HOla!! Recien acabo de llegar asi que sin mas los dejo leer adios y gracias por suscribirse ;3

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Qri sollozó en los brazos de la chica y ella pudo entender el porqué de las noches sin dormir, después de todo, si no estaba siendo fácil para ella que no veía a la pequeña hace más de dos años, imaginen a Qri que vivía bajo el mismo techo. La chica se soltó del abrazo y secó las lágrimas, tomó la mano de Eunjung y la llevó por un pasillo lleno de puertas y marcos con fotos de las dos. Eunjung sintió la más fuerte opresión en el pecho al ver tantas fotos de Jiyeon sonriendo. Qri abrió la puerta de una habitación y le dio paso a Eunjung para que entrara, y de inmediato ella supo que era la habitación de Jiyeon. El techo estaba decorado con estrellas brillantes, Eunjung no pudo dejar de sonreír al declarar que Jiyeon seguía siendo la misma, y en la pared opuesta un gran póster de su grupo favorito, T-ara. Eunjung caminó por la habitación observando todo, el cuarto de la pequeña también mostraba sus nuevas características, muebles de caoba, paredes pintadas en beige y una cama matrimonial. Sobre un escritorio, además de una laptop y algunos libros de CCMSchool, habían dos portarretratos. Uno con la foto de todos, y el otro con la foto de Seung Ho, lo que hizo a Eunjung sentir repulsión.

-Ella es una estrella, Eunjung – Qri sacó a la chica de su sueño sentándose en la cama.- nunca dejó de serlo. –Una vez más los ojos de su amiga estaban llenos de lágrimas, Eunjung se mantuvo de pie, aun sujetando en sus manos el portarretrato en donde estaban todos juntos, viendo su propia imagen.- hace dos semanas, mientras ensayábamos para la obra de Navidad, ella…ella se desvaneció en el escenario, no sé exactamente qué pasó con ella, pero cuando la vi…Dios mío, cuando logré moverme, ella estaba desmayada, con la cabeza empapada en sangre. Fue horrible!

Ya era suficiente para Eunjung sentir náuseas y bajar la cabeza sujetando sus propias lágrimas. Imaginar a Jiyeon ensangrentada no estaba siendo nada fácil y ella se estaba torturando pensando en eso. El timbre sonó y Qri saltó, dándole a Eunjung una mirada significativa, salió de la habitación para abrir la puerta, dejando a la chica sola en aquel lugar.

Fue chistoso, pensó Eunjung, de alguna forma ella podía sentir la presencia de Jiyeon ahí. Podía visualizar a la pequeña Dino ensayando en ese lugar todos los días, estudiando acostada en la cama, practicando diálogos con Qri fue lo más divertido para Eunjung, pues estaba segura de que eso pasaba muy seguido. Los ojos de la joven brillaron al captar algo olvidado entre los libros esparcidos sobre la mesa, algo que llamó su atención. Curiosa, Eunjung alejó algunos de los libros y tomó en sus manos un pequeño cuaderno, con portada rosa, un candado de plata y varias estrellas bordadas, había una inscripción:

Diario de Park Jiyeon. – Seúl.

Los dedos de Eunjung se estremecieron al mismo tiempo y la invadió una gran curiosidad. Había una parte de Jiyeon en ese diario… y repentinamente, Eunjung lo quería.

-Eunjung? – Qri llamó desde la sala, la chica se asustó y en un movimiento rápido guardó el diario dentro del abrigo.

Perfecto, además de perra y a, también eres una ladrona.

-Sí? –respondió fingiendo interés al encontrarse con Qri en la sala, ella no estaba sola, un chico alto, fuerte, estaba de pie junto a ella.

-Él es JB, es veterano en CCMSchool y es nuestro…amigo. –Concluyó Qri, sin saber si era lo correcto a hacer. Eunjung rápidamente extendió la mano hacia el chico que la aceptó con una pequeña sonrisa.- Ella es Ham Eunjung, una vieja amiga.

-Es un placer.

-El placer es mío.

Silencio. Los tres se miraron incómodos, y Eunjung se sentía culpable por estar con algo que no le pertenecía dentro de su abrigo. Qri sonreía poco animada y JB ni siquiera parecía estar en aquel lugar.

-Bueno, yo me voy. – Eunjung tomó la iniciativa, dándole un abrazo a Qri.- Avísame cualquier cosa, ok? –su amiga asintió.

