En lugar de simplemente darle la noticia a su esposa, Tiffany decidió; usando un poco de astucia e ingenio, sorprender a la rubia trayéndola a un lujoso complejo de apartamentos.

“Aún no abras los ojos” Le advirtió Tiffany mientras abría la puerta de uno de estos lujosos apartamentos (no era tan lujoso como ‘su pent-house’ pero se le acercaba) y la conducía hacia adentro. “Ya puedes abrirlos” Dijo y en cuanto esta lo hizo, “¡Tadan!” Tiffany exclamó alzando los brazos al aire.

Al abrir los ojos Jessica estaba sorprendida y confundida, no entendía porque su esposa la traía a ese lugar. ‘¿Qué estaremos haciendo aquí?’ pensó.

“¿Qué te parece?” Preguntó entusiasmada la eyesmile entrando en el livingroom.

“Como un museo” Contestó la rubia. No iba a negar que el apartamento era hermoso pero a la vez demasiado elegante y ordenado, lo que la hacía sentirse un poco fuera de lugar. ‘Qué bueno que Yoona y Yuri están cuidando a las niñas, o de lo contrario seguro que romperían algo que no podríamos pagar’ pensó mientras Tiffany seguía mostrándole el lugar.

Por su entusiasmo de estar de nuevo entre lujos Tiffany no noto la incomodidad de la rubia.

“Y… ¿Cuál es la sorpresa?” Jessica no resistió más y preguntó. “¿Lo rentaste para el fin de semana?” ¡Dios! La rubia esperaba que a su esposa no se le hubiera ocurrido semejante locura, el lugar era hermoso pero no apto para niños y aunque amaba pasar tiempo en pareja solo ellas dos, no podían dejar todo el fin de semana a sus pequeñas con las YoonYul.

“Eso y más” Contestó Tiffany.

“Una semana” La expresión del rostro de la rubia y su tono eran más de horror que de emoción.

“Parte del trato Jessi”

“¿Trato?” La confusión de la rubia era evidente y necesitaba que su esposa le aclarara las cosas inmediatamente.

“La firma de abogados SM representa a varias e importantes empresas en Corea. Y utiliza este apartamento para atraer a talentosos abogados que puedan manejar contratos de adquisiciones multimillonarias” No pudo evitar que una sonrisa arrogante se formara en sus labios. “Y resulta que esos se me da bien”

“¿De qué estás hablando Tiff?” Su confusión se volvía cada vez mayor. No dudaba de lo talentosa que era su esposa cuando se trataba de asuntos legales, pero ¿manejar adquisiciones multimillonarias? De qué diablos estaba hablando.

“Estaré ganando el triple de lo que gano ahora, más un excelente bono anual” Le dijo entusiasmada y continuó. “Al principio viviríamos en este apartamento gratis, hasta encontrar nuestro propio apartamento” Tiffany tenía en mente encontrar uno tan lujoso como ‘su pent-house’ solo que suficientemente grande para alojar a ‘su familia’.

“Tiffany, estás loca” No había duda de que su esposa se había vuelto loca.

“No Jessi” Negó con la cabeza. “Date cuenta, esta será una mejor vida que la que tenemos, tendremos lujos y escuelas privadas para las niñas”

“Su escuela es buena y a ellas les gusta” La rubia la interrumpió y su voz sonaba a la defensiva porque no entendía ¿qué tenían de malo sus vidas actuales?

“Pero no tan prestigiosas como las escuelas aquí en Gangnam” Tiffany también se puso a la defensiva, no entendía porque Jessica el lugar de brincar de la emoción parecía molesta.

“¿Y mi trabajo?”

“Puff… vamos Jessi” Se cruzó de brazos. “Yongsan no es precisamente un distrito con bostiques de alta moda, en cambio Gangnam sí que lo es”

Jessica comenzó a caminar de un lado al otro. “Ni siquiera puedo creer que hables de mudarnos al centro de la ciudad” Dijo sin mirar a su esposa mientras seguía caminando de un lado al otro. “Pensé que habíamos decidido vivir en los suburbios porque era el mejor lugar para criar a nuestras hijas”

“No, aquí es donde está el centro financiero de Seúl, aquí es donde yo debería estar” Declaró. Jessica se detuviera y la mirara incrédula. Al darse cuenta de la mirada que le daba su esposa, la eyesmile suspiró y trato de tranquilizar los ánimos. “Okey, escucha, detecto cierta tención en ti y no entiendo por qué, pensé que estarías feliz, pero olvídalo, no viviremos aquí, no necesito vivir aquí, conduciré todos los días al trabajo”

“Tiffany, vamos, con el tráfico son horas conduciendo ida y vuelta, tres horas diario… ¿Cuándo veras a las niñas?” Empezando a sentirse mentalmente cansada, la rubia se sentó en el sillón que estaba a un lado de ellas.

