Capítulo 4
Enamorada de un Yokai
Tiffany corrió de regreso a su departamento había salido sin auto y se arrepentía de ello, al llegar corrió al ascensor como si su vida dependiera de ello, cada segundo su desesperación crecía recordando cuando se encontró con las sombras en el callejón. Al llegar a su piso sintió como el aire estaba más denso, y los gritos y alaridos de dolor llenaban el lugar, camino al interior sin darle mayor importancia, en su mente solo estaba la idea de encontrar al zorro antes de que fuera demasiado tarde.
Cuando llego a su dormitorio lo encontró durmiendo en la cama, su pelaje había perdido todo su brillo y se estaba volviendo anaranjado, como el de un zorro común y corriente.
- Pequeño – al escuchar su voz el pequeño abrió lentamente los ojos e intento incorporarse, pero su cuerpo no se lo permitió - ¿Cómo te sientes?
- Creo que la hora de irme a llegado
- Tú… - Tiffany comenzó a hablar, pero el zorro la interrumpió
- Tengo que irme… fue bueno compartir contigo
- No quiero que te vayas - susurro mientras lloraba y acariciaba la cabeza del zorro, que solo se lo permitió
- Tengo que irme, nada me ata a este lugar – el pequeño sonrió intentando incorporarse nuevamente - mi familia ofreció regresarme al mundo espiritual, aunque no están muy felices conmigo, pero no creo que me dejen volver en una largo tiempo
- No quiero que me dejes sola – dijo Tiffany mientras lo abrazaba, el pequeño intento separarse, pero estaba muy débil, ella no podía permitir que se fuera, en ese poco tiempo le había tomado mucho cariño, con el zorro podía ser ella misma, sin preocuparte de guardar las apariencias o fingir ser alguien que no es – por favor quédate
- Si pudiera lo haría, pero no tengo permiso para hacerlo
- Podemos hacer un pacto
- Sabes lo que eso significa… - el zorro se incorporó un poco mientras miraba fijamente a Tiffany - una vez que pase nunca podrás librarte de mi
- No me importa, solo quiero que te quedes ¿tú quieres quedarte?
- Si quiero… eres mi amiga después de todo, pero quiero que comprendas lo que signi… - no pudo seguir porque sintió los labios de Tiffany sobre los suyos
Si alguna vez a Tiffany le hubieran preguntado si besaría a su mascota hubiera respondido al instante que no, muchos lo hacían, pero a ella le provocaba asco, cuando beso al zorro una serie de imágenes pasaron por su cabeza, como si fueran recuerdos o algo por el estilo, tanto fue la presión que sintió que se desmayó sobre la cama, mientras el zorro se acurruco junto a ella.
A la mañana siguiente nuevamente estaba sola en la cama, pero esta vez estaba arropada, miro a su lado y el zorro dormía tranquilamente, su pelaje había comenzado a recuperar su estado inicial y se veía claramente que su salud estaba mejor.
- Buenos días… Tiffany
- Buenos días… - Tiffany intento sentarse, pero cuando se levantó sintió un gran dolor de cabeza – siento como si hubiera estado tomando toda la noche
- Tu mente está procesando la información que le di – Tiffany miro confundida al pequeño, quien se había sentado junto a ella en la cama – el alma es el lugar en el que se almacenan los recuerdos… así que al sellar el pacto nuestras almas se mezclaron y nuestros recuerdos también… pero no te preocupes no perderás tu identidad ni nada por el estilo
- Ya veo – Tiffany suspiro aliviada - ¿Cómo estás? ¿Qué paso con las sombras?
- Estoy bien – el zorro asintió con la cabeza – las sombres se fueron porque no hay alma que corromper
- ¿Corromper?
- Me hubiera convertido en un demonio, una bestia que solo busca sangre y destrucción
- ¿Por qué no me lo dijiste?
- Porque no quería que te sintieras obligada a nada
- Eres un tonto - lo regaño Tiffany
- Quien sabe, pero ahora este tonto permanecerá a tu lado
- No sé si estar feliz o preocupada por eso – ambos rieron sin dejar de mirar
- ¿Cómo supiste lo del beso? - Tiffany miro al zorro que tenía las orejas y la cabeza baja, como si estuviera apenado o avergonzado
- Cuando nos conocimos una niña apareció junto a un zorro en el callejón, ella me lo dijo
- No recuerdo eso - el zorro frunció el ceño, o eso creyó Tiffany, era difícil saberlo - pero creo que no representan peligro ya que no nos atacaron cuando estuve más vulnerable, así que por ahora estoy bien con ello, pero apenas pueda lo investigare, pero me preocupa cómo puede llegar a afectarte el pacto
- Quiero preguntarte algo- Tiffany sonrió mientras el zorro asentía - ¿Qué te preocupa más el pacto… o que me haya quedado con tu primer beso? - sonrió con picardía mientras el zorro estaba paralizado
- ¡¡Yaahhh!!
Tiffany corrió hacia el baño mientras escuchaba los gritos del zorro, pero al detenerse asumió que estaba haciendo otra cosa para distraerse. Durante la ducha los recuerdos del pequeño siguieron pasando como una película dentro de su cabeza y no sabía si considerar el
Comments