Capítulo 4

¿Amor?: Conociendo al enemigo

 

 

Nota: los guerrilleros fantasmas se llaman por letras, pronunciarlas en inglés.

                                                                          

 

-Que… ¿Qué demonios me ha pasado?- pregunte en voz alta, más no obtuve respuesta de nadie.- ¿Dónde estoy?

 

No reconozco el lugar, no recuerdo que en la empresa tenga una habitación de este tipo y esto empieza alertarme.

Lo último que recuerdo es estar tratando de impedir que los guerrilleros fantasmas se lleven el generador de energía, pero creo que fracase.

Puedo observar que aun costado del final de la cama hay ropa que seguramente me han traído cuando estaba inconsciente. Difícilmente, me levanto de la cama quitándome las sábanas blancas y suaves de mis piernas.

El dolor en el abdomen aun puedo sentirlo, pero no es tanto como al principio, no obstante, mantengo la mano en el sito creyendo que eso disminuirá el dolor.

Cojo la primera prenda que se encuentra aun lado, es un pantalón legging de color negro rasgado de las rodillas, me desahogo de la bata blanca que cubre mi cuerpo, dejando al descubierto mis pechos cubiertos por un sostén negro, pero que rápidamente me encargo de cubrir con la playera negra con la frase “My love for black” con letras plateadas.

Quien haya sido la persona que trajo esta ropa, creo me conoce lo bastante bien pues el negro es uno de mis colores favoritos.

Ponerme las botas tipo militar de color negro, fue todo un reto. El dolor abdominal era intenso cada que intentaba agacharme para colocarme y amarrarme las agujetas del zapato.

 

-¡Joder!- escupí cuando termine con la última bota.- Que intenso. 

 

Un extraño ruido hace que mi vista se pose en la entrada y salida de la habitación, que se abre repentinamente, dejando  ver a una persona totalmente desconocida.

Mi cuerpo se paraliza e instintivamente me pongo en guardia. Estoy totalmente segura que no estoy en la empresa, pero entonces, ¿Dónde estoy?

No puedo verle el rostro por más que quisiera, todo esto por la máscara le cubre completamente.

 

¡Argw!

 

Es un guerrillero fantasma, aunque fuera de combate, luce completamente diferente, ya que trae puesta una vestimenta que no es la armadura adherible de la unidad de combate.

Trae puesto un pantalón de cuero color plateado, donde las fragas al costado son negras, se le ajusta perfectamente a las piernas; una chaqueta de manga larga también de cuero color plateado con toques negros, que cubre una playera negra que no se logra distinguir porque lo mismo; las botas son del mismo material y color que el resto de su vestimenta, plateadas, de cuero y sin tacón, planas en su totalidad, que le llegan un poco más debajo de la rodillas.

 

-Veo que ya has despertado.

-¿Quién eres tú?- dije con las manos aun en guardia.

-Tranquila, no te haremos daño, solo intenta comportarte o no tendremos de otra que volver a ser rudos.

-¿Dónde estoy?- no confío en sus palabras.

-En nuestra guarida.

-¿Guarida?

-¡Ha sí!, lo siento,- dice rascándose la cabeza como apenado.- Te hemos traído a la guarida debido a que Delta se pasó un poco con ustedes.

-¿Estoy en la guarida de los guerrilleros fantasmas?- el chico o chica asiente.- ¿Por qué?- pregunte sin entender bien que hago aquí.- ¿Por qué no me dejaron ahí?

-Bueno, me gustaría poder responderte esa pregunta, pero para ser honestos, tampoco tengo la menor idea, fueron órdenes Alfa, Gamma y de la subcomandante traerlas acá.

-¿Ordeno que nos trajeras aquí?- ¿Trajeras?… entonces recuerdo.- ¿Tae está aquí también?- asiente. 

-Esta justamente en la habitación siguiente.

-¡Suéltame!- logre escuchar la desesperación en la voz de mi mejor amiga.

-Creo que están teniendo problemas, ¿Podrías hablar con ella y hacer que se calme?, lo que menos queremos es lastimarlas.- por extraño que parezca creo en sus palabras, tal vez ver a través de sus ojos no sea buena idea.- por favor.- suelto un suspiro.

