Los rasgos duros tras esas gafas de lectura le daban una imagen fuerte e impenetrable, sonrió al notar como en sus ojos se asomaban algunas arrugas, el surco naso geniano estaba mucho más marcado que la última vez y en su cabello resaltaban algunos mechones grises a quien le mentía... su padre a pesar de la edad que tenia se conservaba muy bien, a veces solía ser muy malgenioso y frio pero eso era normal de la familia, una vez los llegaban a conocer todo esa imagen cambiaba, la castaña suspiró al encontrarse con la mirada penetrante de su padre y negó levemente con la cabeza "ese hombre podía ser realmente insistente e insoportable" pensó ya molesta con el asunto

-Padre aún faltan tres años para graduarme, ¿no crees que es un tanto apresurado venir a la empresa a cumplir actualmente con el puesto? Digo no es que no me agrade la idea es solo que... estoy tan ocupada con las cosas de la universidad que para esto no me da tiempo -Dijo una voz femenina ante el apresurado comentario de su padre

-No es apresurado hija solo digo que ya deberías estar viniendo a la empresa para que te acostumbres al ambiente y claro esta para que te familiarices con el trabajo, Además ya muchos socios están emocionados por ver como manejas la firma... -dijo el hombre relajado entrelazando sus manos sobre el escritorio mientras observaba a su hija detrás de sus pequeñas gafas bifocales

-¿Y eso se considera bueno? Sabes que no me interesa todo esto papa solo deseo ser una de las mejores abogadas del país.. -Dijo con fastidio la menor, ante el egocéntrico comentario de su padre

-Considéralo como quieras hija. Ahora si me permites debo seguir con esto... -menciono el hombre de cabello gris señalando el montón de papeles que debía revisar, algo muy usual en él era la manera tan despectiva que tenia de tratar a su hija

-Como quieras, pero algo si te digo es mejor que vayas olvidando eso de que manejare la firma, quiero comenzar como cualquiera aquí como un subordinado quiero ir ascendiendo de jerarquía con méritos, quiero ser integrada mediante un contrato o acuerdo expreso de asociación, hasta el punto de llegar a ser una socia más.. Y no me importa lo que digas padre. -Se limitó a decir la castaña levantándose del lujoso sofá blanco de terciopelo para luego tomar su bolso y dirigirse hacia la puerta para salir de la asfixiante oficina

-Hoy es la cena con los Choi, Te quiero hermosa esta noche. -Dijo el padre de la menor sin dirigirle la mirada solo enfatizando en estas últimas palabras

-Si irá la asquerosa de tu novia, olvídalo... -se volteó la castaña para encararlo, sabía que aquel comentario le había molestado bastante

-Jung Soo Yeon!!! ¿Cuál es tu problema? -grito el hombre golpeando la mesa con fuerza ya cansado de la actitud de su hija- Simplemente no puedes llevarte bien con ella? te advierto algo, esta noche te quiero impecable y con una actitud totalmente sumisa lo entiendes?

-Claro papá, como tú desees. -terminó por decir sabiendo que no iba a ganar la batalla, salió de la oficina azotando la puerta lo cual llamó la atención del montón de empleados a su alrededor, logró salir de aquella espantosa edificación y subió a su auto suspirando resignada no deseaba ir a esa cena y mucho menos sabiendo que allí estaría la estúpida de la novia de su padre acompañándolos, cerró los ojos mientras acariciaba levemente sus sienes debido a la cefalea que ya comenzaba a adueñarse de su cuerpo, miró el cielo nublado y dio un leve bufido

-Ahora el clima se pone en mi contra, perfecto. -Susurró para sí misma y con toda la frustración del mundo encendió el auto y aceleró a toda velocidad sin un rumbo fijo, odiaba de sobremanera en estos momentos a su padre. ¿Que no pensaba en ella, en lo que quería de verdad? Solo se enfocaba en el y en lo que le convenía, con rabia golpeo el volante y limpio una de las lágrimas que ya corría por su hermoso rostro

Luego de ya algunos minutos conduciendo decidió detenerse en una pequeña cafetería, la lluvia comenzaba a caer lo cual le dificultaba bastante al manejar estacionó su pequeño Camaro plateado sin problemas y descendió de el rápidamente para con pasos firmes entrar al pequeño, acogedor pero sobre todo cálido lugar, observo el decorado de este tenía un estilo barroco muy agradable, vanguardista tomó asiento en una de las mesas cerca de la ventana y esperó hasta que algún empleado del lugar se acercara para tomar su pedido

-¿Señorita que desea? -Preguntó un atractivo chico quien se acercó con una sonrisa aparentemente fingida

-Solo un café sin azúcar, por favor... -Se limitó a decir la castaña para luego volver a fijar la vista en las gotas de lluvia que caían, de cierta forma aquello la relajaba y apaciguaba el malhumor que cargaba en ese momento, reviso uno de los bolsillos de su chaqueta encontrándose con su celular, lo tomó entre sus manos, lo desbloqueó y observó que tenía varios mensajes...

"Hey Jung, todos los de la facultad nos reuniremos hoy, ¿te apuntas?" -gruñó para sí misma mirando el mensaje ¿En serio? Hoy se les da por reunirse, cuando debo asistir a una asquerosa cena.

