Las vueltas que da la vida.
What Is Love?
La tensión seguía a tope para Akemi por el peso de la decisión que debía tomar, tanta es su presión que no se daba cuenta de que el resto de presentes asesinaban con la mirada a su novia.
Nozomi tenía todo en contra, casa ajena, de la chica que tanto fastidio en el pasado, cualquier movimiento estúpido y le darían su merecido sin que pudiese meter las manos, si, tenía miedo y odiaba verse en ese estado.
Akemi se mantenía en silencio sin poder tomar una decisión provocando que la dueña de la casa perdiera la poca paciencia que aún le quedaba.
—Eh tenido suficiente. —Para Elli el silencio evidenciaba una elección que no es ella, a punto de correrla de su casa Nozomi se pronunció con violencia, mandándola al infierno y lanzándosele a golpes.
La actriz se perdió al intentar aquello, tenía segura una paliza, por suerte Akemi intervino y la jalo contra sí, alegando que no se debía llegar a tal cosa y saliendo al tiempo, estaba claro que las palabras no iban a ser entendidas.
Tuvieron suerte de poder abandonar la casa y subirse al auto de la actriz, con la adrenalina a tope esta puso marcha, con dirección al apartamento de la modelo.
—¿Pero tú estás loca? —Su cuerpo temblaba, las chicas sedientas de venganza pudieron masacrarlas.
—¡Ella es la loca! No tiene porque ponerte a elegir, los problemas son conmigo, tú debes verte arrastrada.
—Es tu culpa. Le hiciste lo que le hiciste y aun así te presentaste en su casa y nunca me contaste que la atacaste.
—Porque forma parte de mi pasado. ¿Acaso tú me has contado el tuyo?
—Lo hice. Conoces lo que pase con Jessica, te he contado como es mi familia.
—Mi pasado es oscuro, no quiero recordarlo.
—Sí que es oscuro. —Su decepción fue bien percibida.
—Ya no soy así.
Se dio un silencio breve para que le devolviera. —Eres una sínica.
—¿Qué? ¿Quieres que te devuelva con ellas? Son a ellas a quienes eliges, a ellas que te condicionan.
—Ni siquiera sabía a quién elegir. Me diste el discurso de no dejarme hacer bullying cuando tú eras una abusadora. ¿Cómo esperas que me sienta?
—Precisamente por eso te lo doy, no es como si estuviera orgullosa de mí.
—¿Y por qué no te disculpaste? —Sonaba tan sencillo más no lo era.
—¿Crees que ella quiere una disculpa? Me quiere hundida por eso te puso a elegir.
Otro silencio estaba vez más duradero, en parte Nozomi tenía razón y Akemi ya empezaba a pensar con claridad o eso creía ella.
—No es el bullying lo que estoy sufriendo, si así fuera de verdad que las hubiera elegido sin dudarlo.
Nozomi no pudo seguir conduciendo, aparco el auto y tuvieron oportunidad de verse cara a cara, enfado vs decepción.
—Bájate y ve con ellas, nada te lo impide. —Era la enfadada.
—¿Por qué lo hacías? Quiero saberlo, ahora mismo eres todo con lo que estoy en contra, una persona que hace daño.
—Ya no hago daño. —¿Por qué le es tan difícil entenderlo? Es su cuestión. —Cuando entre al mundo del modelaje era muy ingenua, se rieron de mí y preferí atacar que llorar en un rincón, solo me defendía.
—Eso no fue lo que ellas dijeron. —Lo recordó como un, nos atacaste.
—Sucede que pronto me hice bastante famosa, por lo que muchas se hicieron mis seguidoras. Era como una reina, así que fastidiaba a las nuevas o aquellas que no eran mis seguidoras.
—Por lo que se, Elli inicio primero que tú.
—Ya estaba ahí cuando yo llegue. —Asintió y tomo aire para sacar lo siguiente. —Nunca me molesto y en mi asenso obviamente no me siguió, como no era mi seguidora fue mi blanco.
—Por no ponerse a tus pies se ganó tu enemistad, parece irreal. —Para su desgracia era real y solo podía acrecentar decepción.
—Hay otra cosa. —Se mordió el labio y levemente agacho la mirada. ¿Qué más? Se preguntó Akemi, estaba por saberlo, esos ojos de los que estaba enamorada se volvieron a posar en su rostro. —En ese tiempo yo estaba envidiosa sobre las modelos de múltiple nacionalidad, me era injusto que por tener padres extranjeros y rasgos occidentales se ganaran fama y fueran queridas. Las odiaba.
—¿Me estás diciendo que eres racista?
—Si fuera racista ni siquiera estaría contigo.
—Esto está muy mal. —La maravilla se estaba destruyendo.
—Cambie desde que soy actriz, ese mundo es diferente. Desde entonces crecí bastante.
—¿Ahí que secretos tienes?
—He aceptado citas con directivos, soportado conversaciones pobres y estúpidas, debiendo rechazarlos como si ellos me hicieran un favor. Fuera de eso ya no hay secretos.
—Tengo tres nacionalidades.
—Lo sé.
—¿Cómo estas con eso? —Ya no podía verla de una buena manera.
—No soy racista, en aquel tiempo era joven y tenía pensamientos estúpidos, ya no soy así. Debo aceptar que enamorarme de lo que antes rechazaba es irónico.
