Hey! Espero que esten bien... Bueno como lo prometido es deuda aqui esta el primer capitulo  espero les guste ;) adios.. Ahh la proxima actualización  sera mañana ya que faltare a la escuela por el cumple de un familiar asi que no se todavia a que hora subire el capitulo mmm bueno Ahora si los dejo leer bye!!!

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-Si sigues caminando de un lado hacia el otro así, vas a hacer un agujero en el suelo. Y te juro que te lanzo dentro. –dijo Taeyeon desde el sofá mientras veía a su amiga caminar frenéticamente con el celular en las manos.

Ya era de noche, y desde que entraron a la casa, todo lo que Eunjung hacía era intentar llamar a Qri y a los Park, sin éxito, para conseguir información. Las maletas habían sido llevadas a la habitación de invitados, y ni siquiera un baño había tomado Eunjung. La pelicorta parecía realmente preocupada y asustada por el estado de Jiyeon y eso asustaba a Taeyeon de alguna forma, ya que Eunjung nunca fue de preocuparse con alguien que no fuera ella o Tiffany.

-Aún no puedo creer que no me hayas llamado! Cómo pudiste? –Eunjung acusaba pasando las manos por su corto cabello. Desistió de caminar, o tal vez se cansó, pues estaba en ese mismo movimiento hace cincuenta minutos según la cuenta que llevaba Taeyeon, y se sentó en una de las gradas.- cómo ella pudo caer del escenario?Jiyeon es tan inmadura! –la chica parecía con ira aun sin sentirla. No tenía a quién culpar. Quién podría prevenir una caída del escenario en medio ensayo?

-Ah, claro, como si ella se hubiera lanzado de ahí. –se burló Taeyeon. Eunjung la miró fríamente y enterró el rostro en las manos. Intentó ir a ver a Jiyeon al hospital, pero Taeyeon le dijo que las visitas estaban prohibidas hasta nuevo aviso. Pero la angustia que se apoderó de Eunjung en el momento no la hacía reaccionar.

Ella necesitaba ver a la pequeña y su estómago rugía solo de pensar en una última vez. Su corazón dio un salto e inesperadamente sus ojos se llenaron de lágrimas una vez más, Tae analizaba atenta la reacción de Eunjung y sintió que su corazón también se apretaba. Después de todo, ellas eran una familia. Todos los que acostumbraban reunirse en la playa los fines de semana, los amigos de fiestas que se volvieron parte de la vida de uno al otro y saber que Jiyeon estaba colgando de un hilo, era como perder una hermana, y Eunjung ya había tenido suficientes pérdidas en su vida.

-Lo mejor es que intentes descansar, Eunjung. –dijo Taeyeon extrañamente dulce pasando la mano por la espalda de su amiga.- Toma un baño y duerme. Y no esperes palabras de aliento de mi parte porque esto es lo máximo que puedo hacer.

Eunjung sonrió. Recordó como amaba a su mejor amiga y le dio un fuerte abrazo, quitándole casi todo su aliento.

-Ham…aún amo a Tiffany. –intentó hablar con la cabeza enterrada en el hombro de Eunjung, que sonrió una vez más y secó las lágrimas. Las dos se soltaron y se vieron por un minuto. Aquella era la amistad más sincera que Eunjung ya tuvo, y tal vez ahora, sentir que estaba casi perdiendo a Jiyeon la hizo pensar en ciertos actos…

Estaba casi perdiendo a Jiyeon?

Ese pensamiento la tomó por sorpresa. Es claro, Jiyeon y Eunjung se volvieron muy unidas en el último año, tanto que la chica intentó impedir el más grande error en la vida de la pequeña, que era casarse con Lee Joon. A Eunjung le importaba Jiyeon, aunque nadie, ni ella misma, pudiera creerlo. Y fue con esos pensamientos que entró al baño y tomó una ducha de agua fría esta vez, quitando toda la impureza presente del viaje, su cuerpo casi se congeló, hasta pensó que tendría hipotermia de lo fría que estaba el agua.

Salió rápidamente y se cambió, espero hasta que el frío disminuyera y se preparó un chocolate caliente sin despertar a su compañera. Después de algunas horas manteniendo su cabeza ocupada, se acostó en la cama y dejó que los pensamientos la invadieran nuevamente, no lucharía contra ellos, no tenía fuerzas.

“No tienes que avergonzarte. –dijo Jiyeon una vez que Eunjung se volvió hacia ella. La pelicorta se detuvo un poco impresionada.- nadie va a juzgarte. Ya no quiero ser más tu enemiga. Yo no te odio.

Eunjung mantuvo la pose, sintiéndose un poco aburrida con la conversación de la pequeña frente a ella.

-Por qué no? –preguntó levantando una ceja.- me he comportado horrible contigo.

Jiyeon bajó la mirada y balanceó la cabeza.

