“Hoy sentí el viento con fuerza empujando mi cuerpo y me pregunté en que dirección iba, a dónde se dirigía, y sobre todo, si ese lugar sería feliz.”

-Si tantos problemas causo despídame de una vez!-hablo con fastidio la chica frente a su manager y el CEO de la compañía. No mostraba signo de miedo o preocupación, al contrario de su acompañante que los veía con temor.

-¿Te estás dando cuenta de lo que dices?-pregunto con sorpresa su manager.

-¿Se dan cuenta de lo que ustedes dicen? Me acusan de causar problemas en el grupo! Cuando yo no fui quien abofeteo a una de mis compañeras! He hecho todo lo que ustedes me han pedido! Me he pintado el cabello, dejo que la estilista escoja mi ropa y maquillaje, Gyuri confisco mi celular por más de un mes y ya no puedo salir con frecuencia! he hecho todo lo que se me ha sido posible para encajar en el grupo!-reclamo con notorio enojo, moviendo sus manos dando a entender su punto de vista.

El hombre frente a ella no emitía palabra, observaba detenidamente a las dos mujeres frente a él y a su manager, pensando en lo que debía hacer con aquel incidente.

Llegando a la conclusión de que no había nada mas por hacer, tal vez darles una advertencia o un pequeño sermón de cómo debían comportarse al ser un idol.

Pero lo que decía aquella nueva chica era cierto, ella estaba obedeciendo a todos las normas que se le fueron indicadas cumplir en el contrato, hasta el momento no había encontrado algún problema con aquella mujer.

Se levanto de su lugar.

-Tiene razón señorita Lee, usted no es causante de ningún problema puede retirarse-la miro con una media sonrisa-En cuanto a Hara, quédate, con tigo es con quien debo resolver el problema-indico mirándola con seriedad.

La castaña salió de la oficina sin expresión alguna.

Caminando en silencio entre las personas que pasaban a su alrededor, repasando su vida, la cual por alguna extraña razón quería recordar en ese momento.

Miraba el frio suelo mientras el elevador la llevaba al lugar destinado.

Recuerdos del día anterior la golpearon.

Ella había causado un gran alboroto en el departamento, se sintió estúpida por aquel hecho, había sido débil al recordar a su padrastro.

Drogada había contado parte de su vida a su ex novia, había confesado que era lo más importante para ella y que aun la amaba, pero después se había acostado con su mejor amiga.

Para ella Jiwon estaba buenísima, pero era como su hermana mayor. Se había tirado a su “hermana mayor”.

¿Ahora como la vería a la cara?

¿Cómo le diría que solo fue algo de una noche?

Qué solo fue un buen polvo…

Se sentía culpable y confundida.

El leve sonido de las puertas del elevador abrirse la sacaron de su mundo.

En su mente contaba cada paso que daba, rosando con sus dedos las paredes del lugar, mirando sus converse negros moverse en el suelo.

Tomo el picaporte en sus manos abriéndola con lentitud.

Escuchando la música detenerse.

Las miradas se fijaron en ella. Respiro con profundidad, llenando sus pulmones con oxigeno, para después soltarlo con lentitud. Buscando su lugar feliz.

Sonrió escasos segundos, no estaba del mejor humor, ensayar no estaba en sus planes pero era su obligación.

Tomo uno de los micrófonos con los que ensayaban y se posiciono en el centro de la sala.

Las otras tres mujeres en el lugar la siguieron parándose detrás de ella.

La música dio comienzo, su coreógrafa las miraba con atención.

Las posiciones eran correctas al igual que la coreografía, la sincronización era perfecta pero algo no estaba bien.

La menor del grupo no sonreía y miraba la mayoría del tiempo el suelo.

Parecía distraída pero consciente de lo que hacía. Como si supiese de memoria lo que debía hacer.

La canción dio por terminado.

-¿Vamos con Pretty Girl?-les pregunto su coreógrafa.

-Si-afirmaron todas a excepción de la castaña al fondo que las miraba.

“De nuevo esa canción que odiaba, subestimaba a las mujeres dando conceptos raros sobre ser bonita, estereotipos de todos los días sobre lo hermosa que debe ser una mujer caminando con confianza con ropa que se ajusta a su medida, con una expresión fresca todos los días, y claro la misma frase que se repite una y otra vez sin un final aparente,

If you want a pretty, every wanna pretty… están molesto pero pegajoso!”

