Capítulo 7

Horrible destino: Soo Yeon y Soo Jung

                                                                          

¿Alguna vez te has preguntado cómo tu vida puede cambiar en tan solo un instante?

 

Bueno, la mía ha dado un giro inesperado con tantas revelaciones, que no estoy segura de seguir soportando.

A pesar de que la pantalla se ha puesto negra, indicando el final del video, algo en mi interior me dice que esto está lejos de acabar.

 

-Ya no…- no sé cómo la voz logro salir de mi boca.- ya no puedo.

-Sé que esto ha sido demasiado para ustedes,- dice con sinceridad.- pero estoy cansada de que culpen a mis muchachos, ¿Pueden entender su dolor?- pregunta hacia el público.- Hasta que no sientan lo que ellos sintieron, no entenderán.

-¿Qué se supone que debemos entender?- pregunta una persona de entre el montón.- ¿Qué son unos salvajes?

-Ellos no son salvajes, tienes razones muy fuertes para ser algo bruscos.- justifica.- ¿Saben por qué se autodenominaron “Guerrilleros fantasmas”?- nadie contesta.- Decidieron llamarse  así en honor a sus familiares asesinados. Ellos son el alma de cada miembro de su familia fallecido, que pelean contra Kwon Biotecnology Corporation y el gobierno de los cinco países causantes de una de las más grandes masacres.

-¡Nada de lo que dices es cierto!- grita Yuna roja del coraje.

-Lo es, querida.

-¡Todos esos videos fueron montados!

-Creo que fui clara cuando te comente no entrometerte.- su rostro muestra seriedad.- Yo no miento querida, no tengo razón alguna para hacerlo.- su mirada se aparta de ella, para mirarme a Tae y a mí.- Eso poco que vieron, fue solo de mi parte, si pongo un video por cada guerrillero fantasma, jamás terminaríamos, pero créame que entenderían porque ese gran odio.- su mirada se aparta de nosotras, para mirar hacia la pantalla negra.- Sé que no debería de mostrar lo siguiente que voy a mostrar, pues no me pertenece a mí, no es mi historia, pero creo que si les conciernen a ti- aunque no me mira sé que me está hablando a mí.- y a Taeyeon.

 

Giro mi rostro para encontrarme con el de Taeyeon, quien luce igual de asombrada que yo, y sin poder articular alguna palabra, pero que la intriga por saber a qué se refiere puede más con nosotras.

 

-Basta ya…- logra pronunciar.- no sé de qué hablas.

-¿Quieres saber quién es Soo Jung realmente, hija?

 

Mi rostro vuelve a mostrar sorpresa, ¿Cómo sabe eso ella?

 

Incluso Tae abre la boca ligeramente ante la pregunta que me ha hecho mi madre. Se suponía que nadie más que mis amigos más cercanos, padre y esposa sabían de la verdad detrás del final de mi relación con Jessica.

 

¿Cómo es que ella sabe que fue a causa de Soo Jung?

 

-¿O ya has descubierto quien es verdaderamente?

 

Ella ni siquiera me está mirando, ¿Cómo sabe que he descubierto quien es realmente Soo Jung?

 

-Creo que la pregunta correcta sería, ¿Quieres saber quiénes son realmente las hermanas Park y las hermanas Choi?

 

Su cuerpo no se gira completamente, solo gira un poco su cabeza, pero puede ver que ella ve en mí y Tae la gran curiosidad que tenemos por saber.

 

-¿Hermanas Choi?- pregunta Tae.

-¿En serio no notaron los apellidos?- puedo escuchar un poco de incredulidad.- Si, que son muy distraídas.

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La oscura pantalla vuelve a iluminarse, en ella se muestra una hermosa, elegante y gran residencia de color beige y azul, custodiada por hombres armados que no son los especializados de Estados Unidos.

El enfoque de la cámara cambia mostrando ahora el interior de la amplia casa de lujo, donde se puede apreciar la presencia de una gran cantidad de personas corriendo de un lugar a otro, con armas en las manos, mientras algunos otros guían a los niños a esconderse en alguna parte de la casa.

Los niños lloran, las madres o padres lloran, se abrazan, se besan y se dicen adiós como si fuese la última vez que se vayan a ver.