"No lo creo, mi padre se ha puesto intenso debo acompañarlo a una cena... pásenla bien sin mi" - dudó un poco si responder eso o simplemente decir que contarán con ella, al final se decidió por enviar ese mensaje y apagó su celular devolviéndolo de nuevo a su bolsillo

-Señorita su café... -Se acercó de nuevo el joven dejando el café en la mesa, sonrió con educación, hizo una pequeña reverencia e instantáneamente se retiró

-Gracias... -susurró percatándose de que el chico se encontraba lo bastante lejos como para que la escuchara, tomo la taza entre sus manos y dio un pequeño sorbo cerrando los ojos dejando de lado sus pensamientos y frustraciones para concentrarse en el amargo y relajante sabor de la sustancia temperada en sus manos

Terminó su café, pero aun la lluvia no cesaba se recargo en el asiento y cubrió su cuerpo con la chaqueta, ciertamente odiaba los días templados, el frio no era su mejor amigo y eso hacía que su humor empeorara, luego de unas horas miró de nuevo hacia afuera percatándose que la noche había caído revisó la hora en su celular- 7:30pm -Se maldijo mil veces por no haber salido antes, dejó un par de billetes en la mesa y tomó su bolso para luego salir corriendo hacia su auto con la misma subirse y emprender viaje hacia su casa en la cual de seguro la esperaba su padre furioso y lo que menos deseaba en ese momento era un sermón de su parte

Terminó por descender del auto y con paso acelerado entró a la lujosa mansión que compartía con su padre y como era de esperarse el hombre salió furioso del despacho vistiendo un traje negro muy elegante y acorde a su edad

-¿Te has dado cuenta la hora que es? ¿Dónde te habías metido? -gritó el hombre bastante molesto ante la actitud despreocupada de Jessica

-Tranquilo papa, está bien todavía hay tiempo me duchare y me vestiré en un momento bajo -Dijo de forma tranquila mientras subía las escaleras, no deseaba pelear y lo menos que quería era escuchar los mil y un insultos que tenía su progenitor para ella, entró a su habitación y se recostó en la cama pensando en las mil y un tragedias que podrían ocurrir esa noche teniendo a la novia de su padre al lado

-Te aseguro que jamás ocuparas el lugar de mi madre, eso jamás... -Se dijo así misma para luego recoger su cabello, levantarse e ir al baño, se libró de todas las prendas que cubrían su cuerpo y abrió la llave dejándose envolver por la cálida sensación del agua tibia

En poco tiempo logró estar lista, su vestido color azul marino estilo vintage hacían resaltar aún más su figura, arregló su cabello dejándolo caer en ondas sobre sus hombros, el maquillaje era lo que menos le importaba ella lograba verse realmente bella sin él, volvió a verse de nuevo en el espejo arreglando algunas cosas de su vestido para luego tomar su celular y bajar para el encuentro con su padre

-Perfecto, sí que te ves hermosa hoy... ahora si nos podemos ir -Dijo el hombre mayor totalmente maravillado al ver como lucia su hija con aquel vestido. Todo rastro de molestia se esfumo al notar la hermosa sonrisa que le regalaba su pequeña hija, si pequeña porque aun la consideraba como tal

-Tu padre tiene mucha razón, te ves preciosa... -Se oyó decir a la joven mujer que acompañaba en ese momento a su padre

-Alguien pidió tu opinión, Naya? -Dijo fastidiada la castaña saliendo de la casa y subiendo al hermoso Aston Martin blanco que poseían

Todos subieron al auto y emprendieron el viaje hasta la dichosa cena que tendrían esa noche, en menos de media hora ya estaban descendiendo del auto, Jessica fijó su mirada en la maravillosa edificación que tenía enfrente, quedó maravillada con lo hermosa que era esa casa o mejor dicho mansión, caminó junto a su padre y su novia hasta que un muchacho bastante guapo les saludó, Jessica no pasó desapercibida para aquel chico quien le dedico una de sus más relucientes sonrisas e hizo que pasaran al interior de esta y como era de esperarse no tardaron en salir los dueños de la casa a saludar y a hacer comentarios que más que halagar hacían ver lo interesadas y falsas que eran esas personas

-Que gusto nos da tenerlos aquí, Dios esta debe ser Jessica tenia tantas ganas de conocerte.. Eres idéntica a tu madre, toda una belleza. -Comento muy interesada la refinada y muy bien vestida mujer delante de ellos, llevaba un vestido beige que la hacía lucir con mucho estilismo y poder

-Exactamente, esta mi hija la futura heredera de J&M y Asociados. -Mencionó el hombre con total orgullo, mientras tomaba la mano de su hija a lo que Jessica respondió con una leve sonrisa de su parte saludando a las demás personas que se encontraban allí

-Como no, seguro serás tan exitosa como tu padre.. Bienvenida. -Menciono el señor Choi, acercándose para darle un fuerte abrazo

-Mucho gusto.. -Era todo lo que lograba articular la castaña, no había comenzado la cena y ya se sentía lo bastante asfixiada como para querer seguir en aquel lugar, sin embargo sus ojos se vieron atraídos por una persona, una chica de cabello oscuro y piel blanca que no le dejaba de ver, la observaba desde el otro lado de la sala de estar se notaba que estaba acompañada por un chico un poco más joven pero que denotaba mucho más estilismo que ella. Además su extraño aspecto no parecía el clásico utilizado por aquella familia

Tampoco era tan agraciada de cara, en si tenía buen lejos pero no como solían verse las mujeres en la televisión o revistas, sus facciones eran más bien delicadas y bien marcadas, su hermosa piel blanca hacia resaltar aún más sus rasgos felinos y sus lindos orbes color marrón. Cabe destaca que ese vestuario oscuro le hacía lucir bastante y, Jessica logró seguirle el juego dándole una pequeña sonrisa retadora como si estuviera adivinando cada uno de sus pensamientos, la morena sin dejarse amedrentar volvió la mirada a su acompañante con el cual comenzó una larga conversación que a juzgar por la expresión de ambos era de lo más interesante.