Pensaba repasando en su mente la “molesta” coreografía. Recordando el día de grabación. No recordaba alguna vez haber llevado tanta ropa puesta. Aunque de todas era la que más enseñaba puesto que habían decidido ponerle vestidos o cosas por el estilo.

De nuevo comenzó la música y con ello el ensayo.

POV Young

Sentada en un rincón del lugar las observaba, al parecer Hara fue reprendida pues llego llorando en busca de consuelo.

Ellas la animaban dándole dulces palabras como “Todo estará bien” o “No vale la pena llorar”. La verdad no me importa en lo absoluto su situación, tal vez antes lo hubiese hecho pero eso es pasado.

Tome mi celular lo cual me hizo recordar, Jiyeon antes estaba mirando su contenido… ¿Qué habrá visto?

Mire las llamadas, nada.

Imágenes, nada.

Mensajes… tres mensajes abiertos.

Ahora entiendo cómo se entero.

El reloj marca la 1 en punto. Tengo hambre…

Me puse de pie sosteniendo en un instante la pared, todo me dio vueltas. Abrí mi boca en busca de aire, la cabeza me punzaba, como si alguien la estuviese aplastando.

Sentí mis piernas flaquear. Tome con más fuerza de la pared buscando algo de equilibrio.

-¿Young estas bien?-escuche la suave voz de nuestra coreógrafa detrás de mí, seguido de leves pasos que se acercaban.

Gruñí al sentir otra punzada en la cabeza.

Ignore a cualquiera a mí alrededor y camine lentamente hasta la puerta, volviendo a sostenerme de esta al sentir como mis piernas volvían a fallar.

Alguien tomo de mi brazo, me aparte con brusquedad. No necesito de su ayuda.

Abrí la puerta y salí apoyándome de las paredes.

Como siempre me senté en aquella banca del parque, bajo aquel hermoso árbol de cerezo.

El viento frío recorría cada parte de mi cuerpo, las hojas se movían en armonía con el aire.

Los niños corrían de un lado a otro  con dulces en mano.

Mi cabeza daba vueltas.

El mareo no desaparecía y creo que empeoraba conforme pasaban los minutos.

Las piernas me dolían… tal vez por la larga caminata de esta mañana.

Leves hormigueos recorrían mis brazos.

Diablos no entiendo que me está sucediendo.

Sentí la presencia de otra persona a mi lado. No quise saber de quién se trataba, así que ignore aquel hecho.

-Young Soo ssi-gire mi rostro al escuchar mi nombre, Kwon So Hyun era la persona a mi lado.

-So Hyun ssi-la nombre en forma de saludo.

-Tenía el día libre así que decidí venir a visitarlas, desde enfrente la vi sentada aquí-asentí ante el comentario sin ganas de hablar-Hyuna unnie quería venir pero no se le fue posible… Young Soo ssi se encuentra bien?-la escuche preocupada.

Me tome el rostro con las manos sintiendo el dolor de cabeza con más intensidad.

Pequeñas gotas de sudor resbalaban por mi frente.

-S-si estoy bien… debo irme-trate de levantarme pero ella tomo mi mano.

-No se ve bien, la acompañare-la deje hacerlo, me apoye en su brazo comenzando a caminar de nuevo al estudio.

-Young despierta-una voz me regreso a la realidad, estaba recostada en el suelo.

Algunas personas alrededor de mi me miraban. Pequeñas fracciones de recuerdos me vinieron a la mente.

El elevador subiendo.

So Hyun llamándome.

Luz cegadora.

Todo se volvió negro.

-Has despertado ¿Estás bien?-Gyuri apareció frente a mí. Cerré levemente los ojos la luz me molestaba.

-¿Qué me paso?-tome asiento en el suelo, mirando mí alrededor. Hara, Nicole, Jiyoung, So Hyun y Gyuri me miraban hincadas en el suelo.

-Te desmayaste-me aclaro So Hyun.

-La camioneta esta lista para llevarla al hospital-nuestro manager entro.

-No necesito ir con un médico, estoy bien-me levante del piso, extrañamente me sentía perfectamente-Mejor sigamos con la práctica.

Ellas se miraron un momento pero me obedecieron.

…

HyeHwa Girls High

Lunes.

Las puertas del recinto reventaban de gente.

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