La cámara cambia una y otra, y otra vez.

La cocina, el comedor, la sala de estar, el salón de juego, la biblioteca, el despacho y otras habitaciones del primer y segundo piso han sido mostradas, y pareciese que la cámara no tuviese intenciones de detenerse pero, entonces, logra detenerse en la entrada de una habitación que tiene un letrero de color blanco con letras lilas y que juntas forman el nombre de “SOO YEON”.

La luz que iluminaba el corredor del segundo piso, desaparece. La venta que se encuentra del lado izquierdo de la cámara, permite apreciar la tormenta que ha caído en dicho lugar y, por tal, la luminosidad de la casa se vaya totalmente.

No sé por qué pero, aquella oscuridad oprime mi corazón, es como si fuese el principio de algo aterrador y el miedo se apoderare de mi cuerpo.

La puerta que anteriormente había visto y es de color lila, se abre inesperadamente, permitiendo salir a una pequeña niña tallándose los ojos. Su cabello es un poco largo y oscuro, más no se puede saber si es negro o castaño, ya que por la falta de luz, la cámara ha pasado a visión nocturna.

 

-¿Mamá?- pregunta la niña al azar, más no consigue respuesta alguna.

 

Me extraña que la pequeña no haya gritado de miedo, y es que yo en su lugar, ya lo hubiese hecho.

 

-Mamá, ¿Dónde estás?- dice la niña, mientras camina por el pasillo.- ¡Mamá!

 

Opta por gritar esta vez, pero sigue sin haber respuesta.

El cielo resuena tan fuertemente, que inevitablemente la niña brinca del susto, más no llora.

Yo a su edad hubiese llorando sin control alguno.

La pequeña no detiene su caminar por el largo corredor, aun cuando el sonido tan fuerte de las nubes chocar está para esconderse debajo de las sabanas.

Ella sigue buscando a su mamá.

 

-¡Papá!- intenta llamar la atención de su padre.- ¿Dónde están?

-¡Soo Yeon!

 

Una mujer de estatura media, complexión delgada, pero ligeramente marcada de brazos y piernas; cabello semi-largo y oscuro, llegando a los extremos de cada hombro. Coge a la niña en brazos, para posteriormente posicionar sus labios en sus redonditas mejillas, mientras acaricia su largo cabello.

 

-Mamá no hay luz.- dice la niña con voz inocente.- Está lloviendo.

-¡Oh Soo Yeon!… mi pedazo de cielo, mi vida.- sigue besándole los cachetes.

-Mamá me haces cosquillas,- la nena ríe.- detente mami, detente.

 

La madre obedece, detiene su bombardeo de besos y baja la pequeña al suelo, posicionándose a la misma altura que su hija.

 

-Mamá no puedo dormir, hace mucha calor.

-Soo Yeon…- llama la madre.- escúchame,- la niña le hace caso.- quiero que vayas por tu hermanita, ve por tu hermana y regresa aquí de inmediato.- la voz de la mujer se escucha aterrada.

 

¿Por qué?

 

Su hija no le tema a la oscuridad ni a truenos.

 

¿A que le tiene miedo la mujer?

 

La pequeña niña solo asintió y corrió para la habitación que está a un lado de la suya, con la única diferencia de que el letrero no dice Soo Yeon, sino…. “SOO JUNG”.

Mis ojos no pueden abrirse más grande de lo debido porqué simplemente es imposible. Siento claramente como un escalofrió recorre mi espina dorsal desde la punta de mi nuca, hasta el final de ella, en mi coxis.

El miedo me invade, me paraliza y nuevamente me deja sin habla.

No… no de nuevo, no puede ser verdad… no es verdad, esto debe de ser una puta maldita broma.

 

¿Soo Yeon es Jessica?

 

-Yuri…- logro escuchar la voz de mi mejor amiga a lo lejos, pero no me muevo.

 

La niña de nombre Soo Yeon vuelve aparecer en el corredor del segundo piso, pero en esta ocasión va acompañada de una niña mucho más pequeña que ella y casi con las mismas facciones, la única diferencia es el cabello que lo tiene semi-largo, como su mamá.

