Kris no era el tipo que creía en el amor a primera vista, pero si creía en que una persona podría llegar a hacer que algo dentro de ti naciera, una conexión muy fuerte, una atracción escalofriante, algo que lo llamaba y le decía que aquella persona podría ser la correcta, y eso fue exactamente lo que sintió justo el día en que Kii se sentó a su lado. Pero era un perfecto maestro de la actuación, y sabia como disimular sus nervios y ansias de conocer más sobre ella, años de práctica, años de rechazar y ser indiferente con las mujeres que se le acercaban, ninguna le llamaba la atención, ninguna le alborotaba, simplemente las ignoraba y para las chicas eso era algo genial, el típico chico rudo de corazón de piedra, eso era lo que todas tenían en mente, lo que todas creían y a Kris realmente no le importaba lo que creyeran las demás, cierto con la única que pudo mostrarse más como era su interior, fue Nay pero hasta para ella, Kris todavía le resultaba un misterio, y es que el rubio no hablaba mucho sobre su vida, sobre lo que pensaba, hasta ahora.

Aquella noche, aquella charla que había tenido, se podría decir que era la primera vez donde la menor de las extranjera pude ver los verdaderos colores de Kris, bueno una parte de ellos, así que sin que se lo pediría, decidió ayudarlo y que remedio tenía el rubio, ya conocía lo insistente que era, y a decir verdad no le molestaba, le agradaba la idea ya que, quería saber más de la pequeña extranjera que lo intrigaba, que no lo dejaba pensar con claridad, que hacia estremecerse con su escuchar su vocecita, era algo nuevo para él y no podía darse una explicación, se sorprendía el increíble poder que ella tenía sobre sus sentimientos, y quería saber más el porqué estaba así.

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-Noona, esto sabe tan delicioso- los ojos del pequeño Chen brillaban mientras probaba el desayuno que Kii les había preparado, fue la primera en despertar y en forma de agradecimiento por tratarla muy bien durante la semana decidió cocinarles algo rico.

-Gracias Chen, me alegra que te hayan gustado aunque no es nada de verdad, algo sencillo…

-¿Estas bromeando? Cocinas mejor que Lay- expresa Xiumin encantado con los panecillos que devoraba lentamente, parecía estar disfrutándolos demasiado.

-¿Qué has dicho? –molesto, observa al mayor de todos y Luhan no puede evitar sacar una risa burlona.

-Buenos días…-una zombie extranjera entra a la cocina, con el pelo totalmente desordenado y ojos semi-cerrados.

-Buenos días, ¿no dormiste?- le pregunta Luhan quien la observaba sentarse a su lado, pegando su frente contra la mesa.

-No, el imbécil de Kris me despertó en la madrugada porque quiera hablar conmigo…- dijo adormilada la extranjera y todos la observaban sorprendidos.

-¿Kris?- pregunta Lay extrañado  y curioso por saber porque habría hecho eso.

-¿Uh?- la menor levanta la cabeza y tenía la mirada de todos encima de ella, rápidamente se pone nerviosa y alza las manos moviéndolas algo alterada –oh, nada es que simplemente me quería preguntar sobre algunas cosas de la escuela, nada importante –una risa nerviosa se escucha.

-Pero… ¿tan noche te pregunta?- observa Chen desde el otro extremo de la mesa.

-Bueno el es así, ¿Qué quieres que haga? Es un chico muy extraño, en fin olvidemos el tema- la chica tratando de cambiar el tema nota los panecillos en la mesa y toma uno- Kii, ¿tu los hiciste?- y una mirada brillosa se posa sobre la mayor.

 -Así es- Kii responde con una sonrisa en sus labios mientras observaba como el rostro de la menor se iluminaba.

-Buenos días- se escucha una voz grave, un rubio con la cara limpia y dientes recién cepillados entra, dirigiéndose al comedor.

-Oh Kris, prueba esto- la menor de las extranjeras, corre hacia el alto colocando un panecillo dentro de la boca del rubio –Kii los hizo, ¡Están deliciosos!- sonríe.

