Cuando era niña, supongo que lo más importante era mi familia. No podía intencionalmente no notarlos, verdad. El mundo para un niño a veces es tan pequeño, y ya que ellos eran las personas que más veía, se convirtieron en lo mas importante.

 

A veces el mundo de un niño puede ser grande también. Más grande que él de un adulto. Como cuando tienen esos momentos que hacen que sus padres piensen 'Wow, mi hijo es muy maduro para su edad'.

 

Me hubiera gustado tener un momento así con mis padres.

 

Amber se prueba toda clase de gorros hoy. Tiene en su mano derecha uno purpura mientras se mira al espejo, ladeando su cabeza de un lado al otro revisando como luce en ella.

 

Creo que tiene cerca de doscientos gorros ahora. Son como su nueva droga. Dice que los gorros oprimen sus pensamientos.

 

Cuando era joven, creo que tenía cerca de 6 años, mis padres finalmente se divorciaron. Era un momento que había estado esperando. Incluso sin haberlo notado. En simples palabras, mis padres peleaban. Mucho. Todo era una discusión, y la mayoría sólo eran gritos. Algunas veces mi padre se enojaba tanto que tomaba a mi madre fuertemente del brazo. Pero nunca iba mas allá. Él no era una persona físicamente violenta. No, su arma era su boca. Sus palabras eran las que más lastimaban.

 

Una vez, tomó una silla y la arrojó en contra del muro. Pero eso fue algo más.

 

"¿ Púrpura o azul?".

 

Amber me mira esperando una respuesta.

 

"¿De pronto son los únicos colores que tienes?".

 

Se ríe "No. Estos son solo los colores que siento hoy".

 

Amber tiene el habito de usar 'sentir' para cada cosa que no puede explicar. Si usa cierto gorro, nada podría estar mal y ella simplemente no tendría el 'sentimiento' correcto. Así que se prueba cada gorro hasta que consigue el sentimiento correcto.

 

"Azul".

 

Ella asiente satisfecha "Azul será, entonces".

 

Una vez elegido el gorro, se arroja a la cama junto mi y apoya su cabeza en ambas manos, mirándome como un niño a la hora de su cuento.

 

"Así que, mi princesa... ¿Que sientes cuando piensas en navidad?".

 

Ok. Esa es una pregunta difícil. Amber ha estado pensando preguntas que hacer sobre mi infancia desde ayer. Está es la primera que hace. Puedo decir que significa mucho para ella. Me pregunto que recuerda ella sobre navidad. Tal vez le pregunte mas tarde.

 

"Navidad... Mmm...".

 

Mi primer recuerdo de navidad fue en la casa de mi prima. Tenían una linda casa. Dos pisos, con una gran piscina y un enorme patio trasero. La más joven de su pequeña familia era mi prima favorita y mi mejor amiga, ya que solo era un año menor.

 

El día de navidad, mi madre se vistió toda linda y elegante. Éramos algo así como felices, supongo. En el camino, mi hermana seguía pinchandome, pero como ella estaba riendo, yo reía también. Abrir los regalos en la casa de mi prima fue una experiencia. Rompí el papel del primero, y luego el segundo, y el tercero. En otra habitación, mis padres habían comenzado a gritar. Mas bien mi padre gritaba y mi madre lloraba. Mi tío intentaba calmarlo, pero mi padre solo se ponía tan furioso que ya no escuchaba a nadie.

 

Con cada regalo que habría, una pequeña parte de mi mente imaginaba que estaba rompiendo el mundo en pequeñas tiras. Igual que los rasgados papeles que quedaban en el piso.

 

Estar atrapada en rehabilitación me da mucho tiempo para pensar. A menudo me preguntaba por que mi padre es como es. Realmente no hay una respuesta.

 

A mi padre le gusta ser malo. O tal vez no le gusta, pero lo es y mucho. A veces, sin ninguna razón te dirá algo realmente mordaz y te insultara con lo que menos esperes. O simplemente actuara como alguien a quien no le agradas en lo absoluto, en vez de tu padre. Si el hubiera sido así todo el tiempo, hubiera encontrado una manera de lidiar con el fácilmente. Pero a veces era un buen padre, de alguna manera.