 

-Ya estamos aquí, mami.- anuncia la hermana mayor con una sonrisa.

 

La mujer sonríe con tristeza y una vez más, toma la altura de sus pequeñas hijas.

 

-¿Mami?- el sonido de la voz es mucho más tierna que la de niña mayor.

 

La madre no se contiene y se aferra al cuerpecito de su hija menor, conteniendo las lágrimas que amenazan con escapar.

 

Es una despedida… sé que lo es.

 

Un sinfín de emociones se apodera de mí, quiero llorar, gritar, golpear, maldecir, pero solo me quedo quieta, mirando fijamente la escena.

 

-Hola mi cielo, ¿Dormiste bien?

-Soo Yeon me despeto.- su vocecita suena molesta.

-Perdónala mi amor,  he sido yo la que le ha pedido que fuera por ti.

-Está bien mami, no impolta.

-Soo Yeon y Soo Jung, quiero que me escuchen con atención.- las nombradas le prestan total atención.- ¿Saben dónde está el macetero verde?

-¿El que está en la pared al lado del baño de la habitación de papá y tú?

-Exactamente. - asiente.- Vayan hacía él y muévanlo hacia delante, abrirá la pared que oculta una habitación secreta.- las nenas miran con seriedad a su madre.- Quiero que entren y por nada del mundo salga de él, no importa lo que escuchen, así sea mis gritos o los de su padre, no salgan de la habitación, quédense dentro hasta que no escuchen absolutamente nada.- las pequeñas asienten.- Por dentro, la pared tiene tres enormes cerrojos de metal, trábenlas entre la puerta y la pared al lado de ella, ¿Entendido?- las niñas vuelven asentir.- Otra cosa que se me andaba olvidando, una vez que hayan cerrado, apaguen la luz y aléjense de la puerta.

-¿Papá y tú no vendrán?- la mujer niega.

-No mi amor, papá y yo tenemos un asunto que arreglar.- su lágrimas están a punto de caer.- Anda, vayan al lugar que les dije y por nada, nada en el mundo salgan de ahí.

-Sí mami.- dicen en coro las dos

-Las amo con mi vida, nunca lo olviden.

                                                                          

La mujer toma con cada brazo a sus dos hijas, acercándolas a su cuerpo en lo que mi corazón me dice es el último abrazo.

Lágrimas de dolor caen de los entristecidos ojos de la mujer, quien intenta disfrutar lo más que puede de ese último momento con sus hijas.

Al saber que ha llegado la hora de separarse, limpia lo más rápido que puede su rostro, para al final romper el abrazo.

La mayor toma de la mano a su menor y dándose la vuelta emprende camino hacia la habitación de sus padres.

 

-¡Soo Yeon!- la mayor detiene sus pasos y se gira para verla una última vez.- Cuida a tu hermana, no la dejes nunca sola. Soo Jung será a partir de ahora tú responsabilidad.

-Nunca la dejare, madre.

 

La niña se encamina de nuevo para está vez desaparecer de la vista de su madre, quien termina cayendo de rodillas al suelo, llorando inconsolablemente.

 

¿Por qué?

 

¿Por qué ha tenido que separarse de sus hijas?

 

¿De qué o quién deben esconderse?

 

Unos brazos gruesos, fuertes y firmes la envuelven en un cálido y reconfortante abrazo.

 

-Van a estar bien…- dice no muy seguro.- ellas van a estar bien.

-¿Y sí las encuentran?- su voz está llena de miedo.

-No lo harán, sé que no lo harán.

 

La tristeza y miedo que reflejan ambos padres es a causa de sus hijas. No les importa si algo malo pueda ocurrirles, solos les importa que sus hijas se salven al precio que sea necesario.

 

-Han cruzado la cerca, estarán aquí en menos de diez minutos.

 

El hombre de cabellera oscura se pone de pie, mientras su mujer le mira.

 

-Vamos a pelear hasta que nuestras bocas dejen escapar el último aliento, Krystal. Si he de morir, moriré peleando.

 

Una vieja y débil armadura de combate le cubre rápidamente de pies a cabeza.

El en verdad no bromea con pelear.

De su pierna derecha, una pistola sobre sale y sin dudar la coge.