Akemi estaba ahí con una expresión que a Nozomi le decía “la has perdido”, podría ser el karma por sus pecados del pasado.
Después de que Jessica precisará su relación con Tiffany y le besara, Krystal dejo de hacer preguntas y las invito a pasar. A la mayor le sorprendió ver empleados en casa, incluso una niñera, que pronto descubrió que en realidad era la empleada de la cocina. No es que Krystal tuviera una vida repleta de lujo, la razón de los empleados en casa era para aparte de que no tuviera que hacer más que cuidar de su bebe no estuviera sola, ya que Eiji volvía casi siempre por la noche.
La relación entre las hermanas Jung tomo su curso antiguo, hasta Tiffany se vio en medio de ambas cuando la menor aplico pequeñas bromas a su hermana de no mucha paciencia. Se habían pasado un día de risas y cuando Eiji volvió a casa tampoco hubo tensión, más que sorpresa por verlas.
Jessica y Tiffany tenían en mente pasar la noche en un hotel, cosa que los esposos obviamente no permitieron, dejándoles una habitación.
—Esta familia sí que es rara. —Jessica inicio la conversación.
—¿Por qué lo dices? —Abrió la maleta para sacar el pijama.
—Dejan de lado los problemas pasados cuando nace un nuevo miembro familiar. —Sabía aquello y lo comprobó de nuevo con el buen recibimiento de Eiji.
—¿Pensaste que Eiji te odiaría?
—Lo aseguraba, quizás solo finge muy bien.
—No parece esa clase de persona.
—Tienes razón, mejor no le demos vuelta a esto.
Jessica se quitó las prendas de ropa como si nada y Tiffany se deleitó con la vista, al verla en ropa interior se decidió por cimentar.
—¿Esta vez sí dormirás desnuda? —Su expresión sugerente también se presentó.
—Te has obsesionado con ello. —Mostro una pequeña sonrisa y se tumbó en la cama bajo las sabanas.
Tiffany no dijo nada, se colocó el pijama y le hizo compañía. —¿Crees que Krystal sea feliz? —Escucho la pregunta, pensando un segundo la respuesta. —No es como la imaginaba pero la veo feliz.
—¿Cómo la imaginabas? —Sus cuerpos estaban de lado a manera que se veían el rostro.
—Casada primero que tú no, ni con familia antes que tú. Ya te salto. ¿Sabes lo que significa? —Su sonrisa burlona se hizo notar.
—Que chistosa estas hoy. —Su ceño se frunció un poco.
—Y tú bastante gruñona y mandona.
—¿Mandona?
—Me proclamaste tu novia y besaste frente a tu inocente hermana.
—¿Estuvo mal el beso?
—Me gusto, lo que estuvo fuera de lugar fue decir que somos novias. Nunca me lo pediste.
—¿Quieres ser mi novia?
—Dilo de nuevo.
—Tiffany. ¿Quieres ser mi novia?
—Claro que quiero. —Le tomo las mejillas y la atrajo contra sí. Sus labios chocaron en un beso corto, volviendo a chocar una y otra vez.
No querían detenerse por lo que se besaron por un buen rato, cada vez siendo un beso un poco más agresivo pues llegaron a darse pequeños mordiscos en los labios. No necesitaban decirlo, las dos sabían que era a todo lo que podían llegar por el momento, por eso se separaron.
Mirándose a los ojos, fue Jessica quien dio comentario. —Eres toda una mujer.
—Hasta donde sé, sí.
—Me refiero a que ya no somos unas niñas. Aun así, cuando te tengo tan cerca sigo viendo a la Steph linda e inocente que empezaba a hacer brincar mi corazón. —Para esta vez, no hubo risa burla, en su lugar Tiffany oculto su rostro sonrojado contra el pecho de Jessica. —I still love you. I love you.
Lo que Jessica se ganó de vuelta fue un hambriento beso que la tomó por sorpresa, sus ojos bien abiertos mientras la boca de Tiffany reclamaba la suya con posesión. Cerró sus ojos y siguió el agitado ritmo que empezaba a disfrutar, a salvedad por quedarse sin aire pero Tiffany le dio un respiro corto, muy corto y engañoso, solo para meterle la lengua en la boca.
Sus lenguas enredadas, chocando, empezaron a volver loca a Jessica, aparte, no soportaba las manos de Tiffany que habían atrapado su cintura, como siguieran de esa forma, no habría vuelta atrás y en ese lugar no quería que algo tan importante pasara fue por eso que se separó de golpe.
—Calma, no pensaba ir más allá. —Dijo la eye smile.
—Tal vez yo sí.
—Entonces hora de dormir. —Un último beso en la mejilla para acomodarse en sus brazos y cerrar los ojos.
Para Jessica su pulso aun ni se regulaba, no comprendía como Tiffany podía estar tan tranquila. No iba a protestar, mejor tomaba la palabra de dormir.
Tiffany ya tenía sus ojos cerrados cuando sintió un beso en su frente, los abrió por ello y sonrió, estaba feliz, estar en los brazos de Jessica más el beso, le dieron sensación de estar protegida, de ser querida de la forma correcta.
—Jessi. Yo también te amo. —Se atrevió a decirlo.
Quien no la paso tan bien esa noche, como cada noche fueron los esposos Wentz, gracias a su pequeña y eso que ya no era tan p
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