Capitulo 3

After you; With you

Caí al piso tras deslizarme sobre una mesa, estaba acorralada y lo único que podía oír era mi corazón retumbar por todo mi cuerpo. ¿Qué rayos se puede hacer en una situación límite cómo ésta? – Frente a mis ojos hay una Taeyeon que sonríe lascivamente mientras intenta hacer lo posible por atarme de manos y piernas. Tengo miedo y solo sé que de ésta situación no podré ser rescatada.

 

Quizás empecé un poco adelantada mi historia, desde lo sucedido con Yuri han pasado dos semanas y creí que todo estaba mejorando, Yuri me protegía, Sunny a veces me saludaba por cortesía ya que se sentía todavía avergonzada, Yoona, Seohyun y Sooyoung se acercaban a visitarme a casa y todo parecía realmente agradable, no había vuelto a acercarme a Taeyeon o a Jessica. No me sentía segura ni siquiera cuando sus miradas se cruzaban con la mía. Eran como una avalancha, todo lo que sucedía caía con un gran peso y salir de allí puede llegar a ser imposible. Pero todo lo problemático nuevamente comenzó el día viernes de la semana siguiente a nuestro inicio.

 

Viernes, 8:00 de la mañana.

 

Me bajé de la motocicleta de Yuri una vez que llegamos a clases – Ésta tarde debo quedarme en el taller de mecánica, así que confiaré en que no te pasará nada de vuelta a casa. – Inquirió tomando mi mano. Suspiré llevando mi otra mano a su rostro.

-Tú tranquila, no soy una chica indefensa – Sonreí sin dejar de mirarle, su ceja alzada y mirada altiva me habían hecho entender que no estaba muy convencida y arrugué mi ceño – Si sé defenderme Yuri.

-Sí, eso lo sé pero temo que esa loca intente tocarte otra vez, si llegase a tocarte yo sería capaz de… - La silencié con un beso, no quería oírla, no podría ser capaz de escucharla actuar como algo que ella no deseaba ser. Sus labios se movieron contra los míos y un suave calor un tanto incómodo se asentó en mi vientre, me separé abruptamente. ¿Qué me estaba pasando? - ¿Sucede algo?

-… N-no… no pasa nada, solo vamos a clases. – Respondí sintiendo mis mejillas acaloradas.

 

Básicamente había estado toda la mañana observando la espalda y el cabello de Yuri sin perder ni un detalle de su cuerpo y cada vez que me miraba con una sonrisa asesina sentía ese extraño calor. Me sentía un poco nerviosa de lo que estaba pasando con mi cuerpo y ni siquiera me sentía capaz de preguntarle si ella sentía lo mismo, era algo muy vergonzoso.

 

Pero no fue sino hasta el cambio de horarios cuando todo se volvió más extraño de lo normal. – Caminaba tranquilamente a clases, Yuri tenía otro horario y había decidido correr lejos, pero algo me hizo asustarme, una mirada me perseguía y mi corazón se agitó cuando descubrí quien me observaba detenidamente. Bajé la vista e intenté alejarme, no había mucha gente por los pasillos y eso era lo que más me asustaba. Observé detrás y sentí como el color se iba de mi rostro al notar como avanzaba en mi dirección, un temblor agitó mi cuerpo y me hizo acelerar el paso, necesitaba girar al otro pasillo y perderme entre la gente. - ¡Hey! – Retrocedí al encontrarme de frente con ella. ¿Cómo…? - ¿Podemos conversar?

-No creo que pueda ser capaz de conversar contigo Taeyeon – Sentí su mano apretarse contra mi brazo.

-Vamos. ¿Crees que pienso tocarte? – Preguntó y entrecerré mis ojos, tenía razón Yuri, quizás fuera una chica valiente pero Taeyeon era algo que no podía traspasar, era un miedo mayor. El necesario para hacerme estremecer, para congelarme en mi sitio y no poder moverme.

-N-n-no… no te t-tengo mi-miedo – Tartamudeé. ¿Cómo puedo ser capaz de decirle eso? Ni siquiera soy capaz de decirle aquellas palabras con seguridad. Taeyeon sonrió socarronamente antes de acorralarme contra unos casilleros.

