Ham Eunjung, tenía al menos, dos semanas de haber regresado a su tierra; paso los primeros días buscando donde quedarse, pues no le agradaba la idea de incordiar a sus padres tan pronto. Una vez que se instaló, fue a visitarlos, pasando un par de dias con ellos. Pronto preguntó, de manera casual, si sabían algo de sus amigas, las que dejó cuando se fue a estudiar diseño de modas a Paris. Su madre le dió varios nombres, e incluso algún número y dirección; pero no escuchó el nombre que más esperaba: Park Jiyeon.

Actuó como si nada pasara, visitando a aquellos quienes podía, sorprendiéndose de aquellos que ya estaban esperando incluso bebés. Tenía la esperanza de que alguien le diera una pista de donde estaba Jiyeon. Incluso habia regresado al lugar donde antes vivian, pero nadie le dió razón. Era claro que alguien como Park, no se quedaría en un solo lugar... tan aventurera y valiente su amada. Si, porque Eunjung, durante aquellos siete años, jamás falto a su palabra. Su mente y su corazón siempre le fueron fieles a la menor. Eran su primer pensamiento en las mañanas y el último antes de caer rendida sobre su cama. Solo pensar en ella, le daba fuerzas cuando alguna cosa no iba bien. Y ahora... ahora regresaba para cumplir aquella promesa, para regresar al lado de la pequeña Dino, y esta vez, no volverse a separar. Ya no habria motivos. Ham incluso había comprado una casa a las afueras de Paris, por si su chica quería vivir allá o simplemente, irse de vacaciones. Porque ella habia trabajado duro para poder tener algo que ofrecerle a Park. Queria darle una vida cómoda.

Pero lo único que deseaba en ese momento, era poder abrazarla y sentir su cuerpo cálido pegado al suyo. Solo eso y nada más, podían hacerle verdaderamente, sentirse la mujer más afortunada.

Su regreso al país, sorprendentemente, no estaba pasando desapercibido, y tomo aquello como un buen augurio. Pronto, recibió una invitación para llevar sus piezas más recientes a una pasarela, cuyo propósito, además de mostrar el trabajo de los más jóvenes y prometedores diseñadores, era el de recaudar fondos para causas benéficas. Sin dudar, Ham acepto.

El día estrella, se encontraba nerviosa, faltaba menos de una hora para el desfile, y todo el lugar era un caos. Además, también harían una sesión fotográfica de cada modelo, para asi también después subastar aquellas prendas. Según le dijeron, la fotógrafa, era bastante reconocida en el medio y bastante carismática; y de eso, Eunjung no tenía duda alguna. Lo que no le dijeron, era que también, era bastante coqueta. Llevaba ya bastante rato, lanzándole miradas intensas, y uno que otro comentario susurrado que le estaban haciendo enrojecer cada vez más. Era bonita si, pero ella no podía darle oportunidad. Aún tenía que encontrar a Jiyeon.

Y alli iba de nuevo – “Sabes? El corte de ese vestido, luciría mejor en alguien con tu figura”. - y sin disimularlo, le recorrió de arriba a abajo, mordiendo ligeramente su labio inferior. Ham simplemente no podía más con ello y avergonzada, salió de aquel sitio. En todos los años que habia pasado lejos de Jiyeon, jamás nadie le había puesto tan nerviosa como esa chica. Y vaya que se notaba que era del tipo que insiste. Así que mejor era poner distancia.  Ya regresaría mejor para el momento en que la pasarela diera inicio. Y sabía que aún asi, todavía se toparia con aquella chica... Hyomin.

- “Eish... ¿por que no me avisó que estaría ocupada?” - La joven avanzaba por la calle, a grandes zancadas, con una expresión de ligero enfado. Sus labios se fruncían, mientras sujetaba con fuerza el bolso. Habian quedado de pasar a visitar el nuevo restaurante de Soyeon, quien llevaba invitándoles desde la última reunión. Como fuera, Park ya había localizado a su novia. Le daría una sorpresa llevandole algo para comer. No le gustaba que se mal pasara, cosa que ocurría siempre que tenía un evento de tales magnitudes. Asi que su mano derecha sostenía una bolsa con los alimentos que personalmente, le habia preparado. Llegó a la sede del evento, y pregunto por ella. Tras hacerle esperar un par de minutos, al fin apareció la otra joven.

- “Jiyeon-ah! ¿Qué haces aqui?” -  Le dijo mientras le abrazaba cariñosamente, dejando un beso sobre su frente al apartarse. Sonreia de forma adorable. Dino se sonrojo ante ello. Aún no lograba controlarse. Le gustaba demasiado esa forma de ser que tenía Hyomin. Tan espontánea y cariñosa. Siempre con esa sonrisa en los labios. De verdad que esa chica era un sol.