-De acuerdo, pero deberías entender que no confiamos en ustedes.

-Lo sabemos,- es ahora el que suelta un suspiro.- pero hay muchas cosas que no entienden y que no van entender, en fin,- se encoge de hombros.- nosotros tampoco confiamos en ustedes, pero sorprendentemente Alfa, Gamma y la subcomandante sí.

 

¿Qué Alfa, Gama y la subcomandante nos tienen confianza?

 

¿Por qué?

 

Mentiría si dijera que no estoy intrigada por saber cuál es la razón por la unidad de combate Alfa y Gamma nos han traído aquí, si somos enemigas.

Salí de la habitación para dirigirme a la siguiente, seguida del guerrillero fantasma a una distancia prudente.

La habitación es exactamente igual a la mía, no hay ningún cambio, ¿Por qué tendrán este tipo de habitaciones?

 

-¿Yuri?- regreso de mis pensamientos al escucharla.- ¿Yuri eres tú?

-Soy yo Tae.

-Yuri has algo, ¡Maldita sea!,- grito intentando liberarse de ellos.- tengo a dos guerrilleros…

-No tiene caso pelear contra ellos Tae.- me mira asombrada.- Por si no lo has notado y por si no te lo han dicho, estamos en la guarida de los guerrilleros fantasmas.- sus ojos se abren grandemente y ella deja de forcejear.- Creo que entiendes que por más que luchemos tenemos todas las de perder, ¿Verdad?

-¿En la guarida de los guerrilleros fantasmas?- no da crédito, yo asentí.

-Además, por si no lo has notado,  traen armas a los costados del pantalón.- ella mira y pasa un poco de saliva. 

-¿Qué hacemos aquí? 

-Es la misma pregunta que yo me hice, pero…

-Fueron ordenes de Alfa, Gamma y la subcomandate traerlas a la base.- contesta uno de los guerrilleros que sujetaba a mi amiga.- Delta se sobre paso un poco y bueno, querían curar su heridas y que recuperaran fuerzas, todo esto como recompensa por el mal trato de Delta hacia ustedes.

 

Mi expresión seguramente es la más cómica, pues no doy crédito de lo que he escuchado.

 

Pero, ¿Qué es lo que acaba de decir este sujeto?

 

¿Alfa y Gamma estaban preocupadas por nosotras?

 

¿Querían que nos recuperáramos?

 

¿Por qué?

 

-Estas queriendo decir que, ¿Alfa y Gamma estaban preocupadas por nosotras?- pregunta con incredulidad. El chico se encoge nuevamente de hombros.

-Son humanas después de todo, ¿No?

-Eso es… imposible.

-¿Por qué?,- se le queda viendo a través de la máscara.- Solo por qué peleamos por diferentes motivos no quiere decir que ellas no tengan corazón.

-¡Ustedes no tiene corazón!- intento írsele encima, pero rápidamente la sostuve.

-Tae, no.

-¡Ustedes mataron a la única persona que amaba en mi vida!- grita con rabia.

-Las cosas a veces no son como las crees.

-¡Esta muerta!- la sostengo con fuerza.

-Estoy cansado de escuchar siempre lo mismo.- dice el sujeto de mirada clara.

-Sabíamos que nos iban a llamar asesinos y así aceptamos.

-No debemos quejarnos, sabemos cuál es la verdad.   

-¿De qué verdad hablas?

 

Recuerdo perfectamente que la primera vez que nos enfrentamos a las nuevas unidades de combate, una de nivel inferior apareció calmando a la Alfa y sus palabras antes de irse siguen presentes en mi cabeza.

 

“Han creído antes de tiempo que nos han vencido, pero me temo que esto aún está lejos de acabarse.- sonríe levemente.- La próxima vez que nos volvamos a ver, Yuri y Taeyeon, les contare un poco más sobre ellas y probablemente la verdad salga a la luz después de años“.

 

¿Qué diablos quiso decir?

 

¿De qué verdad está hablando?

 

Cada vez la intriga se hace más grande e irresistible.