 

-Sí Ji Yong quiere guerra,- carga su arma.- guerra tendrá.

-¿Con que clase de persona se ha casado, Boa?

-No lo sé, pero temo decir que tal vez nunca conocimos al verdadero Kwon Ji Yong.

-Siempre… siempre estaré en deuda con Boa,- el hombre asiente.- porque gracias a ella, mis hijas puede que vivan.

 

El hombre solo asiente en acuerdo a las palabras dichas por su mujer, al mismo tiempo que le estira la mano. Su esposa la acepta y no tarda ni un minuto en ponerse de pie, para que posteriormente la armadura le cubriese totalmente.

 

-Te amo Erick, te amare por siempre.

 

La pareja estaba por besarse, pero tuvieron que detenerse al escuchar las primeras detonaciones de armas. 

 

-Ha llegado la hora de patear traseros, querida.- le regala una sonrisa sincera.- No te contengas.

-No pensaba hacerlo, querido.

 

La cámara pierde de vista a la pareja quien dobla hacia la izquierda tras caminar por todo el corredor.

 

Todo… todo ha sido provocado por mi padre, ¿Cómo ha podido vivir durante todo este tiempo, sin que la culpa le carcomiese por dentro?

 

¿Cómo?

 

Aquella escena desaparece para permitir mostrar lo que pasa en el interior de la habitación.

Las dos pequeñas niñas entran en la habitación tomadas de las manos, caminan hacia el jarrón verde que se haya en la esquina exactamente y siguiendo las indicaciones de su madre, jalan un poco hacia delante, abriéndose así, la habitación secreta que hay detrás de la pared.

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-¿Cómo… cómo consiguieron grabar ese video?

-Tenía cámaras por toda la casa, sobre todo en las habitaciones.- explica.- Ese video lo conseguimos de una cámara oculta en uno de los cuadros colgados en la pared de  la cabecera de la cama.

-¿Qué es lo que está ocurriendo?- pregunto un tanto desesperada.

-Lo inevitable.

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Muy obedientes, ambas niñas se adentran en la habitación oculta, pero es la menor quien se aferra al cuerpecito de la mayor al no poder aguantar más con su temor.

 

-Teno miedo Unnie.

-No temas, yo siempre estaré contigo, Soo Jung.- le planta un besito en la cabecita.- Ahora, ayúdame a cerrar la puerta como mamá nos dijo.

 

La puerta resulta ser lo baste grande y pesada, tanto que puede apreciarse a simple vista, pero que no fue mucha la fuerza que ejercieron las niñas para cerrarla.

Dentro de la habitación secreta hay otra cámara que las enfoca con visión nocturna por falta de luz.

La mayor entrelazo los tres cerrojos con la puerta y la pared, para que nadie pudiese entrar. Tomó a su hermana de la mano y justas se alejaron de ella como su madres la había indicado. Optaron por sentarse en una esquina  y esperar hasta que lo que fuese a pasar terminara.

Inesperadamente, la menor dio un pequeño, pero notorio brinco al escuchar el sonido de los primeros disparos y se aferró tan atemorizada a la cinturita de su mayor, quien solo envolvió sus brazos alrededor de todo su cuerpecito.

El sonido de las armas se hizo mucho más fuerte y constante, ya no eran probablemente dos o tres armas, está vez podían escucharse el monto de armas chocar contra objetos u cuerpos.

Gritos, truenos, disparos, lluvia, llantos empezaron a escucharse por toda la enorme casa, era demasiado para la menor que termino escondiendo su rostro en el cuerpo de su hermana mayor.

La niña temblaba demasiado y su hermana lo único que podía hacer en ese momento era abrazarla, mientras le susurra al oído quien sabe qué cosa.

No tengo idea por cuanto tiempo estuvieron así, sólo sé que cuando se escucharon ciertas pisadas entrar a la habitación de los padres, mi voz quedo atorada en mi garganta y un temor tan enormemente grande invadió todo mi ser.

Temía que las encontraran y que las mataran o les hicieran cualquier cosa no muy grato.

La rabia de no poder ayudar por el sencillo hecho de que todo es una grabación de algo que ya paso, hace que me odie a mí misma.