-Si no quieres conversar conmigo por las buenas, entonces lo harás por las malas – Amenazó llevando una de sus manos a mi cintura apretándola antes de deslizarla más abajo por mi espalda, bajé la vista apenada – Sé una buena niña y escucha mis palabras…

-No sé qué me molesta más… – Una rápida mano agarró del cuello a Taeyeon y solo en unos segundos Yuri estaba con su puño enterrado en la mejilla de Taeyeon. – Que mi novia no pueda defenderse de ti o que tú quieras vengarte de mí intentando lastimarla a ella.

-¿Ya te has dado cuenta? – Preguntó mientras limpiaba la sangre que salía de su boca, una mueca torcida apareció en su rostro.

-Ya te lo advertí Taeyeon, si te le vuelves a acercar tu rostro dejará de ser el atractivo rostro por el que las chicas caen. – La mirada de Yuri recayó en mí antes de tomar mi mano y comenzar a caminar alejándose del lugar donde seguía Taeyeon, volteé a mirarle. Una sonrisa aterradora seguía en su rostro mientras me continuaba observando. – Tiffany, sé que eres muy inteligente pero ¿qué tengo que hacer para que Taeyeon no se te acerque y no te congeles al momento? – Yuri me acorraló contra uno de los casilleros, sus ojos me hacían saber lo desesperada y preocupada que estaba, suspiré derrotada apoyando mi rostro contra su pecho. – En algún momento yo no estaré y tendré miedo de que te suceda algo.

-No quiero que me cuides siempre… no quiero que te preocupes… soy una carga para ti – Pronuncié con voz temblorosa, Yuri me alejó y sus ojos, que eran las ventanas de su alma hicieron que comprendiera su molestia. Sus manos subieron rápidamente hasta mi rostro y me estampó un intenso beso; intenté resistirme por unos segundos ante la poderosa sensación pero poco a poco comenzaba a ceder ante su boca contra la mía y nuestros cuerpos pegándose más contra el casillero.

-Yo lo único que necesito es tenerte conmigo, no digas que eres una carga porque me molestaré mucho más.

-¿Es por eso que me besaste de ésta manera? – Pregunté con mis mejillas enrojecidas, Yuri sonrió coquetamente.

-¿De qué manera? – Preguntó alzando una ceja, volvía a ser la Yuri de siempre, despreocupada, irritante y mía.

-Tan… sensualmente – Mis mejillas ardían ante la vergüenza y Yuri comenzó a reír - ¡Oye, no es para tanto!

-Te da vergüenza que tu novia te bese de esta manera, que divertida eres Tiffany… - Inquirió sin dejar de observarme, inflé mis mejillas y ella se encogió de hombros – pero solo quiero hacer que se enteren de algo aquí.

-¿A sí? ¿Y de qué? – Pregunté mirándole detenidamente y su enorme sonrisa se volvió una más suave, delicada pero no dejaba de ser conquistadora y su mirada más intensa.

-De que tú eres solamente mía – Susurró pegando sus labios contra mi oreja, mi cuerpo se estremeció ante su aliento y nuevamente aquella sensación se acomodó en mi vientre. Sentí mis mejillas arder.

 

Vamos ¿qué es lo que sucede conmigo? – No puedo estar cerca de Yuri con normalidad porque siento esto, esa extraña sensación en mi cuerpo. Y ni siquiera sé que es… me siento como una niña tonta a la que no le enseñaron nada en la vida y no tiene las armas para protegerse del mundo.

Papá… ¿por qué decidiste enviarme a un país si ni siquiera sabía cómo defenderme sola? ¿Si lo único que sé hacer es esconderme tras las espaldas de una mujer? Y lo que más me preocupa de todo esto… ¿serás capaz de aceptar que tu hija es lesbiana y se ha enamorado de una mujer?

 

Durante la tarde de ese viernes, una vez que Yuri se fue de mi casa, esperé nerviosa moviéndome de un lado a otro, hasta que la puerta fue golpeada; respiraba agitada, necesitaba saber que era esta necesidad que había comenzado a crecer en mí y sabía que aunque la situación siguiera de ésta manera, ella podía aclararme que era.

Avancé lentamente hasta la puerta y respiré hondamente una vez que tomé el pomo de la puerta, abriéndola rápidamente, frente a mis ojos se encontraba Sunny, con sus lentes ópticos mirándome detenidamente.