 

¿Cuál es el secreto que los guerrilleros tratan de ocultar?

 

-Hay muchas cosas que ustedes no saben y aún no están listas para saber.

-¿Qué es lo que no sabemos?- no puedo sopórtalo, necesito saberlo.- ¿Por qué no estamos listas para saberlo?

-Por la simple razón de que siguen del lado equivocado.- ¿Del lado equivocado?

-Nosotros, realmente no somos los malos.

-¿Qué no son los malos?- pregunto Taeyeon riendo sin gracia.- ¡Ja, ustedes mataron al amor de mi vida y el de mi mejor amiga!

-¡Tu padre y el padre de ella a un sin de personas, además de Beta!- grito realmente enojado, algo que me asusto por unos momentos y me interpuse entre ellos. 

-¿Qué está pasando aquí?

 

Esta vez, la persona que ha aparecido frente a mi, es mujer, lo puedo notar por su cuerpo, es mucho más esbelto y sus curvas resaltan más, sobre todo sus pechos.

 

-Nada, ya íbamos en camino.

-D, N y J,- dice refiriéndose a cada uno de los guerrilleros.- recuerden no dejarse llevar por sus emociones, sé que es difícil, pero entiendan que por ahora es lo mejor, más con el tema de…

-Lo sé, no debí tocar el tema.- dice apenado.

-Recuerda que para todos es difícil, pero la más afectada es Alfa.

-Lo sé, lo siento.- su mirada cae al suelo, eso me intriga.

-Perdonarlos,- regreso a verle y ella nos mira. Sus ojos son caoba.- no estamos acostumbrados a tener visitas, pero eso no importa ahora, por favor acompáñenme.

-¿A dónde?

-Sé que mueren de hambre.- puedo sentir su sonrisa aun a pesar de la máscara.- Les puedo asegurar que les va encantar.

 

Ella se dio la media vuelta dispuesta a guiarnos el camino, Taeyeon y yo la seguíamos sin tener otra opción, detrás de nosotros, venían los llamados D, N y J.

Esto es cada vez más intrigante y misterioso.

 

¿Por qué culpan a mi padre y al señor Kim de la muerte de muchas personas, pero sobre todo de la unidad de combate Beta?

 

¿Por qué la más afecta es Alfa?

 

¿Qué relación tendrán?

 

-¿Yuri ya viste?- fijo mi vista en mi amiga al salir de mis pensamientos.

-¿Qué cosa?

-Míralo por ti misma.- me señala algo atrás de mí y por supuesto que me giro para ver.

-¿Qué es…- me quede sin palabras.- eso?

-Es solo nuestro cuarto de pruebas.

 

Delante mío había una vitrina de vidrio donde se puede apreciar el interior de la habitación, que a simple vista es muchísimo más amplia que en la que desperté.

En ella, un sin número de personas con batas, trabajan o se mueven de un lado a otro, mientras que otros prueban los trabajos ya finalizados.

 

-Verán, no todos los guerrilleros fantasmas poseen las nuevas unidades de combate, por tal, para poder defendernos de sus unidades, nuestros tecnólogos están creando armamento capaz de paralizarlos o derribarlos por unos instantes, permitiéndonos escapar o seguir peleando.

-¿De dónde sacaron todos los aparatos?- estoy alucinada.

-Eso Kwon, seguirá por ahora siendo un secreto.

 

¿Cómo es posible que tengan tan buena tecnología como la empresa de mi padre? 

 

¿Quiénes se esconden detrás de los guerrilleros fantasmas?

 

-Su tecnología es igual de avanzada que la nuestra,- me susurra, retomando el caminado. Aunque sabe que estoy en shock.- Por ello lograron construir una nueva unidad de combate superior a la nuestra.

-Pero hay algunos aparatos que ellos no tiene y nosotros sí, ¿Cómo pudieron construir una unidad superior a la nuestra?- dijo con desesperación.- Jessica y Tiffany tardaron unos dos años en construir la Z3 y Z4.

-No lo sé Yul, mi cabeza está hecha un lio y llena de preguntas sin respuestas.- sé que no miente.- Me gustaría saber al igual que tú.

