Dividí el primer capítulo en dos... ya que casi son las 2 am y mañana debo ir al colegio. Dentro de unas horas actualizo la segunda parte ;) Y sí, esta historia es SIMPLEMENTE GENIAL!! :D

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo 1: Mi secreto – part. 1

*Tiffany P.O.V.*

Ya casi era la hora de ir al colegio, y como siempre estaba a la espera de mi mejor amiga, que para variar estaba nuevamente atrasada.

Estaba sentada en la mesa de la cocina mientras escuchaba los pasos apresurados de Jessica en el piso de arriba. Ya había arreglado la mochila de ella y la mía mientras pensaba en cómo alguien conseguía dormir tanto y todavía conseguir atrasarse.

/“Mierda, odio tener que apresurarme.”/ – Escuché su voz en mi mente y no pude evitar reírme. – /“Ahora sólo faltan los aros y listo. Jessica Jung, impecable como siempre!”/.

- Y tan modesta como siempre. – Comente bajo mientras escuchaba la puerta de su habitación cerrándose.

Me levante y coloque mi mochila en mi espalda. Jessica ya estaba en la cocina.

- Disculpa la demora, estaba terminando de arreglarme. – Ella me sonríe y después agarra su mochila.

- Entiendo, a fin de cuentas, por más que estés atrasada, Jessica Jung debe de estar IMPECABLE. – Digo dándole énfasis a la palabra que ella mismo había pensado hace unos minutos y aguante mis ganas de reír.

Ella me envía una mirada de desconfianza, para luego transformarla en una de sorpresa y reprobación.

- Yah! ¿Lo estabas haciendo de nuevo? – Ella me pregunta, fulminándome con aquellos ojos castaños, no conseguí aguantar mi risa.    

((¿Tiffany puede leer la mente? ¡Genial! :O -SleepingSoh))

- No es algo que pueda encender y apagar cuando quiera. Y estaba aburrida mientras te esperaba. –­ intenté disculparme, pero mi risa no estaba ayudando.

- Aish, Fany-ah! Sal de mí cabeza!– Jessica fue hasta la puerta del frente y salió al jardín, yo todavía trataba de recomponerme cuando fui atrás de ella.

Caminabas con pasos rápidos hasta el colegio, a pesar de que no quedaba muy lejos, sería un problema llegar hasta allí y que los porteros ya hayan cerrado. Jessica estaba en silencio y de mal humor.

Jessica tenía un temperamento peculiar y exclusivo, su personalidad era casi siempre incomprendida, no era de hacer amistades fácilmente y no le gustaba mucho de relacionarse con muchos. Pero aún así sin mi pequeña ventaja (leer mentes xD), podía ver que por detrás de aquella mirada de hielo, había una chica fantástica… sólo un poco tímida para expresarme.

Vivíamos juntas desde ya hace unos tres años, aparte de ser amigas desde la infancia. Ella estuvo a mi lado en los momentos más difíciles de mi vida, cuando todavía no entendía el porqué de haber voces desconocidas en mi mente el tiempo todo, ella me ayudó a dominar eso y me aceptó de la misma manera.

Le debía mucho a Jessica.

- Ah. Okay, Sica. – Dije rompiendo el silencio así que llegamos frente al colegio. – Sabes que no te escucho siempre, sólo lo hago a veces para hacerte enojar.

Sus brazos parecían haberse relajado y su expresión se suavizó.

- Lo sé, y lo consigues. – Dijo ella con un suspiro y yo sonreí.

Ya habíamos entrado en el colegio, en los corredores había apenas algunos alumnos todavía conversando y esperando que el timbre sonara. Habíamos llegado con unos minutos de sobra, entonces resolvimos hacer lo mismo.

- Ok, ¿Y aquél de allí? – Preguntó Jessica apuntando a un chico que nos miraba sonriendo en el fondo del corredor. Ella tenía la manía de aprovecharse de mi pequeña ventaja.

- Él se está preguntando cual es mi tipo ideal.

- Hum, ¿y qué te parece él? ¿Es tu tipo?

- ¿Sólo por el hecho de que miraba las piernas de aquella chica después de haber pensado eso o por el hecho de lo que él pensó de ellas, qué crees?