-Eso fue antes de saber cómo era estar en mi piel…un pez fuera del agua. –Eunjung sintió una punzada en el pecho al escuchar eso y fue obligada a desviar la mirada para no mostrar lo que eso la afectó. Sin embargo, Jiyeon seguía mirándola con firmeza.- más personas lo van a descubrir y necesitarás amigos que entiendan.

-Cómo puedes entender lo que estoy pasando?

[…]

Eunjung abrió los ojos. El día parecía claro afuera, el reflejo de la ventana invadía toda la habitación. Su corazón latía de manera compulsiva y todo su cuerpo estaba empapado de sudor. Un sueño. No, un recuerdo. Uno de los pocos que recordaba, pues prefería mantener varios recuerdos lejos de su realidad, principalmente la época en la que torturaba a Jiyeon y todo el resto de fracasados en la secundaria.

Jiyeon.

Ese pensamiento la tomó desprevenida una vez más y ella se tumbó nuevamente en la cama deseando que fuera solamente una pesadilla, y que pronto despertará con Taeyeon gritando en la puerta diciendo que se reunirían en pocas horas. Pero, nada pasó. La habitación continuaba silenciosa y vacía, vacía como el alma de Eunjung.

Después de bañarse en la mañana, la pelicorta bajó para el desayuno y se encontró con Taeyeon despierta, sentada frente a la televisión, comiendo galletas. Eunjung levantó las cejas preguntándose desde cuándo su pequeña amiga se levantaba temprano.

-Buen día! –pronunció moviendo su cabello despeinado y sentándose al lado de la chica para comer también. Taeyeon la miró con cara de pocos amigos.- sería un milagro que, además de estar despierta temprano, estuvieras de buen humor.

-Y aquí es donde me rio? –comentó Tae llevando una galleta más a la boca.

-Yah Taeyeon, no te desquites conmigo por tu falta de o! –exclamó Eunjung levantando y tomando una más de las galletas. Taeyeon observó que la pelicorta estaba vestida y se quedó curiosa, cuando amenazó en abrir la boca, Eunjung continuo.- Y sí, voy a salir.

Golpeó la puerta de la casa de la amiga sintiendo el estrés que Taeyeon le estaba transmitiendo. La verdad es que desde que Tae dejó a Tiffany, su humor variaba y Eunjung se atrevía a decir que estaba peor cada día. Detuvo un taxi fuera del condominio y le entregó la dirección del apartamento que estaba en el centro. Estaba realmente haciendo mucho frío esa mañana, pero nada que le impidiera ir tras información necesaria sobre la pequeña dino. Eunjung sonrió. Pequeña Dino? Era así como su mente la traicionaba? Dándole nombres cariñosos a una vieja amiga en coma?

En todo el camino la chica ni siquiera observaba el paisaje, su cabeza se mantuvo preocupada y el corazón apretado, desde que recibió la noticia, nada la hacía calmarse y todo lo que necesitaba ahora era un poco más de información, y Qri era la persona adecuada.

Le pagó al conductor y bajó frente a un gran edificio. Analizó el lugar y percibió que no era una de las mejores ubicaciones de la ciudad, pero que eso no le importaba mucho a Jiyeon. 

Entró al edificio con las manos dentro del abrigo y subió las escaleras buscando el apartamento doscientos treinta y dos, según la dirección que Taeyeon le dio, era donde vivían.

 Doscientos treinta, doscientos treinta y uno, doscientos treinta y dos!

Tocó el timbre y sintió sus dedos adoloridos por el frío. Pasaron algunos segundos hasta que la puerta fue abierta revelando a una joven con expresión de que no dormía hace varios días.

-Eunjung! –exclamó Qri saltando a los brazos de la otra. Eunjung no hizo nada más que retribuir, ellas no se veían hace dos años. Cómo podría? Las facciones de Qri maduraron, y su ahora pelirrojo cabello tenía más rizos que antes. Ella tendría una apariencia totalmente madura si no fuera por las ojeras y el pijama que usaba.- Dios, cómo estás? A pasado tanto tiempo!

Ellas se separaron del abrazo y Qri le hizo señal a Eunjung para que pasara. Obedeciendo a la amiga, entró al apartamento admirando el lugar. Era mayor de lo que pensaba o aparentaba, pero acogedor. Eunjung sonrió al notar que ese lugar tenía la cara de Park Jiyeon con la personalidad de Lee Qri.

-Estoy de vacaciones y vine a casa de Tae. –explicó volviéndose hacia su amiga que hizo una expresión de pena al escuchar mencionar ese nombre.- sí, lo sé. Ya estoy sufriendo en sus manos y ni siquiera hace dos días desde que llegué.

-Pobre Eunjung. Te ofrecería un lugar aquí si no fuera…-la voz murió en medio del camino y Qri tragó seco. De repente sus ojos perdieron el enfoque y se llenaron de lágrimas.

-Qri…-Eunjung no sabía qué decir. Ella fue hasta su amiga para saber más sobre lo que ocurrió, no para consolar, y ni sabía cómo hacer eso. Luego se acercó más a su amiga y acarició su cabello.- Ya me enteré. Qué…qué pasó?

CONTINUARA..