 

Necesito respuestas, pero las necesito de inmediato o juro que me volveré loca. Me desespera al extremo no saber el porqué de las cosas y que solo me den evasivas a cada pregunta que hago o quiero hacer.

Todo este maldito misterio me terminara matando y si no lo hace lo hará lo que tanto sean encargado de ocultar. A veces la verdad duele muchísimo más que la mentira y para ser sinceras, temo de lo que me pueda enterar.

Seguimos avanzando un poco más y antes de doblar a la izquierda, inexplicablemente me detuve frente a un amplio vidrio polarizado.

Me acerque intentado ver a través de él, pero fracase, sin embargo, tenía un ligero presentimiento de que lo que fuese que estuviese al otro lado, me daría las respuestas que tanto he querido escuchar de cada pregunta que se me ha pasado por la cabeza.

 

-¿Yul?- escuche la voz preocupada de mi amiga.- ¿Estás bien?

-¿Qué hay del otro lado de la habitación?

 

Puedo ver que los cuatro guerrilleros se tensan y dirigen su mirada al vidrio. Sus ojos, que son lo único que puedo ver de todo su rostro, se cambian de tonalidad, se vuelven menos brillosos, como decaídos.

 

-Nada impo…

 

La puerta al lado del vidrio se abre y mis ojos se encuentran por primera vez con unos ojos color caramelo muy similares a…

 

-Jessica…- susurre de tal forma que nadie me escucho.

 

Ella me recorre de arriba abajo y puedo saberlo por el movimiento de sus ojos, pues no he despejado los mío de los de ella, pero si se está tomando un poco de su tiempo para apreciar mi perfecto cuerpo.

 

¿Por qué no hacer lo mismo?

 

Mi garganta quedo seca al apreciar su escultural cuerpo, aun a pesar de estar cubierto por todas esas prendas de cuero, puedo observar sus perfectas y deliciosas cuervas… ¡Pero que mierda he dicho!

Esperen un momento… esas cuervas… sacudo la cabeza violetamente, no, no es ella, debo de dejar de pensar en ella.

 

¡Maldición!,

 

¿Por qué esta guerrillera me recuerda tanto a Jessica?

 

-Es la primera vez que te veo con ropa casual.- puedo escuchar un poco de gracia en su voz.- Te sienta muy bien, Kwon.

-Me gustaría decir lo mismo Alfa, pero ya me di cuenta que todos aquí cargan una especie de uniforme, ¿Es alguna especie de camuflaje?

 

Suelta una cargada que al parecer sorprende a su acompañante. Le regresa a ver con los ojos ligeramente abiertos.

 

-Realmente no solemos vestir así, pero por alguna razón, nos han pedido que por hoy vistamos así.

-¿Todos?- asiente sin dudar.- ¿Cómo suelen vestir usualmente?

-Normal.

-¿Si suelen vestir ropa causal porque están vistiendo ese uniforme?- digo en voz alta.

-Tal vez tengas razón, para desorientarlos.

-¿Por qué?- lo han hecho para que no sepamos quienes son ellos, ¿Por qué?

-Ni idea.- se encoge de hombros.

 

Esto sin duda lo han hecho a propósito, pero ¿Por qué razón?

 

¿Cuál es el maldito misterio en todo esto?

 

-¿Hacia dónde van?

-JJ las lleva justo a comer algo.- responde uno de los guerrilleros atrás de mí.- Recién han despertado.

-Ya veo, ¿Te apetece ir a comer algo?

-¿Por qué mejor no confiesas que la que quiere ir a comer eres tú?- suelta una risa que se me hace familiar, pero la máscara distorsiona su voz.

-De acuerdo, tú ganas, la verdad es que muero de hambre.

-No es para tanto, no has comido desde hace rato, llegaste directamente a verla.

-¿Algún cambio?

 

Mi cabeza gira para encontrarse con la mirada oscura del guerrillero, posados en los ojos oscuros.

 

Niega.

 

-Nada ha cambiado, todo siguen igual.

-Bueno, bueno,- habla JJ.- vayamos a comer que hace hambre.

 

Retomamos la caminada siguiendo por supuesto a los guerrilleros.