-Mmpphhh…- fue todo lo que pudo responder el rubio ya que la chica le había colocado un gran bocado dentro de su boca, desesperado, busca un vaso de leche y bebe con prisa -¡NAY!- su voz suena fuerte -¿Qué acaso intentas matarme?-

-Y ¿bien? ¿Qué tal te parecieron los panecillos de Kii?-sin prestar atención al reclamo del rubio, la menor lo observa curiosa esperando la respuesta.

En ese instante los ojos de Kris se agrandan, observando los panecillos, luego su vista viaja hacia la mayor de las extranjeras, quien lo observaba curiosa, con una pequeña seriedad en sus ojos, parecía como si su opinión fuera importante pues la notaba algo ansiosa.

-Bueno…- el rubio aclara su garganta- me parecieron deli…-

-Qué raro Tao aun no ha despertado- y la voz de Chen interrumpe la contestación que estaba a punto de dar el rubio.

-Cierto, él fue uno de los primeros en irse a dormir- observa el mayor de todos.

-Iré a despertarlo…-

-Espera- el rubio interrumpe al de el rostro angelical, una vez que nota que Luhan se detiene, Kris posa su mirada sobre la más joven de la extranjeras y una pequeña sonrisa de lado se marca en su rostro -¿Por qué no vas tu, Nay?-

-¿Y-yo? Pero si todavía no termino de desayunar- sorprendida y un tanto nerviosa responde la menor, Kris sonríe y posa sus manos sobre los hombros de la chica para luego empujarla suavemente del lugar.

-Por eso mismo, así no desayunara solo- mientras la sacaba del lugar, sin que nadie lo notara le guiña un ojo a la menor y ríe un tanto divertido de la mirada molesta y las mejilla sonrojadas de la extranjera –anda, hazme caso y ve a despertarlo –solo escucha los leves quejidos que daba la menor mientras caminaba por el pasillo dirigiéndose al cuarto de Tao.

-¿Por qué no fuiste tu? Ya que tampoco has desayunado y bien podrías haberle hecho compañía tu mismo a Tao- habla Lay dirigiéndose a Kris quien se sentaba a su lado, sin prestar atención alguna al tono de voz un tanto molesto que Yixing le dirigía, de hecho al parecer nadie lo había notado lo irritado que se encontraba Lay, nadie excepto Kii.

-Porque yo desayunare después, por ahora solo tomare algo de café y ya- responde Kris, sirviéndose un poco de café en la taza que tenia frente a él.

-Significa que… ¿no te gustaron mis panecillos?- de repente, Kii lo cuestión observándolo seriamente provocando que este se tome demasiado rápido el café y comienza a toser.

-Kris, ¿estás bien?- y el del rostro angelical le da unas pequeñas palmadas en la espalda al rubio.

-S-si, estoy bien, gracias Luhan- sentía que por fin podía volver a respirar y voltea a ver a Kii, quien seguía observándolo seriamente –ejeemm, no es eso…- siente un nudo en la garganta, comenzaba a ponerse nervioso, la mirada penetrante de la extranjera era demasiado para él. Aclara su garganta- me parecieron realmente deliciosos- contesta con un aura de seriedad y seguridad el rubio.

-Me alegra, guardare unos cuantos entonces para cuando quieras desayunar- y el rostro serio del rubio pasa a uno realmente sorprendido y confundido cuando nota el repentino cambio de humor de la chica, ya que esta le sonreía dulcemente, Kris no podía entender ni creer que él fuera la causa, le gustaba haberla hecho de algún u otro modo feliz a la chica, estaba fascinado con ella eso era lo único que tenia seguro.

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-¿Por qué la cara larga?- pregunta la mayor a una distraída Nay- llevas casi todo el día así ¿paso algo? ¡Yah! Nay te estoy hablando- una almohada es lanzada al rostro de la menor.

-¡¿Eh?! ¡Yah, Kii! ¿Por qué has hecho eso? –responde sorprendida la menor.

-No me estabas escuchando, ¡geez! Desde que despertaste a Tao, has tenido una actitud distraída y pareciera que algo te preocupa- escucha un suspiro salir de los labios de Nay.