 

-¿Qué fue lo que te pasó para que me necesites con tanta urgencia? – Preguntó sin dejar de mirarme desde la entrada, me crucé de brazos sin emitir una sola palabra. Tragué saliva antes de suspirar.

-¿Puedes entrar? Necesito que me digas algo – Sunny me miró dudosa antes de asentir y entrar cerrando detrás suyo la puerta.

 

Caminamos nuevamente hasta la salita de estar, ya no me sentía incómoda cerca de Sunny, pero ella sí de mí, la vergüenza todavía existía y la tristeza de pensar que ella podría haber sido la culpable la carcomía. Más aún, siendo que Sooyoung todavía no la perdonaba. – Terminamos sentadas una frente a la otra y mi mirada perdida en el vacío parecía que no daría respuesta alguna a todo lo que estaba sucediendo dentro de mí. ¿Cómo iba a solucionarlo si estábamos en este incómodo silencio que me carcomía por dentro? ¡Por dios! ¿Por qué se me tienen que hacer las cosas más difíciles cuando solo debo hablar y decir lo que siento en estos momentos?

 

-¿Q-q-qué sucedió ahora? – Preguntó nerviosa y bajé la vista. Escondí mi rostro entre las manos apoyadas sobre mis codos. - ¿Es sobre Taeyeon? – Levanté la vista y la observé negando aunque si había algo que necesitaba saber de ella. - ¿Entonces? – Volvió a preguntar sin dejar de mirarme.

-Hay algo que quiero que me aclares… tú sabes que yo jamás he tenido una relación o pensando en tener relaciones uales… – Comenté sintiendo mis mejillas arder con solo pronunciar aquello, y solo observé a Sunny mirarme detenidamente. – Yo… jamás tuve alguna charla con mi padre sobre las relaciones y mi madre falleció cuando yo era todavía una niña así que saber algo así… ni siquiera he buscado en alguna página que significa todo esto que siento ahora. – Exclamé nerviosa mientras lágrimas comenzaban a aparecer en mi rostro. Luego de unos segundos sentí las manos de Sunny acariciar mi espalda.

-Tranquila Tiffany, por dios… jamás creí que alguien se pondría de ésta manera por no saber que siente demasiada atracción por su pareja – Levanté la vista con mis ojos llenos de lágrimas y le miré.

-¿Es eso? – Pregunté limpiando mis lágrimas, Sunny asintió nerviosa.

-Bueno… ¿qué es lo que sientes cuando estás cerca de Yuri? – Preguntó sin dejar de mirarme, suspiré recordando cómo me sentía esta mañana.

-La verdad es que hoy fue la primera vez que alguno de nuestros besos se profundizó y sentí un leve hormigueo en la parte baja de mi vientre, luego cuando Taeyeon…

-¿Taeyeon intentó hacerte algo de nuevo? – Preguntó abriendo sus ojos como platos, suspiré frustrada antes de asentir – Pero… ¿no te hizo nada verdad? ¿No te besó, tocó o hizo algo? – Recordé el nerviosismo y miedo que sentí cuando Taeyeon se acercó y me apretó contra ella, claro que me había tocado y me sentía sucia, una vez más. – Jamás debiste acercarte a ella.

-Yo no quise… fue ella quien me hizo creer que podía confiar y fui una tonta – Suspiré abatida - ¿Por qué confié tan rápido en ella?

-Es el carácter de Taeyeon… ella siempre es así, pero antes no era así. Créeme… eres algo que quiere y me aterra lo que pueda llegar a hacerte.

-¿Quieres decir que debería volver a Corea para que acabe con toda esta persecución? ¿Solo para que calme a la inestable Taeyeon? – Pregunté mirándole totalmente aturdida. ¿Cómo podía ser posible que hubiera causado tanto en solo dos semanas que llevaba en el lugar?

-No puedo obligarte a comprar un boleto de avión y que te marches.

-O sea que tendré que pasar por todo esto de la loca Taeyeon hasta que me gradúe y pueda volver a Corea – Tragué saliva. ¿Por qué demonios me tocó vivir de ésta manera?

