Hoy era mi primer día de trabajo y mentiría si dijera que no estaba nerviosa.

Mi turno de trabajo empezaba por la tarde, así que tenía tiempo extra para dar uno de mis habituales paseos por el hermoso paisaje de Seúl.

Fui a mi habitación a buscar el abrigo que Sua me había prestado el día anterior, en donde tras una larga búsqueda por mi desordenada habitación pude encontrarla. Tomé la prenda con cuidado de no dañarla y luego procedí a meterla en una bolsa de papel.
...Al fin y al cabo, tenía que devolver el abrigo en algún momento, ¿no?.

En consiguiente, tomé mi mochila, las llaves y el teléfono para salir de casa y dar un paseo antes de ir a mi respectivo trabajo.

El frío ya empezaba a soplar con fuerza, por suerte esta vez estaba preparada.
Mis pasos se fueron haciendo cada vez más lentos a medida que avanzaba por las frías calles, algo poco usual para mí. Tal vez se debía al abrumador frío del momento.

- ¿Siyeon?

Alguien llamaba a mi nombre, lo cual hizo que me detuviera y me girara inmediatamente hacia el lugar de donde provenía la voz. Aunque, sin necesidad de girarme, ya había reconocido a la persona perteneciente de aquella voz.

- Handong...
- Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos...Me alegro de volver a verte.

Handong estaba a unos centímetros de mí, pero incluso desde esa distancia pude notar que su expresión era de incomodidad. En cuanto a su aspecto físico todo seguía igual; sin embargo, había algo en ella que intuía que no estaba bien.

- Así es...Handong, ¿estás bien?
- Oh sí, estoy bien. Siyeon, tengo que irme ahora. Ha sido un placer verte.

Tan pronto como Handong terminó esa frase, comenzó a caminar desapareciendo de mi campo visual. ¿Qué fue eso?. Handong no suele adoptar ese tipo de actitud y mucho menos conmigo. Estaba casi segura de que algo le había pasado, algo muy grave.

Pov's Sua

Yoohyeon acababa de llegar a su turno en el bar, lo que significaba que el mío ya había terminado. Así que ordené mis cosas para no perder demasiado tiempo después en guardarlas.

- Sua, ¿Cómo va todo?
- Todo en orden, ¿Y tú?
- Igual, aunque hoy me he levantado con algo de pereza. Realmente estaba luchando conmigo misma en si venir o no a trabajar...-Yoohyeon colocó sus cosas en su casillero y luego se puso el uniforme de trabajo.

- Ya veo, supongo que tu energía está muy baja, ¿Te parece si compro un poco de café para que recuperes algo de tus energías faltantes?

- ¡Eso suena muy bien mi querida Sua!, entonces te estaré esperando justo aquí.

- Bien, por cierto antes de que vays por el café tengo algo importante que contarte.

- Claro, ¿de qué se trata?
- Es sobre la chica que conocí el otro día, ¿recuerdas?...

- ¡Ah!, ¿La chica que no te podías quitar de la cabeza y parecías una boba enamorada?. ¡Claro que sí!, cómo podría olvidarla. ¿Qué pasa con ella, la has vuelto a ver?

- Y sigues con es...Como sea, resulta que ella estuvo aquí ayer para el puesto de camarera, y quedó

- Oye, ¿Es enserio?. Eso es una gran noticia, ¿no?. Ahora puedes tener a tu chica cerca.

- Namu... No estoy jugando. Traté de acercarme a ella de nuevo, pero al igual que la primera vez terminó en fracaso.

- Oh vamos, no te rindas tan pronto. Tal vez sea un poco difícil, pero si te esfuerzas seguramente lograrás acercarte a ella. La gran Sua no tendrá miedo, ¿verdad?

- ¿Qué?, claro que no. Nunca tengo miedo. De hecho, ayer le presté mi abrigo para que no se congelara por el frío.

- ¡Wow, espera!, ¿Le prestaste tu abrigo?. Esa chica si que ha clavó en ti... qué celos. Ahora que ha aparecido una completa desconocida y se ganado toda tu atención, empezarás a dejar de lado a tu querida amiga Yoohyeon de lado -Yoohyeon trató de imitar la expresión de un cachorro triste, a lo que yo sonreí divertida.

- Claro que no Namu, tú eres y siempre serás mi chica favorita...-Me acerqué a Yoohyeon y le di un fuerte abrazo por la espalda, aunque debido a nuestra diferencia de altura sólo pude abrazar una parte de su cuerpo.

- Bueno, voy por los cafés y luego me iré casa. Ah, por cierto, probablemente conocerás a Siyeon hoy. Por favor, no la presiones para hablar o algo así....

- Bien, espera... ¿Quién es Siyeon?

No alcancé a contestarle porque ya había salido del bar. Una vez afuera inhalé con fuerza respirando aquel aire. El clima era agradable apesar de ser extremadamente frío.

Entré en una cafetería no muy lejos del bar, hice mis pedidos y me dirigí devuelta al bar.

Cuando volví, Yoohyeon estaba ocupada trabajando, puesto que la gente ya empezaba a llegar en tropel. Así que cogí un pequeño papel junto con un lápiz y escribí una nota que pegué a una de los vasos de café dejándola al lado de la caja registradora. Sabía que en cuanto Yoohyeon tuviera algo de tiempo libre la encontraría y se lo bebería.

Como momentos antes ya había guardado mis cosas, simplemente las agarré y salí del bar para ir finalmente a casa. En cuanto estuve afuera del bar, mi teléfono empezó a vibrar. Contesté la rapidamente la llamada, mientras me alejaba del recinto.

- Bora, necesitamos que vengas a la unidad policial ahora.

- ¿De quién se trata?

- Te daremos toda la información en cuanto llegues, mientras tanto será mejor que tengas mucho cuidado en el camino.

- Vale, estaré allí lo antes posible.

*Fin de la llamada*

Pov's Siyeon

Mi turno estaba a punto de empezar así que tuve que apresurarme para llegar a tiempo. Como era de esperar, mi jefa estaba esperando en la puerta principal mirando atentamente su reloj de pulsera para ver que tan puntual podía ser. Menos mal llegué a tiempo. Al verme, la mujer me saludó con una sonrisa de satisfacción y luego me entregó mi uniforme de trabajo. Este consistía en un atuendo bastante sencillo;  un traje de dos piezas color violeta, un delantal atado a la cintura, guantes blancos y una gorra del mismo color. Cabe decir que no era muy común vestir gorras como parte del atuendo de un bar, ya que normalmente estos se usaban en los cafés y no en los bares.
...Supongo que esa era una de las novedades que hacían destacar al local.

Fui al baño a cambiarme y en cuanto estuve lista salí de este. Mi jefa me esperaba pacientemente afuera con la intención de enseñarme el lugar. Una vez que terminó