— La vida está regida por leyes, tanto en el aspecto social, político y sobre todo, espiritual. La ley más conocida por todos es la primera y gran ley del Karma, que se centra en la afirmación de causa y efecto. Todo lo que damos al universo, éste nos lo devuelve, pero si es algo negativo, lo que el universo nos dará es lo mismo pero multiplicado por diez. Así que, si damos amor, recibiremos amor, pero si hacemos daño, nos harán daño multiplicado por diez.  Sin embargo, ¿qué pasa cuando por amor recibes todo el odio del mundo? Se supone que el amor es algo bueno, si das amor, estás haciendo las cosas bien. Pero, para desgracia de todos, las leyes tienen términos y restricciones, las famosas letras pequeñas, tu puedes dar todo el amor del mundo y recibir el mismo amor, pero, ¿si eso daña a las personas que están a tu alrededor? La ley cambia por completo y por dar amor, recibes odio multiplicado por diez. Así de injusta es la ley de la vida, por amar de una forma diferente y lastimar a las personas, el universo nunca te dejará ser feliz.  

El salón quedó en silencio, todos los estudiantes incluyendo a la profesora de literatura, no pronunciaron palabra alguna después de escuchar a aquella estudiante dar su discurso, el que se suponía todos debían socializar frente a la clase. 

— Gracias, señorita Lee, eso es asombroso. —la profesora animó a que los estudiantes aplaudieran a su compañera quien inclinó un poco la cabeza en forma de agradecimiento. —Puede tomar asiento. 

Y sin más, la adolescente caminó en silencio hacia su mesa, más se vio interrumpida pues alguien tocó la puerta de su salón, llamando la atención de todos los estudiantes que curiosos observaban lo que sucedía. 

—¿Profesora Son? —cuestionó la alumna que había interrumpido la clase, mientras ingresaba la mitad de su cuerpo en el salón. 

—¿Si? ¿Pasa algo?

—El profesor Choi le envía esto. 

La profesora caminó hacia la estudiante de primer año para tomar la libreta que tenía en manos.  

—Muchas gracias, puedes regresar a clases. —la estudiante asintió y, después de hacer una reverencia de casi 90 grados, se retiró del salón dejando a todos en silencio, una escena típica, nada de que preocuparse, claro, a excepción de cierta alumna que aún permanecía de pie, como si estuviese congelada. 

—¿Señorita Lee? Tome asiento, por favor. —recalcó la profesora. 

Más la estudiante no salía de su asombro, sus pupilas dilatadas, el corazón latiendo a mil y el sudor frío, acompañado de sus manos temblorosas llamaron la atención de todos sus compañeros. 

—Profesora, no reacciona. —Una estudiante más se acercó a la joven moviendola con suavidad. 

"Ella dio su vida por ti" 

—Por favor, tiene que salvarla, no la deje morir —murmuró la estudiante alta cubriendo su rostro, las lagrimas se apoderaron de ella, al igual que un sentimiento de tristeza inmensa.  

—¡Alumna Lee!

—Profesora, su nariz está sangrando. —informó otro alumno logrando alarmar a todos. 

"Solo puedo hacer una cosa para salvarla, pero no te va a gustar." 

Imagen tras imagen aparecía frente a la estudiante que no dejaba de llorar con desesperación. —La traje ante usted porque es la única que puede ayudarnos, por favor, ¿no ve que está muriendo?

"Mis hechizos no funcionan si el amor de las personas causa daños." 

—¿Qué daños? Nosotras no causamos ningún daño. —aquella estudiante alta, de cabello negro como el carbón y de piel pálida parecía desesperada hablando hacia la nada, aunque en realidad le hablaba al reflejo frente a ella. Una mujer anciana, con notables arrugas y con un Hanbok notablemente viejo. 

Todo esto sucedía bajo la mirada asustada de los estudiantes y profesora que no sabían cómo actuar, parecía que aquella joven estaba a punto de tener una crisis de pánico. 

"Su amor causó la destrucción del reino y muerte de muchas personas. ¡Mataron a mi hija por ustedes! No puedo hacer nada, es su destino, tendrán que pagar el precio." 

—Solo dígame de una buena vez qué es lo que quiere, ¿oro? ¿tierras? Se lo daré, pero por favor, rápido, está perdiendo mucha sangre. 

"Ella vivirá, vivirán lo que tengan que vivir, pero..." 

—¡¿Pero?! 

"Ustedes vivirán, pero no en este tiempo." 

En las imágenes que se proyectaban frente a la adolescente podía observar cómo aquella mujer se lanzaba sobre ella, provocando que la joven cayese al suelo de forma estrepitosa, cosa que asustó a sus compañeros y profesora. 

—¡Está convulsionando! 

—Yubin, llama a la enfermera. —ordenó la profesora y de inmediato la estudiante salió corriendo del salón en busca de la enfermera. 

"Su amor desde un inicio estuvo prohibido, pero si quieren jugar en contra del destino, está bien."

La adolescente empezaba a temblar en el suelo, sus amigos la contenían para que no se lastimara, toda la escena era asombrosa y tenebrosa al mismo tiempo.

"Princesa Lee, podrán vivir muchas vidas, vivirás muchas vidas y en todas ellas la encontrarás, nunca podrás olvidarla, pero ella... es la maldición que te persigue desde pequeña, porque si ella llegase a amarte, como ahora... Lo único que puedo hacer por ti, ahora, es darles un poco más de tiempo, pero tarde o temprano ella morirá" 

—¿Por qué me hace esto? Usted revivió a muchas personas. —la voz de aquella anciana se hacía más lejana, no podía escuchar con claridad lo que decía. 

"Si ella hubiese sido otra persona, aquel príncipe, estoy segura que serían felices, lo siento" 

—Si ese fueras tu, si hubieses sido tu.

"Lo siento, princesa, pero junto a ella .... siempre." 

—¡Quiero vivir mis últimos días a su lado! No entiendo lo que dices. —la adolescente balbuceaba intentando alejar a sus compañeros que al tenían sujeta de piernas y manos.

"¿Estás segura?"

—¡Si! No me importa si son semanas, meses u horas. 

"Amarás a quien no te puede amar, por todo el daño que causó su amor, esa es la ley de tu vida"

—¡A un lado! ¿Qué pasó?

—De la nada empezó a hablar incoherencias. 

—Y a llorar como si alguien estuviera muriendo. 

—Llamaré a la ambulancia.

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¡Hola! 

Bienvenidos a una nueva historia SunHa, con mucho drama, magia, misterio y algo de historia. No soy experta en esto, pero espero les guste.

No olviden visitar mi perfil para conocer mis historias, de verdad gracias por el apoyo. 

Nos vemos pronto.