Capítulo 7: Eternas

La chica del internado entre mis recuerdos
Please Subscribe to read the full chapter

 

 

 

- ¿Usted conocía a la víctima?...

 

Las palabras resuenan duras, éstas personas mantienen a Tiffany en una sala de interrogaciones, junto a varias más que se quedaron a fuera, no sé cómo pude llegar a esto, la seguí hasta aquí, escuchaba los sollozos ahogados que salían de su perfecta voz, lo peor no era esto, es que ella no puede verme, no puedo hacer que ella me mire a los ojos, y la sigo como un espíritu vagante que no sabe qué hacer.

 

-Era mi novia –dice cortante, ¿novias? Su llanto se apaga de poco, aunque su cuerpo está temblando frente a mí, sus palabras son seguras.

 

- ¿sabes si alguien tendría razones para querer matarla? –le pregunta el hombre que está delante de Tiffany.

 

La ropa de Tiffany tiene enormes manchas de sangre, sobre todo en su pecho, me acerco a sus manos, intento tocarlas, pero la frustración se apodera otra vez.

 

-Yuran Lee –dijo cortante- Ella odiaba sin razón a Taeyeon, estoy segura, que ella le hizo esto tan horrible –las lágrimas empezaban a caer de nuevo, acompañado de unos ojos furiosos.

 

Estos idiotas llevaban a Tiffany de un lado a otro, la dureza de su mirada se hacía más cortante a cada paso.

 

-Tiffany… -le llama Jessica parándose rápidamente del asiento, donde estaban las demás.

 

-No me hables –le dijo sin mirar, el rechazo que tenían los ojos de Tiffany eran dolorosos, lo que sintiera estaba totalmente conectado con ella, lo que Tiffany sentía, era sólo lo que yo puedo sentir.

 

Esperó en un rincón, alejada de todas, las lágrimas le empiezan a caer con enormes suspiros, está sentada a sólo un par de centímetros de lo que sería ¿Mi alma? ¿Un ente? Lo que fuera, yo sólo siento como me desbordan los sentimientos, y ahora que no puede verme el valor que nunca tuve, por mucho que lo grite, es inútil.

 

-Taeyeon…-sollozaba- Taeyeon…

 

Me agaché al frente, quiero decirle tantas cosas, pero sus ojos no me ven, y sólo están posados al piso, con mi dedo intenté acariciar su mano, pero solo la atravieso una y otra vez; mi percepción de la vida era errada, no sé cómo fue que llegamos a esto, si hace tan sólo unas horas atrás, ella estaba sonriéndome, dándome un beso en su habitación, tomándome la mano y yo aquí, extrañando el sudor de nuestros dedos.

 

Se escuchan fuertemente las sirenas del carro policial a fueras de la comisaria, entre ajetreos y gritos, la persona dueña de mi muerte se hizo presente; con la cabeza gacha apresada entre dos policías, Yuran, quien tenía un horrible aspecto de golpes y borrachera en el rostro, mientras cojeaba, hacía un recorrido de lo que sería una sala de espera hacia las entrañas de la institución.

 

Tiffany la miró furiosa, su mirada hacia ella era penetrante al borde que nunca creí ver esa expresión de sus ojos, su puño tiritaba debido a la presión que hacía con sus dedos, y fue cuando empecé a temer.

 

-Tranquila, tranquila…-susurro, por mucho que sea inútil.

 

Poso mi mano sobre la de ella, finjo que la ciento, hasta que vi una pequeña calma, los ojos de Tiffany no brillaban como antes, y esa sonrisa tan encantadora se había perdido, miré la escena, Yuran ya había sido atrapada, supongo, ya que bordea los 19 años, que no se librará fácil de esta.

 

Tiffany suspiraba triste, mi corazón ardía, no sé, ya no estaba dentro de mí, era como esa especie de fantasmas que salían de las películas, estoy tan preocupada por Tiffany que mi estado actual de alma vagabunda me es irrelevante.

 

-No debiste dejarme sola…tonta…-se susurró a sí misma, sacó de su bolsillo mi cinta roja, atándola con lentitud a su mano, pero fallaba, se le desataba al usar una sola mano para amarrarla.