-Me preocupa Tao, esta mañana que fui a despertarlo, note que estaba llorando y no dejaba de moverse por toda su cama, estaba teniendo un mal sueño…-

-Es normal tener pesadillas Nay-

-Lo sé pero…- la menor vuelve a dar otro suspiro –estaba soñando con su padre- los ojos de Kii se agrandan, ahora que lo nota, Tao nunca hablaba de su padre, siempre mencionaba a su madre cuando era necesario pedir permiso para ciertas salidas que la escuela organizaba, pero de su padre nunca escucho nada.

-A decir verdad, no se mucho al respecto del accidente que tuvo Tao hace alguno años- habla la menor sacando a Kii de sus pensamientos –ese día Tao perdió a su padre, el había quedado gravemente herido y estuvo en el hospital un tiempo–un suspiro largo y decaído escapa de los labios de Nay- Kris siempre fue muy cercano a Tao desde que eran unos niños, cuando paso el accidente nunca se aparto de su lado, el y su madre se hicieron cargo de todo, nunca lo dejaron solo ya que, en ese tiempo la madre de Tao estaba de viaje por unos asuntos de trabajo así que Kris y su madre estaban cuidando a Tao, han sido como una segunda familia para él, pero Tao nunca ha hablado del accidente a pesar de ir a las terapias nunca hablo sobre que paso, y lo único que se sabe es de que el conductor que venía del sentido contrario estaba ebrio y había perdido el control de su camioneta provocando que el carro del señor Zhang saliera de la autopista y se deslizara por el barranco… -la menor se detiene por un momento, su voz comenzaba a escucharse temblorosa y sus lagrimas se acumulaban en sus ojos de tanto que intentaba no sacarlas – se lo guarda todo Kii, el chico sufre mucho pero no quiere hablar del tema, muchos queremos ayudarlo pero el simplemente se encierra y dice que todo esta bien, que no hace falta preocuparse, pero todas las noches llora, culpándose por la muerte de su padre, y simplemente duele verlo así, me duele no saber que decirle, no saber cómo consolarlo porque no tengo ni la mas mínima idea de cómo acercármele, me pongo nerviosa con solo verlo ahora imagina cuando esta en ese estado, me siento tan inútil… esta mañana cuando toque su hombro para despertarlo y sacarlo de aquella pesadilla escuche claramente que le rogaba a su padre que no lo soltara y cuando noto que todo había sido un sueño comenzó a llorar fuertemente y… - la menor ya no pudo continuar, las lagrimas caen y su voz se quiebra, simplemente ya no podía continuar.

La mayor queda sorprendida al escuchar todo lo que Nay le había dicho, se sienta a lado de su menor y la acurruca entre sus brazos, acariciando su pelo y dejando que la chica llore todo lo que quiera, consolándola.

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-Ni modo Luhan has perdido, Nay haz tu pregunta- Lay observa con una sonrisa maliciosa a su cómplice.

-Muy bien entonces Nay se toma un tiempo para pensarlo. Después de todo lo sucedido que paso durante el día, ya en la tarde a punto de atardecer, los chicos decidieron jugar un poco ya que estaban muy aburridos, así que del sótano tomaron un juego de mesa y se reunieron en la sala. Para hace más interesante el juego decidieron que la persona que perdiera en cada ronda se le haría alguna pregunta para revelar algo intimo o secreto. Luhan había perdido -¡LO TENGO!- emocionada la menor observa al del rostro angelical con una sonrisa malévola –Luhan, cuando volviste de tu viaje a Corea, no dejabas de mandar mensajes ni de recibir, siempre estabas al pendiente de tu celular, así que dime ¿tuviste algún enamoramiento por allá?-

-¡¿Qué?!- y Luhan no puede evitar sonrojarse ante tal pregunta lo que provoca que todos le echen burla y empiecen a molestarlo –bueno… yo… amm…- tartamudeaba de lo nervioso que estaba y ante tanta insistencia, levanta la voz –si, esta bien, tuve un encuentro con un chico en Corea y me gusta ¡¿de acuerdo?!- se podría decir que nadie jamás, había visto a Luhan tan rojo hasta ahora.

-¿Cómo se llama?- un curioso Baozi observa a Luhan.