 

Después de que mi prima favorita se mudara a otro país, no habian muchos eventos para navidad. Como familia, aún seguíamos algunas tradiciones; poner un árbol, decorar la casa, envolver algunos regalos y dejarlos bajo el árbol. Nos reuníamos en la mañana, poníamos algo de música navideña, abríamos los regalos diciendo "oh!", "ah"! Y "Esto es justo lo que quería!", luego nos abrazabamos con grandes sonrisas. Después, cuando el momento pasaba, ordenariamos e iríamos cada uno por su lado con nuestros regalos.

 

No era algo exactamente odioso. Solo era falso.

 

"Navidad era normal, supongo."

 

Amber ladea su cabeza hacia un lado, dándome una mirada de interés. Se ve tan joven.

 

"Normal, uh? Así que incluso los niños con infancias normales terminan en un lugar como este."

 

¿Como terminamos aquí? Pareciera que Amber piensa mucho en esta clase de cosas. Tal vez es porque no recuerda mucho, así que intenta averiguar todo lo que puede. Vuelve hacia atrás en la vida de los demás, al momento en que ya no había punto atrás. ¿Cuando estuvimos destinados a estar aquí?

 

"Normal... No. Tal vez no es la mejor palabra.'"

 

Estoy siendo extrañamente sincera con ella sobre algunas cosas que ni siquiera entiendo. 

 

Amber se sienta y se acerca a mi, gentilmente toma mi mano. Levanto mi rostro y me encuentro con su mirada y una expresión que no reconozco.

 

"Cuéntame".

 

 

****************************************************************************************

 

 

Crecer en la manera en que lo hice, me volvío desesperada por amigos. No estaba consciente de que queria amigos. Pero supongo de que estaba carente de afección.

 

Quiero decir que fui descuidada, pero no estoy segura. Descuido es cuando eres ignorada todo el tiempo, verdad. No era ignorada siempre. A veces lo era, a veces se preocupaban, y a veces era odiada por mi propia familia. Supongo que inconsistencia es de lo que realmente sufrí.

 

Los demas niños de mi vecindario eran felices.  Puedo decirlo por la forma en que reían siempre. Sonreír era extraño para mi. Lo hacia a veces pero no podia imaginarme riendo como esos niños. Les gustaba correr con otros cantando y jugando. Estaría mientiendo si dijiera que nunca me incluyeron; lo hicieron. Les gustaba jugar conmigo. Me gustaba jugar con ellos.

 

Los juegos de los pequeños niños eran muy fáciles. Cuándo creces es que los juegos ya no son entretenidos.

 

Cuando mis padres se divorciaron, me quede con mi padre y mi hermana. No estoy segura como terminó  así. Creo que él, de hecho, peleó por mantener la custodia. Uno de sus momentos intentado ser un padre, supongo. No es que hubiéramos estado mucho mejor con mi madre. Dios la bendiga, es una buena mujer, pero es débil. Así es como termino casada con mi padre incluso si él imponía sus actos de amor/odio con ella Desde el principio de su relación.

 

Cuando entre al instituto, una pequeña parte de mi estaba buscando amigos. El resto de mi solo seguía la marcha; era un natural y predeterminado acto el levantarme en las mañanas, ir a la escuela, sentarme en clases y hacer las tareas. En algún lugar de mi mente, una pequeña llamada Krystal buscaba a otros estudiantes, soñando como seria si fueran amigos.

 

No tuve que soñar con tener amigos. No mucho después de empezar el año,  los usuales juegos de aprender los nombres finalmente terminaron y los chicos se acercaron a otros para intentar reales amistades.

 

La primera persona en hablarme fue un chico. Ya no recuerdo su nombre. El era muy amable y algo rellenito, y sospecho que era gay. Por supuesto, no vas diciendo esas cosas el primer año de preparatoria en donde todos son inmaduros.

 

Ese amable chico cambió, justo como yo lo hice.

 

En algún punto del primer año, los conceptos comunes de ser cool cambiaron. Solía ser lo usual; ser tierno, atlético, una piscina, dinero, cosas electrónicas. Pronto esos chicos comenzaron a susurrar sobre fumar. Chicos que realmente no estaban listos para intentarlo.