-Es eso o…

-¿O qué? ¿Qué tengo que hacer para que se detenga? ¿Para qué solo me dejé de una buena vez y yo pueda ser feliz con Yuri? ¿Qué…?

-Lo único que quiere de ti es tu cuerpo – Respondió secamente y no pude emitir alguna otra palabra, las cartas ya estaban tiradas sobre la mesa. Era mi cuerpo o seguir siendo acosada hasta el final de mis días como estudiante.

-¿Por qué mi cuerpo? ¿Por qué Yuri dice que intenta vengarse de ella? ¿Fue tanta la humillación de Yuri al rechazar a ese grupo que Taeyeon sigue sintiendo deseos de lastimarla?

-Es porque Yuri está totalmente enamorada de ti, Taeyeon no puede ver que ella sea feliz. No quiere que sea feliz porque detesta no ser complacida y cuando llegaste tú no solo llamaste la atención de Taeyeon, al llamar la atención de Yuri provocaste que algo se encendiera en Taeyeon.

-Entonces soy la marioneta de ésta historia. ¿Acaso debo terminar con Yuri para poder librarme de Taeyeon? ¿Debo alejarme solo para no salir lastimada? – Las lágrimas volvían a aparecer en mi rostro y cada vez me desesperaba más. No podía creer que tuviera que cargar con todo este sufrimiento. Sunny acarició mi rostro y le miré detenidamente, una pequeña sonrisa brotó de sus labios.

-No debes alejarte de Yuri, ella te ama y supongo que también la amas tú… no renuncies a lo que tienes solo por miedo. Taeyeon desaparecerá con el tiempo pero Yuri jamás lo hará, ella dejará una marca en ti. No es sencillo olvidar al primer amor.

 

Me quedé sentada, sin dejar de pensar en sus últimas palabras una vez que se marchó. “No es sencillo olvidar al primer amor.” – Era cierto, Yuri era la primera persona que pensaba al despertar y la última que me imaginaba antes de dormir. Yuri invadía todos mis mundos y estaba segura de que sin poder creerlo en dos semanas ya estaba completamente enamorada de Yuri. No me importaba lo que los demás creyeran, yo ya la amaba.

 

Suspiré derrotada, no importaba qué, ni cómo, ni dónde y menos cuándo. Durante la siguiente semana, Taeyeon me aterraba acercándose, intentando asustarme y solo alejándose de mí con la misma rapidez con la que se acercaba a mí. ¿Qué podía hacer para que me dejara? ¿De verdad tendría que seguir las palabras de Sunny y librarme de aquella única manera? ¿Acaso podría ser capaz de librarme si dejaba que consiguiera lo que quería?

 

Pero hoy… es el día en que logró capturarme y atraparme dentro de un salón, cerrando con una llave maestra, la cual colgaba de su pecho. Una sonrisa depravaba continuaba luciendo en su rostro y me aterré. Comencé a toser al sentir como el fuerte golpe que me había dado contra el piso, me hacía fruncir sintiendo que si en algún momento mis costillas se hubiesen apretado contra mis pulmones.

 

-Pobre, débil y linda Tiffany… ¿Qué podemos hacer ahora? Yuri no podrá salvarte – Se agachó a mi lado y le miré congelada intentando no mostrar el miedo que sentía, su sonrisa torcida seguía mostrándose limpia.

-¿Por qué eres así?

-¿Así cómo? – Preguntó ladeando la cabeza, como si fuera inocente de todos sus actos, la sonrisa desapareció de su rostro. Actuaba bastante bien. - ¿Crees que esto lo estoy haciendo por venganza a Yuri?

-Eso es lo que has dicho tú… Yo jamás lo dije…

-Es cierto… caí en tu juego – Volvió a sonreír pasando una de sus manos por mi rostro y me alejé de su tacto – Vaya sí que eres valiente. ¿Te atreves a desviarme el rostro como si nada? ¿A mí, Kim Taeyeon?

-No eres la gran cosa… solo eres una estudiante más de este lugar… no te tengo miedo – Inquirí sin dejar de observarle respirando agitada.

