Chapter 3

Broken smile

Broken smile
Capítulo 3: SeHun




El pequeño dormía, acostado boca arriba, y sus brazos cruzados como momia. No se había quitado la base blanca, el delineador, ni la sombra de ojos negra. Tenia aspecto de muerto. Vestía una camisa blanca, con volados en las puntas de las mangas, y un pantalón muy ajustado de cuero negro, zapatos borcegos, que le llegaban por debajo de las rodillas. De su cuello colgaba una cadena plateada finita, y de ésta un Ank.

Tocaron la puerta. Sehun mantuvo su posición y sus ojos cerrados. Le era difícil dormir de noche, por lo tanto, lo hacia de día. Golpearon tres veces más. El pequeño solo balbuceó algo inentendible, tal vez tenia que ver con el sueño.

La habitación estaba adornada como las mansiones antiguas. Como un castillo de la edad media. Las paredes eran de color negro y el piso alfombrado de rojo. La cama era de las que llevan techo, las sabanas de color rojas, y el acolchado negro. En uno de los rincones, un trono plateado, de reyes, y el forro del almohadón rojo de terciopelo. Tenia una biblioteca en una de las paredes. Uno de los libros ubicados llevaba el nombre “Los señores de la oscuridad”, otro se titulaba “Posesiones más conocidas”. Todos tenían nombres similares. Todo era tan lúgubre, y las velas que iluminaban lo hacía más tenebroso.

Detrás de la puerta, seguía Suho esperando respuestas del chico. Golpeó nuevamente y éste respondió en un dialecto que su líder no conocía. Era un arameo casi perfecto. Suho creyó que era una broma, y finalmente se dispuso a hablar.
– Sehun... Kris me ha pedido que me asegure que sigue con vida.- Se aclaró la garganta y siguió - ¿Me permite entrar a su aposento?.- No hubo señales positivas ni negativas, y el mayor se propuso entrar igual.

Un alarido inundó el sitio. Suho incoloro (más de lo normal) y paralizado al observar al maknae recostado sin vida en su cama. Cuando sus piernas volvieron a tener sensibilidad y moviéndose cuando el cerebro lo ordenaba, corrió hasta donde se encontraban Kris y XiuMin. Alterado por el pánico intentó hablar, juntando las palabras. El otro líder preocupado, se acercó para analizar la situación.
- ¿Qué le ha pasado?.- Notando lo histérico que estaba su compañero - ¿Ha visto un fantasma?.- Suho asintió violentamente con la cabeza.

Al sentir una presencia detrás suyo, giró el mentón para poder ver con el borde del ojo, haciendo que la vista periférica que de cómodo a un ángulo de 45 grados para una mejor perspectiva. Petrificado gracias al sujeto detrás de él, el mismo que yacía en la cama de Sehun.

El segundo alarido, que nació de sus cuerdas vocales, hizo retumbar ventanas y explotar un vaso de vidrio que se encontraba en ese sector de la casa.
-¿Por qué me despertó gritando?.- El pequeño, un poco molesto, seguía anonadado después de la siesta larga que había tomado. El líder de Exo-K saltó hasta los brazos de XiuMin, que lo esperaba dándole la bienvenida, y dulcemente, posando sus ojos en los de él.
- ¡Venga con papá!.- dedicándoles un guiño en forma de complicidad a los otros dos, pasándole un brazo por detrás de la nuca a su “víctima”, llevándolo al comedor.
Kris miró de reojo al pequeño, provocando que se encogiera de hombros anticipando una orden.
– Sehun... ¿Podría bañarse y alistarse para cenar?-.

Los doce miembros, con el estomago casi lleno, se encaminaban algunos a sus cuartos. Tao terminaba de limpiar la cocina en silencio y D.O secaba los platos. Chan Yeol barría el piso.