 

Luego ese amable chico le robó algunos  cigarrillos a su madre, fumó uno, y se volvió el chico mas popular. Lo que los demás no sabían, era que yo estaba con él cuando fumó, y todo lo que realmente hizo fue reír nerviosamente, ponerlo en sus labios y vomitar.

 

Pero ya que el se volvió cool, yo lo fui por extensión al conocerlo. Asi que no le dije a nadie la verdad.

 

Un día llegué a casa después de la escuela y encontré a mi padre fumando afuera. El estaba simplemente sentado ahí, en la entrada de nuestra entrada trasera, dejando que el humo flotara alrededor de él, mientras miraba a la nada, tal vez fue solo mi imaginación, pero sus ojos se veían rojos.

 

Muy genial, no. Esos chicos riendo sobre cuan malos eran pensando en cigarrillos... ¿A caso nunca vieron a esa clase de adultos?

 

Evité a mi padre.

 

Después de que la etapa de fumar pasó, los chicos se movieron hacia el o. Esto fue en el segundo año de la preparatoria, solo tres años después terminé en rehabilitación. Tuve un par de novios; tímidos chicos que solo hacian lo que sus compañeros hablaban. Ir al cine, comer helado, tomarse de las manos. Nos besamos algunas veces, pero a ninguno le importo cuándo rompimos. Los rompimientos no significaban mucho a esa edad, ya que las relaciones no eran reales.

 

Mis amigos siempre fueron los mismos, pero cambiaron, igual que yo cambie. Tres chicos y tres chicas, incluyéndome, pasamos de tímidos y brilnates pequeños niños a oscuros, y enojados jóvenes adolecentes.

 

Digo enojados, pero no era una ira real. Por un lado no tengo idea de porque estábamos enojados. ¿La injusticia de ser adolescentes bajo las reglas de nuestros padres? ¿El horror de los bosques siendo destruidos? ¿ La cruel tortura llamada 'tarea' que los adultos parecían creer que era buena para nosotros?

 

Ninguno de esos eran reales problemas. Además, yo no estaba bajo las reglas de mis padres. Estaban muy ocupados peleando, incluso cuando ya no estaban casados, para notar como la mas joven de sus hijas caía bajo una oscura nube.

 

Lo hice bastante bien evitando caer en el cigarro y el alcohol. Todos mis amigos estaban en eso. Parte de mi se mantenía alejada de ser adicta al pensar 'mis padres estarían tan decepcionados si fuer así'.

 

Entonces llegó navidad.

 

Mi padre se había comprometido con su novia. El la trataba de la misma manera en que trataba a mi madre, hasta donde pude ver. Incluso ahora no se mucho sobre ella; para ese entonces ya estaba tan alejada, que veo su cara en blanco. Cuando mi madre llegó a recogernos a mi y a mi hermana para tener una cena de navidad, mi padre atacó.

 

"¿Aun no encuentras marido?"

 

Mi madre tenia poca fuerza de voluntad, pero sus intenciones de mostrar  una fuerza que no mostraba, nos enseñó a mi y a mi hermana a tener coraje y enfrentar las adversidades, a tener convicción en lo que creemos, y a avanzar en los errores y tristezas siempre mirando hacia adelante. Incluso cuando mi padre le pidió el divorcio ella se culpó,  y cuando el seguía insultándola, ella mordió el anzuelo.

 

"De hecho, sí"

 

Pero ella era débil.

 

Nunca se casó con ese hombre. El la dejó cuando su mucama quedo embarazada dos meses antes de esa conversación en navidad.

 

"Cuida bien de esas niñas. Incluso la gente estúpida puede hacer eso, verdad"

 

Miré hacia otro lado y comparé las grietas en el pavimento gris, con un oscuro y profundo abismo después de un estruendoso terremoto.

 

Me escabullí de casa esa noche; creo que eran las 2am. Mis amigos estaban teniendo una fiesta, y roboticamente, mi mente me llevó a esta, preparada a hacer algo en lo que había estado pensando, pero nunca había cedido.