- “Tenia ganas de verte. ¿Acaso no puedo venir a buscar a mi chica?” - le dijo mirándole de manera divertida -  “con la de modelos guapisimas que ha de haber, tengo que venir a cuidar lo que es mio...” - uno de sus dedos, picó la mejilla derecha de la fotógrafa, que simplemente, soltó una risita.

- “Park Jiyeon! Mira que eres celosa....” - entrecerró sus ojos, usando un tono ligeramente acusador -  “Yo sería incapaz de fijarme en ninguna de ellas. Tú eres lo que yo necesito. Sólo tú.” - informó, con tono inocente, pellizcando su mejilla, como lo haria con una niña pequeña. Después reparo en el paquete que llevaba cargando la menor - “ Y eso? ¿Es...?-

- “Es para... ti, si.” - le corto Jiyeon - “Supuse que podrías tener hambre” - se encogió de hombros, como si aquello no tuviera mucha importancia.

- “Cuidas demasiado de mí” - la mayor suspiro, y tomando su mano, la llevo a uno de los cuartos, donde podrían sentarse a comer tranquilamente, mientras la mayor se tomaba un merecido descanso.

- “¿Puedo quedarme el resto de la tarde contigo?” -preguntó Jiyeon, mientras se llevaba un bocado a la boca.

- “Claro, quédate hasta el final del desfile si quieres. Después podemos ir a cenar donde Soyeon, que te parece?” -

- “¿En serio puedo? ¡La idea es fantástica, Minnie! Ahmm prometo quedarme quieta y no estorbarte” - Levanto su mano derecha en señal de promesa. La otra joven solo rio y siguió comiendo.

Las horas transcurrieron y ya dentro de poco, la gala daría inicio. Aún se afinaban detalles, pero nada complicado. Los invitados ya estaban en sus respectivos lugares, y la prensa invitada, con sus cámaras en posición. Eunjung se encontraba en ese momento reunida con los otros diseñadores. Una de ellas, era una joven alta, y de piel tan blanca y cuidada, como la más fina de las porcelanas, le habia estaba simpatizando mucho. Era reservada, pero no por ello una total ostra. Se notaba una mujer que no se mete en lios y buena persona. Sería fácil entablar una amistad con ella. En realidad, se estaban llevando como si tuvieran años de conocerse. Una de las chicas del personal, se acercó hasta ellas y con gesto apenado, le comunicó a Eunjung que tenía que dar un último vistazo aprobatorio. La sola idea de regresar a aquella sala donde había visto por última vez a la fotógrafa, no le hacia la más mínima gracia. Pero tenía que dejar eso de lado. Con una sonrisa, se disculpó con aquella joven - “Sun Hee, la verdad que la estoy pasando excelente contigo, pero el deber me llama” - soltó una risita y luego suspiro - “Ya te alcanzo, apartame un lugar junto a ti, eh?” - La otra joven solo asintió musitando un ligero “ehmm”; mientras la pelicorta avanzaba a grandes pasos. Entre más rápido, mejor.

Ya se estaba preparando para otra ronda de miradas intensas, cuando se dió cuenta, de que no parecía seguir alli. Atendió pronto a lo que decían, aunque ligeramente distraida; una de las modelos, vencida por la curiosidad, le pregunto- “¿Buscas a Hyomin? Tranquila... Si que vi como te estaba lanzando esas miraditas acosadoras...”-  usaba un tono bajito, confidente - “Ella siempre es asi, donde quiera que me la he topado, si alguien capta su interés, no lo disimula. Pero descuida, se estara quieta ahora que la pobre... digo, ahora que su “novia”, esta aqui.”- suspiro, como si supiera algo más y no estuviera de acuerdo con ello.

La pelicorta, le miró con sorpresa - “¿En verdad, tiene novia? No sé como podrá soportar a Hyomin, si se ve que es bastante... coqueta.” - Sentía algo de pena por aquella muchacha. Y pensó en su Dino. Eunjung de verdad que le era fiel, y sin importar qué, ella no miraria a nadie más que a ella; aún si estaban separadas por el momento, ella era incapaz siquiera de coquetear. A veces se preguntaba, como es que existían personas con una facilidad de coquetería como Hyomin.

La modelo, esbozo una media sonrisa triste, mientras se acomodaba un poco el atuendo - “Eso pasa, por que Hyomin le muestra una cara totalmente diferente. En serio, parece otra mujer cuando la chica esta cerca; pero apenas se ve libre, vuelve a las andadas. Además... no es que a mí me importe, pero... Hyomin solo está jugando con ella. Sé de buena fuente, que esta chica, es algo asi como su plan B. Sun Young tiene una relación de años con la dueña de una empresa de cosméticos; Lee Soon Kyu; creo que se llama. Según sé, ella esta en Londres por unos negocios... y pues... alli tienes, Hyomin anda pasándolo de lo lindo con su bella chica plan B” -

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Hola!

Y de verdad, MUCHISIMAS gracias, por seguir el fic