El menor de los tres, se secó las manos, se acomodó los anteojos, y tomó un libro que lo esperaba en uno de los sillones en la sala. Muy delicado, se reposó.
- Interesante... muy intangible. – Chasqueó la lengua, dando vuelta la página – Ah... nada que ver la complejidad arquitectónica en Brasil parangonando a Corea. – Dijo mientras mordía con los incisivos inferiores el labio superior.
Sehun subió las escaleras, saltando los escalones de dos en dos por vez. El pasillo estaba a oscuras. Apoyó la mano en la manija fría, oyó pasos en el comienzo de las escaleras, en el primer piso, y esperó a que aparezca un rostro amigable. En su desacierto, se encontró con un rostro desdichado.

Luhan se encontraba caminando hasta su morada, con pasos fatigosos. No se había dado cuenta de que era observado por el maknae. El pequeño entró a su lugar favorito de la casa: su habitación.

Tomó su notebook, y se dejó caer sobre el trono, reclinando los pies en la cama. La prendió, y en un minuto una foto de él con un hombre, que por poco le duplicaba la edad, lo abrazaba, él con un gesto tímido en su cara, sonriendo feliz. El señor con una leve sonrisa sin lucir los dientes. Esta foto era la que había seleccionado como foto de fondo de pantalla.

Sehun sonrió, adquiriendo un tono rosa en sus mejillas.
- ¡Te amo!- Dijo con furia, mordiendo su labio inferior, manteniendo la tierna sonrisa. Unos golpes suaves interfirieron con la fantasía del maknae.
- Sehun... ¿Puedo entrar? – Luhan se oía sereno, y sin dudarlo lo invitó a pasar.
- Gracias... pero lo nuestro es imposible- el mayor dijo mientras cerraba la puerta de la habitación -Pero no se preocupe- se acercó y lo tomó de las manos, sosteniéndolas con cariño -Lo nuestro podríamos mantenerlo en secreto- el pequeño se soltó confundido y recordó lo que declaró antes de que su compañero entre.
- Lu... LuHan, no se lo decía a usted, se lo decía a otra persona- sus cejas se arquearon. No tenía idea que lo había oído, y las cosas eran peor, si el mayor le preguntaba a quien amaba realmente.
- ¿Y entonces quien es esa persona? No sabía que tenia novia- Sehun que lo miraba con la boca un poco abierta, sin saber que decir, iba a quedar mal enfrente del único amigo que tenía en el trabajo, no lo quería perder. Y menos cuando LuHan se preocupaba tanto por él. Pero debía responderle algo ¿con la verdad o con mentiras?
- Él...- mostró la foto de fondo de pantalla, sin mirarlo siguió -¿Nunca sintió tanta admiración por alguien, la necesidad de estar para siempre a con él, sin importar que él sea hombre o mujer?- le sonrió con dificultad. Y levantó una manga, revelando un tatuaje en el antebrazo que representaba a ese hombre -Tengo otros más, pero no se los puedo mostrar- Despegó su mirada avergonzado.
- Nunca he sentido eso por un hombre, pero debe ser lindo sentir lo que usted sintió por él... Sólo observarlo a su lado, esa sonrisa jamás ha sido visualizada aquí- señaló la PC con un movimiento de la cabeza. Sehun miró la pantalla y volvió la mirada a LuHan, le sonrió de costado.
- Tengo hambre... ¿quiere algo dulce?- el chico gótico se levantó del trono y de uno de los cajones de una cómoda muy antigua, sacó dos paletas de colores. Una se la ofreció a LuHan que estaba sentado en la cama. El mayor sacó el envoltorio y la lamió.
- ¿De donde las ha sacado?- dando un pequeño mordisco a un extremo.
- Me las ha dado una fanática- quitando el papel que envolvía la suya.
- ¿La última vez que hicimos show?
- Mmm... creo que sí, en realidad, no recuerdo bien cuando fue- dijo mirando la paleta fijo, apoyándola lentamente en sus labios. Coloreándolos con el colorante artificial de la golosina.
- Sus labios son más brillantes con el dulce del caramelo- LuHan lo observaba manteniendo la cara recta y sus ojos arriba.
- ¿Si? Si prueba mis labios... saben mejor de lo que lucen- le respondió relamiéndose.
- Debería comprobarlo con la fanática que le regaló las paletas- ladeó la cabeza -¿Es linda?
- Supongo, pero...- frunció la mitad de la cara -No es mi tipo- negó con la cabeza.
- Por casualidad... ¿Tenía un dedo de más...? o tal vez... ¿Un ojo en la frente? O... ¿Tres tetas?- se tentó y rió sonoramente.
- ¡No! Es una chica normal, pero no es mi tipo- dijo un poco nervioso.
- ¿Y cual es su tipo? Es...- señaló con el dedo índice a la pantalla de la PC -¿Él?- Sehun se dirigió al trono nuevamente, ocupando su lugar habitual.
- No sé...- lo miró en silencio y antes de seguir desvió la mirada -Tal vez sí... alguien joven por ahí- carraspeó -Él es mi ídolo, él y Moha me han ayudado a superar complejos y frustraciones- su mirada era melancólica y transparente.
- ¡Eso es lindo! Ojalá pueda algún día sentir eso- le sonrió sin prejuicios.