 

-te dije que no te dejaría sola –expresé, aunque fuera inútil- y no voy a dejarte sola –puse mi dedo apretando el nudo y extrañamente este no se soltó, Tiffany pudo atarla.

 

Me abracé a su cuerpo, pero el dolor de aquello se hizo más fuerte cuando Tiffany se levantó repentinamente atravesándome como si su cuerpo me rechazara, aunque claramente no es así, pero luego, de tan sólo dirigirle una mirada de “¿me abrazas?” y ella responderme con afecto, este sentimiento era como estar en la frontera, de dios entre el infierno; diviso a un agente policial que salió de repente.

 

-Disculpe – Tiffany está pacífica -¿qué pasará con Yuran? –le dijo.

 

-Comenzaremos la investigación, los testimonios son fundamentales para estos casos, todo indica que es la autora del crimen, la dejaremos en reclusión mientras tanto.

 

Tiffany se sentó en la misma silla, escuchaba sus susurros, sus lamentos, el llanto ahogado que caía disperso entre instantes, con mi mano atravesaba la suya, no sentía el calor, ni la capa de sudor que siempre solía sentir debido al prolongado tiempo que manteníamos nuestros dedos juntos.

 

Los minutos pasaron, las demás chicas del lugar, que eran mis compañeras de club y las porristas ya se habían ido, Jessica era la única que seguía en la sala, a un rincón lo más alejada posible de Tiffany; se levantó a pasearse por la sala, Tiffany no decía nada, sólo estaba con la mirada perdida en el piso, y yo ahí tratando por medios posibles e imposibles, darle alguna señal.

 

Estoy caminando por las salas, intento abrir las puertas, pero mis brazos atraviesan fácilmente las habitaciones, escuché decir a un par de policías, cosas que me parecían absurdas sobre como mi cuerpo había dejado la vida, más me preguntaba, como siempre creí, por qué yo seguía aquí, por qué seguía deambulando, fuera cual fuera la respuesta, podía seguir mirando a Tiffany, y eso para mí es el cielo.

 

Volví con Tiffany, antes que llegara la ambulancia, mi cuerpo pasó todos esos minutos apoyado en su torso, a tal punto que la mayoría de la ropa de Tiffany estaba manchada con sangre, entre sus manos traía mi chaqueta, su chaqueta, del club de futbol americano, empapado de mi líquido vital, tiñéndole los dedos.

 

El aviso de semi libertad estaba claro, Jessica y Tiffany podían volver al internado, una patrulla policial les escoltaría de vuelta al establecimiento.

 

Cuando Jessica y Tiffany se subieron a la camioneta, me sentí temerosa, el motor partía, y yo atravesaba las cosas como si no pudiera hacer nada en lo absoluto, sentí una opresión en el pecho, cuando empezó su destino, me eché a correr tras de él, no sentía el viento, cansancio, brisa ni siquiera esa sensación de adrenalina cuando antes me echaba a correr por los pasillos, y mucho menos, el sonido más envolvente que podría haber escuchado en toda mi vida, su risa.

 

Empezó a llover, con la velocidad que corría a un costado del vehículo, veía los ojos de Tiffany tristemente pegados a la ventana, pero claramente, no me veían.

 

Al llegar al internado, otra patrulla policial, estaba en la entrada y los patios estaban repletos de la mitad del internado comentando lo que había sucedido.

 

Tiffany se bajó del vehículo, siguiéndole de Jessica, haciendo caso a su petición, con recelo le siguió de largo con una expresión inexpresiva y seria.

 

Mi amiga, Tiffany, se quedó de pie fuera del internado, mientras era vista por algunas miradas que, a mis ojos, o a lo que veía, habían cambiado mucho; movía tristemente sus dedos antes de dignarse a entrar, recuerdo ahora esa vez, cuando era nuestro día de citas, la fuerza con la cual ella me había protegido.

 

-No temas…-le dije al oído, por más que ella no me escuchara.

 

Los ojos de Tiffany seguía llorosos, su aspecto era de pesadumbre, fingí agarrar su mano, y fue cuando ella empezó a caminar, con el rostro bajo, los ojos sin brillo alguno, y una seriedad que bordeaba la ira.