-Solo puedes hacer una pregunta por ronda- el del rostro angelical roda sus ojos y vuelve su atención al juego –bien, Kris te toca- el rubio lanza los dados y empieza otra ronda. Esta vez Kii pierde –vaya, vaya, vaya- Luhan hace una pequeña sonrisa malévola y observa a la mayor –tal parece que me toca hacer la pregunta, así que para no hacer tanto rodeo ¿alguno de los que estamos aquí, puede ser tu tipo ideal?-

-¡¿Eh?!- y la mayor de las extranjeras se sonroja ante tal pregunta de Luhan, y nota como todos la observaban con curiosidad, sacude un poco su cabeza y mira hacia la mesa, pensando en que respuesta dar, a decir verdad la tomo por sorpresa la pregunta, y no sabía que responder pues no había pensado en que alguno de los chicos con los que estaba podría llegar a ser su tipo ideal, pensaba en las cualidades de cada uno y después de unos escasos segundos, sonríe tímidamente y sin despegar la mirada de la mesa responde –si, hay uno que puede llegar a ser mi tipo ideal…-

Todos en ese instante miraban sorprendidos a la pequeña Kii, Chen se había sonrojado un poco, aunque no creyera que fuera el existía la posibilidad y no podía evitar sonreír por otra parte Kris parecía estar muy curioso, así que toma el valor y mira directamente a los ojos a la mayor de las extranjeras.

-¿Quién es?- aunque estaba curioso el tono de su voz parecía demostrar lo contrario, ya que  sonó indiferente y sin ningún interés alguno. Y justo cuando la chica abre la boca para decir algo, un apagón oscurece todo el lugar.

-¿Pero qué…? Luhan, ¿ahora qué ha pasado?- pregunta el mayor de todos.

-No lo sé, algo malo con el interruptor tal vez –suspira el del rostro angelical- Chen tu sabes de electricidad, ve a revisar que pasa, los interruptores están en el sótano-

-Iré por unas velas- dice Lay mientras se pone de pie y se dirige a la cocina.

-¿Alguien tiene una lámpara de mano?- pregunta Chen tratando de observar a todos con la poca luz que había, pero ninguno traía alguna.

-Yo, tengo una lamparita pequeña en mi celular- tímidamente habla Kii –si quieres te la puedo prestar…-

-Acompáñalo Kii- interrumpe Luhan –de todos modos ocupara ayuda, la herramienta también esta en el sótano- sonríe.

-Luhan, no es necesario yo puedo solo…-

-No esta bien, te acompaño- sonríe la mayor –quiero ayudar- y Chen no puede evitar sonreír tiernamente y asentir con la cabeza.

-Esta bien noona- se pone de pie y ofrece su mano para tomar el de la extranjera la cual lo observa un tanto confundida –amm, así no te tropiezas con nada en el camino-

-Pero, si yo tengo una lamparita- responde Kii un tanto divertida por la ingenuidad de Chen.

-Ah, cierto- empieza a reír el coreano avergonzado, aun así siente como la mayor toma su mano y este da un pequeña brinquito sorprendido.

-Ven, de todos modos, yo no sé dónde queda el sótano así que tu serás mi guía- sonríe tiernamente la extranjera a Chen, quien un tanto sonrojado le devuelve la sonrisa y solo asiente.

Kris al ver tal escena no puede evitar tensar los músculos y apretar un poco su pantalón, aunque en su rostro seguía siendo el mismo, lleno de seriedad, en su mirada se notaba un poco los celos, a lo cual no le encontraba explicación alguna, normalmente el ignoraría este tipo de cosas pero no podía evitar sentirse así al ver a alguien tan cerca de Kii, simplemente la quería para el solo y eso no podía creerlo, estaba siendo algo ¿posesivo? ¿Egoísta? Eso nunca le había pasado. Nay al ver sus músculos tan tensos y sentir un aura de celos, ríe un poco y le da un pequeño codazo al rubio quien reacciona y voltea a verla.

-Disimula- la menor le susurra.

-Disimular que cosa- responde el rubio algo irritado.

