A/N: subí este one-shot hace tiempo en Amor , y acá en AFF subí la versión en inglés. La verdad no me había dado cuenta de que ésta no la había puesto acá y aquellos que no leen en inglés ni leen en Amor merecen oportunidades(?).

__________________________________________________________________________

He estado en una relación por 4 años ya, y no quiero ponerlos celosos pero es realmente una obra maestra. Su nombre es Ham EunJung, mi novia. He estado enamorada de ella desde que era muy, muy joven. 
Me atrevo a creer que soy una persona con mucha suerte, muy afortunada, bendecida por todas las fuerzas divinas que alguna vez cruzaron las mentes humanas.
Ella me amaba también. Tan simple como eso. Sin esfuerzos, sin presiones, sin planes, sin nada más. Ella se enamoró de mi como yo de ella. Y no podría ser más feliz. 
Sin embargo, no siempre ha sido así, claro. Al principio era intrincado, riesgoso, complicado, casi terrible. Mi mente estaba jugando conmigo, luchando mano a mano con mi corazón, llevándome al borde de la locura y paranoia, al sentirme atraída por una persona de mi mismo género. O peor que eso, estaba enamorándome perdidamente de ella, una mujer cinco años mayor que yo. Ella tenía veinte, yo tenía quince. Caos.
Pero Eunjung hizo todo para que las cosas mejoraran, ella atravesó todo conmigo, atravesamos todo juntas. Y tomó un tiempo, pero eventualmente lo único que supe es que no quería estar en ningún lugar más que en sus brazos, que no quería acariciar nada que no fuera su piel, que no quería besar nada que no fueran sus labios.
Y así es como ha sido desde entonces. Ella y yo, locamente enamoradas, siempre. Nada ha cambiado,
Excepto…

Yo.

Ella no lo sabe.

Juro que no es su culpa, no es ella, no es nada de lo que hace, que dice o que es.

Soy yo. Estoy loca.
Es… 

Hyomin.

Es que... Sólo mírenla. ¿Soy la única a la que se le pone la piel de gallina mientras ella atraviesa la puerta y entra en la habitación? Hyomin siempre provoca eso en mí. La veloz sensación en mi cuerpo cuando nuestros ojos se encuentran, la incapacidad de impedir que mi mirada la examine de pies a cabeza, estar inmersa en su esencia cada vez que ella está cerca. Y no puedo evitar pensar lo hermosa, preciosa, perfecta que es.

“Jiyeon-ah, ¿Has visto mis libros de biología?” Esa es su voz… tan hipnotizante…
“¿Jiyeon?”
“¿Ah?” Salí de mi trance.
“¿Has visto mis libros?”
Oh, Dios, ¿Acaso es una diosa o algo parecido?
“Creo que…” Intenté recordar dónde había dejado los libros cuando los quité de la mesa... para comer. “¡Ah! ¡Ya sé!” Me dirigí hasta uno de los muebles para buscarlos, pero para mi sorpresa no estaban ahí. “Rayos, juré que estaban acá.” 
Hyomin siguió mi dirección para ayudar a buscar. Por detrás de mí, estirándose para buscar en uno de los estantes, pasó un brazo ligeramente por mi cintura. 

Pero cuando me toca, es completamente otro nivel. Me vuelvo esclava ante el deseo de querer sentir su piel contra la mía en un pedazo eterno de tiempo.

“Uhm, no parecen estar aquí.” dijo ella, y yo casi muero, porque podía sentirla parada y quieta detrás mío. Estaba tan cerca que podía escuchar su respiración.
Hice todo lo posible para mantener mi control. 
Y debí haberme alejado pero está esa gran parte de mí que siempre está queriendo más de ella…
Y volteé.
Y ella estaba definitivamente muy cerca. Demasiado cerca para acatarme a mis sentidos morales.

Les dije que estoy loca. Hyomin me vuelve loca, incluso cuando estoy llena de consciencia.
Estoy consciente de que hay una diminuta distancia entre nuestros rostros, y soy consciente de que lo quiero así, no quiero alejarme. Y ella tampoco. Puedo notarlo por cómo me mira a los ojos, puedo notarlo por como instintivamente, ante el deseo, mueve su cuerpo más cerca al mío. Y en el puro silencio encerrado entre esas cuatro paredes, nuestros rostros se inclinaban lentamente uno hacia el otro. 
No puedo esperar para probar sus labios.
Es el más grande mis placeres culpables. Y me rindo. 
Me entrego a esta sensación de nuestras bocas chocando; nuestros labios moviéndose en conjunto lentamente, pero en un acto desesperado por permanecer juntos; a ese mismo y exacto momento en que escuché la puerta abrirse.
Sentí un par ojos mirando, y el sonido de un corazón rompiéndose.
Supe que ella estaba ahí. Eunjung estaba ahí.

Y no quería ponerla celosa…

Pero ese beso era una obra maestra.