrosas, así que toma tus cosas y vámonos.- sentía aquel tono frio, serio y lleno de miedo, tanto que no podía dejar sentir algo de terror por su reacción.

Mis emociones se encontraban a flor de piel, Tae subió las cosas a la camioneta y condujo a una velocidad demasiado alta, que sentía que nos saldríamos del camino, pasamos por aquellas torres en forma de piezas de ajedrez, y note varias luces algo lejanas pero eso no fue lo que provoco en mi un escalofrió, aquella torre en forma de caballo se veía muy terrorífica, ya que podía parecía el esqueleto de un caballo, además de que la estructura era hecha de huesos.

-¡Oh por dios!-

-Deja de verlo.- decía Tae mientras seguía conduciendo a toda velocidad. –No la veas y deja de pensar en lo que son esas luces.- el miedo comenzaba a apoderarse de mí. –Tiff escucha, nada pasara pero tienes que dejar de ver lo que sucede y pensar en todo lo malo.- mi respirar era cada vez más rápido. –Fanny te amo.- esas palabras se escucharon irreales. –Te amo y necesito que dejes de pensar en lo que sucede.-

-¿Cómo que me amas?- me sentía confusa, no sabía si lo que decía era real o solo algo para distraerme. –Dime, ¿a qué te refieres con que me amas?- La veía concentrada en el camino y sin disminuir la velocidad tomo mi mano.

-A eso, te amo y siempre lo he hecho, eres mi hermana y siempre te protegeré.- por un momento pensé que diría otra cosa, ella solo me quiere como a su hermana menor.

Me sentía como una gran idiota, ella siempre fue la mujer que he amado y solo ve me como a su hermana menor, no podía creer que fui tan tonta como para no darme cuenta que Tae no ve como una chica, solo como su hermana. Después de horas conduciendo llegamos a las afueras de Incheon, Tae detuvo el auto y la note algo nerviosa.

-¿Qué sucede?-

-Sé que dije que eres mi hermana y eso no me agrada.-

-¿Por qué?-

-Porque te amo, y porque eres mi hermana, quizás no compartimos sangre o apellido pero desde los cuatro años nos hemos visto así, bueno al menos para mí solo fue hasta los doce.- no entendía nada pero sabía que trataba de decir algo. –Tiffany te amo y no como a una hermana, sino como una mujer y quizás tu no sientas lo mismo…- no quería escuchar mas así que la calle besándola, me sentía feliz y llena de vida, sentía que podía volar y hacer cualquier cosa, me sentía en las nubes.

-Yo también te amo.- le digo al separarme. –Me siento en las nubes.-

-Igual yo.- me sonríe pero desaparece cuando sé quedo viendo algo.

-¿Qué sucede?-

-El auto no está.- me doy la vuelta y realmente no está pero no es lo único que no está, el paisaje se veía diferente como si… –No puede ser.- dice mientras baja la mirada. – ¿Estamos flotando?- era algo increíble Tae y yo flotábamos.

-¿Cómo es posible? Tae yo no puedo hacerlo.-

-Mi padre me dijo que dependiendo de la situación y de mis emociones aparecerían nuevas habilidades.-

-¿Entonces puedes volar?-

-Eso parece.- Mientras tratábamos de entender lo que sucedía algunos ruidos parecidos a lamentos se hicieron presentes, a lo lejos se veían siluetas de personas, todas ellas llevaban antorchas. –Es momento de irnos.-

-Tae ¿Cómo bajaremos?-

-No lo haremos, usa tus poderes y saca las cosas del auto, no las dejes caer, no iremos al muelle volando.-

-Es la primera vez que vuelas.-

-Lo se.- su cara se tornaba más preocupada y sentía como se tensaba. –Demonios estamos descendiendo.- en segundos ya tocábamos el suelo, Tae se veía muy nerviosa. –Sube al auto nos iremos de aquí.-

-¿A dónde? Las sombras vienen detrás y el único camino es la ciudad.-

-Iremos al muelle, aunque para ello tengamos que atravesar la ciudad.- no dijo más y en cuanto ambas entramos al auto, acelero y por varios minutos las cosas iban tranquilas, las sombras ya no estaban y eso logro relajarme, así como a Tae quien bajo la velocidad. Falta mucho aun para el muelle pero al menos ya no estaban las sombras. –Bien solo necesitamos llegar antes del anochecer y podremos irnos de aquí.- decía mientras mostraba una sonrisa, que me tranquilizo, al menos solo unos segundos, ya que freno repentinamente, enfrente había bestias dormidas. –Esto debe ser una broma.- nos encontrábamos rodeadas de bestias todas dormidas.