-Tus celos duizhang- suspira la menor quien simplemente le da un pequeño toque a la nariz del rubio y le sonríe divertida –eres tan fácil de leer-

-Calla- el rubio roda los ojos y después da un largo suspiro, se relaja y nota como Tao se acerca a la menor, poniendo una mano encima de la rodilla de esta.

-¿Qué pasa Tao?- un tanto sorprendida, observa al menor de todos quien parecía estar algo asustado.

-Me da un poco de miedo la oscuridad…-

-Pero si la luz de la luna iluminaba muy bien el lugar…-

-Lo sé- interrumpe el chico, mordiéndose el labio inferior- simplemente puedo amm… ¿acostarme sobre tu regazo?- pregunta algo tímido, parecía un niño de 5 años.

-Esta bien…- sorprendida y un tanto sonrojada responde Nay y Tao le regala una sonrisa mientras recarga su cabeza sobre las piernas de Nay, ella simplemente lo observada sin tener idea de que hacer, el chico le sonreía tiernamente y escucha un pequeño “gracias” de su parte –no hay de que Tao…- y el menor cierra los ojos y Nay no puede evitar acariciarle el pelo mientras le observa con cariño.

-No te vayas a sobrepasar- el rubio le había susurrado al oído a la menor- recuerda que el sigue siendo menor que tu –ríe un tanto burlón, provocando que la chica se sonroje mas y le dé un golpe en el hombro a Kris.

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-¿Ya encontraste la falla?- pregunta la mayor mientras trataba de iluminar mas la caja de interruptores, a decir verdad Kii estaba un poco incomoda con el lugar, estaba muy oscuro y abandonado, básicamente todo estaba lleno de polvo y sentía algo de miedo.

-En eso estoy noona –suspira el menor- aunque este en el taller de electricidad, esto es un poco complicado para mí, pero no te preocupes, veré si puedo buscarle solución- y con total cara de concentración vuelve a su labor.

-Chen…- después de unos cuantos minutos de silencio, la mayor se muerde el labio inferior y mira con curiosidad al menor- ¿tu podrías explicarme un poco sobre el accidente del padre de Tao?- y le menor voltea a verla con total cara de sorpresa –lo que pasa es que Nay me conto un poco pero se puso a llorar y no termino la historia-

-Tan sentimental ella –sonríe el menor y otro suspiro largo escapa de sus labios- no fue hace mucho, pero Nay todavía no estaba con nosotros, aun así apenas nos estábamos conociendo todos, Kris era el más cercano a Tao y a decir verdad el día que paso el accidente todos nos sorprendimos mucho –pasa un poco de saliva por su garganta- Tao estaba muy herido y no pudo asistir al funeral, de hecho había estado inconsciente durante un tiempo, ya te imaginaras el día que despertó y recibir la notica de su padre muerto-un momento de silencio se hace presente y Chen mira hacia abajo, triste-  desde eso entonces nunca lo menciona, no dice nada sobre él, ni siquiera a Kris- otro suspiro- pero supongo que esta mejor ahora, todos lo hemos apoyado y dado nuestro cariño en especial Kris, aunque no lo creas y veas que es un hombre frio y rudo, tiene su corazón y es alguien que protege a los que quiere, siempre piensa en los demás antes que de el mismo, es un tipo cálido, con valores y te demuestra su cariño muy a su manera- sonríe el menor ante los recuerdos –le interesas ¿sabes? Tal vez la disimula con los demás, pero conmigo no puede-

-¡¿EH?!-  y aquellos ojos de la mayor se agrandan ante el comentario del menor –no seas ridículo Chen, ¿Cómo le puedo interesar si el chico ni me habla?-

-Por eso mismo, mira Kris siempre ha sido muy popular entre las chicas y cada que se le acercaban en las ignoraba y normalmente parecía estar pensando en otra cosa, pero contigo es diferente, el te observa, sus músculos se ponen tensos cuando te nota cerca de él y en su mirada se nota la curiosidad y nerviosismo que tiene-  y el menor gira de nuevo a la caja de interruptores, checando nuevamente el daño –ahh creo que he encontrado el daño, si tan solo pudiera…- y al intentar mover algunos cables, hace un corto y explota un poco la caja mientras las chispas salían, ante tal evento Kii asustada jala a Chen de la camisa antes de que a este le suceda algo pero el menor deja caer todo su cuerpo sobre ella provocando que ambos caigan al suelo, el chico sobre el cuerpo de la mayor.