 

-Revisen todo, baño, closet, debajo de las camas, no quiero que dejen vivo a nadie.

-Aquí no hay nadie, señor Kim.

 

Dios… no.

 

-Revisar todas las habitaciones y asesinar a todo aquel que encuentre, no debe quedar ninguna miembro de la 5CUZ vivo o será nuestro fin.

-Sí, señor.

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Mi rostro giro tan bruscamente rápido, que lo único que pude ver, fue a Zayn tomar con fuerza a Tae de la cintura, para evitar que hiciera una locura.

 

-¡Eres un maldito… un maldito cobarde!- intenta zafarse.- ¡¿Cómo pudiste?!

-¡Por dios Tae, tranquilízate!

-¡Suéltame… suéltame Tae Yang!- lucha por liberarse.

-No ganas nada, tranquilízate por favor.- pero no escucha.- Taeyeon, eso ya paso,-tristemente así es.- no hay nada que se puedas hacer.

-Dime… dime que varios sobrevivieron.- le pregunta a mi madre sin verle.- Dime que mucho lograron salvarse.    

-Te quiero Taeyeon, eres una hija más para mí y no te quiero obligar a mirar, pero la respuesta está en la cinta que falta mucho por terminar.

 

Tae no dice nada, solo se queda quieta con Tae Yang aun sosteniéndola de la cintura, ni siquiera vuelve a mirar la pantalla y puedo entender por qué.

La verdad es que no sé cómo puedo seguir mirando, todo esto es tan doloroso e indescriptible, que ya no sé cómo expresarme.

Para cuando decidí volver a mirar la pantalla, el silencio reinaba totalmente la residencia, mientras las niñas se mantenían en completo silencio.

La madre había sido clara “no salgan de la habitación, quédense dentro hasta que no escuchen absolutamente nada”, y justamente, en este momento no se escucha nada, pero ¿Y si es una trampa?

 

¿Sí la están esperando a que salgan de su escondite?

 

-Unnie…

-Lo sé,- dice desenrollando sus brazos de ella.- pero mamá dijo que no salieron hasta que no escucháramos nada.

-Nada…- dice con inocencia.

-Lo sé, Soo Jung,- dice revolviéndole el cabello.- pero le prometí a mamá que te cuidaría, necesitó asegurarme que no haya nadie en la casa.

-¿Papá y mamá?

-Abriré la puerta, pero tendrás que obedecer en todo, Soo Jung.- la niña menor asiente.- Iremos a buscar a papá y mamá, ¿Entendido?- vuelve asentir.- no hagas mucho ruido.

 

Las niñas se ponen de pie y caminan hacia la puerta. La más chica aferrada con su manita en la parte baja de pijama de su hermana.

Sé que la mayor de las dos tiene miedo y esta vez sí que lo tiene, estoy plenamente convencida porque yo lo tengo… tengo un puto miedo que no puedo evitar y más por el simple hecho de imaginar que pudiese estar en esa situación, donde mi prioridad sea mi pequeña hermana menor.

Los tres cerrojos desaparecen y la puerta de aquella habitación secreta queda disponible para poder abrirse.

La niña de nombre Soo Yeon toma la manija, más no jala de ella.

Sé que tienes muchas dudas y miedos, sé que se está preguntando que abra del otro lado de la puerta y que sucedió con sus papás.

Finalmente, dando la última bocanada de aire, abre la puerta haciendo el menor ruido posible para permitirse observar la habitación arruinada de sus padres. Las colchas, almohadas, ropa, muebles y demás cosas por todo el suelo destruidas en su totalidad, es como si un remolino de viento hubiese entrado.

Sus ojos mostraban confusión y preocupación, tan solo era una niña de unos siente u ocho años tratando de entender que es lo que había pasado y porque la gente quería hacerles daño.

Sabía que algo malo había pasado, pero creo que ella ni yo nos imaginábamos la magnitud de los actos, hasta que el primer cuerpo apareció justo saliendo de la habitación.

Sus pequeños ojitos se abrieron tan grandemente, que desee tanto poder haber estado a su lado en ese momento, pero la realidad es que no puedo hacer nada, más que mirar como ella abraza con mucha fuerza a su menor evitando que vea por más tiempo aquella aterradora escena.