 

-Me sorprende que no estés intentando escapar.

 

Escucho su voz muy cerca de mi oreja y por inercia giro la cabeza. Me quedo inmóvil al ver lo cerca que están sus labios de los míos e inevitablemente paso mi lengua por ellos.

 

¡Maldición!

 

¿Qué me está pasando?

 

-Bueno, tenía contemplado escapar, pero luego me puse a pensar en que estoy en la guarida de los guerrilleros fantasmas y seguramente no lo iba a lograr.

 

Por alguna fuerza inexplicable, mi voz sonó tan tranquila, aunque mi corazón latía desenfrenadamente.

 

-¿Por qué nos han traído a su guarida?- mi curiosidad sigue siendo grande.

-¿Me creerás si te digo que ni yo misma lo sé?

-¿Cómo que no lo sabes?- pregunte con ironía.

-Realmente no lo sé.- lo peor es que le creo.- Sólo sé que el verte ahí, lastimada, hice obligara a Delta traerlas y curarlas.

-Pudiste dejarme ahí, mi padre hubiera mandado a alguien a recogernos.

-Lo sé,- suspira.- por eso te digo que no sé porque realmente lo hice, tan solo me deje llevar.

-¿Y ahora que va pasar?- me regresa a ver.

-¿Qué va pasar de qué?

-¿Nos piensan liberar o nos mantendrán encerradas aquí?

-Sé que no confías en nosotros, pero tranquila, no les haremos nada, siempre y cuando ustedes no hagan nada.- dice como advertencia, yo reí.- Irán a casa dentro de un rato, después de hayan comido y recuperado algo de fuerza.

-¿Por qué te preocupas por nosotras?- ella detiene su caminar y me mira.

 

Algo me dice que no soy la única confundida por mi extraño comportamiento cuando estoy con ella. Creo que también se le dificulta entender porque estamos actuando de esta manera cuando se supone que debemos odiarnos o golpeando nuestros rostro, aunque el de ella este cubierto.

 

-No me… yo no lo sé.- vuelve a caminar.-Por favor no preguntes porque ni yo misma sé por qué lo estoy haciendo.

-Yo solo tengo curiosidad,- dije honestamente.- somos enemigos y se supone que ahorita deberíamos al menos estar dando unos buenos golpees.

-¿Tu de verdad quieres golpearme?

-Ustedes me ha quitado a las dos personas más importantes de mi vida. Mi madre y a la mujer de mi vida.

-Pero estás casada con otra.- volteo a verla con cara de pocos amigos.- Bueno, como sea, ese asunto no es mío.

-Eso está mejor.

-Pero con respecto a la mujer de tu vida…

-No quiero hablar de ese tema.- dije rápidamente.

-Solo quiero que sepas…

-No quiero saber.- dije desesperada.

-Fue un accidente, Kwon.

-Un accidente que le costó la vida,- cerré los ojos al mismo tiempo que las manos.- por favor,- suplique.- no quiero hablar de ella, me hace mal y no  creo poder controlarme.

-Entiendo, solo quiero que sepas que lo siento mucho,- abro los ojos de golpe y veo su honestidad en su rostro.- de verdad siento tú pérdida.- ¿Por qué le creo?

-Solo… olvidémoslo…- ¿En verdad estoy diciendo esto?- por hoy, olvidémoslo.

 

No dice nada más, solo se aleja y yo decido tomar del brazo a mi mejor amiga para conversar con ella, quien me gruñe por haber interrumpido su plática con.

 

-¿Por qué has hecho eso?- se cruza de brazos.- ¿No viste que estaba hablando con…?

-¿Te das cuenta de lo que está pasando?

-¿De qué hablas?- no entiende.

-Son nuestras enemigas, Taeyeon, enemigas,- enfatizo en esa palabra.- ¡Maldición!, Son guerrilleros fantasmas, se supone que las odiamos, ¿Qué está pasando con nosotras?- dije tan confundida y pareció entender.

-No lo sé Yul.- suspira.- Créeme que estoy igual de desconcertada que tú y me hago las misma preguntas que seguramente también te haces.- me quedo en silencio.- Niégame que cada vez que la miras a los ojos, Jessica no viene a tu mente,- eso ultimo lo dice susurrando.- venga, niégamelo.