Ambos estaban asustados por la pequeña explosión de la caja y esta seguía lanzando chispas, Chen toma la capucha de la sudadera que tiene y la estira hacia su cabeza cubriéndolos a ambos, una vez que notan el silencio, el menor poco a poco levanta la cabeza y observa a la extranjera que tenía bajo su cuerpo.

-noona ¿estás bien?-

-si, ¿tu estas bien?-

-si, creo que si…- y por un momento se quedan quietos, como si algo los hubiera congelado, mirándose fijamente a los ojos, ambos sintieron sus mejillas arder de lo rojas que se estaba poniendo, el menor sin darse cuenta acorta la distancia que había entre sus rostros, y por un momento parece dudar pero al ver que la mayor no hacía nada para moverse o detenerlo, Chen simplemente se acerca lentamente hacia ella, ambos entrecierran los ojos, ambos sienten sus alientos golpeando sus labios, ambos parecen esperar con ansiedad.

-Muy bien ¿Qué esta pasando aquí?- y aquel chico rubio y alto toma de la capucha al menor jalándolo hacia él, haciendo que se ponga de pie en un solo instante –un momento a oscuras y tan pronto planeas quitarte la pureza- se escuchaba molesto, irritado.

-No, no es lo que piensas hyung…- dice el menor un tanto sonrojado por el comentario del mayor.

-Simplemente hubo un corto y la caja exploto, ambos caímos al suelo-explica la extranjera una vez que se pone de pie y empieza a sacudirse la ropa-no tienes porque ponerte de esa manera, aquí el único que pensó mal fuiste tu- la chica al parecer le había molestado que Kris pensara de esa manera de Chen.

-noona…- sorprendido pero asustado, el menor la observa.

-¿Qué? Es la verdad, geez uno tiene que verle siempre un lado ertido a todo-y la chica roda los ojos.

-Yo…- y el rubio parecía estar avergonzado ante todo pensamiento que había tenido cuando los vio en esa posición, no era su intención pero no pudo evitar molestarse al ver a Chen sobre ella, no lo quería cerca de ella, no quería que nadie se le acercara de esa manera,  un momento, el rubio sacude su cabeza y sorprendido de si mismo, ya estaba tomando a la chica como propiedad suya acaso, no podía creer lo posesivo que se sentía.

-¿Qué esta pasando allá abajo? Salgan que no podemos ver nada desde acá- y el de rostro angelical grita desesperado porque nadie salía.

-Chen, ¿Qué paso?- pregunta el mayor de todos una vez que lo miraba salir del sótano.

-hubo un corto, tal parece que no podre arreglar nada- comenta un tanto decepcionado el menor a Xiumin –Luhan, tendrás que llamar a un electricista de verdad y que te reemplace la caja por otra- el chico solo asiente.

-Entonces, ¿nos quedaremos a oscuras toda la noche?- pregunta Xiumin bastante preocupado.

-Tenemos chimenea- comenta Lay.

-Pero no tenemos leña- suspira Luhan, un tanto desesperado.

-Manda a Kris y Kii a que la traigan- y de repente todos voltean a ver a la menor de las extranjeras con total cara de asombro, en especial por parte de Kii.

-¿Cómo? ¿Qué dijiste?- comenta el rubio, quien la observaba con sospecha, la menor simplemente le guiña.

-Si mira, Tao tiene miedo, Lay es algo distraído, Xiumin y Luhan son delicados y Chen ya hizo mucho con revisar la caja, así que ustedes dos irán- comenta la menor con una total sonrisa de satisfacción en su rostro.

-¡YAH! ¿Y porque no vienes tu?- responde la mayor un tanto irritada con la idea.

-Porque yo debo cuidar a Tao- apunta al menor de todos quien se encontraba detrás de ella, Kii lo observa y este parecía un cachorro asustado –soy su hermana mayor después de todo- comenta un tanto dolida la menor con una mueca de tristeza en su rostro.