Sí creí que eso era lo peor, que equivocada estaba.

A lo largo del pasillo había más cuerpos inertes de mujeres, niños y uno que otro hombre.

Todos sin vida.

El terror en su mirada y boca sin ninguna habla, pero ligeramente abierta, contrae mi corazón. Cada paso que da, hace más irregular su respiración y firme su apretón.

No puede creer lo que está viendo, su cabeza gira de un lado a otro, mirando y mirando la sangre que aun brota de ellos, las heridas que sus cuerpos poseen y la que seguramente acabo con sus vidas.

Su rostro se deforma y aunque no puedo ver con exactitud, sé que en sus incrédulos ojos están a punto de derramar lágrimas de dolor. 

 

-Soo Yeon.-intenta liberarse del abrazo, pero se lo impide.

-No.- repite sin intención de soltarla.

-Soo Yeon.

-No, no…- su cuerpo tiembla.- todo va estar bien, va estar bien.

 

No puede aguantarlo más, besa su cabecita al mismo tiempo que sus ojos liberan el líquido transparente, manchando sus blanquecinas mejillas.

Tan solo es una niña de unos ocho años aproximadamente, ¿Por qué tuvo que pasar por eso?

 

¿Qué hizo para merecer vivir ese infierno?

 

¿Qué?

 

-Quiedo ver,-  intenta una vez más liberarse.- ¡Quiedo ver!

 

Deje de respirar tan solo un instante al ver el miedo, horror y shock que reflejan en segundos su mirada.

 

-No…

-Ven aquí,- trata de abrazarla, pero no sé lo permite.- por eso no quería que vieras, Soo Jung.

-¿Papi y mami?

-Escondidos, seguramente.- mintió

-¡Papi, Mami!

 

La mayor no pudo controlar a su pequeña hermana, quien salió corriendo lo más rápidamente posible, hacia la planta baja en busca de sus padres.

Era claro lo que le preocupase, lo que temía, que la casa no estuviera sola o que sus padres hayan tenido el mismo final que todos aquellos cuerpos.

Resulta ser verdaderamente impactante, ver, como la menor pasa entre los cuerpos a lo largo del pasillo, al final, en medio y el inicio de las escaleras, sin importarle marcharse los pies con el líquido rojizo que se haya regado por todos lados.

Ella solo quería algo en la vida y era ver a sus padres sanos y a salvo, pero la triste y cruel realidad está por cambiarle la suya.

 

-Pa… ¿Papi?- dice casi en susurro.- ¡Papi!

 

Soo Yeon se detiene abruptamente al entrar a la amplio salón de juegos, que pertenecía precisamente a ella y a su hermana, y mirar el cuerpo lleno de heridas en su totalidad, de su padre, mientras un charco de sangre le rodea, su rostro es indescifrable.

 

-¡Papi!

 

No dice nada, no se mueve, no parpadea, parece haberse se quedado congelada, pero sé que su cerebro aun no procesa lo que está viendo.

 

-¡Papi, papi!

 

La menor intenta mover el pesado cuerpo de su padre, pero es tan pequeña, tan frágil y débil, que no podía.

Su grito lleno de dolor me desgarra el corazón, está viendo a su padre… a su padre que fue brutalmente asesino, por culpa del mío.

Dios… que horror.

Intento contener el llanto, pero no puedo, no puedo, no hasta saber todo lo que mi padre ha hecho.

El cuerpo de la pequeña es separado con rapidez y fuerza por los brazos de su mayor, quien la tomo de la cintura, aferrándose a ella y sacándola del lugar. 

La niña pataleaba y gritaba, no quería ser alejada de su padre, pero no había nada que hacer.

Él ya estaba muerto.

 

-Detente Soo Jung, detente.

-¡Papi!

-¡Basta Soo Jung!- le grita.- papá…- se calla por un instante.- papá ya no puede escucharte, él… él ya no puede.

-Unnie… papi… papi está…- le mira con los ojitos hinchados.

-Lo sé,- se aferra a ella, mientras deja escapar todas las lágrimas que había estado conteniendo.- lo sé, Soo Jung.