Tiffany masajeó sus sienes sintiéndose frustrada.

“Jessica, no me estas entendiendo. Te estoy hablando de una vida perfecta, una vida con todo lo que imaginamos de jóvenes, el paquete completo ¿lo recuerdas? Tú misma lo dijiste, la vida nos sorprendió y nos sacrificamos, pero adivina, puedo regresarnos al camino Jessi, puedo hacerlo, necesito hacerlo, por mí… y por todos los demás” Suspiró. “Por favor piénsalo por un minuto Jessi. Basta de restaurantes baratos, de tener un presupuesto ajustado, de conducir esa horrible camioneta”

“COMPRA OTRO AUTO TIFFANY” Gritó la rubia levantándose abruptamente del sillón y encarando a su esposa. “No cambies de carrera sin siquiera avisarme… y no saques a Irene de su escuela que ama y no nos saques de la casa en la que hemos formado una familia” Jessica de nuevo comenzó a caminar de un lado a otro respirando hondo para tratar de tranquilizarse, ya que ella realmente no quería pelear con la eyesmile.

Tiffany también respiró hondo, ella tampoco quería pelear con la rubia. “Jessi ¿qué no lo ves? Hablo de tener una vida de lujos que la mayoría de las personas envidiarían”

“Hay Tiff” Jessica suspiró y se acercó a su esposa tomando su rostro gentilmente entre sus manos. “No ves tú que ya tenemos una vida que nos envidian” Triste porque su esposa parecía no ver eso, Jessica soltó su rostro se dio la vuelta y salió de ahí.

El camino de regreso; la hora y veintisiete minutos, fueron los más silenciosos e incómodos en toda la vida de la eyesmile. Y cuanto estaciono frente a la casa, Jessica bajo rápidamente del vehículo y fue primero con sus vecinas (YoonYul) a recoger a sus hijas. Cuando entro a la casa, la rubia se dirigió directamente a la habitación de las niñas para dormirlas, aun sin dirigirle la palabra a la eyesmile.

Tiffany por su parte se quedo en la sala y acomodo una manta sobre el sillón. Ni siquiera se molesto en intentar ir a la habitación, sabía que esa noche le tocaría dormir ahí, aunque dudaba que el sueño le llegara pronto.

“Esta noche resulto desastrosa” Murmuró para sí misma y suspiró profundamente dejándose caer de sentón en el sillón. Estando ahí sola, Tiffany tomo a tarjeta de presentación que el señor Lee SooMan le había dado y la contemplo pensativa durante un buen rato, entonces levantó la mirada y por toda la sala de la casa había fotografías; fotografías de una familia feliz.

La eyesmile se levantó del sillón y camino hacia el librero donde estaban algunas de las fotografías para mirarlas más de cerca, en ellas se vea a; una Irene sonriente en su primer día de clase, a una muy embarazada y sonriente Jessica, a una recién nacida Yeri en sus brazos, a Jessica abrazandola por detrás y besando su mejilla, a Irene y Yeri durmiendo al lado de ella que también dormía.

Tiffany volvió a soltar un profundo suspiró y tomo un álbum fotográfico antes de volver a sentarse en el sillón. Al abrirlo, entre sus primeras páginas, encontró un viejo boleto de avión a su nombre. “Regresé” murmuró al ver que el boleto era de Londres a Corea del Sur y que la fecha era solo de un día después de su partida. Estaba tan absorta en ello que no notó cuando Jessica entro en la sala hasta que esta habló.

“Cuando subiste a ese avión se había terminado… deje el aeropuerto pensando que no regresarías… pero tú apareciste al día siguiente como una maravillosa sorpresa” Sonrió ligeramente, entonces tomo asiento frente a Tiffany. “Sabes… pienso en la decisión que tomaste” Suspiró y su mirada recorrió su hogar antes de volver a mirar a su esp