-Deberías sentir miedo… quizás podría hacerte algo y ¿quién te salvará? ¿Yuri? – Comenzó a reír en voz muy alta antes de agarrarme por el pelo y tirarme más cerca de ella, apreté mis puños al sentir aquel dolor - ¿Cómo podrá hacerlo si ni siquiera está en este lugar? No sabes cuánto lo siento Tiffany, pero ella ahora está muy entretenida coqueteándole a más de una porrista cortesía de mi media hermana y novia Jessica Jung – Agregó en un tono agudo y le miré con odio.

-Estás mintiendo… Yuri no haría eso – Mis lágrimas volvieron a aparecer. ¿Por qué ahora comenzaba a dudar de ella? Una vez aprendí que la mejor manera de hacerte ceder y debilitarte es sembrando la duda de la persona en la que podrías confiar un poco más que en las demás. Alcé la vista, Taeyeon sonreía sin dejar de mirarme – No lo haría…

-Siento mucho decirte esto pequeña florecilla pero Yuri siempre les cuenta la misma historia a las chicas… yo soy una chica solitaria, soy muy mala… no te acerques a mí, soy irritante y te puedo seducir de ésta manera. Pero no importa eso, soy sensible, yo no creía en el amor a primera vista pero me flechaste y ya no sé ni que sucede en el mundo de Kwon Yuri. – Tragué saliva, eran algunas palabras que había oído decir a Yuri, bajé la vista. ¿En serio me había estado mintiendo todo este tiempo? – Debes entender que no es una buena chica. Yo soy la indicada.

-¿Quién demonios te crees para decirme que eres la indicada? ¿Qué tienes tú entonces? – Pregunté mirándole con rabia, ella se señaló con la única mano que tenía desocupada.

-Pues yo soy sincera si quieres saber…

-¿Sincera? Estuviste actuando todo el tiempo para parecer una chica agradable y en la fiesta ¿qué rayos intentaste hacerme? Tratabas de abusar de mí, junto a Jessica – Escupí aquellas palabras con todo el odio que sentía al recordar aquello.

-¿Quieres saber la verdad? Jessica no tenía nada que ver en eso… - Le miré alzando una ceja sin entender nada de lo que decía. ¿Por qué ahora la estaba protegiendo? – El plan era que te sintieras a gusto conmigo y poder hacerte sentir mujer de una buena vez… quería que sintieras la misma satisfacción que yo sentí alguna vez cuando lo hice con Jessica… la primera vez.

-¿Crees que yo pienso en el o todo el tiempo? – Pregunté limpiando las lágrimas que habían rodado.

-Eres virgen es por eso que me haces desearte aún más… nadie ha tocado tu deliciosa piel y créeme que me dejaste tentada esa noche cuando pude rozar tu piel, eres deliciosa – Gruñó sin dejar de mirarme.

-¿Qué tenía que ver Jessica aquella vez? – Pregunté sin olvidarme de aquellas palabras - ¿Por qué la defiendes tanto?

-Porque la amo – Respondió y no pude evitar tragar saliva. ¿Cómo era capaz de decirme estas cosas de la manera más tranquila? - ¿Sabes? Cuando estás enamorada te vuelves loca, simplemente quieres complacer a tu ser amado, no importa lo que suceda, solo quieres complacerlo y ella descubrió durante la fiesta lo que quería hacerte… no sabes la sorpresa que me llevé cuando entró a la habitación y nos descubrió de esa manera.

-¿Qué? – Una sonrisa en su rostro y cada vez estaba más asustada de lo que pasaba por la cabeza de Taeyeon, ella estaba trastornada.

-Cuando ella dijo eso… no sabía a qué se refería pero cuando te fuiste lo supe. Ella me miró con odio, por primera vez la persona que tanto amaba me miraba con odio. ¿Y sabes por qué? – Le miré por unos segundos antes de negar. Una sonrisa volvió a dibujarse en su rostro. – Porque sentía celos de la manera en que te miraba, eres deseable es el único problema y solo quería complacerme porque ella también me ama. Actúa como un loco si amas a alguien, pero si no la amas, eres el ser más racional de todos. ¿Tienes dudas de mi cordura? – Preguntó sonriendo - ¿Alguna otra duda más que deba aclararte?

-¿Por qué yo?