-Yo no…

 

¿Por qué?

 

¿Por qué me cuesta tanto contestar?

 

¡Dah!

 

Porque no es mentira, porque lo que Tae dice es lo que justamente mi cerebro piensa.

 

Cada vez que mis ojos se encuentran con los suyos, Jessica viene a mi mente y eso hace ha mi corazón acelerar, pero sé que no es ella y cuando mi cerebro lo procesa el agonizante dolor se hace insoportable.

 

-No son ella, Tae, Jessica está…- calle de inmediato, no puedo decirlo, no puedo.- ella está… ya no está.

-Lo sé Yul, pero ¿A poco no te ha pasado que cada vez que la miras o escuchas, todo el infernal odio hacia los guerrilleros desaparece?- de inmediato me giro para mirarla de manera intensa.

 

Eso es algo que no he querido aceptar y ella lo dice así como si nada.

 

¿En verdad no estoy siendo la única paranoica con respecto a lo que me está haciendo sentir Alfa?

 

¡Joder!

 

No, no, no me está haciendo sentir nada, estoy casada y mi amor eterno seguirá siendo de Jessica. Nadie va volver a entrar en mi corazón, nadie va lograr remplazar a Jessica, ni siquiera Yuna, mucho menos Alfa.

 

-A ti… ¿Te ha pasado?- dije casi con incredulidad.

-¿No te parece extraño?      

-¿Qué el odio por los guerrilleros desaparezca cada vez que la miras a los ojos o escuchas?- ella asiente.

-¿Te ha pasado?

-Me ha pasado.- confirma.

-Pero solo le hemos visto los ojos justamente hace unos minutos atrás.

-Pero las hemos estado escuchando.

-Con voz distorsionada.

-Admite que su voz gruesa es y.

-No admitiré eso.- desvié la mirada ella y me cruce de brazos.

-¿Esto no se te hace familiar?

 

Abrió los ojos de golpe y juro que mi corazón estuvo a casi nada se salirse de su lugar.

 

~

-¿Te gusta lo que ves?

 

Un pequeño grito escapó de mi boca cuando escuche que mi mejor amiga me susurro en la oreja.

Todos los estudiantes que se encuentran en el pasillo se me quedaron viendo, unos preocupados, otros con curiosidad y otros con una pequeña sonrisa en sus labios, entre ellos, la chica de mirada fría y penetrante.

 

¡Demonios!

 

Es la sonrisa más hermosa que he visto en mi cortísima vida y que me encantaría ver con más frecuencia.

Recuérdenme asesinare a Taeyeon por esto.

 

-¡Carajo Taeyeon!- dije llevando mi mano a mi pecho.- ¿Quieres matarme de un susto?- solo se ríe.

-Eso te pasa por estar tan entretenida comiéndote a Jessica con la mirada.

-No… no es… estaba…- estaba tan nerviosa porque me había descubierto.- yo no estaba viéndola.

-Por dios Kwon, técnicamente te la estabas desvistiendo con la mirada.

-Por supuesto que no.

-La verdad es que la chica es hermosa y esta para comérsela, me pregunto ¿Sí la invito a salir, aceptara?

-Ni se te ocurra Tae, aléjate de ella.- le miro de la peor formar. Se suelta a reír.- ¿Qué es tan gracioso?

-Vieras visto tu cara, está un tanto roja del coraje, admite que la chica te gusta.

-No admitiré eso.- desvié la mirada de ella y me cruce de brazos.

-¡Oh por favor!, ¿Te has dado cuenta de lo que has dicho?

-¿Qué he dicho?

-Técnicamente me has amenazado con tu mirada por pretender invitar a salir a Jessica, además de decir que es tan deseable.

-Yo no dicho eso.

-¿Entonces puedo invitarla a salir?

-¡No!- grite totalmente molesta.

-Vez, suenas como toda una novia celosa, que no soporta que se le queden viendo o digan lo hermosa que es su chica.

-Es solo que ella no entra en tus gustos.- cerré mi casillero y comencé a caminar.