Esa noche se quedaron despiertos hasta el amanecer.

Cuando ya sus cuerpos estaban descansados y sus mentes despejadas, LuHan abrió los ojos y sintió una presencia detrás de él. Casi cayó de la cama hasta ver que su compañero de charlas estaba a su lado. Lo observó dormir, y sin previo aviso salió.
El maknae abrió los ojos. Se duchó y bajó a la cocina.
XiuMin estaba jugando a las cartas con SuHo. El mayor reía con malicia, Tao hacía lo de siempre, leer. Sehun, con voz un poco ronca, tosió.
- ¿Y LuHan?

Al correr por las calles de Seul, sin mirar por donde iba. Chocando con los civiles que caminaban. Los músculos de sus piernas eran pulsátiles. Empapado de sudor frío, vestía al pequeño.

Un dolor en las costillas lo hizo detener. Su corazón latía con violencia, e intentó volver a respirar con normalidad.
- Lu... - Miro su alrededor.
La voz de su conciencia le aconsejó oír a su corazón.

Se puso en marcha nuevamente, pero esta vez dejó que sus sentimientos encuentren lo que él buscaba, lo que él quería.

Corrió hasta quedar sin aliento, pero no quiso detenerse. Un grito lo acompañó en sus brincos.
- ¡George! - la mujer se veía histérica y repetía a gritos desgarrados ese nombre.
Un perro seguía el galope de Sehun. Este llevaba un collar azul, de él colgaba una medalla con algo tallado. El pequeño leyó por lo bajo.
- George... - Sonrió por unos segundos - ¡George! - Gritó de sorpresa. Extendió el brazo más cerca del animal, y logrando inmediatamente sostenerlo del collar, paró a tropezones y lo detuvo, haciendo que quede a su lado, quieto. La mujer trotó hasta donde estaban ellos. Le agradeció con una reverencia, y con una sonrisa se alejó regañando a su mascota.

Sehun seguía sin normalizar la irrigación de su corazón. Miró una pared detrás de él y se reposo. Apretó sus ojos, tratando de calmar su dolor en el cuerpo. Aunque en esos momentos le dañaba la imagen intacta de Luhan.

No sabía porque, pero quería verlo. Esa extraña sensación de necesitarlo, de desearlo. No podía explicarse su sentimiento. Estaba comenzando a confundirse con su compañero ¿Era su nuevo compañero de vida?

Una voz hundió su inconsciente.
- ¿Sehun? - Levantó la cara. Luhan lo observaba sorprendido.
- Yo... - Se abalanzó, abrazándolo con fuerza de los hombros.