-Si por favor, no se la lleven a ella- el menor pone una mano sobre el hombro de Nay –Duizhang ¿cree que puedas conseguir leña?-

-No me queda de otra, pero no tenemos ninguna lámpara de mano-

-Me pareció ver algunas en la cocina cuando fui por las velas- comenta Lay con una pequeña sonrisa- en un momento se las traigo-

-Esperen, ¿Qué acaso nadie me preguntara si yo estoy de acuerdo de salir por leña?- la mayor de las extranjera no parecía muy contenta, pero Luhan se pone frente a ella y la toma de ambos hombros, aunque no había mucha luz se podía notar la cara de suplica que el del rostro angelical le daba a la chica.

-Por favor, yo le tengo mucho miedo al bosque también, además iras con Kris, el es fuerte y podrá protegerte, después de esto prometemos hacer cualquier cosa que nos pidas, solo por esta vez, por favor- el mayor de verdad no aparentaba su edad, menos con esa vocecita dulce que hacía para rogarle a la mayor, la cual simplemente suspira y asiente, logrando sacarle una sonrisa –muy bien entonces, tengan mucho cuidado.-

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Durante el camino no se habían hablado, Kii parecía seguir molesta con él y Kris no sabía cómo romper el silencio, era bastante incomodo.

Una vez que llegaron al lugar donde se cortaba la leña, Kris deja caer una pequeña maleta para abrirla y sacar un hacha.

-Ejem- el rubio aclara un poco su garganta- ¿me podrías ayudar un poco? Solo necesitaría que sostenga el pedazo de tronco para que yo pueda partirlo en dos-

-Supongo…- la chica suspira y toma el pedazo de tronco, con ambas manos lo sostenía de los lados y se aseguraba de que Kris no llegara a cortarla, ve como el hacha baja rápidamente y el pequeño tronco ahora se había partido.

Una vez que había terminado, Kris ata los pedazos de leña y lo lleva tras su espalda mientras que la pequeña Kii cargaba el hacha, de nuevo ese incomodo silencio aparecía y el rubio no podía soportarlo.

-Perdón…- comenta en un susurro.

-¿Qué dijiste?- acercándose un poco más al rubio para escucharlo mejor.

-Perdón por mi actitud, lo que dije en el sótano, no fue mi intención- el rubio sonaba totalmente arrepentido de lo que había dicho y no podía mirarle el rostro a la chica, aunque ella pudo notarle un ligero color rosado en sus mejilla, simplemente sonrió ante tal acto.

-Esta bien, supongo que yo también sobre-reaccione, así que perdona- la mayor baja un poco la mirada y una pequeña sonrisa tímida se marca en su rostro.

-KII, CUIDADO- el rubio de repente grita pero ya era demasiado tarde, Kii no se había dado cuenta y olvida por completo un arroyo que había en medio del bosque, había un puente para poder cruzarlo pero la chica lo olvido y gracias a una roca frente a ella, tropieza lastimándose el pie y cayendo al lago.

Kris rápidamente deja la leña, se saca el saco que llevaba puesto y salta al lago rescatando así a la extranjera. A decir verdad la corriente del arroyo estaba un poco fuerte y como la chica tenía el pie lastimado no podía nada muy bien, así que el rubio le costó algo de trabajo luchar contra la corriente para poder alcanzarla, una vez que logra tomarla de la muñeca trata de jalarla hacia él, tomando toda su cintura con un solo brazo, la tenia bien sujetada y finalmente intenta nadar hacia la orilla.

Finalmente logran salir del arroyo, Kris estaba cargando a la chica pero cuando nota que esta lo suficientemente alejados de la orilla, se tira al suelo con la extranjera encima del, ambos respiraban rápido, tratando de recuperar el aliento.

-¿E-estas bien?- levanta un poco la cabeza el rubio para observar a la chica que tenia sobre él.

-Si, ¿y tu?- la mayor descansaba su cabeza sobre el pecho del rubio, pero levanta la mirada para verle el rostro a su salvador.