-Gracias por venir, Eunjung, Jiyeon estaría muy feliz de verte. –algo en el pecho de Eunjung se hinchó y ella se encontró sin aliento.

-Fue un placer, JB.

Y con eso, salió del apartamento buscando aire. Respiró hondo y bajó las gradas sintiéndose una fugitiva. Era solo un diario, qué estaba pensando ella? Un día en casa de Taeyeon y ya se le pegaron sus manías. Sin embargo, lo que más incomodaba a Eunjung no era el hecho de haber robado algo, sino lo que sintió cuando entró al apartamento de Jiyeon. Algo nuevo. Algo tan…bueno.

En el instante en el que estuvo en el mundo de Park, sintió como si no estuviera en UND, como si no estuviera saliendo con un profesor, y mucho menos como si no fuera una perra sin alma. Por primera vez en mucho tiempo, sintió vibrar algo dentro del lado izquierdo del pecho, como una nueva vida. Su corazón. Y entonces Eunjung hizo una observación:

Estaba comenzando a preocuparse respecto a muchas sensaciones desconocidas.

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-Porqué estamos casi media hora observando ese diario? –preguntó Taeyeon mientras desviaba la mirada del diario sobre la mesa hacia Eunjung, que también observaba el objeto.

Eunjung llamó para que Taeyeon la buscara frente al apartamento de Qri aún bajo maldiciones y amenazas, no quería regresar a casa y sentirse impotente, sin poder hacer nada. Necesitaba pasar el tiempo y nada mejor que aprovechar el día con su amiga en Starbucks para calmar el frío.

-No sé si deba abrirlo. –comentó un poco asustada. Aun no se convencía de que había robado algo que parecía ser muy importante para Jiyeon.

Taeyeon volvió los ojos y tomó un poco de café.

-Es enserio, Eunjung? Robaste el diario de Jiyeon y a pesar de eso me asustaste mucho, sería mucha infantilidad de tu parte no abrirlo.

Eunjung pensó por un momento aun vacilante.

-De todas formas, está cerrado y…

-Ham!

Eunjung sonrió.

-Ya sé, conozco tu historia y sé que eres una mala perra.

Tae asintió con la cabeza confirmando y pidió la cuenta. Eunjung guardó el diario nuevamente en su abrigo y ellas regresaron a casa después de un breve paseo por el río han, nada que cambiara el enfoque de los pensamientos de Eunjung, ni mejorara el humor de Taeyeon. Ellas parecían pasear por obligación, porque sabían que morirían en casa, si eso era posible.

Al llegar a casa, Eunjung se lanzó en el sofá y dejó el diario sobre la mesa de café, pues ella quería seguir mirándolo por un largo tiempo antes de…

¡PUM!

Eunjung prácticamente cayó del sofá y podía jurar que su corazón iba a salirse en cualquier momento. Cuando se dio cuenta, Tae tenía el diario, sin candado, en una de las manos, y un martillo en la otra, junto a una sonrisa maliciosa en el rostro. Sus ganas eran tomar el martillo y darle en la cabeza a la bajita por romper el candado. Y si ella lo iba a regresar cuando la pequeña dino despertara? Qué diría? “Sí Jiyeon, entré en tu apartamento y sentí una inmensa curiosidad por leer tu diario, aquí está, y espero que no te importe!”

-Taeyeon! –gritó Eunjung tomando el diario de las manos de la amiga.

-De nada. –respondió regresando a la cocina. Eunjung ya estaba alistando una lista de maldiciones si no fuera por un sonido histérico del celular de Tae.- Es Seung Ho… -dijo viendo la pantalla del aparato, se extrañó de que la llamara.

Taeyeon levantó su dedo haciéndole una señal de silencio a Eunjung. Ella caminó hasta la cocina, no sin antes tomar el diario y anotar mentalmente dejarlo lejos de Taeyeon. Se apoyó en el mostrador esperando curiosa para saber sobre la llamada. Lo que Eunjung no esperaba era el cambio repentino en la expresión de Taeyeon, sus ojos ónices de repente vagaron y una vena en el cuello saltó. Aquello no era una buena señal, pensó Eunjung. Así que colgó el teléfono, Taeyeon siguió con la misma posición viendo un punto cualquiera en el suelo.

-Tae? –llamó Eunjung asustada buscando acercase a ella. Su amiga se apoyó en el mueble y cerró los ojos.- Qué quería?

Pocos segundos se pasaron hasta la respuesta sonar corta y dolorosa.

-Tiffany está saliendo con Nichkhun.

CONTINUARA......