Caminaban por calles desoladas. El pequeño no se había percatado de que el rubio llevaba un estuche de guitarra colgada en su hombro. El mayor lo miró, y de su bolsillo sacó una caja de cigarrillos. Prendió uno y despistado le ofreció a Sehun. Éste le negó con la mano.
- No sabía que fuma ¿No le hace mal al cantar? - Hizo una mueca de incredulidad.
- ¡Aish! Siempre hacen la misma pregunta - Soltó el humo lentamente - Hoy va a escucharme cantar con un cigarrillo en la mano - Le sonrió con los labios juntos.


El maknae tocaba una canción lenta, con Moha. Era "Losing you" de Dream Evil. Luhan estaba sentado a su lado, por primera vez lo vio en acción con su guitarra. Se podía apreciar mas la tranquilidad de su alma. El rubio sacó otro cigarrillo y lo prendió. Dio una gran bocanada de humo, e introdujo su voz mas grave acompañando al instrumento. Moha sonaba tan suave. El pequeño cerró los ojos para poder viajar con el sonido de la guitarra y el canto. Movía la cabeza marcando los tiempos.

Un calor abrumante se apoderó de él, al caer en lo que estaba ocurriendo. Luhan sabía una canción que a él le gustaba tanto. Escalofríos recorrieron su cuerpo al abrir sus ojos y ver la razón. Él estaba cantando, a su lado. Siempre lo estaba. Sintió un fuerte impulso por volver a abrazarlo, pero esta vez sabía, mejor dicho, entendía lo que sentía.

"Tu eres lo que siempre busque", "Eres mi vida, y mi debilidad". Esas frases hacían eco al salir de la boca del rubio.

Sin que ambos quieran, la canción finalizó. Sehun se prometió que jamás iba a alejarse de él. Cruzaron miradas y con coordinación sonrieron a la vez.

En la plaza, donde estaban, habían grupos de jóvenes tocando la guitarra y otros cantaban. Se hacia de noche y comenzó a bajar la temperatura. Con dificultad se encaminaron para la casa.

Antes de entrar, Sehun lo tomó del brazo a Luhan, provocando que amague la manija de la puerta.
- Lu... - Chasqueó la lengua, y luego mordió la mitad de su labio inferior, desviando la mirada hacia el suelo - Antes de entrar, necesito preguntarle algo.
- Digame - Se acomodó la correa del estuche de la guitarra.
- Yo... - Volvió a chasquear la lengua - No se como preguntarlo.
- Sea lo que sea, venga de su parte, responderé con sinceridad - Dijo sonriendole de lado.
- Luhan... ¿Se ha enamorado alguna vez? - El mayor pestañeó varias veces seguidas.
. No estoy seguro, creo que no ¿Por qué pregunta? Si se puede saber.
- Es que creo que siento eso... creo estar enamorado - Un rosa coloreó sus mejillas.
- ¿Y quien es el afortunado? - Preguntó creyendo saber la respuesta.
El pequeño inhaló con dificultad.
- Usted.
Luhan tenia la cabeza gacha. Se encontró muy pensativo al entrar a la casa.


- ¿¡Donde mierda estaban!? - Kris cuestionó furioso. Los regaños parecieron eternos.
Después de la cena, el rubio se quedó hablando con su líder. Ambos tenían el ceño fruncido.

El maknae iba camino al baño. Noto que la puerta estaba abierta. Al ver que Luhan se encontraba lavándose la cara, entro.
- Luhan... ¿Me presta un poco de pasta dental? - Acercándose lentamente.
-Claro, esta en el botiquín, es el celeste - Dijo mirándolo desde el reflejo del espejo - No me trates de usted - El pequeño se encogió de hombros - Antes que te vayas... hable con Kris, te da permiso para tener a Moha en la casa, pero solo podes tocarla en la plaza.
- ¡Gracias! Luu... Agradeció ruborizado.



Toda esa semana, estuvieron distantes. Por un lado, Sehun, a su lado, se sentía incomodo y nervioso. Por el otro, Luhan, confundido, y ya su sonrisa se había convertido en la misma que utilizaba con el resto. Eso hacia que el maknae lo evitara con mas frecuencia.