-¿Mami?

-Tenemos que irnos de aquí, Soo Jung.

-¿Dónde está mami, Unnie?

 

Soo Yeon sabía la respuesta y por eso había decido ignorar la pregunta, no se atrevía a romperle el corazón más de lo que ya estaba, pues estaba perfectamente convencida que su madre habría tenido el mismo final que el de su padre y debía de estar en alguna parte de la casa, sin embargo, la menor era lista y no sé iría sin su madre.

 

-Debo… yo debo cuidarte… debo sacarte de la casa Soo Jung.

-¡No, no quelo!- dice aun llorando.- Mami… quelo ver a mi mami.

-Soo Jung no,- intenta convencerla.- Mami… Mami no…

-¡No!

 

Se niega a creer y nuevamente escapa de los brazos de su hermana mayor, esta vez en busca de su madre.

                                                                          

-¡Soo Jung!

 

Regañándose mentalmente por haber elegido no mentirle a su hermana menor, corre tras de ella tratando de alcanzarla para evitarle otro doloroso sufrimiento, pero estaba de dios que debían enterarse, aunque no estaba de acuerdo que fuese de esa manera.

Soo Jung era demasiado rápida y pequeña a comparación de Soo Yeon, quien no era lenta, pero si era más grande y algunas veces tenía que evitar ciertos caminos que su hermana fácilmente esquivaba.

No sé si ninguna de las dos lo notó por el hecho de estar buscando a su madre y otra por tratar de atraparle antes de que sea demasiado tarde, pero han pasado al costado y encima de un montón de cadáveres y pareciera que no le produjera terror.

 

-Soo Jung detente,- grita de nuevo.- buscamos por toda la casa y mamá no aparece,- una ligera esperanza le invade.

 

Tal vez… tal vez su madre si había logrado escapar o se encontraba muy bien escondida en alguna parte de la casa y no lograba escucharlas, pero entonces, toda esperanza término por desaparecer, cuando presencio como su hermana se detuvo frente al ventanal de la sala de estar, que a decir verdad, ya no había, más que puras cortinas moviéndose debido al proveniente aire de afuera.

Camino con paso lento hasta posicionarse a un lado de la menor y debatiéndose si mira o no mirar hacia la misma dirección que su hermana, giro su cabecita hacia el lado izquierdo.

Hasta ahí habían llegado sus esperanzas.

 

-¡Mami!

 

Soo Yeon no pudo impedir que su hermana saliera de su casa hacia el jardín porque otra vez se había quedado en estado de shock   

Ya no podía más, lo veía en sus ojos devastados por el dolor y odio.

La cámara le había enfocado el rostro, permitiéndome observar aquellos sentimientos que no se encargaba de ocultar.

 

-Ma…má- susurra.

 

Sus pies reaccionan, pero su mente no.

El enfoque de la cámara cambia al jardín de la residencia y la imagen con la que me encuentro es la peor de todas.

En una de las gruesas ramas del único árbol, el cuerpo sin vida de una persona se encuentra colgando.

 

-¡Mami, mami!

 

Mis manos se cierran con tanta fuerza, que siento como me clavo mis propias uñas en mi piel, pero no tengo como explicar lo que siento al mirar a esa pequeña aferrarse a las piernas del cadáver de su madre, todo lo contrario de la mayor, quien está a una distancia prudente, se deja caer de rodillas en el césped, llorando sin control.

 

-Esto no sé va quedar así,- dice la hija mayor con odio.- juro… juro por mi vida que no descansare hasta encontrar a los culpables y vengar sus muertes. Los hare pagar muy lentamente.

 

Alza la mirada solo para encontrarse con su hermana completamente destrozada.

Un sonoro ruido dentro de la casa logra llamar la atención de Soo Yeon, quien al mirar unas pequeñas luces moverse dentro, se levanta al instante, tomando consigo a su hermana y escondiéndose detrás del árbol.

Soo Jung no protesta.

Su mano le cubre la boca, no podía arriesgarse a que Soo Jung llorara y descubrieran que ellas seguían con vida.

Permaneció detrás del árbol alrededor de veinte minutos, hasta que decidió asomarse, encontrándose con su casa ardiendo en llamas. 