-Si- dice finalmente aliviado el rubio, ambos dar un gran suspiro y Kris empieza a sentarse sobre el suelo, sosteniendo a la extranjera entre sus brazos- estas temblando- el rubio la aparta un poco para ponerse de pie e ir por su saco, colocándolo sobre los hombros de la chica.

-Pero, tu también estas temblando y no tendrás nada con que cubrirte…- mirando preocupadamente al rubio, quien simplemente le regala una pequeña sonrisa mientras abotonaba el saco.

-No te preocupes por mí, si llego a enfermar- la mira directo a los ojos y por un momento a Kii le parece ver una sonrisa seductora formándose en los labios del rubio –tu tendrás que cuidarme, así me pagaras el favor que te he hecho de salvarte la vida-  y con eso las mejillas de Kii adoptan un color rojizo y su mirada se desvía mirando a cualquier cosa que no fuera el rostro de Kris. –Ven, vámonos- el rubio se pone de pie y extiende su mano para ayudar a la chica a ponerse de pie, pero cuando esta intenta pararse nota que su pie derecho empieza a dolerle mucho, tal parece que se había lastimado el tobillo y pega un pequeño grito de dolor.

-No puedo caminar, me duele mucho- y algunas lágrimas comenzaban a salir mientras mantenía la mirada baja, concentrada en su pie. Acto seguido, Kris se inclina y limpia sus lagrimas, sorprendiendo demasiado a la pequeña Kii.

-Bueno supongo que no me quedara de otra- suspira y de repente la carga, acomodándola en su espalda-sostente bien, agárrate de mi cuello ¿de acuerdo?- y el rubio comienza a caminar para tomar la leña, el hacha lo había perdido en el arroyo.

-No tienes que hacer esto- comenta un tanto avergonzada la extranjera, se sentía algo culpable de haberle causado tantos problemas.

-Esta bien, no me molesta a decir verdad- Kris continuaba caminando, concentrado en no tropezarse con algo, ya que también había perdido las lámparas en el arroyo, pero al menos la luz de la luna estaba más brillosa que nunca.

-Gracias…- un susurro tímido se hace escuchar por parte de la extranjera mientras se abrazaba mas al cuerpo de Kris –por cierto, dijiste que si te enfermabas ¿yo tendría que cuidarte?-

-así es-

-¿Qué pasaría si me opongo?-

-Bueno…- Kris se queda un momento en silencio, miraba la cabaña a lo lejos, ya no falta mucho para llegar –supongo que tendría que convencerte de alguna u otra forma. No te obligare a hacer algo que no quieras aunque… -su voz de repente se escucha más baja de lo normal –seria agradable pasar más tiempo contigo…- y con esto la mayor ya estaba más roja que un tomate, sin embargo no puede evitar sonreír y sin pensarlo, deposita un beso sobre la mejilla del rubio, sorprendiéndolo totalmente.

-Todos tienen razón al decir que tienes tu corazón- bosteza la mayor quien poco a poco se quedaba dormida sobre la espalda del rubio –me gustaría… conocerlo… un poco mas…-y dicho esto último se queda profundamente dormida.

Kris se detiene al notar el silencio y baja la leña, suavemente toma a la chica entre sus brazos y lentamente la recuesta sobre un árbol cercano, la observaba y sonreía al notar lo pacifica y adorable que se miraba. Se muerde el labio inferior y se inclina un lentamente hacia el rostro de la chica.

-También me gustaría poder conocer el tuyo- una sonrisa tímida se forma en los labios de Kris –y también poder entrar en él, tal y como tu lo estas con el mío- y con esto posa sus labios sobre los de ella, dándole un rápido y pequeño beso.

No sabe si lo habrá notado, no sabe si la chica tenía el sueño pesado, pero no le importo, había robado un beso a la extranjera y eso de alguna forma le gustaba, le agradaba la idea de haber tomado algo que deseaba, que le gustaba, sería su secreto y ahora más que nada en el mundo estaba seguro de que no quería apartarse de su lado, y que en algún momento no tendría la necesidad de volver a tomar algo sin permiso, porque lucharía por lograr ser correspondido la próxima vez que uniera sus labios contra los de la pequeña extranjera, que poco a poco, se metía en su corazón.