¿Dónde está noona?

Teen's Luv

"No te vayas... Angela" Decía L.Joe en un débil suspiro mientras dormía. La puerta comenzaba abrirse así que con gran sutileza lograba liberarme de sus brazos sin despertarlo y brincar hasta el otro lado de la habitación.

-¡Noona! - Gritaba Ricky desde la puerta - Aquí estas - Medio pude entender

Sonreí aliviada y me acerque al tierno pelinegro que estaba en la puerta. El chico me tomaba por a muñeca y me llevaba fuera de la habitación, hacia la sala en donde se encontraban los demás. Estaban de lo más contentos disfrutando de sus helados. Ellos sin duda eran raros, comer helado cuando un aguacero caía sobre la ciudad era extraño. Aun así me uní a ellos disfrutando un delicioso helado de cereza.

-¿Dónde está Byunghun? - Preguntaba Minsoo
-Habitación - Articulé - Duerme

Era extraña mi forma de hablar pero yo aún no podía entablar una satisfactoria conversación en coreano.
Al final del día me encontraba a L.Joe saliendo del baño, había tomado una ducha.

-¿Te sientes mejor? - Pregunté
-Sí - Contestaba con indiferencia

Al parecer no recordaba nada sobre lo que había sucedido esta tarde en la habitación, eso me tranquilizaba. Volvía a ser el molesto y enfadoso L.Joe que siempre me irrita, está vez me aseguré de mantener ese pensamiento solo en mi mente.

Era el segundo mes con la intensiva y pesada clase de coreano, aún seguía sin manejar bien el idioma, pero me estaba esforzando.

-¿Por qué nunca mencionas a tu padre? - Preguntaba curiosamente L.Joe al ofrecerme una bebida mientras tomábamos un descanso
-¿Mi padre? - Mi rostro se tensó - ¿Por qué debería hablar de él? - Mis ojos luchaba para contener mis lágrimas
-No sé, por qué es tu padre - Contestaba L.Joe
-Mi padre - Apenas se escuchaba mi voz - Nos abandonó, a mi madre y a mí

Refugié mi mirada en la mesa. La habitación se quedaba silenciosa, no me gustaba hablar de esas cosas con nadie, pero ¿por qué lo estaba haciendo con él?

-Lo siento, no quise - Dijo apenado
-Está bien - Traté de desviar la conversación - Pasó hace mucho tiempo…

En los últimos días la casa estaba constantemente vacía, los chicos estaban teniendo su comeback o algo así.
No era un buen día, estaba sufriendo de unos cólicos terribles. No había nadie en casa, busqué desesperadamente en el botiquín del baño algún analgésico pero no encontré alguno. Traté con algunos remedios caseros peo no sirvieron de mucho. Salí de casa en busca del medicamento, la farmacia más cercana estaba a solo unas cuadras. Caminaba lentamente por la avenida, nunca había tenido espasmos tan intensos. El mundo parecía ir en mi contra, la farmacia estaba cerrada. Puse mis manos sobre mi abdomen tratando de resistir el dolor y empezaba a caminar buscando otra farmacia. Casi 10 minutos después de torpe caminar por fin lograba encontrar otra farmacia, solo tenía que cruzar la calle. Tenía escalofríos y la calle parecía ser más amplia, parecía ser infinita. Sentía como si el piso estuviese moviéndose por debajo de mis pies, mi vista se nublo hasta que todo a mi alrededor se obscureció. Sentí mi cuerpo caer al suelo.


[En la casa de Teen Top]

[Ricky] ¡Noona no está! -Gritando desde la habitación de L.Joe-
[Changjo] Noona no está en casa
[Niel] Ella no acostumbra a salir de noche
[Chunji] ¿Qué ocurre? -Integrándose a la conversación-
[Ricky] Hyung, ¡noona escapó!
[Chunji] ¿Escapó? ¿Están seguros?
[L.Joe] ¿Quién escapó?
[Chunji] Ella no lo haría ¿Por qué lo haría?
[Changjo] ¿Qué vamos a hacer? ¿Y si le pasó algo?


Mi reloj biológico me ordenaba despertar. Recibí un delicioso pero desconocido aroma proveniente de las sabanas, eran aún más suaves que de costumbre. Me envolví en ellas y disfruté un poco más de esa suavidad y fragancia. Esto comenzaba a ser más extraño, incluso la almohada parecía ser más cómoda. Abrí lentamente los ojos y parpadee un par de veces para aclarar mi vista. ¿Dónde estoy? Me pregunté al ver el lugar, era obvio que no estaba en “casa”. A decir verdad ni siquiera recordaba cómo había llegado aquí y de hecho no recordaba la noche anterior, lo único que recuerdo es que caminaba hacia la farmacia y después de eso, nada.
¿Y si fui secuestrada? Me asustaba ese pensamiento. La habitación estaba vacía y limpia, había otra cama y algunos recortes y posters sobre la pared. Parecía ser la habitación de un par de adolescentes. Bajé de la cama y busqué mis zapatos, pero no estaban. Sigilosamente me acerqué a la puerta cuando esta se abrió, corrí nuevamente a la cama y me envolví en las sabanas como si ellas pudieran protegerme.

-¿Ya despertaste? - Medio alcancé a entender

Era la voz de un chico ¿joven? El dueño de la habitación quizás. Empecé a descubrir mi rostro mientras la persona seguía acercándose. Debo admitir que él era muy guapo, sus ojos eran castaños al igual que su cabello, sobre su rostro había una cálida sonrisa.