-Vamos a tener que repetir la misma historia. ¿Acaso no escuchaste lo que te dije? ¿Eres estúpida o qué? – Me miró enfadada una vez más levantándose, caminó por alrededor del salón y le miré aterrada, aunque quisiera escapar, era imposible, no había ventanas para mi escape, y la única puerta tenía llave, la llave que portaba Taeyeon en su cuello. – Si estás tratando de hacer tiempo para que llegue la luz divina y un rayo de esperanza de que alguien te pueda salvar… deja de creer en los cuentos de hadas Stephanie, no eres una niñita para creer que el príncipe guapo te vendrá a salvar en su majestuoso corcel. En este vida solo existen las personas buenas y las personas malas, que te quede claro eso.

-Yo lo sé… y sé que tú eres una persona mala – Le miré detenidamente una vez que me puse de pie, Taeyeon se volteó a mirarme y sus ojos se abrieron como platos antes de avanzar a zancadas hasta mí, empujándome con fuerza contra la pared, dejé escapar un grito de dolor, un golpe seco en mi mejilla.

-¿A quién le vienes a decir mala persona? – Gruñó mirándome enfadada, sus ojos parecían inyectados y sentía más miedo del que alguna vez sentí después de pasar noches continuas llorando sin poder ser abrazada por mi madre. – Yo no soy mala… soy aterradora – Una mueca torcida volvió a aparecer en su rostro y comenzó a reír – Ahora cállate, si quieres librarte de todo este castigo deberás hacer lo que yo te ordene ¿de acuerdo?

-¿Qué quieres maldita sea? ¿Qué quieres de mí? – Lloré sin dejar de mirarle, tenía tanto miedo de salir lastimada. No podía creer que existiera tanta crueldad en una persona.

-Acuéstate sobre esa mesa – Inquirió señalando una de las mesas que estaban detrás de ella, volví a mirarle y negué mordiendo mis labios. No podía ser cierto… iba a suceder lo que no quería ni siquiera hacer porque no estaba segura con Yuri.

-Todo menos eso, por favor Taeyeon…

-¡Te dije que te acostaras allí! – Gritó sin dejar de apretar sus manos contra el cuello de mi camisa. Obedecí sintiendo mis lágrimas correr por mis mejillas; me senté sobre la mesa y solo pude ver a Taeyeon mirarme complacida, su sonrisa torcida me aterraba más de lo que pensé. ¿Acaso podría ser capaz de librarme nuevamente de sus manos?

-¿Y ahora? – Pronuncié con mi voz temblorosa, Taeyeon me miró detenidamente antes de acercarse a mí, tomando con sus manos mis muslos, temblé ante el contacto y la fuerza de sus manos al tirar de mis piernas separándolas, más lágrimas cayeron por mi rostro.

-Debo ser alguien tan abominable para que llores de ésta manera. Tiffany no te haré daño – Comentó con un tono suave y le miré. ¿Cómo podía decir esas cosas? ¿Cómo era capaz? Mordí mi labio inferior – Solo quiero que disfrutes de esto… no es algo tan malo.

-Lo es para mí… me das asco – Al fin pude decir algo que sabía podía herirla, tragué saliva cuando sus ojos subieron hasta los míos y una oleada de calor volvió a colarse por mi cuerpo. Era la misma mirada que me había dedicado en la fiesta de Jessica.

-Deberías medir tus palabras hermosa, puede que me vuelva una peor persona si sigues lastimándome de esta manera… soy una chica muy sensible – Fingió dolor mientras llevaba una de sus manos hasta su rostro. Bajé la vista entristecida. ¿Era verdad lo que me había dicho de Yuri? ¿De verdad no vendría a salvarme? ¿En serio esto acabaría así? Las dos saliendo de ésta sala tras haber sido brutalmente abusada por la mujer frente a mí.

El frío recorrió mi espalda tan solo al pensar aquellas cosas, me daba miedo. No quiero… no quiero esto y mucho menos quiero seguir siendo tocada por Taeyeon.

 

-Seré suave si obedeces y dejas de decir esas tontas palabras, hagas lo que hagas, Yuri no vendrá – Mis lágrimas volvieron a escocer mis ojos. Quizás tenía razón… quizás Yuri no era la chica que imaginaba, tal vez solo tal vez Taeyeon estaba diciendo la verdad. Pero… ¿por qué entonces Yoona y Sunny me decían que confiara en Yuri? ¿Por qué la protegieron tanto? ¿Acaso también me estaban mintiendo? ¿También era otra manera de jugar con mi mente? - ¿Harás lo que te pido? – Volví a mirar a Taeyeon por unos segundos y asentí débilmente – Así me gusta, una chica dispuesta y cooperadora, las cosas serán más fáciles de ésta manera ¿no crees Tiffany?