-¿De verdad? – Ella ahora estaba disgustada. – Qué imbécil. Tienes suerte de poder leer los pensamientos de las personas, eso te evita muchos dolores de cabeza. – Ella ahora susurraba.

Jessica era la única que sabía de mí poder, a final ella me ayudó a entenderlo, después de mucho entrenamiento ahora conseguía separar voces en mi mente y escuchar apenas en la que me concentraba, las otras simplemente se transformaban en un susurro. Mis notas mejoraron mucho después de esto, y debo admitir que no era muy honesta en las horas de evaluación. Pero, ¿de qué sirve un poder y no aprovecharlo un poco?

Estábamos divirtiéndonos mientras leía pensamientos ajenos, la mayoría de ellos estaban en nosotras dos, teníamos un nivel alto de popularidad y Jessica amaba eso. Parecía que el corredor entero hablaba d nosotras y algunos pensamientos incluso me hacían querer golpear la cara de sus dueños, pero necesitaba ignorarlos, generalmente los pensamientos masculinos venían cargados de malicia y los femeninos de envidia, pero algunas veces los pensamientos femeninos también me sorprendían… fue así que me enteré que al final del intervalo iría a recibir una carta… y no era de un hombre.

- Ay, mierda. – Casi susurré.

- ¿Qué sucede? – Preguntó Jessica.

- Ah, nada. Ya lo sabrás. – No quería entrar en detalles, Jessica me hubiera exigido una explicación, odiaba cuando hacía suspenso, pero algo que ella vio en el corredor le llamó la atención al punto de que lo olvidara.

Seguí su mirada y percibí a cinco personas nuevas, nunca era sorprendida, ya que siempre que alguien iba a hacer algo yo ya lo había leído de sus pensamientos, era automático, siempre sabía dónde, cuándo y por qué las personas estaban donde estaban, pero aquellos cinco pareces de ojos me hacían estremecer hasta el alma.

Sí había otras personas que fueran más conocidas en el colegio de lo que yo y Jessica lo éramos, eran aquellas cinco chicas. Sus uniformes parecían brillar de limpio en comparación de cualquier otro, sus cabellos y pieles eran impecables y hasta el sol entrando por las ventanas parecían colaborar para que ellas proyectaran la perfección, ellas caminaban en una fila, como si fuera una formación, ¿será que ellas lo planeaban?

Obviamente sabía el nombre de todas, siempre escuchaba los mismos en las mentes ajenas. Del lado izquierdo de la formación estaba Kwon Yuri, una chica de piel bronceada, cabellos oscuros que combinaban con sus ojos, y un cuerpo que le daba envidia a cualquiera. Ella era sorprendentemente talentosa en todo lo que hacía, era agitada y deportiva, estaba siempre con una sonrisa simpática en su rostro.

Luego a su lado estaba Yoona, al contrario de Yuri, ella aparentaba ser tranquila, su piel blanca y sus cabellos castaños claro llegaban hasta sus hombros, a penas con las puntas onduladas, y todavía no siendo Yuri, su físico era impecable.

En la punta de la derecha estaba Seo Joohyun, ella sujetaba un libro, parecía muy concentrada en el, por lo que escuchaba sus notas eran impecables, ella jamás sacó menos que un 10 en todas las pruebas. A su lado estaba Lee Soonkyu, era la más baja de todas, pero no hacía que tuviera menos atención, rubia de cabellos corto, de cierta forma era extraño pero jamás la había escuchado hablar, siempre estaba quieta, sólo mirando hacia las otras y riendo cuando algunas de ellas hacia algún comentario para reír.

Y por fin, en el medio, estaba Kim Taeyeon. Sólo era unos pocos centímetros más baja que yo. Cabellos de un color que no era rubio ni tampoco castaño, llegaban hasta debajo de su hombro. Ella estaba usando auriculares y de todas formas se reía con sus compañeras, pensándolo bien, creo que jamás la había visto sin esos auriculares. Su postura era recta y madura y ella emanaba un cierto aire de misterio. Era su nombre el que más escuchaba en las mentes de alrededor.

- ¿Entonces? ¿Algo? – Preguntó Jessica sacándome de mis propios pensamientos. Simplemente moví mi cabeza en señal de negación. – Eso es raro, ¿por qué sólo ellas?

- No tengo idea, pero realmente odio tener curiosidad. – Cerré mis ojos.