 

Un amigo me ofreció un vaso de vodka, puro y lleno hasta el tope, con una pequeña sonrisa que normalmente ves en un niño que le ofrece a un amigo un dulce. Así es como eran mis amigos. Eramos niños diferentes con dulces diferentes. Pero niños aún.?

 

El vodka no me afecto de inmediato. No estoy segura de que creí que me haría. Pero después del primer vaso, me levanté para sentarme en otro lado, y sentí que me golpeó.

 

No era la primera vez que bebía alcohol. Pero era la primera vez que me rendía y bebía más de lo que era sano.

 

Los demás empezaron a fumar en el patio y me uní a ellos. El ardor del humo en mi garganta fue inmediatamente adictivo. En mi mente, vi la imagen de los ojos rojos de mi padre en la entrada de la casa y me quede con esa imagen con cada inhalación de humo, sintiendo el hormigueo y la emoción contra mis huesos.

 

Dios. Me encanta fumar.

 

La primera fumada del cigarro... No hay suficientes palabras para describir la increíble sensación que me dio.

 

El chico amable que me habló el primer año de preparatoria fue el primero en vomitar frente de todos. Al principio mis amigos se rieron. El estaba ebrio y probablemente drogado por la marihuana que había, así que no era la gran cosas.

 

Luego, vomito otra vez, cayendo al suelo apoyado en sus manos y rodillas. No respondía a las bromas que le decíamos.

 

Cayó de lado, y nunca volvió a levantarse.

 

¿Que hice?

 

Me quede ahí junto a otros cuatro chicos, mirandolo. Y respiré profundamente, mis manos temblaban, y grité, "JODETE".

 

La imagen de los ojos rojos de mi padre aún esta conmigo, sólo se sobrepuso la imagen de mi pobre y débil madre, con la cabeza inclinada y su cara oculta.

 

Así es como pase mi navidad. Viendo un lindo chico morir por malas cosas.

 

 

******************************************************************************

 

 

A Amber le gusta ver TV. Generalmente cuando salgo de mi habitación, la encuentro en living pricipal del centro de rehabilitación, sus rodillas pegadas bajo su mentón y su cara sin expresión alguna mientas ve televisión.

 

Estoy segura de que no deja de pensar incluso cuando ve TV. A veces le gusta hacer cosas que la distraen, y a veces le gusta hacer cosas que la dejan pensar.

 

"Hey"

 

Se da vuelta, me mira y sonríe. "Hey princesa. ¿Dormiste bien?"

 

"Si. ¿Y tú?"

 

"Oh, ya sabes. No me puedo quejar".

 

Eso es lo que amber dice. 'No me puedo quejar'. Cuando era pequeña, su abuelo le enseñó que quejarse era malo, pero su madre le enseñó a no mentir incluso sobre pequeñas cosas. Así que término siendo incapaz de decirle a los demás que su vida era horrible, un demente desastre y sin poder mentir sobre eso.

 

Ella no se queja.

 

"¿Quieres ver tortugas mutantes adolecentes ninja?"

 

Como si pudiera hacer algo mas, Amber.

 

"Claro. Muevete"

 

Viendo a esas locas tortugas moviéndose bajo tierra me asombra, es demasiado ridículo. Me encanta.

 

"Navidad..." comienza Amber.

 

No la miro, esta tratando de formular oraciones de sus pensamientos 

 

"Navidad debería ser algo bueno, pero es sólo otro día. Nada cambia."  Dice suave y lentamente. "Cada navidad es diferente de alguna manera. Lo que recuerdo... Recuerdo ver un gran árbol con decoraciones doradas. Algunos niños estarían asombrados con eso. Verdad. Yo tenía miedo. Cuando pienso en navidad siento frío."

 

Mi mano alcanza la de ella. Siente frío en su mente, pero su mano es cálida y suave. Respiro.

 

"Cuando pienso en navidad, me siento vacía."

 

Finalmente me doy vuelta y la miro, ella me devuelve la mirada. Ese fue el final de la conversación, pero ella aún hará más preguntas. Puedo decirlo por su mirada.