A la mañana siguiente, Taeyeon se había ido. Lo esperaba, pero aun así bajé corriendo las escaleras por si se hubiera quedado. Pasaron los días y Taeyeon siguió ignorándome. Durante los días en la escuela continuó flirteando con Krystal. Me volví invisible en cualquier sitio dónde ella estuviese. Por la noche, ella entraría a la sala alrededor de la hora de dormir y se sentaría en el sofá sin reconocerme. Nada tenía sentido. No importó cuántas veces intenté hacer conversación y ella permaneció en silencio. Una persona solo puede sufrir cierta cantidad de humillación y yo llene mi cuota. Si quería ignorarme, entonces está bien. Me daba por vencida.

—No voy a aceptar un no por respuesta. Si tengo que ir personalmente a tu casa y vestirte y luego llamar a Yuri para que te recoja y te tire sobre su hombro para llevarte al concierto, lo haré. No dudes de mí. —Jessica puso una mano en su cintura y alzó la barbilla con determinación.

Discutir con ella cuando se ponía así era inútil.

Yuri se rió entre dientes. —La llevaré sobre mi hombro si tengo que hacerlo, pero tal vez deberíamos discutir primero el transporte con Siwon. No estoy realmente segura de que vaya a querer que lleve a su chica cargada en mi hombro.

Jessica sacudió su mano hacia ella. —¡Da igual! Él no le hará nada que ella no quiera hacer. Tú vas a tener que cargarla y yo voy a tener que hacer frente a Siwon y sentarme sobre él mientras ustedes escapan lejos.

Me reí y me sorprendió lo bien que se sintió.

—¿Qué es eso de ti sentándote sobre mí? —Preguntó Siwon mientras se acercó y pasó su brazo alrededor de mi cintura.

Jessica puso los ojos en blanco. —Estoy intentando explicar a Tiffany que no voy a aceptar un NO por respuesta. Va a ir al concierto esta noche y punto.

Siwon me apretó ligeramente la cadera.

—¿Así que entonces hablamos de una posible situación de rehenes? — dijo con voz burlona.

Jessica dejó escapar un suspiro demasiado dramático. —Oh, bien, no tenía ganas de discutir con él.

—Hubiera sido divertido verte intentarlo. —Yuri rió y me costó mucho no pensar que acababa de aceptar ir al concierto benéfico de Cold Soul en la playa. Ver a Taeyeon en el escenario con la misma guitarra en sus manos con la que me había tocado tantas noches y escuchar su voz siendo compartida con miles de personas, hicieron que el agujero que tengo en el corazón creciese. Si pudiera encontrar una forma para detener el dolor, lo haría. Nada parecía ayudar.

—Va a ser increíble, Tiffany. Ya sé que realmente no te importa lo de Kim Taeyeon, pero confía en mí, ella sabe tocar. —Jessica deslizó su brazo entre el de Yuri y le miró con una sonrisa tímida—. Pero no puede disparar tres punteros como tú, cariño, así que quita esa mueca de tu y cara. — Yuri sonrió y la besó en la cima de la cabeza.

Ver el amor en los ojos de Jessica cuando miró a Yuri hizo que el agujero de mi corazón doliera aún más. Nunca amaría a Siwon de esa manera. Kim Taeyeon había dañado mi corazón y lo reclamo en el proceso.

—Solo no empieces a babear con eso de la estrella del rock. Soy un fan de su música también, pero puedo aprender a odiarle rápido si me siento celosa. —El tono de Yuri sonaba burlón, pero nadie dudaba de que lo que decía era la verdad.

Siwon se rió entre dientes. —No creo que tenga que preocuparme de que Tiffany comience a babear. Cold Soul no canta su tipo de música. Tengo la sensación que no estará allí por mucho tiempo.

Jessica miró más a Siwon. —No le des ninguna idea o excusa. No estoy bromeando. Te patearé el trasero si siquiera miras a la salida de mala manera. —Siwon echó la cabeza hacia atrás y rió.

—Estoy muy feliz de que tengas un buen sentido del humor —dijo Yuri con una sonrisa—. Tus brazos son mucho más grandes que los míos.

Empecé a reír, pero el impulso murió instantáneamente cuando mis ojos se encontraron con Taeyeon. Se puso frente a Krystal, cuya espalda estaba contra la pared mientras ella le sonreía. Se inclinó y le susurró al oído. Necesité toda mi fuerza y auto-preservación para apartar mis ojos de la intimidad entre ellas. Mi respiración se volvió profunda por el dolor en mi pecho.

Siwon debió sentir el cambio en mí, porque me acercó más a él y me acarició el brazo desnudo. Cuanto más nos alejamos de Taeyeon, más fácil se volvió respirar.

***

La brisa de la noche del golfo era inusualmente cálida teniendo en cuenta que eran finales de otoño. Un largo escenario con brillantes luces que lo rodeaban fue montado en el paseo marítimo frente a la playa. Había miles de personas cubriendo la arenosa costa. Las hogueras se podían ver bajo la multitud. Un par de estudiantes de secundaria ya eran esposados por consumir bebidas alcohólicas. No sería la primera, ni la última noche. Sujeté la mano de Siwon con más fuerza mientras tuvimos que zigzaguear entre la multitud siguiendo la estela de Jessica. Ella había organizado para la compañía de su padre el comprar algunos de los asientos especiales bajo una gran carpa, por un precio superior a los demás boletos. Yo habría sido feliz juntándome con la multitud en la arena, pero Jessica no. Nos detuvimos en la entrada.

—Jessica Jung y tres invitados. —dijo con un aire altivo que solo parecía salir de ella cuando alardeaba sobre el poder de su padre. No lo hace a menudo, a menos que quisiese algo, como librarnos de comprar entradas. Jung Jinyoung propietario de Jung Realty. Jung Realty controla todos los bienes comerciales de alta gama del estado. En otras palabras, eran los dueños de la ciudad.

—Por aquí, Señorita Jung. —dijo la joven mujer, mientras se volvía y nos llevó en frente de una fila de asientos con una vista perfecta del escenario.

Genial, no solo tendría que escuchar la voz que tan desesperadamente quería olvidar, sino que tendría un perfecto panorama suyo también. Eché un vistazo a Siwon, quien arqueó las cejas como si estuviese impresionado con nuestros asientos y me dio una de sus sonrisas ansiosas.

Fingir un dolor de cabeza no iba a funcionar. Jessica enloquecería y Siwon realmente parecía estar entusiasmado por los buenos asientos.

—¡Estamos bien atendidos! Esto es de lo que estoy hablando. —Yuri sonreía y miraba a su alrededor hacia la mesa de elaborados refrescos montada al final de la carpa.

—Chicos, pueden comer al deseo de sus corazones. Vayan y dejen de babear. —dijo Jessica, con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

Yuri la besó con fuerza en los labios y miró a Siwon. —Vamos, hombre, vamos a acabar con esa comida de lujo. —Siwon se volvió hacia mí como si estuviera pidiendo permiso. Asentí con la cabeza. Me recordó a un fiel cachorrito. Se agachó y me dio un beso rápido en los labios antes de seguir a Yuri.

—Deja de fruncir el ceño como si te hubiera traído a un bar lleno de humo. Vamos, chica, diviértete. —Forcé una sonrisa, lo que solo consiguió profundizar el ceño fruncido de Jessica—. ¿Qué pasó contigo, Tiffany? Te costaba no mirar a Taeyeon y poner esa mirada de tonta admiración en tu cara. Ahora, le ves y pareces como