-Haz lo que te dé la gana – Pronuncié evitando su mirada.

-No, no… hoy debes observar cómo te haré sentir el máximo placer – Su mano llegó hasta mi rostro y sentí el contacto de sus dedos contra mi mandíbula, la despreciaba. – Abre tu boca – Ordenó y asentí dudosa, el miedo ya se había hecho parte de todo mí ser. Una sonrisa bordeó su rostro antes de acercarse con sus labios hasta los míos, introduciendo su lengua dentro de mi boca. Mis ojos se abrieron de par en par y sentí como esa sensación se volvía despreciable, miles de golpes eléctricos recorrieron mi espalda, sus manos apretaron mis glúteos atrayéndome más a su cuerpo y me quejé, cerrando mis ojos, impidiendo que las lágrimas continuaran corriendo. ¿Por qué tenía que pasar por esto? Su boca moviéndose contra la mía, su lengua deslizándose y moviéndose dentro. Y se separó con un sonoro sonido. Sus manos continuaban moviéndose por mi cuerpo. – Así me gusta, es bueno que correspondas a mis besos.

-Si es de la única manera en que me dejarás en paz… - Bajé la vista, el dolor recorría todo mi ser y un puñal se había enterrado a mi pecho. ¡¿Por qué me mentiste Yuri?! ¿Por qué no solo dejaste que me lastimaran ellas en la fiesta, si ibas a lastimarme tú?

-Así que crees que te dejaré en paz ¿quién te dijo eso? – Preguntó con una sonrisa y mi corazón se agitó. ¿Acaso tendría que soportarla para siempre? – Quiero saber cuánto podrías gritar mi nombre… me pregunto muchas veces si lograré seducirte y hacer que te mueras de amor por mí. Ese es un desafío que tengo desde que te conocí. En serio eres realmente hermosa y quiero ser la primera en tu cuerpo.

-Jamás… me volvería loca por ti… eres repugnante – Le miré brevemente y ella desvió la mirada por unos segundos antes de asentir.

-De acuerdo, lo soy. ¿Qué más podemos añadir a la lista? – Preguntó, observé sus manos en los botones de mi blusa - ¿Serás buena y me dejarás tocarte?

-Suéltame por favor… no quiero… tengo miedo.

-¿Me tienes miedo a mí? – La risa brotó desde su interior – Que sorpresa, estoy emocionada por esto… acabas de inquietarme y creo que esto será aún más maravilloso. ¿No lo crees tú?

-Basta.

-Ya, está bien… ahora solo cállate – Gruñó sin dejar de mirarme y comencé a sentir el frío recorrer mi abdomen el cual estaba comenzando a ser desnudado por la mujer frente a mí, un quejido escapó de mis labios.

-Taeyeon… por favor – Me miró por unos segundos antes de bajar hasta mi cuello con sus labios, mordiéndolo, apreté mis puños y volví a cerrar mis ojos. Y sus manos llegaron hasta mis pechos, acariciándolos sobre la tela, estrujándolos a su antojo y suspirando mientras me decía más cosas.

 

-¡TAEYEON ABRE LA MALDITA PUERTA! – Mis ojos se abrieron al escuchar esa voz, mientras la puerta era golpeaba una y otra vez, no era una mano, era un pie.

-Maldita sea… ¿cómo…?

-¡TE LO ADVERTÍ MALDITA SEA, NO RUEGUES PORQUE TE LO MERECES MALDITA LOCA! – Volvió a patear la puerta, era ella… rugiendo como una fiera tras la puerta, Taeyeon rió mientras miraba hacia la puerta.

-Es imposible que puedas abrir, yo tengo la llave y no creo que… - Volví mi vista a la puerta al sentir un golpe mucho más fuerte, había lanzado un extintor contra la puerta y éste había perforado la puerta. Mi cuerpo se quedó congelado, por unos segundos sin dejar de ver a la puerta que seguía siendo golpeada antes de que ésta cediera ante la fuerza ejercida. Me estremecí, Yuri entró sin dejar de mirarme y su mirada se volvió más sombría una vez que sus ojos se clavaron en Taeyeon.