-Por favor, solo admite que te gusta y que harás algo para invitarla a salir o puedes ir diciéndole a dios porque por ahí escuche que Tyler Kwon está muy interesado en ella,- me detuve de inmediatamente, mientras cierro las manos con fuerza.- tanto que sus amigos más cercanos aseguran que jamás lo habían visto tan interesado en una mujer como en Jessica.

-¡Maldición!,- suspire con derrota.- No solo me gusta, me encanta.

-Entonces, ¿Qué estas esperando?- dice sonriendo.- ¡Ja! Ve por ella, chica.- yo sonrió.- Quien entra en mis gusto es su amiga, Tiffany.

-No sé diga más, ¡Vamos por ellas!

~

 

-¡Maldición Tae!- regrese a verle.- No, no puede ser…- dije casi desesperada.- no podemos, no de ellas, además, no quiero, no quiero olvidarla.

-Puedo entenderte, pero siento que es todo lo contrario, creo que las vemos en ellas, pero sabemos que no son ellas.

-Esto está mal,- muevo la cabeza de un lado a otro.- no podemos, no de ellas, jamás de ellas, son guerrilleros fantasmas.

-Ya lo sé.

-Bienvenidas a la madriguera.- dice JJ haciéndose a un lado.

 

Mi boca literalmente cayó hasta el suelo al ver que en ese lugar una gran cantidad de gente de diferentes edades, se reúne para pasar el rato.

Las mesas son súper amplias, largas y de madera tallada a mano, los asientos son de piedras con forma cuadricular, pegadas al suelo con cemento. Encima de cada una de ellas, candelarios sumamente elegantes cuelgan e iluminan el lugar.    

 

-¿Cuánta gente crees que habrá?- me susurra mi mejor amiga.

-Más de la que nos imaginamos Tae, muchísimo más.

 

El sonoro alboroto fue cesando al percatarse de nuestra presencia y me duele aceptarlo, pero por primera vez sentí miedo. Estamos en un lugar repleto de guerrilleros fantasmas y estoy seguro que más de uno desea poder golpearnos.

 

-Mierda…- escupe mi amiga sin ocultar su miedo.- nos están mirando, Yul.- tomo su mano, tratando de tranquilizarla.

-Estoy contigo, Tae.

-Por aquí, seguidme.

 

Doy un último suspiro, antes de seguirla por detrás.

Bajamos las escaleras para llegar a las mesas ante la mirada de todos. Todo el ruido ha parado, nos siguen con la mirada y siento que en cualquier instante se aventaran encima de mí, pero por suerte no fue así.

Al final de la madriguera hay una mesa disponible y es ahí donde tomamos asiento.

Estos guerrilleros no usan más caras, solo pañuelos que cubren la mitad de su rostro. No entiendo ¿Por qué ellos no ocultan su identidad?

Retoman sus actividades ignorándonos por completo, algo que me alivia hasta cierto punto, mientras a nosotras nos traen alimento.

 

-Como no sabemos lo que les gusta realmente, le hemos traído de todo.- Tae y yo los miramos.- ¡Oh vamos!, no tiene veneno, coman.

-¿Quién no lo asegura?

-¡Oh por favor!

 

Sin avisar, Alfa toma un poco de mi comida con su tenedor y sin temor se lo mete a la boca para saborearlo con una pequeña sonrisa.

 

-¿Más tranquila?- no sé cómo lo sé, pero estoy segura que está sonriendo.

-Mejor.

 

Le devolví la sonrisa y mentalmente me reprendí por ello.

Tae y yo decidimos comer en total silencio, mientras ellos platican de cosas que nosotras realmente ignoramos no porque quisiéramos, sino porque no entendíamos.

Por alguna extrañísima razón, escuchar las palabras “volver a casa” no me agrado mucho que digamos. Sé que muchas de las personas que están reunidas aquí para pasar el rato, me odian, pero aun así, siento que estoy en casa, aunque sería más perfecto si todos mis amigos estuvieran conmigo, además de mis hermanos.

Termino tomando su mano muy a mi pesar y levantándome de mi lugar para regresar al mundo real.