 

Se dirigió al edificio número dos, dónde corresponde su habitación, la estaba siguiendo, sin dejar de tener mi presencia en su mano, la seguí hasta la puerta de su cuarto, las miradas ajenas no importaban, aunque tuvieran una absoluta preocupación.

 

Tiffany estaba agarrando la perilla de su puerta, el centro de mí empezó a latir con fuerza, como aquellas veces cuando ella me besaba, intenté tocarla y misteriosamente mi dedo se paró en su espalda.

 

- ¿Eh? -titubeó antes de voltearse ¡¡¿me sintió?!!

 

Miró extrañada alrededor detrás de sí, estaba a centímetros de ella, aun así, no podía verme, pero su rostro estaba raro, como tratando de encontrar algo causante de ese roce ¡¿por qué me sintió?!

 

Entró en la habitación, se sentó pesadamente sobre la cama, yo estaba ahí en frente de ella sentada en el piso, miraba su rostro angustiado, mi pecho dolía, o donde supuestamente mi pecho, las sensaciones fuertes que había sentido desde que Yuran me golpeó en la cabeza, eran alrededor de todo mi cuerpo.

 

-yo sólo quería verte sonreír… -susurró y volví a sentir ese ajetreo en el pecho, sus ojos  hermosos estaban empapados a más no poder, rostro tenía gruesas marcas de lágrimas- No tenías que irte así… -entre cortada su voz resonaba. Mi rostro por primera vez en la noche se volvió triste, miraba en el espejo de su habitación, que mi reflejo no aparecía.

 

-¡¡¡¿Por qué?!!! –Gritó molesta parándose con ansiedad, haciéndome exaltar de la hipnotizada vista que estaba en el espejo- ¡Vida de mierda! –Exclamó con rabia antes de agarrar una especie de bolso, lanzándolo con fuerza a la pared- Taeyeon… -susurró llorando, y yo ahí sin poder decírselo.

Jamás había visto esa mirada en sus ojos, de perdición absoluta, era amor, pero no de ese que te hace sentir feliz, ese que te apresa, ese que te hace desear a quien amas cuando lo has perdido, y así me sentía yo, teniéndola a centímetros de mi cuerpo, siéndole invisible.

 

Miró en un vistazo rápido el pequeño lápiz labial rojo que estaba sobre su cama, entre sus dedos lo apretó con fuerza.

 

-Taeyeon…-se susurraba una y otra vez, miraba el objeto, y sabía claramente que estaba recordando ese beso tan extraño que me regaló, antes de gritar algo que nunca pensé decir.

 

-¡¡¡Olvídame!!! –le grité con rabia, mi corazón palpitaba con fuerza y esa sensación entre dolor y presión se apareció en mi pecho.

 

-¡¡Éramos tú y yo!! –gritó lanzando el lápiz labial con violencia hacia la dirección donde yo estoy, si pudiera describirlo, el pequeño objeto me golpeó con uno de los extremos en el hombro, me golpeó… haciendo que éste desviara un poco su trayectoria y reduciendo su velocidad.

 

Tiffany miró extrañada la escena, el objeto lanzado al

Please Subscribe to read the full chapter
Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
SharnLovesTaeNy
#1
Hello! I'm interested in your story but I can't understand it.. Can I have an english version of this? Thank you!
LlamaAmerica #2
Chapter 7: Hay esta historia siempre que la leo me remueve todo!!! Gracias por traerla!!! <3 <3
scoott #3
Chapter 7: Gracias por adaptar esta historia. Ya conocía la escritora pero de no haber sido por ti no la hubiese leído.. Me movieron mucho ciertas cosas del fic.
Gracias por volver con tus adaptaciones, tus ocurrencias y tus cosas.
<3
Skyth06
#4
Chapter 7: Siempre lloró con el final
LlamaAmerica #5
Chapter 6: Este cap siempre me partirá el </3 es que hay :’(
Skyth06
#6
Chapter 5: Son tan aww
scoott #7
No te pierdas
LlamaAmerica #8
Chapter 4: Haaaaay pero que bello esto! *-* <3
Skyth06
#9
Chapter 4: Genial!!
Skyth06
#10
Chapter 3: Es una excelente historia la verdad