PDV Tiffany

               ¿Con quién estaría hablando Jessi? Entre más lo pienso más me preocupa, quiero que tenga amigas, quienes que conozca el mundo… pero tengo miedo, miedo de que se dé cuenta que hay más que yo, miedo de que encuentre a alguien mejor, miedo de que me abandone, de que me deje sola, de no volver a verla.

               A pesar de conocerla hace poco es lo único seguro que he tenido últimamente en mi vida. Con mi padre prácticamente no tengo relación, es solo formal, él es mi padre, yo su hija, en el fondo él me culpa por la muerte de Eomma, ella murió por una herida que recibió cuando me protegió en medio de una asalto, si hubiera permanecido en calma, si no hubiera gritado y obedecido… es muy probable que mi madre seguiría con vida. Cuando nos juntamos la tensión es demasiada, sé que quiere decirme muchas cosas, ambas lo queremos, pero nos las guardamos por respeto a su memoria.

               Con mis hermanos las cosas son más sencillas, porque ellos además de perder a su madre no quieren perder a su hermanita, pero no crean que no noto el dolor cada vez que me miran. Ellos rehicieron sus vidas, cada uno tiene su propia familia o está intentando formarla, tengo espacios en ellas, pero no me siento tan cómoda como quisiera, nos llevamos fantástico viéndonos algunas veces al mes, pero no sé cómo resultaría si viviéramos más cerca. 

               Seohyun y Sunny son mis amigas, mis mejores amigas las adoro con mi vida, creo que incluso creo que saben más de mí que yo misma, pero con Jessi, con ella todo es a un nivel superior, con ella estaría dispuesta a dejar mi vida en sus manos con fe ciega de que no la perdería, de que ella me cuidaría, de que nunca me abandonaría… desde el callejón sé que me protegerá, en ese momento se creó una unión simbiótica, desde ese momentos nos necesitamos mutuamente, más que por el pacto nos complementamos, es como si fuéramos las dos caras de una moneda.

               Con vivir juntas esto se ha acrecentado, mi vida se volvió rutinaria, pero es una rutina que acepto con una gran sonrisa en la cara, que me da calma, que me completa. Despertar a su lado es relajante, las conversaciones o los mínimos detalles siempre me sacan una sonrisa, el tiempo en la universidad pasa más lento por la emoción de saber que ella me esperara en casa cuando la jornada termine, las tardes mirando el atardecer, comiendo y jugando son el cierre perfecto para un buen día.

               No puedo mentir, negarlo o intentar ignorarlo, la amo, caí rotunda y profundamente en el amor por Jessica Jung, por el kitsune/gumiho llamado Sooyeon aquella niña pura he inocente con edad suficiente para ser mi tatara  tatara  tatara  tatara  y creo que me faltaran tatara abuela, ahora mi miedo es que ella no sienta lo mismo…

PDV Narrador

               Tiffany se despertó tarde esa mañana, ese día no tenía clases y había estado pensando en muchas cosas hasta entrada la noche, principalmente Jessica, pero ¿Cómo llego a la conclusión de que estaba enamorada? Ella es una persona algo posesiva, no le gusta mucho compartir a sus amigas, por todo lo que ha vivido cuando crea una unión con alguien la sobreprotege y no le gusta compartirla, pero con Jessica todo si intensifico, con ella los celos y la preocupación era mayor, no eran celos de una amiga, no eran celos de una hermana, eran los celos que se tiene por una pareja, los celos de perder a una persona amada.

               Quizá Tiffany era un poco densa, algunas veces no se daba cuenta de la cosas, muchas veces no se fijó de los sentimientos por ella de personas que la rodeaban, pero se conocía bien a sí misma. Ahora su duda era como la conquistaría, porque no se rendiría, ella enamoraría a Jessica, ella lo conseguiría… la gran pregunta es como lo haría.

               Cuando miro a su alrededor no encontró al kitsune en ninguna parte, se levantó yendo al baño, al closet o al pequeño balcón de su dormitorio, tampoco estaba. Salió a revisar el cuarto que le había asignado, donde el kitsune guardaba sus cosas, pero tampoco estaba allí ¿Dónde estaba? 

-           ¿Jessi? - llamo mirando el salón desde el segundo piso - ¿Dónde estará?

               De pronto escucho el sonido de alguien moviéndose debajo de ella, específicamente de la cocina, y el olor que subía llamo su atención.

-           ¿Jessi?

-           ¡Aquí!

               Tiffany bajo con curiosidad las escaleras, se sentía culpable por sus celos, aunque no sabía si Jessica se había dado cuenta de ello.

               Al llegar al primer piso vio a Jessica cocinando, o al menos intentándolo, tenía el cabello atado en una coleta y algunas manchas de comida en la cara. Una polera blanca sencilla y unos pantalones de buzo además de unas converse, ropa que usaba en casa muy manchada. Tiffany no pudo evitar sonreír a verla, la imagen de Jessica le causaba ternura, Jessica al sentirla cerca levanto la mirada y le dedico una sonrisa tímida.

-           ¿Jessi? - Tiffany se detuvo mirando con el ceño fruncido a Jessica - ¿Qué estás haciendo?

