-Ya la comida está servida, pueden pasar al comedor.. -dijo en un tono firme y caballeroso uno de los empleados, supuso que era el mayordomo de la casa y cada uno se dirigió a la mesa excepto la chica de hace minutos que jamás apareció en el comedor lo cual le llamo mucho la atención, todo iba muy bien hasta que se escuchó una estruendosa voz masculina

-Él es mi hijo Minho, actualmente trabaja en nuestra empresa como el Director Comercial, estaba muy emocionado de conocerte Jessica -dijo con una amplia sonrisa el hombre de rasgos ordinarios haciendo alarde de la perfección que tenían como hijo

-Mucho gusto, me disculpo por no haberme presentado antes -Dijo el chico bastante cortes ante el comentario de su padre, ciertamente el chico se veía bien cuidado e impecable y a decir verdad era bastante guapo pero nada que impresionara

-Igual un gusto -Se limitó a contestar la castaña para luego volver a fijar la mirada en su comida

-Bueno Sr. Jung es para nosotros un honor tenerlos aquí el día de hoy, no me queda más que desearles un buen provecho, espero disfruten de la comida.. -murmuro el chico para llamar la atención de la castaña pero nada se le vio retribuido

El resto de la cena continúo como normalmente se esperaba, charlas de negocios, comentarios sobre el gobierno, políticas, leyes todo tan aburrido como se esperaba, pero... había algo en el ambiente que le incomodaba, las palabras que se dedicaban ambos magnates de la abogacía se sentían extrañas para nada sinceras e iban con mucho rencor, o tal vez era ella que no soportaba aquella presencia tan altiva

Jessica aprovecho un momento de descuido de su padre para salir a la alberca a tomar un poco de aire estar encerrada en ese lugar despertaba aún más su mal humor lo único que quería era despejar su mente. Miro la pantalla de su celular y ahí estaban los mensajes que de seguro sus amigos le habían estado enviando, reviso uno y no pudo evitar sonreír sincera, si algo amaba eran a sus amigos, quienes desde años le habían brindado esa confianza y compresión que su progenitor no le daba "por si cambias de idea aquí te estaremos esperando" decidió dejarlo en visto antes que contestar, se sentó en una de las mesas y observo el cielo en él no se dibujaba ninguna estrella lo que hacía aún más triste y desalentadora aquella noche

-¿Tan aburrido está el ambiente allá dentro? -dijo una voz femenina a sus espaldas, exaltada Jessica volteo para ver de quien provenía esa voz y ahí estaba la chica que no dejaba de verla minutos antes de ir a cenar, suspiro aliviada y devolvió su mirada hacia la alberca

-Más que eso patético, no soportaba un minuto más allá dentro.. -murmuro la castaña con fastidio fijando la mirada en sus manos

-Veo que no la estás pasando bien, entonces... ¿por qué estás aquí? -pregunto curiosa la chica mientras se sentaba enfrente de la más baja para poder hablar mejor con ella

-Obligación, ¿te suena? -dijo cortante mirando por un momento a su acompañante, sus ojos eran avasallantes capaz de atrapar a cualquiera pero también ocultaban algo- Hubiese preferido estar en otro lugar realmente, pero como siempre debo hacer lo que mi padre dice

-Vaya, que triste tu vida.. -sonrió amablemente para darle confianza a la castaña- Aunque a decir verdad pensé que te gustaba este tipo de ambiente, pareces inteligente, bueno tu pinta de erudito no te ayuda mucho y ah tu padre se veía tan orgulloso de presentarte

-Puede ser, aunque no me considero como tal igual uno siempre proyecta una imagen que no es la correcta... -Dijo simplemente restándole importancia al reciente comentario de la pelinegra -Tu de donde haz salido? eres como un fantasma, apareces y desapareces de la nada

-¿Acaso haz estado al pendiente de mí? -se atrevió a decir la menor arqueando una ceja de forma retadora mientras miraba a la más baja, aquel acto le fascinó enormemente

Jessica rio con desdén y acaricio levemente su cabello

-¿Quién te crees que eres como para tener mi atención?

-No lo sé, solo te vi en la sala y de ahí solo me fui a mi habitación y ya. Tan solo era una pregunta, pero por si aún dudas ahora tengo toda tu atención... -la chica volvió a regalarle una de su hermosas sonrisas, algo que la caracterizaba muy bien era su respectivo buen humor, fijo su intensa mirada en los ojos de la castaña lo cual la hizo poner nerviosa- relájate quejumbrosa solo trato de ser amigable 

-¿Por qué no cenaste con nosotros? -pregunto extrañada la castaña

-Simple, mis padres no me soportan, no soportan mi actitud y mucho menos mi presencia así que para que hacerles pasar vergüenzas -Dijo levantando sus hombros. Sus palabras denotaban tristeza pero ella la sabia fingir muy bien, cosa que para Jessica no pasó desapercibida

-Vaya no sabía que los Choi tenían una hija, ¿y te sientes bien con eso? es interesante.. -Sonrió Jessica esta vez sintiéndose más cómoda con la pelinegra

-Sí y tú haces demasiadas preguntas señorita quejumbrosa.. -Dijo en tono de burla la chica para relajar el ambiente- en fin, creo que ambas no la estamos pasando bien aquí así que.. ¿Por qué no vamos a otra parte? -se atrevió a proponer la menor mientras se levantaba de la silla y se acercaba a la castaña

-Olvídalo, lo que menos quiero ahora es entrar a esa casa y pedirle permiso a mi padre -murmuro la más baja recostándose en la silla y cruzando sus brazos resignada

-Mira Srta. quejumbrosa si algo he aprendido en esta vida es a no seguir las reglas, vamos tu padre no tiene por qué enterarse que te fuiste conmigo -Se acercó a ella con esa característica sonrisa que a cualquiera podría convencer y la tomo de la mano para ayudarla a levantarse- entonces... ¿que dices?

-Mmm.. No creo que sea lo correcto.. -Sonrió con picardía a la pelinegra al sentir como tomaba su mano era más que obvio que le parecía totalmente tentadora la propuesta

-Bueno tu deci... -No logro terminar la frase porque fue interrumpida por la bajita

-Como podría salir contigo si ni siquiera se tu nombre... Eres una completa desconocida -dijo simplemente soltándola de la mano

-Me llamo Soo Jung Choi pero suelen decirme Krystal, ¿nos vamos? -dijo despreocupada la chica agitando las llaves del auto en su mano

-Wow... ¡qué extraño! -rio levantándose de la silla- Te llamare Krystal me parece muuucho más lindo. 

-Si hazte la graciosa.. -Le hizo malos ojos y la halo del brazo para llevarla al auto, era un bonito convertible azul acorde a su personalidad y a juzgar por el hermoso acabado la chica debía tener un muy buen gusto al escoger coches, ambas entraron al auto y como si fuera la cosa más fácil del mundo Krystal echó a andar el auto a toda velocidad