 

-¡Papi!

 

Intento liberarse la menor, pero esta vez, la mayor la tomo con todas las fuerza que tenía.

 

-¡Papi, papi!

-Se han ido Soo Jung… papá y mamá se han ido, ahora yo cuidare de ti… te cuidare con mi propia vida si es necesario.

 

La mayor ya no espero ningún reproche más de su menor, simplemente la tomo de la mano y huyo del lugar.

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Y esta es la aterradora y triste historia de las hermanas Jung.

Motivo por la cual odian a Kwon Biotecnology Coporation, pero sí es así, ¿Por qué estuvo en una relación con Kwon Yuri?

¿Cómo pudo estar con la hija de su más mortal enemigo?

Aun faltas algunas preguntas por contestar, pero todo ya quedara claro en el siguiente capítulo.

Mi gran demora en subir este capítulo fue debido a que he estado bastante ocupada con mi tesis, el servicio y mis clases de inglés que tomo los fines de semana ya que entre semana no tengo tiempo.

Abre terminado la universidad, pero un tengo deberes que cumplir ><

Para que la espera por el próximo capítulo no sea mucho, disfruten de esto.

-Boa, sabes que aún no somos suficientes para enfrentarnos a los soldados especializados y desgraciadamente nos enteramos horas después. Cuando llegamos el fuego estaba en su mero apogeo.- declaro.

-¿Los vieron?- regreso a verlo.- ¿Vieron los cuerpos de sus padres?

-Lamentablemente, sí,- mi madre cerro los ojos.- es por ello que están así, el daño psicológico las ha llevado a adquirir esos comportamientos.

 

-Entendido.

-¿No vienes conmigo?- él niega.

-No, tengo que ir por las hijas de los Hwang, lamentablemente ha sido asesinados también.

-Tres más y la organización desaparece completamente.

-Lo ha logrado, ha acabado con la organización.

-Sí, lo ha logrado.

 

-Soo Jung,- hablo uno de los hombres cuando entro.- nena, alguien quiere hablar contigo.

 

-Hola Soo Jung, mi nombre es Boa- pronuncio mi mamá con delicadeza.- y yo fui una gran amiga de tu mamá…

 

…

 

 Ante la mirada de todos los que vemos el video que revela esta terrible y oscura verdad, la pequeña Soo Jung logra ponerse de píe sin aparta la vista de mi madre, caminar con lentitud hasta ella y hacer lo que nadie creyó que haría.

 

Abrazarla.

-Quiero venganza…

 

Mis pies dieron unos pocos pasos hacia atrás al igual que mi cuerpo, cuando me reencontré con aquella mirada tan penetrante, fría e inexpresiva, de nuevo.

 

…

 

-¿Qué planeas hacer, Soo Yeon?

 

La sonrisa que se forma en todo su rostro, logra asustarme.

 

Está llena de odio.

 

-Darle donde más le duele. El me quito a mis padres,- la sonrisa desaparece.- yo le quitare a sus hijos.

-E… Eso… quiere decir que Jessica Park…

-Soo Yeon Jung es su verdadero nombre.

 

HELADA.

-Que mejor distracción, que su propia hija.- las tres presentes no comprenden… ni yo.

-¿Cómo?

-Enamora a Yuri…- mis ojos se abren enormemente, mi corazón se detiene.- hazla sufrir un poco, has que Yuri recurra a su padre con su corazón roto,- su rostro me dice que no quiere hacer eso.- mientras más lo haga, más distraído estará Ji Yong, ya que no podrá concentrarse por estar preocupado por su hija.

-Irán a la Universidad Nacional de Seúl bajo el nombre de Jessica Park y Tiffany Choi. Por otro lado, Soo Yeon con el nombre de Krystal Park y Ji Rin como Sulli Choi, pero ellas aparecerán cuando realmente se les necesite.

-Soo Yeon tiene el nombre de mi madre.- susurró.

-Y Ji Rin el nombre de mi hermana mayor.

-Mi Young.

-¿Sí?

-Para que Soo Yeon pueda lograr su objetivo, tú tendrás que hacer todo lo posible por enamorar a Taeyeon.