-           Una sorpresa, por favor siéntate en la mesa - Tiffany obedeció y se sentó en la mesa mientras Jessica iba y venía por cosas de la cocina con platos, pan tostado, huevos, tocino, café, muy sencillo y algo quemado - ¿Qué piensas?

-           ¿Qué es esto?

-           El desayuno - susurro Jessica sentándose sonriendo, pero rápidamente su expresión se tensó y parecía preocupada - ¿acaso no debí hacerlo? Lo siento, no quise molestarte, solo quería hacer algo para alegrarte… quería que estuvieras orgullosa de mi 

-           ¿Hiciste esto para mí?

-           Si

-           ¿Por qué?

-           Anoche te veías triste - susurro mientras jugaba con sus dedos - no sabía que hacer para que sonrieras nuevamente… creí que este sería un lindo detalle - Tiffany estaba completamente emocionada por el detalle, estaba feliz de que Jessica se preocupara tanto por ella, pero Jessica malentendido el silencio, creyó que Tiffany se había molestado con ella - sabes… quizá fue una mala idea, estoy segura que esto no debe saber nada bien, mejor lo boto, si  lo comes podrías enfermarte - Jessica se levantó tomando los platos, pero Tiffany la detuvo

-           ¿Qué haces?

-           Limpiar

-           Aun no desayuno - susurro Tiffany sonriendo

-           No es necesario… seguramente sabe mal

-           Pues solo hay una manera de saberlo - sonrió Tiffany antes de comenzar a comer, en general todo estaba bien, comestible, aunque un poco salado, pero para ser el primer intento estaba bastante decente

-           ¿Cómo está?  - pregunto sonriendo Jessica, era tanta su emoción que sin darse cuenta dejo sus colas fuera logrando que Tiffany la mirara con la boca abierta - ¿Qué pasa? ¿tan mal sabe?

-           No… es que nunca antes te había visto de esa manera

-           ¿Qué manera?

-           Con colas y orejas

-           Oh - Jessica se sujetó la cabeza dándose cuenta que Tiffany tenía razón y al mirar detrás de ella vio siete colas color dorado - creo que emocione - susurro

-           ¿Qué pasaría si esto te llega a suceder con extraños? - pregunto preocupada Tiffany

-           De eso no debes preocuparte, necesito sentirme en confianza alguna emoción fuerte para que paso - susurro mientras sus orejas desaparecían - intentaré no volver a hacerlo, no quiero incomodarte

-           No te preocupes… me gusta, te veías linda   

-           Gr-gracias - tartamudeo Jessica mientras se sonrojaba, las dos quedaron mirándose antes de que Jessica sonriera - ¿Cómo está el desayuno?

-           Delicioso

-           ¿De verdad? - pregunto emocionada

-           Si - Tiffany comenzó a comer nuevamente, recordando siempre tomar café para que la sal no le molestara tanto

-           No sé porque no le creo

-           Créeme es delicioso - sonrió Tiffany nuevamente, pero al ver el ceño fruncido de Jessica suspiro - quizá un poco salado, pero bien

-           ¿Salado? Sabía que no debí haber hecho nada - susurro con tristeza, pero Tiffany se levantó para pararse junto a ella y agacharse para quedar a su altura mientras la sujetaba por la barbilla obligándola a mirarla a la cara

-           Jessi, cariño, solo te falta practica y será perfecto, no tienes que preocuparte de nada

-           ¿De verdad? - pregunto haciendo un puchero logrando que Tiffany sonriera

-           Claro que sí, estuvo bastante bien para ser el primer intento - dijo acariciándole el cabello

               Jessica y Tiffany se quedaron mirando en silencio durante varios minutos, las dos estaban cómodas, ninguna quería separarse de la otra, pero fueron interrumpidas por el sonido del celular Tiffany.

-           Disculpa - susurro antes de separarse para hablar por teléfono

-           Aprovechare para limpiar esto

-           Gracias por todo Jessi

-           Mejorare, te lo prometo

               Tiffany camino hasta el estudio y se sentó en el escritorio mientras contestaba.  

-           Honestamente usted es la última persona que creo me llamaría - susurro algo desanimada, esa llamada le echaba a perder todo la mañana

-           Esa es la manera de saludar a tu padre

-           No lo ofendí, solo dije la realidad - susurro acomodándose en la silla - generalmente, no, siempre me llama el último día del mes

-           Tiffany, si estas intentando ser graciosa solo estas consiguiendo enojarme

-           Lo lamento padre, no era mi intención, pero me confunde esto

-           Mejor dejemos esta absurda conversación, no nos lleva a ninguna parte - gruño el hombre - llamo para informarte que necesito prepares tu departamento

-           ¿Perdón?

-           Lo que has escuchado - Tiffany escuchaba claramente las voces de sus hermanos a través de la línea, pero no era capaz de entender que decía - dentro de tres dais llevara allá uno de tus hermanos acompañados por dos posibles candidatos

-           ¿Candidatos? ¿Candidatos a qué? - Tiffany se tensó en su lugar, cuando su padre tenía “planes que la requerían” solo significaban problemas para ella

-           Ya deberías saberlo - el hombre se rio a través de la línea - para casarte

-           ¿Qué?

-           Ordena tu casa y trata bien a tus invitados, tienes una semana para decirme cuál de los dos te interesa

-           ¡Espera! - grito, pero ya le habían colgado, intento