Ese día estaba nublado, y llovía con fuerzas. El pequeño, Baekhyun y Lay estaban en la sala. El chinese boy les contaba una anécdota en sus tiempos de colegio.

Un chillido agudo e insoportable sonaba desde las escaleras. Suho las bajaba a toda velocidad con una pistolita de agua, la apuntaba de espaldas a él. Kai dio un salto, evitando seis escalones. Hizo ese maldito sonido molesto.
- ¡Soy un velociraptor! - Caminaba con las rodillas semi-flexionadas y las manos pegadas un poco mas abajo de su pecho. Su cabeza iba hacia atrás y hacia adelante, dando mordiscos al aire. Volvió a emitir el sonido - ¡Quiero comer humanoides!
Chanyeol los seguía con el celular, filmando las payasadas.
- Mas que velociraptor, es una gallina - vociferó entre risas, buscando otras perspectivas de la escena - Ahora cacaree.
El moreno hizo caso y cacareó. Desde el piso de arriba se escuchó un grito destructor.
- ¡La puta que te parió! ¡Gallina, vas a ver que si te agarro te convierto mi cena! - Tao se oía realmente irritado. Kai no pudo evitar contestarle.
- ¡Veni que te hago mierda yo!
El resto temió por la vida del chico gallina. Todos hicieron silencio cuando una puerta se cerro arriba de ellos, mirándose preocupados. Menos quien debería estarlo. El mas pequeño de los chinos bajaba con tranquilidad, sosteniendo un libro abierto, mientras se movía, leía. Tenia el ceño fruncido y la cien le titilaba. Se detuvo a unos metros de Kai, bastante cerca de Chanyeol. Se quito los anteojos delicadamente y se los dio para que se los sostenga, ya que era lo mas cercano a quien se los podía otorgar. Luego el libro. Miró a su contrincante y por primera vez reveló una sonrisa. No era exactamente una sonrisa, porque el enojo seguía apoderándose de él.
- Corre - Dijo.
- ¡Yes! - Kai alzó el puño y corrió en dirección al patio techado. Tao salio a por él.
Se podían apreciar los gritos y carcajadas del pequeño moreno.
- ¡No, hijo de puta! ¡Me duele!... - Reía - ¡Marica!
El mas alto apoyo las pertenencias de su compañero en una mesita de luz.
- Eso también tiene que ser gravado - Dijo mientras trotaba hasta la zona de combate.
Había sido una tarde divertida, Kai despeinado y el evil enemigo con saliva en todo el brazo.



A la noche, antes de descansar, el maknae, agitado por rei ya no estaba tan preocupado por sus sentimientos hacia su compañero de trabajo. Ya estaba relajado con ese tema.
- Sehun... - Esa voz le hizo sentir escalofríos por toda la columna vertebral.
- Luhan... - Llevaba esa expresión, que al muchachito le incomodaba tanto. El mayor le hizo señas con la mano para entrar a su habitación, y éste lo siguió.
- Creo que te has dado cuenta de que tenemos que hablar ¿No? - Sehun asintió con la cabeza - Bueno, yo empiezo... - Abrió la ventana y saco un cigarrillo. Lo prendió - ¿Recordas lo que me dijiste esa noche, que lo pasamos juntos... que uno, por admirar a alguien, por mas que sea hombre, podes llegar a enamorarte? - Soltó el humo de un soplido sonoro - Creo sentir eso por alguien.
- ¿Por quien? - Pregunto perplejo.
- ¿Que no es obvio? Por vos.
Quedaron unos minutos en silencio, y mirándose a los ojos. Intentando penetrar uno a los del otro. El mayor sonrió, el pequeño le devolvió el gesto.
Un grito interrumpió la atmósfera romántica.
- ¡No huyais cobarde telmarino! He aquí... el Capitán Tsubasa... - Unos trotes se oían en el pasillo, y gritos eufóricos de Baekhyun.
- ¡Suelteme Kai!


 





Parko, gracias a vos pude terminar este capítulo.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
luhanhoney #1
looking forward!!