-¿Te sientes mejor? - Preguntó, creo
-No hablo coreano - Articulé con la voz temblorosa ocultándome en las sabanas

Escuché una sutil pero simpática risita. Esto parecía divertirle.

-¿Hablas inglés? - Formuló en un idioma que pude entender

Emergí de entre las sabanas y con timidez lo miré y asentí contestando a su pregunta.

-Sheila Aylem Marín - El chico decía mi nombre completo

Sobre su mano se encontraba mi identificación. ¡La identificación que había perdido en el aeropuerto! Salí por completo de las sábanas y tomé la tarjeta entre mis manos, claro era yo, ¡era mi credencial! Rápidamente mis ojos se fijaron sobre él en busca de respuestas.

-¿Por qué la tienes tú? - Pregunté con ansiedad

Mi mente viajó hacia aquel desastroso día en el que todo me salía mal. Recordé al escandaloso grupo de chicas y el chico sobre el que caí… Mis ojos volvieron a él, la persona sobre la que había tropezado aquella vez en el aeropuerto era él.

-¡Eras tú! - Dije señalándolo - Aquella vez en el aeropuerto, eras tú - Confirmé

Él sonrió y me explicaba a detalle como salvaba mi pequeña y valiosa maleta de ser embestida por el salvaje grupo de fans. Después se obtener una satisfactoria respuesta sobre el paradero de mi bolso cuestioné la razón de mi estancia en su casa.

-Te desplomaste frente a nuestro auto a mitad de la calle - Explicó - Te quejabas sobre dolor abdominal, por la noche tuviste fiebre, el medico dijo que por la mañana estarías mejor
-¿Por la noche? - Repetí perdiéndome en mis pensamientos

Había pasado la noche afuera, sin avisarles a los chicos. Me alarmé y brinqué de la cama.

-¡Me tengo que ir! - Dije inquieta

Seguramente ellos estarían muy preocupados. Salimos de la habitación, afuera se encontraban otras 4 personas más, aunque solo podía recordar a dos de ellos, el rubio de cabello largo y al de labios ys. “NU’EST” Era un grupo que recién había debutado, Ren y Minhyun eran a los que lograba recordar, JR y Baekho, eran los otros dos integrantes que faltaban en mi memoria, y finalmente Aron, era quien me regresaba a salvo mis documentos, mi dinero, mi celular y mi importantísima carta para la audición en TOP Media.
En un acto impulsivo me abalancé sobre él, mis brazos rodearon su cuello y mi nariz se encontró con su hombro, pude olfatear el delicioso aroma de su colonia que me resulto familiar, era el mismo que el de las sabanas.
Cuando regresé a mi lugar me ruboricé ligeramente ante las miradas de asombro de sus compañeros. Aron se ofreció amablemente a regresarme a casa, acepté gustosa pues, además de que desconocía mi ubicación, debía llegar cuanto antes a casa para que los chicos no se preocuparan más.

-¿Han sido difíciles estos días? - Preguntó
-¿Hm? - Salí de mis pensamiento alejando mi mirada de la ventana y posándola sobre él - No tanto - Dije con una pequeña sonrisa - He estado viviendo con personas adorables que han cuidado bien de mí - Claro, a excepción de toronja. Ese chico solo me molesta - Por cierto, estoy muy agradecida por regresarme mis cosas. Realmente no sé cómo pagártelo
-No hay problema - Contestó

Hablamos a lo largo del trayecto, Aron le entusiasmaba la idea de aprender español, me ofrecí a enseñarle.
El auto se aproximó a casa, miré impasible por la ventanilla. Bajé del auto cuando este se detuvo, me reuní por última vez con el amable castaño. Nuevamente actuaba impulsivamente y me abalanzaba sobre él, tímidamente sus manos se colocaron sobre mis hombros correspondiéndome. Al alejarme sonreí apenada, estaba muy agradecida con él. Se despidió y lo seguí con la mirada hasta que entró al auto.
Giré y continué con mi camino hacia la entrada, tomé una bocanada de aire y deslicé la perilla para abrir la puerta. Entré sin hacer ruido, la casa estaba silenciosa. Me dirigí hacia la sala y dejaba mi pequeña bolsa en la mesa de centro cuando

-¿Dónde pasaste la noche? - Una voz conocida dijo detrás de mí

Lentamente miré en su dirección pero evadí su mirada.

-A-Ayer - Titubee

Sus pasos se aproximaron a mí, y sin darme cuenta sus brazos me atrajeron a él en un impredecible abrazo. Me quedaba inmovilizada entre sus brazos, era la primera vez que él hacía un acercamiento como este. Mi mentón se acomodó bien sobre su hombro, sin a donde mirar me refugié en su recién teñido cabello rubio. Sus manos rodeaban mi cintura mientras mi respiración quedó pausada por un instante. “No vuelvas a irte” Susurró con una voz que apenas pude escuchar. Era extraño el sentimiento que estaba teniendo en ese momento, mi pulso aumento de velocidad y sentía como si en mi pecho, mi corazón se hinchara.

-¡Noona está aquí! - Escuché la voz de Ricky a través del pasillo

L.Joe me liberó y retrocedió algunos pasos. Mis manos se juntaron nerviosamente y mi mirada corrió por toda la sala ocultándose en el suelo. En mi cabeza se repetían nuevamente esas palabras “No vuelvas a irte…”

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