Había sonado el timbre y tuvimos que entrar a nuestras aulas.

Dos de las cinco chicas entraron al aula que quedaba a lado del mío y las otras tres entraban a la sala que me pertenecía. Sí, tres de ellas estaban siempre juntas y eso era terriblemente perturbador y pero, Sunny, como llamaban a Soonkyu, Yoona y a Taeyeon… se sentaban bien a mi lado.

Ya había pasado como la mitad de la hora de clase y en lo único que conseguía pensar era en aquellos cinco rostros en el corredor. A pesar de que ellas nunca hubieran hablado conmigo o con Jessica, sus presencias me incomodaban mucho, simplemente por el hecho de que ellas eran las únicas a quienes mi mente no conseguía invadir. Por varias y carias veces había intentado leer el pensamiento de alguna de ellas, pero jamás había logrado nada.

Aquello era frustrante, las mentes más deseadas en el colegio eran las únicas que no conseguía descifrar. Pero todavía voy a descubrir el por qué, de eso estoy segura.

Estaba intentando prestar atención a la clase, pero mi mente tener vida propia y a cada cinco minutos intentaba invadir la mente de aquellas chicas. Movía mi lapicera rosa entre mis dedos, intentado distraerme, pero era imposible con ellas cerca.

El tiempo parecía estar jugando conmigo, las clases parecían tardar décadas en pasar. Jesica se había dormido en dos clases y necesite estar despertándola para que el profesor no la vea. En el intervalo, aquella carta se me fue entregada, la leí sin mucho ánimo y como ya estaba en mis planes, rechacé los sentimientos de la chica.

Me preguntaba, si yo podría tener a cualquiera de los chicos de aquí, ¿por qué saldría con una chica? Eso estaba fuera de mis límites.

                                                                   ****

Finalmente estábamos en casa. Mi cabeza parecía estar por explotar en cualquier momento. Resolvimos pedir pizza. Ninguna de las dos teníamos habilidad en la cocina, era más fácil comer algo que ya esté listo, y estaba evitando cualquier cosa que aumentara mi dolor de cabeza.

- Llegará en quince minutos. – Dice Jessica sentándose a mi lado en el sofá.

- Perfecto, estoy con hambre y eso debe de estar empeorando mi dolor.

Unos minutos más tarde, estábamos comiendo tranquilamente.

/“Galaxy, Galaxy ~Oh!” /– El celular de Jessica sonó.

- ¿Yoboseyo? – Ella atendió. – Hi, Daddy!

Estaba distraída con mi pizza, mi dolor de cabeza finalmente había pasado y ni quiera intentaba prestarle atención a la llamada cuando sentí su mente quedando en alerta. Mire a Jessica, ella miraba a la nada, una expresión de espanto dominaba su rostro.

- Pero, daddy, ¿cómo en tan poco tiempo?

Con eso necesité escuchar lo que estaba sucediendo, podía leer las palabras de su padre en la mente de Jessica.

“/Perdón, hija. Fue repentino para mí también, pero necesito mucho la casa, asuntos de negocio, necesito cerrar el negocio con esos señores. Voy a enviarte dinero y busca un hotel con Tiffany-sshi hasta que resuelva todo esto. ¿Está bien?, ¿puedes hacer eso por mí?/”

- Ah, creo... creo que sí. – Dijo ella mientras me miraba.

/“Esa es mi chica! Después les daré un regalo a las dos en manera de agradecimiento, ¿está bien? Cuídense.” – él estaba a punto de colgar, cuando continuo. – “Ah, sí. Voy a necesitar de la casa para el lunes, gracias una vez más hija, agradece a Tiffany-sshi también. Bye.”/.

Jessica me miró como si intentará entender lo que acaba de suceder.

- ¿Debemos aprovechar que mañana en sábado y buscar algún lugar? – Pregunté.

- ¿Realmente no te importa?

- ¿Por qué me importaría, Sica? – Le sonreí. – A fin de cuentas, es gracias a tus padres que tenemos esta casa, hacerle ese favor es lo mínimo, y también será por poco tiempo.

- Eres genial, Fany-ah! – Ella me abrazó, y continuamos comiendo la pizza… ahora pensando en que hotel nos quedaríamos.

[...]

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¿Qué les pareció esta primera parte? A mí me encanta xD