-Me pregunto si eres una imbécil o retrasada… creí haberte dicho muchas veces que no la tocaras – Inquirió sin dejar de mirar a Taeyeon. Ella se separó de mí y avanzó unos cuantos pasos, detrás de Yuri estaba Jessica, mirando aterrada el acontecimiento y sentí como la sangre se me helaba. ¿Por qué estaba con ella?

-¿Te crees tan fuerte como para amenazarme de esa manera? Tu mundo se va a acabar Kwon Yuri, te lo advierto, si me tocas destruiré todo lo que tienes. – Yuri comenzó a reír antes de volver a mirarla.

-Vaya que difícil tarea te has impuesto Taeyeon porque yo no tengo nada… solo a Tiffany y mi amenaza será cumplida – Pronto miré como lanzaba una patada contra Taeyeon, lanzándola al piso. La vi golpearse con fuerza antes de ponerse de pie con una sonrisa en sus labios.

-¿Te ha servido mucho el reprimirte verdad? – Preguntó antes de lanzar un golpe contra el rostro de Yuri, ella simplemente se dejó golpear antes de volver a propinarle otro puñetazo. Y otro nuevamente y sus puños se volvieron dos rayos contra el cuerpo de Taeyeon, antes volver a lanzarla contra el suelo y ésta vez usar sus piernas pateándola.

-¡Yuri detente! – Grité corriendo hasta ella.

-¡Maldita sea! No defiendas a alguien que intentaba abusar de ti – Gruñó mirándome con rabia, la tomé por los brazos intentando que detuviera sus golpes.

-Basta por favor… no la lastimes más… detente – Mis lágrimas volvieron a rodar e intenté pegarme contra su cuerpo, Yuri se quedó congelada al instante de sentirme y solo me agarró antes de sacarme fuera del lugar, caminando sin volver a mirarme. Miré hacia atrás, Jessica no dejaba de observarme y sabía que estaba llorando. Pero sabía la razón y no era por los golpes que tenía Taeyeon en su cuerpo… si no, porque yo había sido capaz de hacerla cambiar y alejarla.

 

Yuri me observó una vez que me dejó fuera de la vista de cualquier persona, ambas nuevamente encerradas en el armario de limpieza, sus ojos llenos de lágrimas al igual que los míos.

 

-¿Tienes idea del miedo que sentí cuando te vi entre sus brazos? ¿Por qué dejaste que te tocara? ¿Qué rayos estaba pensando Tiffany? – Preguntó tomándome por los brazos, me reclamaba con miedo, sus manos temblaban.

-Creí que… podría hacer… que ella se olvidará de ti, que detuviera su venganza… ¡Solo quería que te dejara en paz! – Grité sin dejar de mirarle.

-Tonta. ¿No entiendes que lo que ella buscaba era que tú salieras más lastimada que yo? Intentó abusar de ti… pero creo que no alcanzó a lastimarte – Pronunció abrazándome – Tenía tanto miedo de que salieras lastimada.

 

Pero lo que no sabe Yuri… es que Taeyeon si logró tocarme… sembrando aquella duda de si realmente la Yuri que me protege y dice amarme, realmente tiene una sola personalidad o solo es una máscara. 

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Comments

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abi-21 #1
Chapter 7: A pesar de q no soy muy fan del YulTi, me ha gustado el minific, gracias por compartirlo ^^
gabriela021
#2
Chapter 7: Me gusto la historia, sobre todo por que no es el típico taeny que es lo que siempre hay, es la primera vez que encuentro uno yulti, y me gusto a pesar que prefiero el yulsic
Angel_Truesdale #3
Chapter 2: OMG! El primer cap está buenísimo!!! La historia comenzo emocionante... por que tae y sica querian dañar a Tiffany? Que aquellas dos sean asi, hace que la historia sea interesante...muy interesante.
Sowon_9 #4
Chapter 6: estaré esperando con ansias el último capítulo \^_^/
jungie95 #5
Chapter 3: Es un hermoso yulti :)
LectoraLemon #6
Chapter 2: Alfinal creo q sera YulTi :v